Durante la segunda mitad del Siglo XIX aparecieron diversas tendencias artísticas que se opusieron a reducir el arte a un simple reflejo de la realidad. En el mundo hispánico, surgíó a finales del Siglo XIX el Modernismo. Este movimiento nacido en Latinoamérica llegará a España muy pronto y a él se sumarán los escritores que protagonizaron el cambio de siglo en nuestro país. Los principales temas de la literatura modernista fueron: -La expresión de la intimidad, que se manifiesta en asuntos como la melancolía y la nostalgia, el sentido de la vida, el amor visto desde una perspectiva erótica y la espiritualidad. – La búsqueda de la identidad cultural del artista, que se proyecta en el rescate de la tradición indígena americana; la defensa de los valores hispánicos; la idea de que el artista forma parte de una comunidad que trasciende las fronteras nacionales. -El deseo de evasión de una realidad insatisfactoria, presente en la actitud elitista y aristocrática de los escritores, en el recurso a la fantasía y en la ambientación de las obras en lugares exóticos./ En sus aspectos estilísticos, el Modernismo se caracterizó por los siguientes rasgos: -La innovación en los versos, motivada por la búsqueda del ritmo poético y el deseo de apartarse de las estrofas tradicionales.-La ampliación del vocabulario mediante la inclusión de arcaísmos y cultismos.-La abundancia de recursos retóricos, en especial de aquellos que sugieren diferentes planos sensoriales: metáforas y símbolos, adjetivación sensorial, sinestesia, recursos fónicos. El Modernismo sufríó pronto una transformación que permite señalar dos fases en el movimiento:
Modernismo canónico
Postmodernismo
Fecha
Últimas décadas del Siglo XIX
Primeras décadas del Siglo XX
Lugar
Predomina en Latinoamérica
Predomina en España
Tema
La búsqueda de la identidad cultural y el deseo de evasión
La expresión de la intimidad
Estilo
Mayor atención a los aspectos formales
Mayor sencillez estilística
Dentro del Modernismo, suele utilizarse el término Grupo del 98 para referirse a un conjunto de seis autores (Miguel de Unamuno, Pío Baroja, José Martínez Ruiz, Ramiro de Maeztu Ramón Mª del Valle-Inclán y Antonio Machado)
Que mostraron en sus obras la crisis espiritual que caracterizó la época. Estos escritores ofrecen grandes diferencias entre sí, pero también presentan algunos caracteres comunes: -Cultivan a lo largo de sus vidas diversos géneros literarios. -Apuestan por una renovación del lenguaje literario en el que destaca una cierta sencillez expresiva, la ampliación léxica y el punto de vista subjetivo sobre la realidad. – Preocupación por el tema de España, denunciando la decadencia y la necesidad de modernización. También se interesan por el paisaje castellano, pues lo consideran un símbolo del alma española. -Expresan los conflictos religiosos y existenciales propios de la época: la búsqueda de un sentido a la vida, el debate sobre la existencia de Dios o la angustia del hombre contemporáneo.
La evolución ideológica del Grupo del 98 atraviesa tres etapas: en un primer momento se sitúan en posiciones políticas revolucionarias, aunque pronto moderarán sus posturas y pasarán de defender la revolución a apostar por el reformismo. A partir de 1914, estos escritores se alejan de las cuestiones políticas para concentrarse en la reflexión sobre la existencia humana. Esta evolución conjunta fue recorrida por los seis miembros del grupo, aunque en el caso de Antonio Machado y Ramón Mª del Valle-Inclán se produjo en sentido inverso.
Novecentismo y Vanguardismo. La generación modernista había iniciado el alejamiento de la literatura realista; sin embargo, la ruptura completa se producirá con los artistas que cobren protagonismo a partir de 1914. Esta reacción contra el arte anterior se sintetiza en dos aspectos: la ruptura con la ilusión de realidad y la huida del sentimentalismo. En las letras españolas, la reacción antirrealista se lleva a cabo desde dos movimientos que comparten la intención, aunque se diferencian en el grado de radicalidad de sus respectivas propuestas: el novecentismo y el Vanguardismo.
El novecentismo —también conocido como Generación de 1914— fue un movimiento de intelectuales de procedencia burguesa que apostaron por continuar la senda de la modernización de España iniciada por los hombres del 98. Sus componentes tenían fe ciega en que solamente mediante la educación y la cultura podía transformarse un país en decadencia, tarea a la que dedicaron sus obras. En la literatura novecentista predominó la reflexión intelectual sobre la expresión de los sentimientos. Más innovadora fue la reacción del Vanguardismo, que buscó la expresión completamente libre de los artistas, al tiempo que dinamitaron las bases tradicionales del arte. Para conseguir estos objetivos, se valieron del humor y la provocación; del juego con las formas literarias; deshumanizaron el arte mediante la eliminación de contenidos sentimentales, como el amor, la angustia existencial o la denuncia social; reflejaron en las obras el mundo moderno; y dirigieron sus propuestas a un público escogido capaz de comprender los objetivos rupturistas. El Vanguardismo no fue un grupo unitario, sino un conjunto de propuestas diversas que compartían algunos caracteres. En España destacan los siguientes movimientos de vanguardia: