12.4. El sexenio democrático (1868-1874): Intentos democratizadores. La revolución. El reinado de Amadeo I. La Primera República.


Texto5: Abdicación de Amadeo de Saboyá
Resumen: 
En el texto ante el cual nos encontramos, el monarca de origen italiano expone las razones que le han llevado a adoptar tal decisión.
En el primer párrafo Amadeo alude a las disputas y enfrentamientos internos que inestabilizan sistemáticamente el país. Por un lado cita «fragor del combate», alusión a la tercera guerra carlista que pretende reinstalare el absolutismo en la figura del denominado Carlos VII. También alude al «atronador y contradictorio clamor de los partidos» donde nos hayamos con las múltiples opciones políticas existentes en el sexenio democrático alentadas por la libertad de expresión y asociación reconocidas en la constitución de 1869: republicanos que intentan acabar con la monarquía bien vía parlamentaria o insurreccional, grupo Alfonsino encabezado por Cánovas del castillo y fortalecido por el viraje conservador de los unionistas, iglesia enfurecida por la libertad de cultos, el proceso desamortizador y el origen dinastíco del monarca y un incipiente movimiento obrero. El gran pilar del monarca, los progresistas, se esta desmoronando tras la muerte de su gran líder y principal acedos de la venida de Amadeo a España, Priim. En el segundo y tercer párrafo, el rey se muestra como un liberal y constitucionalista convencido, pues renuncia expresamente a una solución autoritaria y reconoce el principio de soberanía nacional, pues son las cortes la depositaria de la misma.

Términos: Opinión pública

Estimaciones del conjunto de personas que integran una sociedad hacia un asusto determinado. Esta estimación está claramente vinculada a los medios de comunicación y en este sentido, la existencia de una libertad de imprenta y asociación recogidas en la constitución vigente de 1869 tiene mucho que decir. Por un lado permite la difusión de los acontecimientos socio-políticos que se desarrollan en Europa y por otro, la fundación de partidos políticos y sindicatos que rápidamente comprenderán la importancia de tales medios de comunicación, fundando sus propias revistas y periódicos. 

Señores diputados

Cargos electos, por sufragio universal o censitario, en el caso que nos ocupa universal masculino, integrantes del congreso, una de las cámaras de las cortes, o única cámara de las mismas según las constituciones de 1812 y 1931. Como miembros de esas instituciones son depositarios de la soberanía de la nacíón, en tanto que son sus representantes, de ahí el carácter electivo.
Contexto:
Nos hallamos en medio del sexenio democrático un serio intento de modernizar y democratizar las estructuras políticas, económicas y sociales del país, instaurar una auténtica monarquía y constitucional tras el intento fallido de la monarquía Isabelina. El reinado de Isabel II lo podemos dividir en dos etapas, una primera que coincide con las regencias de María Cristina y luego Espartero en las que se van materializando las reformas liberales esbozadas en las cortes de Cádiz y en el trienio liberal, en un contexto marcado por el enfrentamiento armado contra los absolutistas, y una segunda etapa, en la que se consolida el sistema liberal que hace cada vez más conservador y autoritario, a excepción del Bienio Progresista. Esta evolución restara apoyos al régimen isabelino, estallando un malestar de la oposición progresista, unionista, demócrata e incipientemente republicana en la revolución Gloriosa 1868. Con ella se inicia el sexenio, un mencionado intento de llevar acabo una auténtica monarquía constitucional, para ello se precisó, una constitución: la de 1869, la primera constitución verdaderamente democrática de la historia de España, y un monarca no Borbón, visto el desprestigio alcanzado por dicha dinastía con Fernando VII, e Isabel II, la dinastía italiana de los Saboyá, uno de los hijos de Víctor Manuel II, que cumple con las expectativas españolas y europeas. La ruptura de la coalición progresista-unionista que le apoya, incluso, la misma fractura progresista, así como la fuerte oposición de las fuerzas conservadoras que ven peligrar sus intereses, provocarán la renuncia del rey, instaurándose una solución de urgencia con la proclamación de la I República, de apenas de un año, con muchas dificultades, conociendo una república federal, una revolución cantonal, una república unitaria y una república militar y autoritaria con Serrano. La inestabilidad mencionada allanara el camino a la restauración Borbónica de la mano de Cánovas del Castillo, con la ayuda del pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto. El fracaso del sexenio implicara el retraso de la modernización del país, el no cambio en profundidad en las estructuras económicas, sociales y políticas del país.
En el primer párrafo Amadeo alude a las disputas y enfrentamientos internos que inestabilizan sistemáticamente el país. Por un lado cita «fragor del combate», alusión a la tercera guerra carlista que pretende reinstalare el absolutismo en la figura del denominado Carlos VII. También alude al «atronador y contradictorio clamor de los partidos» donde nos hayamos con las múltiples opciones políticas existentes en el sexenio democrático alentadas por la libertad de expresión y asociación reconocidas en la constitución de 1869: republicanos que intentan acabar con la monarquía bien vía parlamentaria o insurreccional, grupo Alfonsino encabezado por Cánovas del castillo y fortalecido por el viraje conservador de los unionistas, iglesia enfurecida por la libertad de cultos, el proceso desamortizador y el origen dinastíco del monarca y un incipiente movimiento obrero. El gran pilar del monarca, los progresistas, se esta desmoronando tras la muerte de su gran líder y principal acedos de la venida de Amadeo a España, Priim. En el segundo y tercer párrafo, el rey se muestra como un liberal y constitucionalista convencido, pues renuncia expresamente a una solución autoritaria y reconoce el principio de soberanía nacional, pues son las cortes la depositaria de la misma.

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Estimaciones del conjunto de personas que integran una sociedad hacia un asusto determinado. Esta estimación está claramente vinculada a los medios de comunicación y en este sentido, la existencia de una libertad de imprenta y asociación recogidas en la constitución vigente de 1869 tiene mucho que decir. Por un lado permite la difusión de los acontecimientos socio-políticos que se desarrollan en Europa y por otro, la fundación de partidos políticos y sindicatos que rápidamente comprenderán la importancia de tales medios de comunicación, fundando sus propias revistas y periódicos. 

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Cargos electos, por sufragio universal o censitario, en el caso que nos ocupa universal masculino, integrantes del congreso, una de las cámaras de las cortes, o única cámara de las mismas según las constituciones de 1812 y 1931. Como miembros de esas instituciones son depositarios de la soberanía de la nacíón, en tanto que son sus representantes, de ahí el carácter electivo.
Contexto:
Nos hallamos en medio del sexenio democrático un serio intento de modernizar y democratizar las estructuras políticas, económicas y sociales del país, instaurar una auténtica monarquía y constitucional tras el intento fallido de la monarquía Isabelina. El reinado de Isabel II lo podemos dividir en dos etapas, una primera que coincide con las regencias de María Cristina y luego Espartero en las que se van materializando las reformas liberales esbozadas en las cortes de Cádiz y en el trienio liberal, en un contexto marcado por el enfrentamiento armado contra los absolutistas, y una segunda etapa, en la que se consolida el sistema liberal que hace cada vez más conservador y autoritario, a excepción del Bienio Progresista. Esta evolución restara apoyos al régimen isabelino, estallando un malestar de la oposición progresista, unionista, demócrata e incipientemente republicana en la revolución Gloriosa 1868. Con ella se inicia el sexenio, un mencionado intento de llevar acabo una auténtica monarquía constitucional, para ello se precisó, una constitución: la de 1869, la primera constitución verdaderamente democrática de la historia de España, y un monarca no Borbón, visto el desprestigio alcanzado por dicha dinastía con Fernando VII, e Isabel II, la dinastía italiana de los Saboyá, uno de los hijos de Víctor Manuel II, que cumple con las expectativas españolas y europeas. La ruptura de la coalición progresista-unionista que le apoya, incluso, la misma fractura progresista, así como la fuerte oposición de las fuerzas conservadoras que ven peligrar sus intereses, provocarán la renuncia del rey, instaurándose una solución de urgencia con la proclamación de la I República, de apenas de un año, con muchas dificultades, conociendo una república federal, una revolución cantonal, una república unitaria y una república militar y autoritaria con Serrano. La inestabilidad mencionada allanara el camino a la restauración Borbónica de la mano de Cánovas del Castillo, con la ayuda del pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto. El fracaso del sexenio implicara el retraso de la modernización del país, el no cambio en profundidad en las estructuras económicas, sociales y políticas del país.

En el primer párrafo Amadeo alude a las disputas y enfrentamientos internos que inestabilizan sistemáticamente el país. Por un lado cita «fragor del combate», alusión a la tercera guerra carlista que pretende reinstalare el absolutismo en la figura del denominado Carlos VII. También alude al «atronador y contradictorio clamor de los partidos» donde nos hayamos con las múltiples opciones políticas existentes en el sexenio democrático alentadas por la libertad de expresión y asociación reconocidas en la constitución de 1869: republicanos que intentan acabar con la monarquía bien vía parlamentaria o insurreccional, grupo Alfonsino encabezado por Cánovas del castillo y fortalecido por el viraje conservador de los unionistas, iglesia enfurecida por la libertad de cultos, el proceso desamortizador y el origen dinastíco del monarca y un incipiente movimiento obrero. El gran pilar del monarca, los progresistas, se esta desmoronando tras la muerte de su gran líder y principal acedos de la venida de Amadeo a España, Priim. En el segundo y tercer párrafo, el rey se muestra como un liberal y constitucionalista convencido, pues renuncia expresamente a una solución autoritaria y reconoce el principio de soberanía nacional, pues son las cortes la depositaria de la misma.

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Estimaciones del conjunto de personas que integran una sociedad hacia un asusto determinado. Esta estimación está claramente vinculada a los medios de comunicación y en este sentido, la existencia de una libertad de imprenta y asociación recogidas en la constitución vigente de 1869 tiene mucho que decir. Por un lado permite la difusión de los acontecimientos socio-políticos que se desarrollan en Europa y por otro, la fundación de partidos políticos y sindicatos que rápidamente comprenderán la importancia de tales medios de comunicación, fundando sus propias revistas y periódicos. 

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Cargos electos, por sufragio universal o censitario, en el caso que nos ocupa universal masculino, integrantes del congreso, una de las cámaras de las cortes, o única cámara de las mismas según las constituciones de 1812 y 1931. Como miembros de esas instituciones son depositarios de la soberanía de la nacíón, en tanto que son sus representantes, de ahí el carácter electivo.

Contexto


Nos hallamos en medio del sexenio democrático un serio intento de modernizar y democratizar las estructuras políticas, económicas y sociales del país, instaurar una auténtica monarquía y constitucional tras el intento fallido de la monarquía Isabelina. El reinado de Isabel II lo podemos dividir en dos etapas, una primera que coincide con las regencias de María Cristina y luego Espartero en las que se van materializando las reformas liberales esbozadas en las cortes de Cádiz y en el trienio liberal, en un contexto marcado por el enfrentamiento armado contra los absolutistas, y una segunda etapa, en la que se consolida el sistema liberal que hace cada vez más conservador y autoritario, a excepción del Bienio Progresista. Esta evolución restara apoyos al régimen isabelino, estallando un malestar de la oposición progresista, unionista, demócrata e incipientemente republicana en la revolución Gloriosa 1868. Con ella se inicia el sexenio, un mencionado intento de llevar acabo una auténtica monarquía constitucional, para ello se precisó, una constitución: la de 1869, la primera constitución verdaderamente democrática de la historia de España, y un monarca no Borbón, visto el desprestigio alcanzado por dicha dinastía con Fernando VII, e Isabel II, la dinastía italiana de los Saboyá, uno de los hijos de Víctor Manuel II, que cumple con las expectativas españolas y europeas. La ruptura de la coalición progresista-unionista que le apoya, incluso, la misma fractura progresista, así como la fuerte oposición de las fuerzas conservadoras que ven peligrar sus intereses, provocarán la renuncia del rey, instaurándose una solución de urgencia con la proclamación de la I República, de apenas de un año, con muchas dificultades, conociendo una república federal, una revolución cantonal, una república unitaria y una república militar y autoritaria con Serrano. La inestabilidad mencionada allanara el camino a la restauración Borbónica de la mano de Cánovas del Castillo, con la ayuda del pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto. El fracaso del sexenio implicara el retraso de la modernización del país, el no cambio en profundidad en las estructuras económicas, sociales y políticas del país.En el primer párrafo Amadeo alude a las disputas y enfrentamientos internos que inestabilizan sistemáticamente el país. Por un lado cita «fragor del combate», alusión a la tercera guerra carlista que pretende reinstalare el absolutismo en la figura del denominado Carlos VII. También alude al «atronador y contradictorio clamor de los partidos» donde nos hayamos con las múltiples opciones políticas existentes en el sexenio democrático alentadas por la libertad de expresión y asociación reconocidas en la constitución de 1869: republicanos que intentan acabar con la monarquía bien vía parlamentaria o insurreccional, grupo Alfonsino encabezado por Cánovas del castillo y fortalecido por el viraje conservador de los unionistas, iglesia enfurecida por la libertad de cultos, el proceso desamortizador y el origen dinastíco del monarca y un incipiente movimiento obrero. El gran pilar del monarca, los progresistas, se esta desmoronando tras la muerte de su gran líder y principal acedos de la venida de Amadeo a España, Priim. En el segundo y tercer párrafo, el rey se muestra como un liberal y constitucionalista convencido, pues renuncia expresamente a una solución autoritaria y reconoce el principio de soberanía nacional, pues son las cortes la depositaria de la misma.

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Estimaciones del conjunto de personas que integran una sociedad hacia un asusto determinado. Esta estimación está claramente vinculada a los medios de comunicación y en este sentido, la existencia de una libertad de imprenta y asociación recogidas en la constitución vigente de 1869 tiene mucho que decir. Por un lado permite la difusión de los acontecimientos socio-políticos que se desarrollan en Europa y por otro, la fundación de partidos políticos y sindicatos que rápidamente comprenderán la importancia de tales medios de comunicación, fundando sus propias revistas y periódicos. 

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Cargos electos, por sufragio universal o censitario, en el caso que nos ocupa universal masculino, integrantes del congreso, una de las cámaras de las cortes, o única cámara de las mismas según las constituciones de 1812 y 1931. Como miembros de esas instituciones son depositarios de la soberanía de la nacíón, en tanto que son sus representantes, de ahí el carácter electivo.

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Nos hallamos en medio del sexenio democrático un serio intento de modernizar y democratizar las estructuras políticas, económicas y sociales del país, instaurar una auténtica monarquía y constitucional tras el intento fallido de la monarquía Isabelina. El reinado de Isabel II lo podemos dividir en dos etapas, una primera que coincide con las regencias de María Cristina y luego Espartero en las que se van materializando las reformas liberales esbozadas en las cortes de Cádiz y en el trienio liberal, en un contexto marcado por el enfrentamiento armado contra los absolutistas, y una segunda etapa, en la que se consolida el sistema liberal que hace cada vez más conservador y autoritario, a excepción del Bienio Progresista. Esta evolución restara apoyos al régimen isabelino, estallando un malestar de la oposición progresista, unionista, demócrata e incipientemente republicana en la revolución Gloriosa 1868. Con ella se inicia el sexenio, un mencionado intento de llevar acabo una auténtica monarquía constitucional, para ello se precisó, una constitución: la de 1869, la primera constitución verdaderamente democrática de la historia de España, y un monarca no Borbón, visto el desprestigio alcanzado por dicha dinastía con Fernando VII, e Isabel II, la dinastía italiana de los Saboyá, uno de los hijos de Víctor Manuel II, que cumple con las expectativas españolas y europeas. La ruptura de la coalición progresista-unionista que le apoya, incluso, la misma fractura progresista, así como la fuerte oposición de las fuerzas conservadoras que ven peligrar sus intereses, provocarán la renuncia del rey, instaurándose una solución de urgencia con la proclamación de la I República, de apenas de un año, con muchas dificultades, conociendo una república federal, una revolución cantonal, una república unitaria y una república militar y autoritaria con Serrano. La inestabilidad mencionada allanara el camino a la restauración Borbónica de la mano de Cánovas del Castillo, con la ayuda del pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto. El fracaso del sexenio implicara el retraso de la modernización del país, el no cambio en profundidad en las estructuras económicas, sociales y políticas del país.En el primer párrafo Amadeo alude a las disputas y enfrentamientos internos que inestabilizan sistemáticamente el país. Por un lado cita «fragor del combate», alusión a la tercera guerra carlista que pretende reinstalare el absolutismo en la figura del denominado Carlos VII. También alude al «atronador y contradictorio clamor de los partidos» donde nos hayamos con las múltiples opciones políticas existentes en el sexenio democrático alentadas por la libertad de expresión y asociación reconocidas en la constitución de 1869: republicanos que intentan acabar con la monarquía bien vía parlamentaria o insurreccional, grupo Alfonsino encabezado por Cánovas del castillo y fortalecido por el viraje conservador de los unionistas, iglesia enfurecida por la libertad de cultos, el proceso desamortizador y el origen dinastíco del monarca y un incipiente movimiento obrero. El gran pilar del monarca, los progresistas, se esta desmoronando tras la muerte de su gran líder y principal acedos de la venida de Amadeo a España, Priim. En el segundo y tercer párrafo, el rey se muestra como un liberal y constitucionalista convencido, pues renuncia expresamente a una solución autoritaria y reconoce el principio de soberanía nacional, pues son las cortes la depositaria de la misma.

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Estimaciones del conjunto de personas que integran una sociedad hacia un asusto determinado. Esta estimación está claramente vinculada a los medios de comunicación y en este sentido, la existencia de una libertad de imprenta y asociación recogidas en la constitución vigente de 1869 tiene mucho que decir. Por un lado permite la difusión de los acontecimientos socio-políticos que se desarrollan en Europa y por otro, la fundación de partidos políticos y sindicatos que rápidamente comprenderán la importancia de tales medios de comunicación, fundando sus propias revistas y periódicos. 

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Cargos electos, por sufragio universal o censitario, en el caso que nos ocupa universal masculino, integrantes del congreso, una de las cámaras de las cortes, o única cámara de las mismas según las constituciones de 1812 y 1931. Como miembros de esas instituciones son depositarios de la soberanía de la nacíón, en tanto que son sus representantes, de ahí el carácter electivo.

Contexto


Nos hallamos en medio del sexenio democrático un serio intento de modernizar y democratizar las estructuras políticas, económicas y sociales del país, instaurar una auténtica monarquía y constitucional tras el intento fallido de la monarquía Isabelina. El reinado de Isabel II lo podemos dividir en dos etapas, una primera que coincide con las regencias de María Cristina y luego Espartero en las que se van materializando las reformas liberales esbozadas en las cortes de Cádiz y en el trienio liberal, en un contexto marcado por el enfrentamiento armado contra los absolutistas, y una segunda etapa, en la que se consolida el sistema liberal que hace cada vez más conservador y autoritario, a excepción del Bienio Progresista. Esta evolución restara apoyos al régimen isabelino, estallando un malestar de la oposición progresista, unionista, demócrata e incipientemente republicana en la revolución Gloriosa 1868. Con ella se inicia el sexenio, un mencionado intento de llevar acabo una auténtica monarquía constitucional, para ello se precisó, una constitución: la de 1869, la primera constitución verdaderamente democrática de la historia de España, y un monarca no Borbón, visto el desprestigio alcanzado por dicha dinastía con Fernando VII, e Isabel II, la dinastía italiana de los Saboyá, uno de los hijos de Víctor Manuel II, que cumple con las expectativas españolas y europeas. La ruptura de la coalición progresista-unionista que le apoya, incluso, la misma fractura progresista, así como la fuerte oposición de las fuerzas conservadoras que ven peligrar sus intereses, provocarán la renuncia del rey, instaurándose una solución de urgencia con la proclamación de la I República, de apenas de un año, con muchas dificultades, conociendo una república federal, una revolución cantonal, una república unitaria y una república militar y autoritaria con Serrano. La inestabilidad mencionada allanara el camino a la restauración Borbónica de la mano de Cánovas del Castillo, con la ayuda del pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto. El fracaso del sexenio implicara el retraso de la modernización del país, el no cambio en profundidad en las estructuras económicas, sociales y políticas del país.En el primer párrafo Amadeo alude a las disputas y enfrentamientos internos que inestabilizan sistemáticamente el país. Por un lado cita «fragor del combate», alusión a la tercera guerra carlista que pretende reinstalare el absolutismo en la figura del denominado Carlos VII. También alude al «atronador y contradictorio clamor de los partidos» donde nos hayamos con las múltiples opciones políticas existentes en el sexenio democrático alentadas por la libertad de expresión y asociación reconocidas en la constitución de 1869: republicanos que intentan acabar con la monarquía bien vía parlamentaria o insurreccional, grupo Alfonsino encabezado por Cánovas del castillo y fortalecido por el viraje conservador de los unionistas, iglesia enfurecida por la libertad de cultos, el proceso desamortizador y el origen dinastíco del monarca y un incipiente movimiento obrero. El gran pilar del monarca, los progresistas, se esta desmoronando tras la muerte de su gran líder y principal acedos de la venida de Amadeo a España, Priim. En el segundo y tercer párrafo, el rey se muestra como un liberal y constitucionalista convencido, pues renuncia expresamente a una solución autoritaria y reconoce el principio de soberanía nacional, pues son las cortes la depositaria de la misma.

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Estimaciones del conjunto de personas que integran una sociedad hacia un asusto determinado. Esta estimación está claramente vinculada a los medios de comunicación y en este sentido, la existencia de una libertad de imprenta y asociación recogidas en la constitución vigente de 1869 tiene mucho que decir. Por un lado permite la difusión de los acontecimientos socio-políticos que se desarrollan en Europa y por otro, la fundación de partidos políticos y sindicatos que rápidamente comprenderán la importancia de tales medios de comunicación, fundando sus propias revistas y periódicos. 

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Cargos electos, por sufragio universal o censitario, en el caso que nos ocupa universal masculino, integrantes del congreso, una de las cámaras de las cortes, o única cámara de las mismas según las constituciones de 1812 y 1931. Como miembros de esas instituciones son depositarios de la soberanía de la nacíón, en tanto que son sus representantes, de ahí el carácter electivo.

Contexto


Nos hallamos en medio del sexenio democrático un serio intento de modernizar y democratizar las estructuras políticas, económicas y sociales del país, instaurar una auténtica monarquía y constitucional tras el intento fallido de la monarquía Isabelina. El reinado de Isabel II lo podemos dividir en dos etapas, una primera que coincide con las regencias de María Cristina y luego Espartero en las que se van materializando las reformas liberales esbozadas en las cortes de Cádiz y en el trienio liberal, en un contexto marcado por el enfrentamiento armado contra los absolutistas, y una segunda etapa, en la que se consolida el sistema liberal que hace cada vez más conservador y autoritario, a excepción del Bienio Progresista. Esta evolución restara apoyos al régimen isabelino, estallando un malestar de la oposición progresista, unionista, demócrata e incipientemente republicana en la revolución Gloriosa 1868. Con ella se inicia el sexenio, un mencionado intento de llevar acabo una auténtica monarquía constitucional, para ello se precisó, una constitución: la de 1869, la primera constitución verdaderamente democrática de la historia de España, y un monarca no Borbón, visto el desprestigio alcanzado por dicha dinastía con Fernando VII, e Isabel II, la dinastía italiana de los Saboyá, uno de los hijos de Víctor Manuel II, que cumple con las expectativas españolas y europeas. La ruptura de la coalición progresista-unionista que le apoya, incluso, la misma fractura progresista, así como la fuerte oposición de las fuerzas conservadoras que ven peligrar sus intereses, provocarán la renuncia del rey, instaurándose una solución de urgencia con la proclamación de la I República, de apenas de un año, con muchas dificultades, conociendo una república federal, una revolución cantonal, una república unitaria y una república militar y autoritaria con Serrano. La inestabilidad mencionada allanara el camino a la restauración Borbónica de la mano de Cánovas del Castillo, con la ayuda del pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto. El fracaso del sexenio implicara el retraso de la modernización del país, el no cambio en profundidad en las estructuras económicas, sociales y políticas del país.

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