A lo largo de esta etapa se suceden tres formas de gobierno
Distintas que tienen por objetivo transformar las estructuras
Políticas y sociales españolas. Son las siguientes:
REVOLUCIÓN DE Septiembre DE 1868 Y GOBIERNO PROVISIONAL
El origen es la Revolución de 1868, “La Gloriosa”. El alzamiento
Se inicia en el 19 de Septiembre en Cádiz cuando
Los generales Serrano y Prim, líderes de los progresistas y
Los unionistas, junto al almirante Topete, realizan un pronunciamiento
Militar publicando el manifiesto España con
Honra, en el que proponen un gobierno provisional y el sufragio
Universal, al tiempo que critican a los Borbones. La
Sublevación se transforma en movimiento revolucionario
Extendíéndose por Andalucía y, posteriormente, por el resto
De las ciudades del territorio nacional, contando con las
Clases burguesas y medias. Las tropas de la reina son derrotadas
El 28 de Septiembre en Alcolea (Córdoba) por las
Capitaneadas por Serrano. Dos días después Isabel II, de vacaciones
En San Sebastián, se marcha al exilio en Francia.
El pronunciamiento se consolida gracias a la acción de las
Juntas Revolucionarias creadas a nivel provincial y local,
Dominadas por los demócratas. El 8 de Octubre Serrano
Forma un Gobierno provisional con cinco ministros progresistas
Y cuatro unionistas, adoptándose medidas para
Estabilizar la revolución: disolución de juntas revolucionarias
(algunas de ellas seguirán en paralelo a la acción del
Gobierno) y control de los mecanismos institucionales del
Estado y del ejército.
El 25 de Octubre el gobierno emite un manifiesto a la nacíón
Informando de su programa reformista basado en el
Sufragio universal y en las libertades religiosas, de enseñanza,
Imprenta, asociación y reuníón. A estas medidas se
Les suman otras de carácter económico, como la oficialización
De la peseta como moneda nacional.
El 15 de Enero de 1869 se celebran elecciones a Cortes
Constituyentes obteniendo mayoría unionistas y progresistas,
Partidarios de una monarquía liberal. En los meses siguientes
Se prepara un nuevo texto constitucional que, en
Definitiva, hiciese cumplir el segundo objetivo de la revolución:
El de la configuración jurídico-política de un nuevo ré-
Gimen. Es así como nace la Constitución de 1869, el primer
Texto constitucional democrático de la Historia de España
Aprobado por las Cortes con amplia mayoría. Cuenta con
112 artículos y tiene las siguientes carácterísticas:
– Amplia declaración de derechos individuales, naturales
E inalienables, incluyendo libertad de credos.
– Reconocimiento de la soberanía nacional en el pueblo
Español, la división de poderes y la descentralización política
Y administrativa.
– Establecimiento de un sistema parlamentario que aprobase
Los proyectos del gobierno, con Cortes bicamerales:
Congreso (sufragio directo) y Senado (sufragio indirecto
Pues sólo pueden ser elegidos senadores los mayores
Contribuyentes). Las votaciones se efectuarían por sufragio
Universal.
– El poder del rey es el de un monarca constitucional cuyas
Facultades ejecutivas desempeñan los ministros. La
Monarquía queda sujeta a la soberanía nacional, de la
Que emanan todos los poderes.
– El poder judicial reside en los tribunales de justicia. REINADO DE AMADEO I DE Saboyá (1871-1873)
Sancionada la Constitución, el general
Serrano ocupa la Regencia Y el general Prim se hace cargo de un gobierno integrado Por políticos de diversas formaciones. En paralelo Al desarrollo de los principios constitucionales se inicia la Búsqueda de un nuevo rey, elección compleja pues se parte De la idea de que éste no fuese Borbón. Tras existir hasta Cinco candidatos distintos el elegido es el príncipe Amadeo De Saboyá, duque de Aosta, hijo del rey Víctor Manuel II De Italia y miembro de una de las familias reales más influyentes De Europa. Viene avalado por el propio general Prim Y su elección cuenta con una ajustada aprobación en las Cortes. El joven monarca inicia su reinado haciendo frente A una difícil situación interna, ya que republicanos, carlistas Y partidarios del príncipe Alfonso, hijo de Isabel II, están Contra él; así mismo, la muerte de Prim en un atentado el Mismo día en que el rey desembarca en Cartagena, ocasiona La división entre progresistas, unionistas y demócratas. Ante esta disgregación y frente a la indiferencia de los mandos Militares, significados eclesiásticos y la clase alta, Amadeo De Saboyá cuenta sólo con el respaldo de dos grupos Políticos relativamente irregulares y enfrentados: – El Partido Constitucional, liderado por Mateo Práxedes Sagasta y que se sitúa, ideológicamente, a la derecha Política al conjugar unionistas con algunos progresistas Moderados; – Y el Partido Radical, dirigido por Manuel Ruiz Zorrilla, En el que se encuadran progresistas y demócratas, partidarios De reformas importantes. Durante este período el rey no consigue dar estabilidad al Sistema, uníéndose a ello su temor ante cualquier revolución Social. Tras dos años de reinado, el 11 Febrero de 1873 Presenta su abdicación regresando a Italia. Ese mismo día, Congreso y Senado, en sesíón conjunta, proclaman la República En una solución de urgencia pactada entre radicales Y republicanos con 258 votos a favor y sólo 32 en contra. LA I REPÚBLICA (1873-1874) La I República se extiende entre el 11 de Febrero de 1873 al 3 de Enero de 1874. En tan sólo once meses se suceden en La presidencia hasta cuatro presidentes distintos y seis gobiernos. La instauración de este sistema es, para los republicanos, La única alternativa a la crisis de la monarquía democrática, Sistema incapacitado para solucionar el complicado Panorama político. Sin embargo, el contexto en el que nace Es claramente hostil: la Hacienda pública se encuentra en Bancarrota, en el ejército predominan las posturas próximas A la defensa de la monarquía y se mantienen en activo Dos conflictos de importancia: La III Guerra Carlista y el movimiento Independentista cubano, encendido hasta 1878. Todo ello va unido a la existencia de un clima internacional En desacuerdo con el sistema republicano. El primer presidente es Estanislao Figueras pretende construir Una república federal a partir de una estructura polí- Tica descentralizada constituida por 17 regiones nacionales Históricas con autonomía legislativa, instituciones independientes, Compartiendo sólo con el resto de territorios la política Exterior y de defensa. Esta novedad territorial, junto A otros asuntos, habría de desarrollarse en un nuevo texto Constitucional que no pasó nunca de un mero proyecto. La intención federal choca con la oposición de los radicales, De quienes defiende una república unionista e, incluso, Con un sector de los federalistas partidarios de un mayor Impulso revolucionario. En estas circunstancias dimite Figueras y ocupa la presidencia del gobierno Pi y Margall. Pero en ese momento surgen dos graves problemas: • III GUERRA CARLISTA (1869-1876). Tras el triunfo de la Revolución de 1868 y la marcha de Isabel II al exilio, el Carlismo resurge con la esperanza de Elegir a Carlos, nieto de Carlos María Isidro, como Carlos VII, rey de España. Se pueden diferenciar dos fases: una Durante el reinado de Amadeo I de Saboyá y, la segunda, Al término de la I República, cuando se propone a Alfonso XII como rey. El conflicto se extiende por Navarra, País Vasco y Cataluña finalizando en 1876 con el triunfo de Los “alfonsinos”. Las consecuencias de estos conflictos Provocan: – El lastre económico que supone el mantenimiento de Un ejército en permanente estado de alerta que obliga A buscar recursos económicos extraordinarios. – Importantes pérdidas humanas (más de 300.000 personas) Y económicas, que contribuyen a la paralización De la Revolución Industrial. – Derrota del tradicionalismo defensor de la vuelta a Los fueros de los antiguos reinos, en contra de la idea Liberal de centralización y uniformidad. – Prestigio de los militares, facilitando su intervención En la política. – Creación de un talante colectivo de violencia para Solucionar cuestiones políticas; será el ingrediente Básico del espíritu de la Guerra Civil que se instala en La España contemporánea. – El problema del Carlismo persistirá con continuas oscilaciones En la Historia. • MOVIMIENTO CANTONALISTA (1873). Es un rebrote de los particularismos regionales y locales, Alentado por los republicanos más radicales, quienes Buscan establecer una estructura federal para el estado. Nace como un sentimiento de protesta que atribuye Los males nacionales al autoritarismo del gobierno central, De ahí la pretendida descentralización. Defienden La democracia directa, la autonomía de los municipios, El reparto de tierras, un anticlericalismo atenuado y los Derechos de las clases medias y populares. En ningún Caso cuestionan la unidad de España, a pesar de la apariencia De fragmentar el Estado. Los cantonalistas tienen Su bastión en Cartagena, extendíéndose por Levante y Focos aislados del interior. En Andalucía, los federales toman, Por ejemplo, los ayuntamientos de Constantina y Carmona (en Sevilla), constituyen Comités de Salvación Pública y declaran ciudades cantones independientes a En Julio de 1873, Pi y Margall reprende una huelga general Producida en Alcoy a tiros, siendo sustituido días después Por Salmerón, quien se compromete a restablecer el orden. Pero en Septiembre, al negarse a firmar sentencias De muerte a dos militares que se habían pasado al ejército Carlista, abandona el poder, siendo sustituido por Emilio Castelar. Éste, a pesar de haber participado en la redacción De la constitución republicana que no llega a aprobarse, Adopta una política implacable a través del ejército, aplicando La pena de muerte, reforzando el poder del Estado y Suprimiendo el principio federal. Pero este viraje hacia la derecha política le cuesta el cargo A Castelar ya que los generales victoriosos en la campaña Cantonalista –especialmente Pavía y Martínez Campos– se Convierten en los árbitros de la situación y, el 3 de Enero de 1874, organizan un Golpe de Estado y le obligan a dimitir. Comienza así la llamada República del 74 presidida por el General Serrano quien toma decisiones como la de dejar En suspenso la Constitución de 1869 o clausurar las Cortes Pero sin seguir un objetivo político definido más allá de Lograr una paz social y controlar las decisiones políticas. Pero la “causa alfonsina”, bajo la hábil dirección de Antonio Cánovas del Castillo, prosigue su labor de captación de Adhesiones para devolver de nuevo a los borbones el trono De España. Sin embargo, y en contra de su parecer, el general Arsenio Martínez Campos realiza un pronunciamiento En Sagunto, el 29 de Diciembre de 1874, proclamando rey De España a Alfonso XII, hijo de Isabel II. Así se pone fin a La experiencia republicana y comienza una nueva etapa: la De la Restauración Borbónica.
Serrano ocupa la Regencia Y el general Prim se hace cargo de un gobierno integrado Por políticos de diversas formaciones. En paralelo Al desarrollo de los principios constitucionales se inicia la Búsqueda de un nuevo rey, elección compleja pues se parte De la idea de que éste no fuese Borbón. Tras existir hasta Cinco candidatos distintos el elegido es el príncipe Amadeo De Saboyá, duque de Aosta, hijo del rey Víctor Manuel II De Italia y miembro de una de las familias reales más influyentes De Europa. Viene avalado por el propio general Prim Y su elección cuenta con una ajustada aprobación en las Cortes. El joven monarca inicia su reinado haciendo frente A una difícil situación interna, ya que republicanos, carlistas Y partidarios del príncipe Alfonso, hijo de Isabel II, están Contra él; así mismo, la muerte de Prim en un atentado el Mismo día en que el rey desembarca en Cartagena, ocasiona La división entre progresistas, unionistas y demócratas. Ante esta disgregación y frente a la indiferencia de los mandos Militares, significados eclesiásticos y la clase alta, Amadeo De Saboyá cuenta sólo con el respaldo de dos grupos Políticos relativamente irregulares y enfrentados: – El Partido Constitucional, liderado por Mateo Práxedes Sagasta y que se sitúa, ideológicamente, a la derecha Política al conjugar unionistas con algunos progresistas Moderados; – Y el Partido Radical, dirigido por Manuel Ruiz Zorrilla, En el que se encuadran progresistas y demócratas, partidarios De reformas importantes. Durante este período el rey no consigue dar estabilidad al Sistema, uníéndose a ello su temor ante cualquier revolución Social. Tras dos años de reinado, el 11 Febrero de 1873 Presenta su abdicación regresando a Italia. Ese mismo día, Congreso y Senado, en sesíón conjunta, proclaman la República En una solución de urgencia pactada entre radicales Y republicanos con 258 votos a favor y sólo 32 en contra. LA I REPÚBLICA (1873-1874) La I República se extiende entre el 11 de Febrero de 1873 al 3 de Enero de 1874. En tan sólo once meses se suceden en La presidencia hasta cuatro presidentes distintos y seis gobiernos. La instauración de este sistema es, para los republicanos, La única alternativa a la crisis de la monarquía democrática, Sistema incapacitado para solucionar el complicado Panorama político. Sin embargo, el contexto en el que nace Es claramente hostil: la Hacienda pública se encuentra en Bancarrota, en el ejército predominan las posturas próximas A la defensa de la monarquía y se mantienen en activo Dos conflictos de importancia: La III Guerra Carlista y el movimiento Independentista cubano, encendido hasta 1878. Todo ello va unido a la existencia de un clima internacional En desacuerdo con el sistema republicano. El primer presidente es Estanislao Figueras pretende construir Una república federal a partir de una estructura polí- Tica descentralizada constituida por 17 regiones nacionales Históricas con autonomía legislativa, instituciones independientes, Compartiendo sólo con el resto de territorios la política Exterior y de defensa. Esta novedad territorial, junto A otros asuntos, habría de desarrollarse en un nuevo texto Constitucional que no pasó nunca de un mero proyecto. La intención federal choca con la oposición de los radicales, De quienes defiende una república unionista e, incluso, Con un sector de los federalistas partidarios de un mayor Impulso revolucionario. En estas circunstancias dimite Figueras y ocupa la presidencia del gobierno Pi y Margall. Pero en ese momento surgen dos graves problemas: • III GUERRA CARLISTA (1869-1876). Tras el triunfo de la Revolución de 1868 y la marcha de Isabel II al exilio, el Carlismo resurge con la esperanza de Elegir a Carlos, nieto de Carlos María Isidro, como Carlos VII, rey de España. Se pueden diferenciar dos fases: una Durante el reinado de Amadeo I de Saboyá y, la segunda, Al término de la I República, cuando se propone a Alfonso XII como rey. El conflicto se extiende por Navarra, País Vasco y Cataluña finalizando en 1876 con el triunfo de Los “alfonsinos”. Las consecuencias de estos conflictos Provocan: – El lastre económico que supone el mantenimiento de Un ejército en permanente estado de alerta que obliga A buscar recursos económicos extraordinarios. – Importantes pérdidas humanas (más de 300.000 personas) Y económicas, que contribuyen a la paralización De la Revolución Industrial. – Derrota del tradicionalismo defensor de la vuelta a Los fueros de los antiguos reinos, en contra de la idea Liberal de centralización y uniformidad. – Prestigio de los militares, facilitando su intervención En la política. – Creación de un talante colectivo de violencia para Solucionar cuestiones políticas; será el ingrediente Básico del espíritu de la Guerra Civil que se instala en La España contemporánea. – El problema del Carlismo persistirá con continuas oscilaciones En la Historia. • MOVIMIENTO CANTONALISTA (1873). Es un rebrote de los particularismos regionales y locales, Alentado por los republicanos más radicales, quienes Buscan establecer una estructura federal para el estado. Nace como un sentimiento de protesta que atribuye Los males nacionales al autoritarismo del gobierno central, De ahí la pretendida descentralización. Defienden La democracia directa, la autonomía de los municipios, El reparto de tierras, un anticlericalismo atenuado y los Derechos de las clases medias y populares. En ningún Caso cuestionan la unidad de España, a pesar de la apariencia De fragmentar el Estado. Los cantonalistas tienen Su bastión en Cartagena, extendíéndose por Levante y Focos aislados del interior. En Andalucía, los federales toman, Por ejemplo, los ayuntamientos de Constantina y Carmona (en Sevilla), constituyen Comités de Salvación Pública y declaran ciudades cantones independientes a En Julio de 1873, Pi y Margall reprende una huelga general Producida en Alcoy a tiros, siendo sustituido días después Por Salmerón, quien se compromete a restablecer el orden. Pero en Septiembre, al negarse a firmar sentencias De muerte a dos militares que se habían pasado al ejército Carlista, abandona el poder, siendo sustituido por Emilio Castelar. Éste, a pesar de haber participado en la redacción De la constitución republicana que no llega a aprobarse, Adopta una política implacable a través del ejército, aplicando La pena de muerte, reforzando el poder del Estado y Suprimiendo el principio federal. Pero este viraje hacia la derecha política le cuesta el cargo A Castelar ya que los generales victoriosos en la campaña Cantonalista –especialmente Pavía y Martínez Campos– se Convierten en los árbitros de la situación y, el 3 de Enero de 1874, organizan un Golpe de Estado y le obligan a dimitir. Comienza así la llamada República del 74 presidida por el General Serrano quien toma decisiones como la de dejar En suspenso la Constitución de 1869 o clausurar las Cortes Pero sin seguir un objetivo político definido más allá de Lograr una paz social y controlar las decisiones políticas. Pero la “causa alfonsina”, bajo la hábil dirección de Antonio Cánovas del Castillo, prosigue su labor de captación de Adhesiones para devolver de nuevo a los borbones el trono De España. Sin embargo, y en contra de su parecer, el general Arsenio Martínez Campos realiza un pronunciamiento En Sagunto, el 29 de Diciembre de 1874, proclamando rey De España a Alfonso XII, hijo de Isabel II. Así se pone fin a La experiencia republicana y comienza una nueva etapa: la De la Restauración Borbónica.