A principios del Siglo XX la literatura española experimenta un proceso de profunda renovación. A ese proceso responden el Modernismo y la Generación del 98. Rasgos comunes:Son manifestaciones literarias de un momento de crisis nacional, señalado por el Desastre del 98 y la pérdida de las últimas colonias de ultramar. Manifiestan una actitud rebelde frente a los valores burgueses. Supone un cierto retorno a actitudes ROMánticas. Rechazo del Realismo y del Naturalismo y búsqueda de una estética renovada.
El Modernismo
Surge en Hispanoamérica de la mano de Rubén Darío, que fija sus carácterísticas:- Movimiento poético que se inspira en dos corrientes francesas del XIX.- Temática variada en la que se expresa el subjetivismo, la rebeldía, la huida hacia lugares exóticos o hacia el pasado, la desgana, etc. Con el tiempo da paso a preocupaciones sociales, políticas o existenciales. – Importancia de lo sensorial (colores, aromas y sonidos).- Renovación del lenguaje poético. El estilo es exuberante, y se caracteriza por la abundante adjetivación, el uso de símbolos y un léxico plagado de cultismos y arcaísmos.
Algunos modernistas son Francisco Villaespesa, Eduardo Marquina y Manuel Machado, que práctica un Modernismo que combina la estética cosmopolita y decadentista.
El Modernismo está presente en obras de autores que no se encasillan estrictamente en este movimiento. La etapa inicial de Valle-Inclán, sus cuatro Sonatas, presenta rasgos modernistas (decadentismo, sensualidad…). En los inicios de Juan Ramón Jiménez existe una etapa modernista, Jardines lejanos o La soledad sonora. En el primer libro de poemas de Antonio Machado, Soledades, galerías y otros poemas, están temas más intimistas (el amor, el paso del tiempo, la soledad, la memoria perdida, los sueños…), que el poeta explora mediante el empleo de símbolos (el camino, la fuente, el río, la tarde…). En su Campos de Castilla, ese intimismo da paso a una estética más realista y cercana a la de la G 98. Se describen paisajes reales, que se pueblan de presencias humanas o aluden a circunstancias históricas. Se subraya el contraste entre su pasado glorioso y su decadencia actual.
La Generación del 98
Agrupa a unos escritores marcados por el desastre colonial con la preocupación por la recuperación del país. Al principio era el «grupo de los Tres», por Ramiro de Maeztu, Baroja y Azorín. Se suman Miguel de Unamuno, Antonio Machado y Valle-Inclán. Desde 1910, inician una evolución ideológica desde posiciones radicales de juventud hacia un conservadurismo. Carácterísticas comunes:– Influencia de ciertos filósofos, que aportan actitudes existencialistas y temas como el eterno retorno o la voluntad.– Preocupación por su país y deseo de una regeneración nacional. España se convierte en eje central de sus obras, con su valoración del paisaje y su interés por la Historia.– Propósito de superar la estética realista y preferencia por la prosa (ensayo y novela). Deseo de modernizar los géneros tradicionales y el lenguaje literario.
+ Miguel de Unamuno cultivó todos los géneros, destacando en ensayo y novela. Sus ensayos abordan temas como el problema de España, revelando su interés por el paisaje y el papel histórico de Castilla. Su pensamiento filosófico, hace aparecer sus grandes obsesiones: el sentido de la vida, la muerte o el conflicto entre fe y razón. Desarrola una fórmula novelística denominada “nivola”, en ella se elimina todo lo ajeno a los conflictos interiores de sus personajes, por lo que cobran gran importancia los diálogos y monólogos de éstos. Niebla, o San Manuel Bueno, mártir.
+ Pío Baroja casi en exclusiva a la novela. Destacan la trilogía de La lucha por la vida y novelas como Zalacaín el Aventurero o El árbol de la ciencia. Revela su pesimismo del mundo, en le que no hay alternativos como el amor o la religión. Abundancia de escenarios y personajes, importancia de los diálogos y empleo de un estilo sencillo pero muy preciso.
+ José Martínez Ruiz, Azorínse centra en el tema del paso del tiempo, en la evocación del pasado o el paisaje y la historia de Castilla, siempre con un estilo en el que destaca la sencillez y la precisión. En sus ensayos se combina reflexión y sentimiento. Sus novelas carecen de argumento expresando preocupaciones temáticas. La voluntad o Antonio Azorín.
Ramiro de Maeztu, que escribíó exclusivamente ensayos, Defensa de la Hispanidad. Por otra parte, Antonio Machado, incluido por algunos en la nómina del 98, debe estudiarse en el contexto más amplio de la renovación poética modernista. Algo similar se puede decir de Valle-Inclán, autor inclasificable cuya obra teatral y novelística evoluciona desde el Modernismo inicial hacia una estética (la del esperpento
) cercana al expresionismo y a las vanguardias.