La Corona extendíó el control sobre los concejos a través de la figura del corregidor.
En Aragón.
La división de los reinos fue la causa de la debilidad política ante la necesidad de dar una uníón jurídica. La Corona configuro el pactismo, necesidad de llegar a acuerdos con los distintos grupos de poder en sus reinos. La institución más importante eran las Cortes como organismo de control sobre la Corona. Las Cortes de Aragón funcionaban por separado a las de Cataluña y las de Valencia. El Rey las convocaba pero su periodicidad estaba establecida y gozaban de prioridad legislativa. Los reyes al ser proclamados juraban ante las Cortes que respetarían los fueros de Aragón, Valencia y Cataluña. En Cataluña y Valencia la Generalitat delegación permanente entre cada reuníón de Cortes, velaba por el cumplimiento de las leyes y recaudaba los impuestos acordados.En Navarra.
Los reyes accedían al trono jurando los fueros. Contaban con un Consejo Real que les prestaba asesoramiento, y con una Cámara de Comptos u órgano hacendístico. El reino estaba dividido en merindades.A finales de la Edad Media se dieron graves guerras civiles. Por un lado, el principio de legitimidad había entrado en crisis; por otro lado, los reyes quieren poner freno al poder nobiliario apoyándose en la burguésía urbana. Las luchas en Castilla entre Pedro I “el Cruel” y su hermano bastardo Enrique de Trastámara reflejaron este conflicto, terminado con la victoria nobiliaria y el apoyo a los Trastámara. Juan II y enfrentamiento entre ligas nobiliarias en Aragón; entre Juan II y Carlos de Viana también son ilustrativas de esta época en Navarra. Al final se irán imponiendo el concepto de MONARQUÍA AUTORITARIA.
Ambos pertenecían a las familias reinantes en Castilla y Aragón, y miembros de diferentes ramas de la dinastía los Trastámara. Tras morir Enrique IV estalló la Guerra Civil en Castilla. Su hermana, Isabel de Castilla, que contaba con el apoyo de Aragón, y la presunta hija, Juana «la Beltraneja», apoyada por Portugal, se enfrentaron en un conflicto que culminó con la Batalla de Toro y la paz de Alcaçovas con Portugal.
Isabel I era reconocida como reina de Castilla.
Ese mismo año de 1479, Fernando I era coronado rey de Aragón.
Aunque la Concordia de Segovia equiparaba la figura Isabel y Fernando en ambos reinos, la uníón era, sin embargo, una uníón dinástica. Bajo los mismos monarcas, los distintos reinos siguieron manteniendo diferentes leyes e instituciones. Protagonizaron una gran labor de fortalecimiento del poder de la monarquía frene a la nobleza. La autoridad de los monarcas fue restaurada y se consolidaron las instituciones de gobierno y la Hacienda : Se aprobó la constitución de la Santa Hermandad, como organismo policial y judicial, que ejercía la labor de la recaudación de impuestos. La Santa Hermandad fue clave en la restauración de la paz y el orden en el reino. Se revisaron las mercedes efectuadas durante el reinado de Enrique IV, esta medida, perjudicó esencialmente a los nobles que habían apoyado a Juana «la Beltraneja» y permitíó a los monarcas rescatar más de la mitad de sus rentas. Se reorganizó el Consejo Real, dando el papel central a los letrados salidos de las Universidades con sólida formación jurídica y quedando los nobles relegados a un papel meramente consultivo. En el ámbito local la generalización de los corregidores, delegados del poder de los monarcas en villas y ciudades que presidían los ayuntamientos , tenían funciones judiciales y policiales. Otras medidas importantes fueron el control real de las Órdenes Militaresy el fortalecimiento de la administración de la justicia, con dos Reales Chancillerías, situadas en Valladolid y Granada. Establecieron el patronato sobre los cargos eclesiásticos más importantes, así como el establecimiento, primero en Aragón y luego en Castilla, del Tribunal del Santo Oficio, con el fin de perseguir a los sospechosos de herejía. En la Corona de Aragón, debido a su tradición política «pactista» el poder monárquico tuvo muchas más dificultades en fortalecerse. No obstante, el poder de los lugartenientes generales, importantes por las frecuentes ausencias de Fernando I, fueron reforzados.
En Aragón.
La división de los reinos fue la causa de la debilidad política ante la necesidad de dar una uníón jurídica. La Corona configuro el pactismo, necesidad de llegar a acuerdos con los distintos grupos de poder en sus reinos. La institución más importante eran las Cortes como organismo de control sobre la Corona. Las Cortes de Aragón funcionaban por separado a las de Cataluña y las de Valencia. El Rey las convocaba pero su periodicidad estaba establecida y gozaban de prioridad legislativa. Los reyes al ser proclamados juraban ante las Cortes que respetarían los fueros de Aragón, Valencia y Cataluña. En Cataluña y Valencia la Generalitat delegación permanente entre cada reuníón de Cortes, velaba por el cumplimiento de las leyes y recaudaba los impuestos acordados.En Navarra.
Los reyes accedían al trono jurando los fueros. Contaban con un Consejo Real que les prestaba asesoramiento, y con una Cámara de Comptos u órgano hacendístico. El reino estaba dividido en merindades.A finales de la Edad Media se dieron graves guerras civiles. Por un lado, el principio de legitimidad había entrado en crisis; por otro lado, los reyes quieren poner freno al poder nobiliario apoyándose en la burguésía urbana. Las luchas en Castilla entre Pedro I “el Cruel” y su hermano bastardo Enrique de Trastámara reflejaron este conflicto, terminado con la victoria nobiliaria y el apoyo a los Trastámara. Juan II y enfrentamiento entre ligas nobiliarias en Aragón; entre Juan II y Carlos de Viana también son ilustrativas de esta época en Navarra. Al final se irán imponiendo el concepto de MONARQUÍA AUTORITARIA.
3.1. Los Reyes Católicos: uníón dinástica e instituciones de gobierno:
En 1469tuvo lugar el matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón.Ambos pertenecían a las familias reinantes en Castilla y Aragón, y miembros de diferentes ramas de la dinastía los Trastámara. Tras morir Enrique IV estalló la Guerra Civil en Castilla. Su hermana, Isabel de Castilla, que contaba con el apoyo de Aragón, y la presunta hija, Juana «la Beltraneja», apoyada por Portugal, se enfrentaron en un conflicto que culminó con la Batalla de Toro y la paz de Alcaçovas con Portugal.
Isabel I era reconocida como reina de Castilla.
Ese mismo año de 1479, Fernando I era coronado rey de Aragón.
Aunque la Concordia de Segovia equiparaba la figura Isabel y Fernando en ambos reinos, la uníón era, sin embargo, una uníón dinástica. Bajo los mismos monarcas, los distintos reinos siguieron manteniendo diferentes leyes e instituciones. Protagonizaron una gran labor de fortalecimiento del poder de la monarquía frene a la nobleza. La autoridad de los monarcas fue restaurada y se consolidaron las instituciones de gobierno y la Hacienda : Se aprobó la constitución de la Santa Hermandad, como organismo policial y judicial, que ejercía la labor de la recaudación de impuestos. La Santa Hermandad fue clave en la restauración de la paz y el orden en el reino. Se revisaron las mercedes efectuadas durante el reinado de Enrique IV, esta medida, perjudicó esencialmente a los nobles que habían apoyado a Juana «la Beltraneja» y permitíó a los monarcas rescatar más de la mitad de sus rentas. Se reorganizó el Consejo Real, dando el papel central a los letrados salidos de las Universidades con sólida formación jurídica y quedando los nobles relegados a un papel meramente consultivo. En el ámbito local la generalización de los corregidores, delegados del poder de los monarcas en villas y ciudades que presidían los ayuntamientos , tenían funciones judiciales y policiales. Otras medidas importantes fueron el control real de las Órdenes Militaresy el fortalecimiento de la administración de la justicia, con dos Reales Chancillerías, situadas en Valladolid y Granada. Establecieron el patronato sobre los cargos eclesiásticos más importantes, así como el establecimiento, primero en Aragón y luego en Castilla, del Tribunal del Santo Oficio, con el fin de perseguir a los sospechosos de herejía. En la Corona de Aragón, debido a su tradición política «pactista» el poder monárquico tuvo muchas más dificultades en fortalecerse. No obstante, el poder de los lugartenientes generales, importantes por las frecuentes ausencias de Fernando I, fueron reforzados.