Neruda:
El chileno Pablo Neruda (1904-1973) tuvo una gran importancia en el siglo XX. Recibió el premio Nobel en 1971, dos años antes de su muerte. Neruda crea un mundo propio donde cabe todo tipo de poesía: la amorosa (
Veinte poemas de amor y una canción desesperada), la social (
Canto general), la que dignifica las cosas humildes (
Odas elementales). Su poesía está llena de imágenes deslumbrantes y de emoción a la hora de expresar sentimientos universales (el amor, el dolor, la injusticia)
y siempre en contacto con lo elemental: la tierra, el mar, los objetos cotidianos… / Diplomático por su país, viajó mucho. A España llegó poco antes de la guerra civil, conectó con los poetas del 27 y publicó un manifiesto a favor de la llamada
“poesía impura”, necesaria en aquellas circunstancias, pues para Neruda la poesía debía implicarse en los asuntos de la vida sin desdeñar nada, tal como percibimos al leer sus
Odas elementales, con poemas que se proponen dignificar cuanto rodea el hombre común./Tras unos inicios muy influidos por el Modernismo de Darío, Neruda se dio a conocer por
Veinte poemas de amor y una canción desesperada, libro continuamente traducido y editado hasta hoy. Más tarde sí se acercó al surrealismo, con imágenes alucinadas y una visión negativa de la existencia (
Residencia en la tierra). Ya en España en 1934, su poesía, de signo político y social, adquiere una orientación comprometida con el marxismo. De esta época son libros como
España en el corazón (1937) y
Canto general, libro que reivindica la realidad hispanoamericana. / Destacan también sus libros de odas, en especial
Odas elementales (1954) y su portentoso libro de memorias,
Confieso que he vivido, en el que Neruda narra de forma elocuente su extraordinaria vida aventurera y comprometida.
/// Garcia Marquez:
En toda la escritura narrativa de García Márquez ha estado siempre presente una necesidad de presentar la realidad como algo mítico. Esa es la semilla de donde parten obras como
Los funerales de la mamá grande,
El coronel no tiene quien le escriba,
El amor en los tiempos del cólera y, sobre todo,
Cien años de soledad, su gran obra y una de las grandes novelas de todo el siglo XX./ Esta elevación al territorio mítico de todo cuanto integra la novelística de este escritor que inventa incluso un territorio, Macondo, donde suceden muchas de sus novelas, está presente también en
Crónica de una muerte anunciada, una de sus mejores novelas en la que, desde el propio título, parece quererse dar cuenta fiel de unos hechos (el crimen que acabó con la vida de Santiago Nasar). Y, sin embargo, más allá de una literatura de la constatación, como ocurre con tantas otras novelas suyas, esta seduce por dos causas fundamentales: 1) la ordenación cuidadosa y progresiva de los materiales (hechos, personajes, caracteres) que la configuran. 2) la relación entre cuatro ejes que se van entrecruzando a través de ella, y que son: -Lo excesivo: las exageraciones son uno de los fundamentos básicos del mundo narrativo de este escritor. -Lo premonitorio: En
Crónica de una muerte anunciada, el relato está lleno de presagios sobre el asesinato de Santiago Nasar. Son premoniciones generalmente sabidas a destiempo, cuando ya los hechos habían sucedido, pero que no evitan la atención del lector sobre la evolución de la narración. -Lo maravilloso: Es uno de los rasgos típicos en García Márquez. De pronto, en medio de una situación cotidiana bien reconocible, surge algo (un detalle, una situación imprevista) que pulveriza una posible lectura simplemente realista (en
Crónica…, la madre de Santiago Nasar interpreta sueños y es capaz de conocer de manera inexplicable hechos que acaban de suceder en el pueblo). -Lo fidedigno: Es decir, el escrupuloso relato metódicamente contado hora por hora así como las citas de personajes por el nombre y apellido, como si el narrador quisiera dar más verosimilitud a la narración. En este sentido, destaca su narración Noticia de un secuestro –a caballo entre el reportaje periodístico y la novela- sobre algo que sucedió con el mundo del narcotráfico. / Su trayectoria narrativa: Tras iniciarse en el cuento, la novela corta y la crónica periodística (
Relato de un náufrago), Garcia Marquez se dio a conocer con
Los funerales de la Mamá Grande y
La hojarasca, donde ya aparece el mundo de
Macondo, ese territorio mítico inventado por él, con personajes que surgirán de nuevo más adelante en otras de sus narraciones. Aunque, como hemos dicho, es en
Cien años de soledad donde García Márquez expone su visión de la realidad y de la propia identidad hispanoamericana a través de una saga familiar (los Buendía) a los que suceden cosas inverosímiles y que son testigos de la vida que ocurrió en su país durante el siglo pasado y desde los problemas coloniales e independentistas. / Tras el éxito mundial de esta novela, vendrían otras:
Crónica de una muerte anunciada,
El amor en los tiempos del cólera,
El general en su laberinto (sobre la figura de Bolívar) y, desde luego, sus extraordinarios relatos, cuya última publicación es
Doce cuentos peregrinos.