Contexto histórico-artístico del Barroco
El arte Barroco se desarrolló en el Barroco, ss. XVII y principios del XVIII.
El s. XVII fue un siglo de crisis política, social y económica. El comercio se estancó en el área mediterráneo y solo florecíó en Inglaterra y Países Bajos. Esta pobreza se agravó por los numerosos enfrentamientos entre católicos y protestantes, especialmente en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) donde participaron las principales potencias europeas. La paz de Westfalia puso de manifiesto el fin del poder de España, basculando cara Francia.
Otro factor fundamental para entender la crisis fueron las enfermedades que asolaron Europa a mediados del s. XVII, sobre todo la peste negra.
Toda esta crisis provocó grande tensión en la población que se refugió en la Iglesia. Aumentó el pesimismo y la desconfianza, remitiendo el humanismo precedente y surgiendo nuevas órdenes religiosas: las mendigas.
A nivel filosófico destaca Descartes, quien planteó un pensamiento racionalista, crítico y lógico en contra de los excesos del pensamiento Barroco.
El principal estilo artístico es el Barroco. Se llamó así a partir del s. XVIII con sentido negativo, como sinónimo de arte recargado, extravagante y artificioso. A partir del s. XIX comenzó a utilizarse sin ese componente negativo.
El Barroco surgíó en Italia y se extendíó por toda Europa. Su objetivo era sorprender, impactar al espectador y persuadirlo. Para eso el arte se caracterizó por el movimiento, el teatral e ilusorio y la luz, real y artificial.
Apolo y Dafne
Esta escultura se conoce por el nombre Apolo y Dafne, fue elaborada por Bernini en el Siglo XVII, es de estilo Barroco y se encuentra en Roma, concretamente en la Galería Borghese.
La iconografía es mitológica, procedente de las Metamorfosis de Ovidio. Cuenta el mito que Eros, molesto por la arrogancia de Apolo, ideó vengarse de él, por lo que le lanzó una flecha de oro, que causaba amor inmediato. Y la Dafne, una ninfa, le lanzó una flecha de Pombo, que causaba el efecto contrario. Así que cuando Atribuirlo vio la Dafne se enamoró de ella y la persiguió. Ella escapó, pero, cuando estaba a punto de ser alcanzada, pidió a su padre que la convirtiera en un árbol de laurel. Bernini representa en la obra el momento culminante de la escena, cuando Apolo alcanza la Dafne y ella comienza su metamorfosis.
Es un grupo escultórico de bulto redondo realizado en mármol. El material está tratado de distinta manera segunda la zona, más pulido o rugoso. La luz resbala por la mármol creando efectos de claroscuro.
La composición es muy dinámica, la base de diagonales, con el que obliga al espectador a rodear la obra se quiere contemplarla en su totalidad. La obra permite distintos puntos de vista: si la vemos de frente no vemos a Apolo, tenemos que girar para verlo; y según la rodeamos observamos la transformación de Dafne de ninfa a árbol. La expresividad es muy marcada y contrastante. Mientras Apolo observa atónito la escena, Dafne muestra en el rostro una mezcla de terror por ser alcanzada y sorpresa ante su metamorfosis.
La manera de plasmar la obra muestra un claro influjo clásico. Observamos el canon de siete cabezas, contrapuesto, modelado suave, desarrollo anatómico blando… Pero el virtuosismo de Bernini se muestra en la figura de Dafne, que parece estar flotando en el aire, y en el tratamiento de su cabello.
En conclusión, esta obra es una de las más importantes de Bernini, el principal escultor del Barroco. Resume claramente sus carácterísticas: virtuosismo, Naturalismo, claroscuros y composiciones dinámicas de efecto teatral. Su movimiento, expresividad y contraste la sitúa en el Barroco pleno.
El éxtasis de Santa Teresa
Esta obra se conoce cómo Transverberación de Santa Teresa, fue elaborada por Bernini en el Siglo XVII, es de estilo Barroco y se encuentra en Roma. Fue un encargo del cardenal Cornaro para que había presidido la capilla de su tumba (en la Iglesia de Santa María de la Vitoria).
La temática es religiosa: representa el momento en el que Santa Taresa de Ávila recibe el don místico de la transverberación, tal y como lo describe en su libro: con un Ángel clavándole una flecha dorada en el corazón. La transverberación era una experiencia mística donde se lograba una uníón íntima con Dios.
Es un grupo escultórico de bulto redondo realizado en mármol. Pero a este grupo se añade arquitectura (columnas de mármol), pintura (frescos) y un segundo conjunto escultórico, con la representación de la familia Cornaro asistiendo a la transverberación desde un palco lateral. Con estos elementos Bernini logra un conjunto artístico de gran valor escenográfico.
Detrás del conjunto principal se encuentra una ventana oculta, por la que entra luz que resbala por los rayos de bronce que están detrás de la Santa y el Ángel, creando el efecto simbólico de luz divina. El modelado es distinto según la zona, con mayor volumen en los paños de la Virgen, creando grandes claroscuros, y más pulido en los cuerpos y en los paños del Ángel, logrando que la luz se deslice con delicadeza. Estos efectos lumínicos aumentan la sensación de ingravidez.
La composición es muy dinámica e inestable, la base de diagonales, tanto por el cuerpo de la Santa cómo por la dirección de la flecha del Ángel. La expresividad de los rostros es muy destacada: Santa Teresa muestra el éxtasis con una expresión que mezcla placer y dolor y el Ángel manifiesta una leve sonrisa de marcado carácter erótico.
En conclusión, esta obra es una de las más importantes de Bernini, el principal escultor del Barroco. Resume claramente sus carácterísticas: virtuosismo, Naturalismo, claroscuros y composiciones dinámicas de efecto teatral. En esta obra Bernini lleva al Barroco a su máxima expresión uniendo arquitectura, pintura y escultura con un objetivo claramente teatral.
La piedad
Esta obra se conoce cómo La piedad, fue elaborada por Gregorio Fernández, es de estilo Barroco es se encuentra en Valladolid, en el Museo Nacional de Escultura.
Representa uno de los momentos finales de la Pasión, la Piedad. En ella la Virgen recoge en su regazo a Cristo muerto después de descender de la cruz. Se encuentra rodeado por el bueno y el mal ladrón. Es un tema bíblico que recibíó un grande impulso con la Contrarreforma, buscando conmover al espectador a través del dramatismo de la escena. Para lograrlo la Virgen levanta el brazo como realizando una petición de ayuda.
Es un grupo escultórico realizado en madera policromada e incluye elementos postizos como vidrio en los ojos y osos en los dientes que aumentan el Realismo. El conjunto se presenta policromado, pero esa labor fue posterior y realizada por otro artista. La composición es abierta y tiene forma de pirámide asimétrica, que lleva el centro de interés hacia mano y la cara de la Virgen. Destacan dos diagonales, la de la Virgen y la de Cristo que crean dinamismo.
Destaca el contraste en el tratamiento de las figuras:
• Canon de la Virgen es más corto y ancho que lo de Cristo.
• Modelado de Cristo es suave y realista, marcando toda su anatomía, y en la Virgen el modelado de los paños es profundo y rígido, creando claroscuros.
En conclusión, esta obra es una de las madres importantes del escultor Gregorio Fernández, principal representante de la escultura castellana desenvuelta en el Barroco y con sed principal en Valladolid. En la obra apreciamos las principales carácterísticas del escultor: iconografía religiosa, madera policromada, paños rígidos y angulosos…, pero sobre todo la expresividad, centrada en manos y rostros, que busca conmover y emocionar al espectador de una manera muy teatral.
La vocación de San Mateo
Esta obra, que fue la primera obra de carácter monumental que pintó Caravaggio, se conoce cómo La vocación de Sano Mateo, es de estilo Barroco es fue pintada en el Siglo XVII. Pertenece a un ciclo de tres óleos dedicados a Sano Mateo pintados bajo encargo de un cardenal para una iglesia romana.
La iconografía es bíblica (Evanxelio según Sano Mateo): representa el instante en el que Cristo, acompañado de San Pedro, señala a Mateo escogíéndolo como apóstol. Mateo es sorprendido en una taberna contando dinero (era recaudador de impuestos) rodeado de otros personajes vestidos a la moda del s. XVII.
En la obra observamos un óleo con una gran importancia del claroscuro. La luz entra por la derecha a través de una ventana o claraboya que no se ve, creando una diagonal que determina la composición, pues ilumina algunas partes como los rostros y deja el resto en penumbra, estableciendo fuertes contrastes entre luces y sombras. Aunque Cristo se encuentra en un lugar secundario, la luz y las miradas de los otros personajes los llevan a él. La composición es cerrada y se organiza en dos planos muy desequilibrados, el superior casi vacío, solo con una ventana, y el inferior, donde se concentran los personajes.
Se muestra una representación de personajes cotidianos y vestidos al estilo de la época otorga Realismo a la obra, pero sus gestos marcados, tanto en caras como la de Mateo y, sobre todo, en las manos de Cristo, Pedro, y Mateo, aporta un dramatismo casi teatral. Incluso los personajes secundarios son caracterizados a través de la expresión de su rostro. La postura de la mano de Cristo es semejante a de la Creación de Adán de Miguel Ángel.
En conclusión, esta es una de las principales obras de Caravaggio, pintor italiano que introdujo el Barroco y creó el estilo del Caravaggio o Naturalismo. Este estilo busca representar temas de la vida cotidiana, la realidad sin artificios, huyendo de la belleza ideal. Esto servía para que el fiel se identificara mejor con el tema, pero para algunos resultaba un poco vulgar. Al Naturalismo se añade el uso dramático de la luz, es decir, el tenebrismo, violentos contrastes de luz y sombra. Emplea luz artificial que destaca elementos concretos, depreciando fondos y paisajes. Estas técnicas influyeron a muchos pintores del Barroco como Rembrandt o Velázquez.
El aguador de Sevilla
Esta obra se conoce como El aguador de Sevilla, fue pintada por Velázquez en el Siglo XVII, y es de estilo Barroco. La obra se conserva en Londres al ser un regalo de Fernando VII al duque de Wellington por ayudar a España en la Guerra de la Independencia.
Adicionalmente al contexto Barroco, también tenemos que entiendes un contexto referente a Velázquez, puis el s. XVII fue una época de ocaso económico y político de la monarquía donde España perdíó muchas de las colonias europeas. Fue la etapa de los tres últimos Austrias: Felipe III, Felipe IV (con su valido el Conde-Duque Olivares) y Carlos II. A nivel artístico fue el llamado Siglo de oro, con un florecimiento artístico sin precedentes debido a auge del Imperio español del s. XVI que permitíó un gran intercambio artístico y al apoyo económico tanto de reyes como Iglesia.
Iconografía de la obra es compleja y se abre la varias interpretaciones. En primer plano vemos a un aguador de aspecto humilde y la un niño de mejor clase social. Y al fondo vemos a un hombre bebiendo de un jarrón. Pero se suene interpretar como la representación de las tres edades del hombre: el viejo que enseña, el niño que aprende y el hombre mediano que actúa.
Este óleo representa una escena de género, pero con un bodegón en el primero plano. Destaca la preferencia por los colores terrosas, ocres y marrones y la importancia del dibujo que fija claramente los contornos.
La luz entra desde el lado izquierdo, creando fuertes claroscuros y difuminando el fondo, influjo directo del tenebrismo de Caravaggio. Es una escena al aire libre, pero el exterior está en penumbra. Destaca el gran Realismo con el que pinta cada elemento del cuadro, con una perfección técnica y óptica altísima, mostrando detalles como la gota de agua en el cántaro del primero plano o el figo dentro de la copa de cristal.
La composición es abierta y de forma circular.
En conclusión, esta obra es una de las más importantes de Velázquez, uno de los artistas más importantes de la historia del arte. Un pintor que retrató la historia y la sociedad española de su época, que súperó a los artistas de su tiempo y cuyo influjo llegó hasta las vanguardias, siendo considerado por Manet como el mejor pintor de la historia.
Esta obra pertenece la primera etapa de Velázquez, a los años en Sevilla en el taller de Pacheco, quien lo animaba a realizar bodegones como modo de aprendizaje, empleando tonos terrosos y tenebrismo
La forja de Vulcano
Esta obra barroca se encuentra en el Museo del Prado, y es conocida como la forja de vulcano de Velázquez fue realizada sin encargo previo Siglo XVII y vendida después a la Corona español.
Adicionalmente al contexto Barroco, también tenemos que entiendes un contexto referente a Velázquez, puis el s. XVII fue una época de ocaso económico y político de la monarquía donde España perdíó muchas de las colonias europeas. Fue la etapa de los tres últimos Austrias: Felipe III, Felipe IV y Carlos II. A nivel artístico fue el llamado Siglo de oro, con un florecimiento artístico sin precedentes debido a auge del Imperio español del s. XVI que permitíó un gran intercambio artístico y al apoyo económico tanto de reyes como Iglesia.
La iconografía es mitológica, procedente de las Metamorfosis de Ovidio. Atribuirlo, el brillante Dios del sol fue al taller del herrero de los dioses del Olimpo, Vulcano, para darle la humillante noticia de que su mujer, Venus, estaba engañándolo con el Dios guerrero Marte. Velázquez plasma el momento exacto donde Atribuirlo de la noticia por ser el momento de mayor carga emocional, y representa la reacción tanto de Vulcano como del resto de los personajes.
Observamos un óleo con colores claros y luminosos, aunque con la presencia de sus carácterísticos tonos terrosos de su primera etapa. La pincelada es suelta, sin marcar demasiado el dibujo y sin presencia del claroscuro. Pero en la representación de los objetos muestra un grano detallismo.
Además, observamos un importante estudio anatómico, con el uso de las sombras que ayudan la modelar los cuerpos. Los personajes son tratados de dos maneras contrastantes.
La composición es cerrada y elíptica, con todos los personajes mostrando una respuesta corporal a la noticia de Atribuirlo e interactuando entre ellos. Este tipo de composición se debe a la concepción de Velázquez de la obra como pintura de género histórico.
La profundidad se logra a través del personaje de espaldas, el personaje al fondo y lo van del lado izquierdo. La distinta graduación de la luz, que disminuye cara el fondo, ayuda también a crear profundidad. Destacan lanas distintas expresiones de los personajes, con gran carga psicológica. En Vulcano se muestra ira y nos trabajadores sorpresa.
En conclusión, esta obra pertenece a la tercera etapa de Velázquez, en la que realizó su primero viaje a Italia y conocíó la obra de la escuela veneciana, de los pintores renacentistas como Miguel Ángel y Rafael, y de los barrocos como Bernini. Este viaje provocó que había escogido temas mitológicos, pero también que había cambiado muchos elementos de su técnica, como el estudio anatómico, el abandono del claroscuro y el concepto de pintura como género histórico.
La rendición de Breda
Este cuadro de Velázquez es conocido como La redención de Breda, fue pintado en el Siglo XVII y es de estilo Barroco. El cuadro fue encargado por Felipe IV para decorar un salón del Palacio de la Jubilación, donde aparecían imágenes de los principales éxitos militares españoles. Actualmente está en el Museo del Prado.
Adicionalmente al contexto Barroco, también tenemos que entiendes un contexto referente a Velázquez, puis el s. XVII fue una época de ocaso económico y político de la monarquía donde España perdíó muchas de las colonias europeas. Fue la etapa de los tres últimos Austrias: Felipe III, Felipe IV (con su valido el Conde-Duque Olivares) y Carlos II. A nivel artístico fue el llamado Siglo de oro, con un florecimiento artístico sin precedentes debido a auge del Imperio español del s. XVI que permitíó un gran intercambio artístico y al apoyo económico tanto de reyes como Iglesia.
Se representa un hecho histórico, la caída de la ciudad de Breda (1625) después de un año de sitio, la manos de los tercios españoles liderazgos por Spínola. Esta victoria fue una lección de estrategia y Breda resistíó heroicamente. Para escenificar la victoria, el gobernador de Breda le entregó las llaves al vencedor. Pero no es la típica representación bélica, con un general triunfante y un ejército humillado, rodeados de destrucción y muerte. Velázquez representa una rendición caballerosa, sin humillación. El gobernador de Breda intenta axeonllarse y Spínola se lo impide.
En el cuadro observamos un óleo donde predomina el color sobre el dibujo, con colores cálidos en primer plano y frías en el horizonte. La pincelada mezcla dos técnicas: compactas y sueltas.
La luz es intensa, parte de la izquierda y ayuda a modelar los cuerpos. La composición está estructurada a través de dos rectángulos: uno para las figuras y otro para el paisaje. Los personajes se articulan en forma de aspa. El centro está ocupado por los dos protagonistas y la entrega de las llaves. A la derecha, tras el caballo, aparecen las tropas españolas, representadas como hombres experimentados; a la izquierda se sitúan los holandeses, hombres nuevos e inexpertos, cuyo grupo lo cierra otro caballo.
Apreciamos una gran importancia del paisaje, pintada al estilo flamenco, con mucha profundidad y perspectiva aérea. En la búsqueda de la profundidad ayudan las figuras puestas en escorzo, especialmente el caballo de la derecha. También destaca la individualización y Realismo con que pinta a los personajes, tratados cómo verdaderos retratos.
En conclusión, esta obra es una de las más importantes de Velázquez, uno de los artistas más importantes de la historia del arte. Un pintor que retrató la historia y la sociedad española de su época, que súperó a los artistas de su tiempo y cuyo influjo llegó hasta las vanguardias, siendo considerado por Manet como el mejor pintor de la historia.
Las Meninas
Este cuadro de estilo Barroco fue pintado por Velázquez en el Siglo XVII y se conoce cómo Las Meninas. El cuadro está en el Museo del Prado, su título original es La familia de Felipe IV, pero en el s. XIX le dieron el nombre de las Meninas que tuvo más éxito.
Muestra una escena común en la que la infanta Margarita de Austria, situada en primero plano, y rodeada por sus sirvientas, “las meninas”, bufones y un perro, visitan el estudio de Velázquez (al fondo tenemos dos cuadros de temática mitológica). Allí se encuentra el pintor frente a un lienzo retratando a los reyes, Felipe IV y Mariana de Austria, reflejados en el espejo de la pared del fondo. El propio Velázquez (vestido como caballero de la Orden de Santiago) se incluye en el conjunto, lo que se interpreta como una manera de dignificar su oficio.
En la obra observamos un óleo donde predomina el color sobre el dibujo, con una paleta donde destacan los colores fríos. La pincelada es suelta, simple, a veces tratada como manchas. Pero también puede ser detallista cómo en el pelo del perro.
La luz es la gran protagonista del cuadro, ayudando la modelar las figuras y difuminar los contornos. Aparecen tres focos luminosos distintos:
• Más importante es la ventana que está en primer plano a la derecha y que ilumina a la infanta y a su grupo.
• Luego por la espalda va diluyéndose hasta entrar luz por una ventana lateral derecha.
• Y el tercero foco es el fuerte contraluz de la puerta abierta, cuya luz se proyecta cara el espectador.
La composición es compleja y novedosa, pues pinta un retrato familiar atípico, en la que los diferentes personajes se disponen en distintos planos de profundidad y los reyes, el supuesto objetivo de la pintura, aparecen en un plano ficticio, en el lugar ocupado por el espectador. También contamos con distintos centros compositivos, siendo la infanta el más destacado. Pero el punto de fuga se encuentra en la puerta abierta, en un elemento secundario. Esto fue una estrategia del pintor para que nuestra mirada avance por toda la obra.
La perspectiva empleada es la aérea, gracias al uso de colores y luz.
En conclusión, esta obra es una de las más importantes de Velázquez, uno de los artistas más importantes de la historia del arte. Un pintor que retrató la historia y la sociedad española de su época, que súperó a los artistas de su tiempo y cuyo influjo llegó hasta las vanguardias, siendo considerado por Manet como el mejor pintor de la historia.
Esta obra pertenece a la última etapa del pintor, después de su segundo viaje a Italia y con su reconocimiento social en la cima, ingresando en la Orden de Santiago. Esta obra supone la culminación de su estilo pictórico en un proceso continuado de simplificación de su técnica. Se considera una de las obras maestras de la historia del arte. Goya se inspiró en ella para realizar La familia de Carlos IV y Picasso realizó una serie completa sobre este cuadro.
Fachada de San Pedro del Vaticano
Esta fachada barroca está situada en Roma, en la basílica de San Pedro del Vaticano. A comienzos del s. XVII Maderno se hace cargo de las obras de la basílica, respetando el diseño de Miguel Ángel pero ampliando la nave hasta convertirla en cruz latina, logrando que así había entrado más gente. Y también diseña la monumental fachada.
La fachada está construida con aparatos regulares de piedra. La fachada muestra una clara tendencia a la horizontalidade y se divide en dos partes: el nivel inferior y el ático, con un entablamento dividiendo.
• Nivel inferior: el cuerpo central cuenta con columnas corintias de orden gigante, simples o emparejadas, que dividen cinco puertas de distinto tamaño y enmarcan dos plantas. En la primera planta tenemos alternancia de puertas adinteladas y de medio punto; entre las plantas aparecen los van rectangulares, el de en medio ciego; y en la segunda planta observamos balcones con los van con arcos de medio punto, enmarcados por columnas y rematados con frontones triangulares y semicirculares alternativamente. A los lados de este cuerpo central observamos nichos en ambas plantas con arcos de medio punto coronados con frontón semicircular abajo y triangular partido arriba. Nos extremos, entre dos pilastras corintias de orden gigante, contamos en el primero piso con amplias puertas con arco de medio punto, y arriba balcones con los van con arcos de medio punto, enmarcados por columnas y rematados con frontones semicirculares. Inicialmente estos extremos iban a ser dos grandes torres. Lo Entre ambos niveles aparece un entablamento de estilo corintio, con arquitrabe, friso con inscripciones y cornisa, pero que no es totalmente recto, sino que tiene entradas y salidas. El cuerpo central se corona con un frontón triangular, cuyo vértice marca la dirección hacia cúpula.
• Ático: entre pilastras aparecen los van cuadrangulares y rectangulares. Sobre los rectangulares aparecen frontones triangulares con un lo van circular ciego en medio. Nos extremos, los los van rectangulares son coronados con unos relojes monumentales. Arriba de este cuerpo aparecen esculturas.
La distribución y estructura de los elementos arquitectónicos, muchos sin función constructiva, logra efectos de claroscuro.
En conclusión, El estilo de la fachada mantiene trazos renacentistas, pero abre el camino al nuevo estilo Barroco. Maderno diseña una fachada telón, modelo típico Barroco, donde la fachada no se corresponde con la estructura interna de la basílica. Con la monumentalidade de la fachada se pierde parte de la visión de la cúpula de Miguel Ángel. Y la posterior intervención de Bernini prolonga el estilo de la fachada, dándole mayor protagonismo.
Plaza del Vaticano
La plaza del vaticano se encuentra en Roma, a los pes de la basílica de San Pedro del Vaticano. Fue elaborada por Bernini en el Siglo XVII y es de estilo baroco.
Una vez rematada la basílica a mediados del s. XVII, el papa Alejandro VII le encargó a Bernini la realización de una plaza que debía cumplir dos funciones: una práctica y otra simbólica. A nivel práctico debía poder acoger grandes concentraciones de fieles y permitir la celebración de celebraciones litúrgicas. Respeto a la segunda función, la plaza debía convertirse en una metáfora de la propia Iglesia católica, que acoge en su seno a la humanidad.
realmente son dos plazas unidas, para las que Bernini diseña dos plantas distintas:
La más próxima a la basílica tiene forma trapezoidal, con unos lados rectos que se cierran cara el exterior.
A otra tiene forma elíptica, con el centro geométrico remarcado con un obelisco egipcio y los centros secundarios destacados por dos grandes fuentes.
• La doble plaza está recorrida por cuatro filas de enormes columnas de orden toscano, sobre las que descasa un entablamento corrido propio de la orden xónica o corintia, sin triglifos y metopas. Arriba una balaustrada rematada con esculturas de santos, una por columna, con un tamaño que es exactamente la mitad que las de la fachada. Estas estatuas simbolizarían la Iglesia triunfante, respeto a Iglesia militante que serian los fieles.
La columnata recibe una cubierta simple, adintelada. La decoración es sobria, limitada a obelisco, fuentes y esculturas. El que Bernini quiere resaltar es el juego de luces y sombras que produce el ritmo de las columnas.
En conclusión: esta obra es uno de los principales ejemplos del arte barroca, con un juego de elementos que aportan dinamismo y teatralidad, puestos al servicio de la propaganda de la Iglesia católica. En esta plaza Bernini muestra su enorme talento como arquitecto y urbanista, creando una plaza tanto útil, como monumental y simbólica, referente de las posteriores plazas católicas.
Torre del Reloj
La torre del reloj de la catedral de Santiago se sitúa en la Catedral de Santiago de Compostela. Fue elaboradapor Domingo de Andrade en el Siglo XVII y es de estilo Barroco, específicamente compostelano.
Dentro del plan del s. XVII de embellecer la Catedral, el Cabildo le encargó al arquitecto gallego Domingo de Andrade la remodelación de la torre gótica ubicada entre las plazas de Platerías y Quintana. Recibe el nombre de Berenguela por la impresionante campana que acoge, que marcaba las horas.
Está construida con aparatos regulares de piedra. Andrade elevó una alta torre sobre un cuerpo cuadrangular, preexistente, a lo que añadió unas bandas verticales simulando contrafortes, que ayudan a sostener la cornisa y la balaustrada del siguiente cuerpo. Sobre este cuerpo preexistente sitúa otro cuerpo cuadrangular, de menor volumen, en el que sitúa un templete circular cupulado en cada esquina. En cada cara de este segundo cuerpo se encuentra la esfera de un reloj, añadidos en el s. XIX. Arriba los van de medio punto. Y coronando la torre hay un tercero cuerpo octogonal con los van de medio punto en cada cara y la misma idea de templetes cupulados en las esquinas. Remata este cuerpo con una cúpula y una linterna con bollo y cruz. La linterna se ilumina en los Años Santos.
La decoración es abundante y de motivos vegetales, con grupos de flores y frutas. La zona de las pilastras incorporan elementos militares como lanzas, espadas, escudos, etc. Que fueron habituales en la arquitectura renacentista.
En conclusión, esta obra marca la introducción del Barroco en Santiago, uno de los períodos más importantes de la historia del arte gallega. Creó una torre de grande altura, pero armónica, gracias al elegante alixeiramento de volúMenes. Esta torre crearía un modelo muy imitado en toda Galicia.
San Carló de las Cuatro Fuentes
San carló de las cuatro fuentes es un conjunto Barroco que se encuentra en Roma, concretamente en la Vía de las Cuatro Fuentes. Fue realizado por Berromini para el convento de los Trinitarios Descalzos y consagrada a San Carló en el Siglo XVII. El espacio era pequeño e irregular, pero Borromini logró albergar las partes propias de un conjunto monacal, siendo la iglesia el espacio más destacado.
está construida con aparatos de piedra y mármol. La planta es elíptica y centralizada, con segmentos cóncavos y otros convexos que crean un contorno sinuoso y dinámico. En el exterior observamos una fachada telón de gran dinamismo y condicionada por la fuente de la esquina. Podemos dividirla en dos pisos:
• Piso inferior: se articula en dos niveles y tres calles verticales, laterales cóncavas y central convexa, separadas por columnas de orden gigante con fustes lisos y capiteles de inspiración corintia (pero con las volutas cara había sido). En el nivel inferior aparecen columnas de menor tamaño que enmarcan ventanas ovaladas en los lados y una puerta adintelada en medio. En el segundo nivel aparecen tres nichos con esculturas de santos, los laterales adintelados y el central con arco de medio punto y flanqueados por ángeles. Se corona con un entablamento ondulante.
• Piso superior: se repite la organización anterior de formas cóncavas y convexas, las columnas de orden gigante dividiendo las tres calles y los dos niveles con columnas de menor tamaño en el inferior. En la parte central destaca una especie de balcón delante de la ventana. Y arriba el entablamento es interrumpido con un medallón de forma oval sujetado por ángeles.
En el interior destaca la ondulación de las paredes, divididos en tramos por columnas de orden compuesta, y la original cúpula elípitica, apoyada en bóvedas de cuarto de esfera y pendientes.
En conclusión, esta obra es uno de los principales ejemplos del arte barroca, a más destacada de Borromini, quien rompe con las ideas renacentistas y los introducen en el Barroco pleno. Para eso parte de elementos clásicos, pero modificándolos a su gusto y aportando dinamismo y teatralidad con plantas, cúpulas y muros tratados con gran originalidad. En esta obra crea un conjunto de enorme complejidad, pero de gran coherencia y funcionalidad arquitectónica, a pesar de las limitaciones del espacio.
Fachada del convento de Santa Clara
Se corresponde cel convento de Santa Clara, lo cual es un convento de clausura de la orden de las Clarisas que se encuentra en Santiago de Compostela. El convento se fundó en la Edad Media y en el s. XVIII Simón Rodríguez realizó la fachada barroca, específicamente compostelana.
Está construida con aparatos regulares de piedra. Estamos ante una auténtica fachada-telón, pues no se corresponde con la iglesia, sino que detrás está una portería y un pequeño jardín por lo que se accede la iglesia. La fachada se divide en tres naves y en tres cuerpos divididos por cornisas. La decoración se concentra en la nave central y aumenta segundo ascendemos, creando dinamismo e inestabilidad.
• En el cuerpo inferior encontramos la puerta adintelada en medio y en los lados decoración de bloques geométricos.
• En el cuerpo intermedio encontramos dos nichos, un ciego y adintelado y otro de medio punto y albergando la estatua de Santa Clara. Rodeando ambos nichos vemelos me las fuere semicirculares y frontones corvos partidos, y en las naves laterales ventanas rectangulares. Remata el cuerpo con una gran ruptura en la zona central de la cornisa en la que aparece el escudo de San Francisco en el cuerpo superior.
• Arriba un frontón corvo y una cornisa también corva, pero más volada. Y coronando, tres grandes bloques pétreos formados por cuadrado y cilindro.
En conclusión, esta fachada es una de las principales obras del Barroco compostelano, uno de los períodos más importantes de la historia del arte gallega. El arquitecto creó una fachada telón, que no antecede a la iglesia, creando un efecto sorpresa en el visitante. La concentración de decoración en la parte superior y el aumento progresivo de volúMenes crea sensación de dinamismo e inestabilidad, carácterísticas plenamente barrocas. Pero la novedad es el tipo de decoración, ya no de tipo vegetal, sino a través de grandes placas de piedra con formas geométricas. Este estilo se conoce cómo “Barroco de placas”, del que la fachada de Santa Clara es su mejor ejemplo.
Fachada del Obradoiro
La fachada del Obradoiro dda catedral de Santiago se sitúa en la Catedral de Santiago de Compostela. Dentro del plan del s. XVII de embellecer la Catedral, el Cabildo le encargó al arquitecto gallego Casas Novoa la fachada de la portada principal. Fue diseñada para proteger el Pórtico de la Gloria de las inclemencias meteorológicas, para crear un conjunto que integrara la torre y la escalera ya construidas y para modernizar y dignificar la Catedral.
Está construida con aparatos regulares de piedra. ES una fachada con forma de H, con un cuerpo central flanqueado por dos torres más altas. El cuerpo central destaca por la cantidad de los van que contiene, realizados para poder iluminar el interior. Tiene columnas gigantes de orden corintia que organizan este cuerpo en tres naves. Se divide en tres partes: inferior, superior y final.
• En la parte inferior aparecen tres puertas, la central es de mayor tamaño, adintelada, dividida con un parteluz y enmarcada en un arco de medio punto. Entre lo dintel y el arco hay los van acristalados y en las enxutas del arco hay decoración heráldica (escudos). Las puertas laterales son pequeñas y adinteladas y sobre ellas aparecen arcos de medio punto acristalados.
• En la parte superior tenemos en la nave central dos ventanas con arcos de medio punto y en las naves laterales sendas ventanas con arcos de medio punto. El El final es de tipo piramidal, incidiendo en el carácter vertical de la fachada y donde se concentra la mayor cantidad de decoración. En medio un nicho horadado con bóveda de cañón cubriendo al apóstol Santiago representado cómo peregrino. Arriba un frontón corvo partido. Santiago está rodeado de ángeles con el símbolo de la Orden de Santiago y debajo dos nichos con discípulos del Apóstol.
Las dos torres presentan idéntica estructura, con un juego de volúMenes que se aligeran en altura.
• En un primero nivel el muro es recorrido por pilastras que crean dinamismo y sobre ellas aparecen cornisas con balaustradas. En un segundo nivel aparece decoración escultórica (Salomé) y heráldica, y el cuerpo de campanas enmarcadas en nichos con arcos de medio punto. Coronan las torres chapiteis que contribuyen al efecto de verticalidad.
En conclusión, esta fachada es la principal obra del Barroco compostelano, uno de los períodos más importantes de la historia del arte gallega. El arquitecto creó una fachada telón que otorga mayor monumentalidade a la catedral ROMánica. Además su profusa decoración, los efectos de claroscuro y el dinamismo encuadran la obra en el Barroco pleno.