Actitud filosofica espontanea


1. ¿Qué relación tienen las ciencias con “la” realidad?


Saben cómo se comportan distintas categorías de lo real, pero no saben qué es “la” realidad (como totalidad). Muestran “hiperrealistamente” que lo real-existente se identifica con lo real-conocido, pero sabiendo que no lo agotan, en tanto el conocimiento es un proceso inacabado e inacabable. Y aunque tengan la virtud de identificar “el ser” con “el conocer” (por encima de posturas nihilistas o escépticas), las ciencias no saben qué es “la” realidad, pues sólo conocen algunas de sus “partes”.

2. Explica la actitud ingenua positivista en las ciencias


Pensar que con la física de partículas o con las teorías cosmológicas, por ejemplo, vamos a obtener la “historia” de lo real o acceder a al constitutivo último y definitivo de la realidad, cuando lo que se obtienen no son más que nuevos planos de una realidad que siempre se nos muestra inagotable y dinámica.

3. Explica la perspectiva filosófica sobre el problema de “la” realidad


Partiendo de los recorridos parciales que realizan las ciencias, sólo desde una perspectiva filosófica puede accederse no a una teoría de “la” realidad (perspectiva metafísica), sino a un marco lo más amplio posible que incluiría tanto las perspectivas de las diferentes categorías científicas pero también articulando de un modo racional óptimo tanto la “realidad conocida”, la “cognoscible” y la “incognoscible”. Y sólo desde el contraste de razones puede medirse la consistencia interna de las teorías y su validez siempre relativa.

4. Explica en qué consiste la concepción espiritualista en ontología


La concepción espiritualista es metafísica en tanto contiene el principio de la trascendencia del mundo:
Ante la pregunta por la realidad responde que este mundo se explica desde otra realidad trascendente, más allá de él, desde la cual este mundo ha sido generado y en la cual se inscribe, como un efecto en su causa. Con el desarrollo de las teologías de las religiones terciarias esa realidad trascendente ha venido a identificarse con Dios, un dios monoteísta.
Defiende la existencia de vivientes incorpóreos y puede decirse en dos sentidos: como espiritualismo asertivo (como ejemplo, Tomás de Aquino cuando dice que el cuerpo y el alma están ligados entre sí, pero el alma sobrevive al cuerpo como una substancia incompleta inmortal), que sí reconoce la realidad de los cuerpos y como espiritualismo negativo o absoluto, que considera el cuerpo como una apariencia, como fenómeno subjetivo del espíritu (un ejemplo, el filósofo alemán Fichte).

5. Explica qué crítica cabe hacer al espiritualismo


La crítica desde una filosofía racionalista al margen de dogmas teológicos, apelar a Dios no es una respuesta sino desplazar la cuestión o problema de la realidad, pues conllevaría preguntarse la naturaleza de esa realidad trascendente y para la cual no hay una respuesta satisfactoria, excepto la que propone el dogmatismo teológico, pero inadmisible filosóficamente desde una investigación crítico-racionalista. Apelar a la trascendencia es escapar hacia ningún sitio, pues debe suponerse además que esa realidad trascendente es algún tipo de entidad monista, absoluta (no depende de ninguna otra cosa, es incondicionada, “suficiente por sí misma”, lleva en sí misma su razón de ser, contiene de por sí todo lo existente y lo crea), única y definitiva. Pero eso es afirmar demasiado pues se desconocen las razones por las que esa entidad deba ser algo único y no plural, único y absoluto y no plural y relativo (los fenómenos entendidos en sus relaciones y nexos con otros fenómenos, de dependencia de otros fenómenos), algo definitivo, fijo, inmutable y no, en cambio, una pluralidad dinámica nunca acabada o acabable.

6. Explica la concepción materialista general en ontología



Partiendo de las contradicciones a las que conduce el espiritualismo, el materialismo se mantiene en la vía racional de la inmanencia: este mundo se explica desde este mundo. Los espíritus no existen en general, o acaso pueden reducirse a la materia en cuanto algo secundario o dependiente, en tanto fenómenos considerados “espirituales” como pensar, recordar, rezar… necesitan de un anclaje físico y serían además géneros de materialidad.
Todo lo real es material y, por ello, es radical negación del espiritualismo. No existen vivientes incorpóreos ni sustancias espirituales, del mismo modo que puede existir un cuerpo sin vida, pero no una vida sin cuerpo.

7. Explica los tipos de materialismo y cuál de ellos es más consistente o menos contradictorio, exponiendo los argumentos.
El materialismo puede ser monista (homogeneiza, uniformiza y simplifica las sustancias materiales en la dirección del monismo del orden, de la sustancia, todo se reduce a la sustancia material física, todo es física, realidad corpórea). El materialismo pluralista defiende que no todo es reducible a materia física. En este sentido critica al materialismo monista por su burdo corporeísmo. El mateiralismo pluralista admite seres materiales incorpóreos (distancia entre dos objetos) pero que no son espirituales. Es cierto que no se da ningún proceso sin el nivel físico de las cosas, pero ello no significa que todo lo que existe se reduzca al nivel físico, sino que los géneros de materialidad no se contienen unos a otros aunque actúen siempre interrelacionadamente. Los considerados fenómenos “espirituales” (conceptos, sentimientos…) se explican según una lógica material como parte de este mundo, inmanentemente, y no por una lógica desconocida, supuestamente trascendente absolutamente no-material, es decir, espiritual, independientemente de cualquier nivel de materialidad que se considere. El materialismo pluralista no reduccionista conduce a aceptar otros géneros de materialidad: la materia psicológica y la materia abstracta.

8. En general, qué postula el materialismo pluralista


La idea de realidad se traduce por la de materia, relegando así la metafísica pregunta “¿qué es la realidad?” que queda sin repuesta y transformándose en múltiples preguntas: ¿qué es la materia?, ¿cuántas materias hay?… Se abandona la perspectiva metafísica en tanto se concibe la filosofía como actividad partiendo de las verdades científicas, sabiendo que éstas no bastan pero sí son determinantes de cualquier pretensión de saber, al contrario de la actitud metafísica que rompe amarras con ellas derivando en un “práctica racional” a la deriva, debido a la inexistencia de un anclaje material. Y así desde el materialismo pluralista como teoría filosófica no clausurada sino abierta, se entiende por real la materia considerada en una doble escala, la materia ontológico general y la materia ontológico especial, y dentro de la ontología especial los tres géneros de materialidad inconmensurables entre sí, no reducibles el uno al otro.

9. Explica en qué consisten los diferentes géneros de materialidad de la ontología especial: M1, M2, M3


M1, refiere a la dimensión ontológica en la que se conforman entidades como cosas, sucesos, relaciones entre cosas… que se nos ofrecen como constitutivos del mundo físico exterior; es decir, todas las realidades exteriores a nuestra conciencia, todas las cosas de la exterioridad de nuestro mundo, los cuerpos y las propiedades objetivas asociadas a ellos en la percepción.
M2, refiere a todos los fenómenos de la vida “interior” (dados antes en una dimensión temporal que espacial) etológica o psicológica: las vivencias de la experiencia interna (ej. “ensueños”, sensaciones cenestésicas, emociones, un dolor de apendicitis…). 
M3, refiere a objetos abstractos, no exteriores, pero tampoco interiores: el sistema de los cinco poliedros regulares, el teorema de Pitágoras, el conjunto infinito de números primos… no está ni en San Adrián ni en Azagra, ni tampoco dentro de la cabeza de los adrianenses o de los azagreses: es atópico; ni dura ocho años o seis días: es acrónico; es decir, ni ocupan espacio, ni tiempo, o no son afectados por ellos; también se incluyen aquellas entidades individuales y concretas como son las realidades sidas en la medida en que su ser actual ya no pertenece a M1 (ej. César no es una parte del mundo físico actual), ni a M2 (César se distingue de los pensamientos psicológicos sobre César).

10. Explica en qué consisten M y Mi, aclarando en qué se diferencian


M es una Idea límite, una Idea crítico-negativa, porque se alcanza por negación de que la Materia (o Ser) se agote en las materialidades mundanas positivamente determinadas y porque, al entenderse como pluralidad radical, se opone a todo monismo. Es una idea de materialidad puramente negativa, indeterminada, infinita, con función antimetafísica al negar cualquier intento de entender el mundo como una unidad o un todo, de reducirlo a un principio explicativo. Todos los contenidos mundanos son la historia de la producción humana, por lo que es imposible alcanzar un conocimiento definitivo de lo real y entenderlo como una totalidad definitiva, acabado.
Mi comprende la suma de M1, M2, M3, como los contenidos entretejidos del mundo positivamente determinados, en tanto géneros
materiales del mundo conocido. Es la materia determinada configurándose en un contexto de transformaciones operatorias que incluyen tres órdenes o géneros de componentes materiales.

11. Explica qué es pensar en sentido estricto, sus rasgos esenciales


El pensar en sentido estricto se vincula a un tipo de racionalidad no genérico-humana (de la que participa todo viviente humano) sino a un comportamiento específico, objetivado, gramaticalizado y social a través del lenguaje escrito. Por ello este pensamiento no puede ser privado, sino configurado mediante la racionalidad institucionalizada (escuelas, academias, ateneos, periódicos, libros…) entre individuos envueltos en esas mismas instituciones. Y por ser pensamiento público es beligerante, polémico, al darse en la confluencia de múltiples saberes que se cruzan en un determinado tiempo histórico. Por ello pensar es pensar contra alguien: nadie piensa desde un conjunto cero de premisas, es imposible, siempre se ha de pensar, hablar desde algún lugar; no es por el gusto subjetivo-psicologista de polemizar, sino porque es necesario engarzar con las ideas que están ya funcionando en el presente. No cabe la suspensión del juicio o la neutralidad; es inevitable el choque, la polémica, si se quiere llegar a algún sitio. Y por todo ello, pensar consiste en comparar, relacionar, confrontar los caracteres contrapuestos de esos saberes, advertir sus contradicciones, mostrar sus desconexiones, etc.

12. Qué se entiende por Ego trascendental



Es una materialidad del Mundo formando parte de él, y no una sustancia aparte, y que desempeña un papel esencial en su constitución. Es una realidad derivada, siendo originarios los sujetos concretos. Es una idea-límite como aquella entidad que se identifica con el Mundo dado a escala del sujeto operatorio. Es la misma práctica (histórico-social) en la cual el Mundo se constituye como objeto.
Es la propia realidad a escala institucional en proceso. Es ante todo un Ego institucional, es la actividad misma constructora, el propio ego operatorio humano en cuanto hacedor o artesano del propio mapa.

13. Explica en qué consiste el idealismo, el realismo, y la crítica que cabe hacerles


El realismo reconoce la existencia de los “objetos en sí” o fuera de la mente; las ideas y las sensaciones son copias o reflejos de esos objetos. El idealismo es la doctrina opuesta: afirma que los objetos no existen “fuera de la mente”; los objetos son “combinaciones de sensaciones”. Sólo tenemos representaciones. El realismo es problemático en tanto conocer no es contemplar pasivamente un objeto. El sujeto interviene en lo percibido (por ej., la experiencia visual del cubo de Necker). El idealismo es problemático pues no podemos saber en qué grado o si nuestras representaciones de la conciencia son fieles a la realidad externa a ella, es decir, no habría forma de conocer la relación entre el “objeto en sí” (original) y el “objeto conocido” (copia o representación), pues si pudiéramos conocer la realidad sin copias, entonces la teoría de la copia o representación sería falsa; pero si podemos tener acceso al original sólo por medio de la copia, entonces no hay forma de comprobar la verdad de la teoría del conocimiento idealista.

14. Explica la doctrina filosófica del hiperrealismo. Cita ejemplos que ilustren la explicación


Con la doctrina del hiperrealismo se superaría el dualismo Sujeto-Objeto en el que se inserta toda la discusión entre Idealismo y Realismo, es decir, la oposición entre objetos del conocimiento y los objetos conocidos. El hiperrealismo supone multiplicar esta dualidad e incorporar a ella a otros sujetos no humanos, los animales. El sujeto se entenderá ahora como un objeto más, inmerso en el mundo de objetos y sujetos que “ven” su mundo entorno de modo no semejante, ni simétrico, aunque con franjas importantes de interacción. Así, los objetos conocidos no serían meras proyecciones del sujeto (idealismo), pero tampoco serían meramente dados al margen de los sujetos (realismo). Los objetos conocidos coinciden con los objetos del conocimiento, pero tal conexión no está dada
de antemano, sino como resultado de las operaciones que realizan los sujetos en función de las condiciones diferentes de sus sistemas perceptivos. Ejemplos significativos serían el ejemplo de la clepsidra de agua donde se dan ausencias de percepción o de conocimiento (el aire), las ondas electromagnéticas o gravitatorias como otros ejemplos de la ausencia sensible de lo que es y actúa; los ejemplos de distintos animales que se citan como sujetos operatorios animales no humanos dotados de otras condiciones de percepción del mundo, que difiere en gran medida de la nuestra (serpiente, murciélago, tiburón…).

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