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TEORÍA ÉTICA: ¿QUÉ DEBO HACER?
Que de los objetos de la metafísica no pueda haber un conocimiento científico, no quiere decir que no tengan sentido, que no merezca la pena ocuparnos de ellos. Al contrario, precisamente adquieren sentido dentro del campo de la Razón práctica, dentro de la moral.
Es más, según Kant son los postulados de la moral, es decir, ellos son la condición de posibilidad de la existencia de la moral. Sin ellos la moral sería imposible.Vamos a ver qué quiere decir Kant con esto.¿Qué debo hacer?. Kant responde a esta pregunta fundamentalmente en dos de sus obras: La fundamentación de la metafísica de las costumbres y la Crítica de la razón práctica.Kant afirma que el ser humano, además de una actividad teórica (científica), desarrolla una praxis en convivencia con los demás. La razón práctica nos ayuda a establecer cuáles son las condiciones que hacen posible una praxis rigurosa en nuestro trato con los demás hombres, en otras palabras, una praxis moral.El problema fundamental es averiguar qué condiciones tiene que cumplir un principio práctico para ser una ley objetiva, universal y necesaria.
2.1. LAS ÉTICAS MATERIALES:
¿De qué se ocupa la moral? Se ocupa de lo que está bien (para hacerlo) y de lo que está mal (para evitarlo). Las corrientes éticas que entienden la moral como de terminación de lo bueno y lo malo en el ser humano se llaman, en terminología kantina, éticas materiales. Te dicen qué es lo bueno (la felicidad, el placer) y establecen normas para conseguirlo. Esto es, parten de determinados contenidos (por eso son materiales) y luego buscan el modo de acceder a ello Las características de las éticas materiales, en función de su comprensión del contenido de la moral, son las siguientes: –
Son empíricas
Sus principios se determinan a posteriori. Afirman que lo que está bien es el placer o la felicidad y para saber cómo conseguirlos es necesaria la experiencia. Ahora bien, la experiencia no puede ser el fundamento de leyes morales universales (que obliguen a todos los hombres por igual) ni necesarias (que obliguen en todo tiempo y lugar), que son las que le interesan a Kant (a mí me puede resultar placentero lo que a otro le aburre).-
Son hipotéticas
Esto significa que no son válidas para todo el mundo (lo que ratifica la crítica anterior) porque sus principios establecen deberes, imperativos, no por sí mismos, sino como condición para conseguir otra cosa.Los imperativos hipotéticos expresan una condición y sólo se deben cumplir si se quiere conseguir lo que el imperativo enuncia, por ejemplo “Si quieres ser millonario, invierte en bolsa”, como no todo el mundo quiere ser millonario, este principio sólo obliga a aquellos que quieren conseguir esa finalidad. –
Son heterónomas
Cuando nos dejamos llevar por el placer o la felicidad y hacemos cosas que nos llevan a conseguirlos, no estamos actuando de manera autónoma, sino que nos dejamos mandar por otra cosa: es heterónoma. Nuestra voluntad deja de estar regida por sí misma y pierde libertad.Frente a la concepción que las éticas materiales tienen de la moral como determinación de lo que está bien o está mal, Kant la entiende como conciencia del deber. Considera que la naturaleza de la moral se revela en la experiencia del “conflicto moral”, conflicto que consiste en ser conscientes de que debemos cumplir con nuestro deber aunque nonos guste, no resulte placentero o no proporcione felicidad., pues el deber se nos presenta como necesario y universal.
Una ética formal es aquella que no nos da contenido, sino sólo la forma de la ley.
Las éticas anteriores nos dan leyes con contenidos ( por ejemplo, el cristianismo con los diez mandamientos). Por ser las éticas formales sin contenido, sus preceptos son a priori,. No dependen de la experiencia y, por tanto, son universales;
Válidas para siempre y para todos los hombres. Sus preceptos son categóricos y son autónomas, lo que quiere decir que la Razón de da a sí misma los preceptos con total independencia de la experiencia; esto implica que, en último término, el individuo ha de guiarse exclusivamente por su razón;
Con lo que alcanza un punto culminante en la liberación de los individuos de la tradición, la autoridad y la fe.
El imperativo categórico y la buena voluntad
La ética formal está regida por la ley moral que se enuncia en imperativos categóricos, esto es, imperativos que no expresan condición, no están condicionados a conseguir ningún objetivo determinado, valen por sí mismos al margen de cualquier otra consideración. Por ejemplo: “no debes robar”. En este caso se entiende que no debes robar bajo ninguna condición. Ahora bien, supongamos el caso de alguien que tiene ocasión de robar y no lo hace ¿Podemos decir que su acción es moral? Kant dirá que no, que no basta con eso.De hecho él distingue entre dos tipos de acciones:
Conformes al deber
Son aquellas que se ajustan a la norma (no robar), pero que lo hacen por razones que no tienen nada que ver con la moral, sino con las consecuencias. Al hacerlo así, el imperativo deja de ser categórico para convertirse en hipotético. “no debes robar” pretende tener validez por sí mismo, pero si el individuo no roba para no ir a la cárcel, en el fondo la norma que está siguiendo es :”Si no quiero ir a la cárcel, no debo robar”.
Por deber
Son aquellas en las que se cumple la norma, simplemente por el deber de cumplirla, sin tener en cuenta otras consideraciones. En toda ley moral hay que distinguir lo que es el contenido o materia de la ley, de lo que es la forma. Kant llama materia de la ley a lo que dice la ley, al hecho concreto de robar o no robar, y llama forma de la ley a la voluntad con la que se realiza la ley.