La Alhambra de Granada: Ciudad, Fortaleza y Palacio
El conjunto monumental de la Alhambra de Granada nos ofrece el mejor ejemplo del arte nazarí. La Alhambra se levanta sobre una colina alargada entre la vega de Granada y las nevadas cumbres de Sierra Nevada, defendida por murallas rojas de barro apisonado, coronadas por almenas y torres que dominan el valle del río Darro. Muhammad I (1232-1273) comenzó su edificación en el siglo XIII, labor que continuaron sus sucesores, de manera especial Yusuf I (1333-1354) y Muhammad V (1354-1391), que han sido considerados los grandes constructores de la Alhambra. El recinto fortificado, que está reforzado por veintitrés torres, se comunica con el exterior por cuatro grandes puertas defensivas, entre las que se encuentran la Puerta del Vino y la Puerta de la Justicia, ambas del siglo XIV.
Las construcciones levantadas en el interior de este recinto fortificado se adaptan a los desniveles del terreno, distinguiéndose tres zonas independientes, pero a la vez complementarias: la Alcazaba, el recinto palatino y una pequeña ciudad o medina de carácter cortesano, administrativo y artesanal. Esta ciudad responde a una complicada estructura de calles y puertas interiores que, si bien estaban pensadas para facilitar la vida cotidiana, en los momentos de peligro también contribuían a su defensa, ya que dichas puertas se cerraban para hacer inaccesibles las calles a los asaltantes.
La Alcazaba
La Alcazaba, obra de Muhammad I, es la construcción más antigua de la Alhambra. De planta alargada, ocupa la parte occidental de la colina y también la más elevada con el fin de favorecer la vigilancia. Cuenta con una calle principal, alargada y estrecha, a cuyos lados se distribuyen los cuarteles y las viviendas de la guardia, junto a otras dependencias como unos baños y un aljibe.
La Casa Real Vieja: El Palacio de Comares y el de los Leones
El recinto palatino estaba integrado por palacios o cuartos (conjunto de dependencias) que desde el siglo XVI se conocieron con el nombre de la Casa Real Vieja, conservándose en la actualidad el Palacio o Cuarto de Comares y el de los Leones, ambos del siglo XIV. Con este nombre se les diferencia de la Casa Real Nueva o Palacio de Carlos V, construido en el siglo XVI. Torres Balbás, en su libro La Alhambra y el Generalife de Granada, señala que los monarcas granadinos no construían para la eternidad. Al llegar al trono, aspiraban a estrenar un nuevo palacio; en el de su antecesor permanecían los familiares de éste o era abandonado o destruido.
La Casa Real Vieja, integrada por un conjunto de edificios que en su mayor parte datan del siglo XIV, consta de cuatro patios:
- El de entrada
- El de Machuca
- El de los Arrayanes o de Comares, también llamado de la Alberca
- El de los Leones
El Patio de Machuca y el Mexuar
El Patio de Machuca, lugar en el que se encontraban las estancias en las que vivió en el siglo XVI el que fuera arquitecto del Palacio de Carlos V, fue construido posiblemente en el siglo XIV. De dicho patio, también llamado del Mexuar, sólo se conserva la arquería de su lado norte y una torre.
En el espacio comprendido entre este patio y el de los Arrayanes se encuentra el Mexuar, el Patio del Cuarto Dorado y el Cuarto Dorado. El primero de ellos, posiblemente salón del trono del palacio de Ismail I (1314-1325) y también lugar donde se administraba justicia, ha sufrido diferentes transformaciones a lo largo del tiempo. Construido en el siglo XIV, después de la conquista cristiana, el Mexuar fue transformado en capilla, por lo que su aspecto original se vio notablemente modificado.
El Patio del Cuarto Dorado y el Palacio de Comares
El Patio del Cuarto Dorado, que enlaza el Mexuar y el Palacio de Comares, tiene una fuente en el centro, réplica de la original, y unas estancias en su lado norte, a las que debe su nombre, que fueron modificadas en tiempos de los Reyes Católicos. En uno de sus frentes se encuentra la fachada principal del Palacio de Comares, construida en el siglo XIV.
El Patio de los Arrayanes
El Patio de los Arrayanes o de Comares, también llamado de la Alberca, fue construido por Yusuf I y reestructurado por Muhammad V en el siglo XIV. Es monoaxial, de planta rectangular que origina un espacio en torno al cual se distribuyen las dependencias del Palacio de Comares. Al fondo del pórtico norte se destaca la Torre de Comares, en cuyo interior se encuentra el Salón de Comares, del Trono o de Embajadores, al que se accede desde el pórtico a través de la Sala de la Barca (de baraka, bendición), cuya cubierta de madera es semicilíndrica, cerrada en sus extremos por un cuarto de esfera y con una decoración de estrellas. El Salón de Comares, construido por Yusuf I en el siglo XIV, es de proporciones cuadradas y tiene una rica decoración en sus paredes, alicatados de barro esmaltado en las zonas inferiores y yeserías con atauriques e inscripciones en el resto.
El Baño Real
De la época de Ismail I y Yusuf I (siglo XIV) es el Baño Real, cuya disposición sigue el modelo romano. Emplazado entre el Palacio de Comares y el de los Leones, se accede a él a través de una escalera que arranca de un vestíbulo y conduce a un piso inferior donde se encuentra el espacio termal. En él se distinguen diferentes estancias: el apodyterium (bayt al-maslaj), vestuario y sala de reposo, es conocido por el nombre de Sala de las Camas; el frigidarium (bayt al-barid), o sala fría y de menores proporciones que las restantes; tepidarium (bayt al-wastani), sala templada y la de mayor tamaño; el caldarium (bayt al-sajun), sala caliente, es de planta rectangular con unos arcos de herradura que separan dos espacios laterales en los que se encuentran dos grandes pilas. Completan este conjunto termal otras dependencias: caldera, leñera y una puerta trasera de servicio.
El Palacio de los Leones
El Palacio o Cuarto de los Leones fue construido por Muhammad V en el siglo XIV. Se encuentra situado perpendicularmente al eje del Palacio de Comares y tiene como núcleo el Patio de los Leones. A él se llega desde este último palacio, a través de la Sala de los Mocárabes. Tres grandes arcos también de mocárabes comunican esta sala con el Patio de los Leones, al que tienen acceso las siguientes estancias: la Sala de las Dos Hermanas, la de los Reyes y finalmente la de los Abencerrajes.
El Patio de los Leones
A diferencia del Patio de los Arrayanes, el de los Leones es un patio crucero, según el modelo del que se encuentra en el Castillejo de Monteagudo (Murcia), del siglo XII. En el centro del patio se encuentra la fuente, integrada por una taza dodecagonal que descansa sobre doce leones, procedentes de un palacio del siglo XI o realizados en tiempos de Muhammad V. En ella hay una inscripción con versos de una qasida del poeta Ibn Zamrak que explica su mecanismo y significado. En ellos se ha visto los cuatro ríos del Paraíso: Pisón (Oxus), Guijón (Indo), Tigris y Éufrates.
La Sala de las Dos Hermanas
La Sala de las Dos Hermanas fue el mexuar de Muhammad V. Esta estancia, cuyo nombre se debe a las dos grandes losas de mármol situadas en el suelo, a ambos lados de la fuente central, se comunica con unas dependencias laterales. En la pared frontal de esta sala hay un arco que comunica con otra en la que se encuentra el Mirador de Daraxa o Lindaraja desde donde se contempla el jardín del mismo nombre.
La Sala de los Reyes
La Sala de los Reyes, destinada posiblemente a la celebración de fiestas y banquetes, es rectangular, dividida en siete tramos de planta cuadrada y rectangular alternados, cubiertos con bóvedas de mocárabes y separados por arcos también de mocárabes que se comunican con otras dependencias situadas al fondo, en donde se destacan, en las tres estancias mayores. En la central se han representado los diez primeros reyes de la dinastía nazarí que dieron nombre a la sala, aunque también se ha visto en ella a Muhammad V acompañado por sus cortesanos.
La Sala de los Abencerrajes
La Sala de los Abencerrajes, situada frente a la de las Dos Hermanas, según la tradición, en ella tuvo lugar la matanza de varios caballeros abencerrajes.
El Palacio del Partal
Un conjunto más reducido, y también el de mayor antigüedad, lo constituye el Palacio del Partal (pórtico), construido por Muhammad III (1303-1309) como lugar de recreo a comienzos del siglo XIV.
El Generalife
El origen de su construcción se remonta a la época de Muhammad II (1273-1302), en el siglo XIII, aunque existen determinadas teorías que lo consideran obra de Muhammad III, de principios del XIV, siendo reformado en este mismo siglo por Ismail I. El Generalife (jardín del arquitecto), fuera de las murallas de la Alhambra, está situado en la colina conocida con el nombre del Cerro del Sol. Es uno de los palacios construidos por la dinastía nazarí como lugar de descanso y el que ha llegado hasta nosotros mejor conservado.
El Patio de la Acequia
El patio principal del Palacio del Generalife es el de la Acequia. Lo más destacable desde el punto de vista arquitectónico es el edificio del extremo septentrional del patio, con un pórtico de cinco arcos, el central más ancho y rebajado, que da acceso a la Sala Regia, de planta rectangular con dos alcobas laterales separada por arcos de mocárabes, a la que sigue una estancia cuadrada situada en el interior de la llamada Torre de Ismail.
Los Jardines del Generalife
Los jardines del Generalife, concebidos a imagen y semejanza del Paraíso, se convirtieron en un lugar para los sentidos donde el agua, la luz y el color tuvieron un marcado protagonismo, contribuyendo a la creación de un ambiente de paz y serenidad, tal como se percibe, entre otros lugares, en el Patio de la Acequia, el Patio del Ciprés de la Sultana y la Escalera del Agua.
Las Artes Suntuarias
La Alhambra, al igual que en su momento Medinat al-Zahara, estuvo decorada con valiosos muebles, tejidos, cerámicas y objetos de lujo que ponen de relieve el nivel logrado por sus artes suntuarias.
Cerámica
Muy destacable fue la cerámica, en la que se aprecian piezas significativas como la conocida por el nombre de Azulejo Fortuny, de principios del siglo XV, encontrado en una casa del Albaicín. También se han conservado excelentes ejemplares de loza dorada, cuyo principal centro de producción fue Málaga. Los llamados Jarrones de la Alhambra destacan, entre otras piezas, por su singularidad, como el Jarrón de Palermo. De época posterior (siglo XV) el Jarrón de las Gacelas.
Tejidos
La industria textil tuvo un extraordinario auge con la dinastía nazarí, especialmente los tejidos de seda. El modelo posiblemente más difundido desarrollaba sobre un fondo rojo franjas paralelas de diferente anchura, distribuidas en sentido horizontal, que encerraban una decoración geométrica y epigráfica en distintas tonalidades, similar a los alicatados y yeserías nazaríes.
Otros Objetos de Lujo
Muy destacable también es la Lámpara de bronce fundido, calado y cincelado, realizada en 1305 por los talleres reales para la mezquita de la Alhambra. Las armas fueron también muy apreciadas y entre ellas destaca por su interés la espada del siglo XV que, al parecer, fue arrebatada a Boabdil en la batalla de Lucena (1483), tras ser derrotado por las tropas de Diego Fernández de Córdoba.