Nietzsche
2. El problema del conocimiento
Nietzsche explora la relación entre vida y verdad, criticando la confusión de la cultura occidental que equipara la verdad con la cultura misma. En El nacimiento de la tragedia, analiza la tragedia griega como una forma de vida contrastante con la cultura actual, destacando la dualidad entre Dionisos y Apolo. Respecto al conocimiento, sugiere que los conceptos de verdad y moralidad surgen del resentimiento, proponiendo que todos los conceptos son metáforas y que la creación de conceptos es el verdadero conocimiento. En resumen, Nietzsche abraza un fenomenismo y perspectivismo, argumentando que pensar es crear.
3. El problema de Dios
Nietzsche plantea en Así habló Zaratustra la famosa frase «Dios ha muerto», señalando que la tradición, en especial los discursos de Kant y Feuerbach, han sido responsables de esta «muerte» de Dios. Kant cuestiona la idea de Dios como fundamento último de la realidad, y argumenta que creer en ella es similar a creer en algo sin evidencia. Nietzsche advierte sobre el nihilismo, tanto pasivo como activo, que surge tras la muerte de Dios, y destaca la importancia de permanecer fieles a la tierra y a la vida presente.
4. El problema del ser humano
Nietzsche introduce al superhombre como la evolución del ser humano tras la muerte de Dios, representando una nueva concepción antropológica. El superhombre, equiparado a un niño, vive sin máscaras sociales, acepta alegremente la muerte de Dios y crea valores. Este proceso se manifiesta en tres transformaciones del espíritu: el camello, el león y el niño. El superhombre, siendo fiel a la tierra y más allá del concepto de Bien y Mal, acepta el eterno retorno de lo idéntico, viviendo su vida en un único sentido. Esta doctrina implica vivir sin arrepentimientos, mostrando una objetividad en su carácter y un respeto por los demás, promoviendo la creación de nuevos valores.
5. El problema de la ética
Nietzsche cuestiona la noción de «bien» en una cultura que ha olvidado la esencia de la vida. En su obra Genealogía de la moral, critica la concepción aristocrática de lo «bueno» y lo «malo», argumentando que los sacerdotes, principalmente judíos y cristianos, invirtieron estos valores en favor de los débiles y desfavorecidos. Esta inversión, impulsada por el resentimiento hacia la vida, crea una civilización hostil hacia la vida misma y define al hombre como «mediocre incurable». Nietzsche propone la figura del superhombre, capaz de trascender las nociones convencionales de bien y mal, viviendo en plena inocencia y creando constantemente.
Marx
2. El problema del ser humano
Marx postula que la esencia humana reside en el trabajo y critica la alienación del trabajador en cuatro dimensiones:
- Respecto al producto
- A su actividad
- A la naturaleza
- A otros seres humanos
Esta alienación surge de la propiedad privada de los medios de producción, que obliga a vender la fuerza de trabajo para sobrevivir. Propone la abolición de la propiedad privada como solución para eliminar la alienación y establecer una sociedad comunista basada en el trabajo y el intercambio según las necesidades de todos los miembros.
3. El problema de Dios
Marx niega la existencia de Dios y critica la religión como una construcción social. Basándose en Feuerbach, argumenta que la idea de Dios es una proyección de las capacidades humanas, y la religión aliena la esencia humana al prometer una recompensa en la otra vida. Marx refina esta crítica, desestimando la veneración hacia el Hombre y abogando por un enfoque científico de los problemas humanos. Considera que la religión es un fenómeno ideológico que legitima la desigualdad social, y la etiqueta como «opio del pueblo», anestesiando el dolor de la opresión. Además, critica la ética de la renuncia de la vida en favor de una promesa futura, abogando por una verdadera liberación en este mundo mediante una sociedad libre de clases.
4. El problema de la política
Marx critica el modo de vida capitalista, destacando la alienación y la necesidad de cambiar el mundo partiendo de la crítica de la realidad presente. Su enfoque materialista histórico parte de la influencia de Hegel, buscando escapar de la alienación y transformar el futuro. La teoría política se desestima en favor de una teoría económica, analizando la distribución de recursos y la función social de la cultura y la religión. Marx propone una crítica continua del capitalismo y su estructura, basada en la división entre infraestructura y superestructura. La lucha de clases es el motor de la historia, con sistemas económicos que se suceden dialécticamente. El capitalismo, basado en la explotación del trabajador, conduce a contradicciones internas y eventualmente a la revolución proletaria. La toma del poder por parte del proletariado supondría la eliminación de la propiedad privada y la instauración de una sociedad comunista, con una fase provisional de dictadura del proletariado y una fase definitiva de sociedad comunista sin clases ni Estado coercitivo.