Análisis de La Celestina
Problemas Textuales y de Autoría
La primera edición conocida, sin título ni firma, aparece en Burgos (1499) y consta de dieciséis actos. Una nueva edición (Toledo, 1500) titula la obra Comedia de Calisto y Melibea y contiene unos versos, cuyas iniciales forman el acróstico que informa sobre su autor. Ediciones posteriores (Sevilla, ¿1502?; Zaragoza, 1507) salen ya con el título de Tragicomedia de Calixto y Melibea y cuentan con cinco actos más, hasta alcanzar los 21 con que hoy conocemos la obra.
Problemas de Género
Por ser un texto exclusivamente dialogado, sin narración y sin apenas descripciones, algunos la consideran una pieza dramática destinada solo a la lectura, no a la representación, ya que su puesta en escena sería muy difícil por los diversos cambios de escenario y por la larga extensión de la obra. Por la complejidad de la obra y por los diversos cambios espacio-temporales otros incluyen La Celestina dentro de la narrativa, como una especie de “novela dialogada” o “novela dramática”. Algunos autores piensan que Rojas intentó crear una “anti-novela sentimental”, es decir, una dura crítica a la novela sentimental que triunfaba en ese siglo.
Argumento
En un encuentro casual en el jardín de Melibea, Calisto, «de noble linaje», se enamora de Melibea, también noble y rica. A instancias de su criado Sempronio, requiere los servicios de una vieja alcahueta, Celestina, que logra con sus artes tramar los encuentros amorosos y unir a los amantes. Calisto regala a Celestina una cadena de oro en pago de sus favores. Los criados de Calisto, Pármeno y Sempronio, tras reclamarle a Celestina, sin resultado, parte de las ganancias con que su amo la había recompensado, asesinan a la vieja. Son detenidos por la justicia y ejecutados. Calisto continúa sus visitas nocturnas a Melibea. Elicia y Areúsa, amantes de Sempronio y Pármeno, deciden vengarse de Calisto y Melibea. Al oír un tumulto en el jardín, Calisto desciende de forma precipitada por la escalera, se cae y muere en el huerto de Melibea. Esta, al conocer el fin de su amado y, tras confesar a su padre, Pleberio, sus amores secretos con Calisto, se suicida arrojándose desde una torre. La obra termina con un largo y patético lamento paterno.
Personajes
La estructura, la acción y el conflicto dramático de La Celestina se asientan en buena parte en la coexistencia de dos mundos.
Mundo de Celestina y los Criados
Estos personajes son pragmáticos, realistas, materialistas, rufianes, movidos por la codicia y los bajos intereses.
Mundo de Calisto y Melibea
Calisto y Melibea tampoco son ningún ejemplo de virtud ni de altura moral, sino de amor sensual, hipocresía, egoísmo y ostentación.
Calisto
Pertenece a la nobleza urbana rica. No muestra ningún ideal caballeresco y está falto de todo interés cultural, social o militar. Vive ocioso, carece de escrúpulos y hace siempre gala de su enorme egoísmo y se deja arrastrar por su pasión, pues solo busca el goce de su amada.
Melibea
También de familia noble y rica. Al principio se comporta como la amada esquiva del amor cortés. Pero, cuando se enamora, es una mujer apasionada y ciega que no quiere oír un consejo, se deshace de sus ataduras morales y toma siempre sus propias decisiones.
Celestina
Antigua prostituta, realiza ahora labores de alcahueta, hechicera y regente de un burdel (donde trabajan Elicia y Areúsa). Es hábil, astuta y conocedora de las flaquezas de los hombres, así como de todos los recursos de su oficio. Su astucia queda cegada por su ambición, una pasión ciega que la llevará también a la muerte. Es el personaje central de la obra y se ha convertido en uno de los caracteres más conseguidos de la literatura universal.
Pármeno y Sempronio
Son los criados de Calisto. En vez de servidores fieles, son más bien, violentos y ambiciosos. Se unen a la alcahueta para sacar provecho de la pasión de su señor.
El Amor de Calisto y Melibea
Una de las cuestiones que más ha movido a la crítica a la hora de explicar e interpretar La Celestina es la referida a lo “inexplicable” o “paradójico” que resulta el hecho de que, siendo ambos enamorados de igual o similar condición social y no habiendo en principio nada que lo impida, no puedan sacar su amor a la luz y unirse en matrimonio o, al menos, no se plantee así en la obra. Todo hace pensar que el autor pretendió simplemente escribir y crear su obra tal y como lo hizo: presentar los hechos trágicos a los que lleva la pasión de dos enamorados con la mediación de una tercera, Celestina.
Lenguaje y Estilo
Una de las notas destacadas es el uso consciente de dos niveles de lenguaje: el culto y el popular, adecuados a las situaciones y a los personajes.
Lenguaje de Calisto y Melibea
Calisto, Melibea y Pleberio (el padre de Melibea), utilizan un lenguaje culto y ampuloso, acorde con la alta clase social a la que pertenecen. Los propios criados de Calisto critican, en ocasiones, el retórico y elevado lenguaje de su amo.
Lenguaje de Celestina y Criados
Celestina y los criados, pertenecientes a una clase social humilde, emplean un lenguaje popular, lleno de viveza y dinamismo; términos populares, expresiones coloquiales, chistes e insultos. No obstante, Celestina, cuando conviene a sus intereses, emplea con Calisto o con Melibea un lenguaje más culto y elegante, cercano al que los mismos amantes puedan utilizar.