Análisis de la Cuenta de Resultados de la Banca Española


Gastos de Explotación

Uno de los grandes retos de la banca es desarrollar su actividad con los menores gastos de explotación posibles. Entre 1994 y 2007, las entidades de depósito adoptaron políticas de contención de costes para compensar el estrechamiento de márgenes, logrando una reducción de 1.31 puntos porcentuales (-0.46 más -0.85) en los gastos de explotación. Esta caída, superior a la del margen, se debió principalmente a la fuerte reducción relativa de los gastos de personal. Sin embargo, las cajas de ahorro presentaban una desventaja comparativa debido al mayor peso de los gastos de personal y las amortizaciones, consecuencia de su orientación minorista y su amplia red de oficinas.

Impacto de la Crisis Financiera

Durante la expansión crediticia, el incremento de la actividad permitió mantener un costoso modelo de servicio bancario basado en una densa red de oficinas. A partir de 2007, la crisis financiera cambió radicalmente la situación. La caída de la actividad e ingresos puso de manifiesto la excesiva red operativa. Se impuso una reducción de oficinas y ajustes de plantilla para compensar la reducción de márgenes y optimizar la capacidad instalada, principalmente en el sector de las cajas de ahorro, que había experimentado una mayor expansión previamente. Este sector necesitó fondos públicos para su saneamiento y recapitalización en un proceso de reestructuración que conllevó numerosas integraciones, reduciendo drásticamente el número de empleados y oficinas.

Evolución de los Gastos y Márgenes

A pesar de los esfuerzos, desde 2007, la reducción de los gastos de explotación en porcentaje de activos totales medios (ATM) ha sido escasa (-0.15 pp.), insuficiente para compensar el descenso de los márgenes de intereses y bruto. Esto se debe al aumento de otros gastos de explotación, excluyendo los gastos de personal, que disminuyeron su peso del 61% al 54% entre 2007 y 2014. En consecuencia, los ingresos recurrentes (margen de intereses) apenas cubren los gastos de explotación, lo que exige nuevos esfuerzos para mejorar la eficiencia, especialmente ante un periodo de bajos tipos de interés.

Provisiones y Pérdidas por Deterioro

Otras rúbricas importantes previas al resultado de la actividad de explotación (RAE) son las dotaciones a provisiones (fondos de pensiones, impuestos y otras contingencias) y las pérdidas por deterioro de activos financieros (provisiones específicas y genéricas). Tras la crisis de los noventa, el sector mejoró el análisis de las inversiones, pero este rigor se relajó posteriormente. La economía favorable hasta 2007 redujo las exigencias de dotaciones y pérdidas. Sin embargo, desde 2008, la situación cambió con fuertes aumentos de las pérdidas por deterioro, ligados al incremento de la morosidad.

Resultado de la Actividad de Explotación (RAE)

El RAE, que alcanzó el 1.05% del ATM en 2007 (con un incremento de 0.56 pp. entre 1994 y 2007), ha caído notablemente, llegando al 0.13% en 2011 (0.92 pp. menos) y entrando en pérdidas (-1.7%) en 2012. Este margen negativo de 2012 se debió al espectacular crecimiento de la pérdida por deterioro de activos financieros (2.50% del ATM frente al 0.72% de 2011) por las exigencias de provisiones adicionales de los RDLs 2/2012 y 18/2012. Tras el ajuste, especialmente en 2014, el RAE mejoró ligeramente (0.46%) gracias a la mejora del margen bruto y las menores necesidades de provisiones, debido a la evolución de la morosidad y el saneamiento realizado.

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