Análisis de la Guerra Civil Española (1936-1939)


La Guerra Civil Española (1936-1939): Dimensión Política e Internacional

Contexto Histórico

Entre 1936 y 1939, España se vio inmersa en una guerra civil tras la sublevación militar encabezada por el general Mola contra la Segunda República, presidida por Manuel Azaña y con sucesivos gobiernos del Frente Popular.

Bando Republicano

Inicialmente, una serie de gobiernos republicanos provisionales llevaron a cabo incautaciones y colectivizaciones, desbordados por las organizaciones revolucionarias. En septiembre de 1936, el socialista Largo Caballero formó un gobierno con todas las fuerzas del Frente Popular, incluyendo cuatro ministros anarquistas, entre ellos Federica Montseny. Se creó un ejército unificado que recuperó el control de las diversas fuerzas políticas y sindicales. La capital se trasladó a Valencia. Se concedió la autonomía al País Vasco y se estudiaron proyectos similares para Valencia y Galicia.

Un grave problema fue el enfrentamiento ideológico entre comunistas (PCE y PSUC), anarquistas y comunistas-trotskistas (POUM). Esto provocó disturbios en Barcelona, sofocados por guardias de asalto. La negativa a ilegalizar al POUM llevó a la dimisión de Largo Caballero, sustituido por Juan Negrín. La influencia comunista creció, dominando el ejército, la policía y los servicios de inteligencia. Negrín, con Indalecio Prieto como ministro de Guerra y Vicente Rojo como jefe del Estado Mayor, implementó una política de resistencia a ultranza, esperando una guerra europea. Los reveses en Valencia y la batalla del Ebro dejaron dos bolsas republicanas, la catalana y la madrileña, difíciles de defender.

Bando Nacional

El alzamiento militar unió a grupos diversos: carlistas, falangistas, monárquicos alfonsinos y partidos católicos. La muerte de Mola y Sanjurjo, y la extensión de la guerra, llevaron a la creación de la Junta de Defensa Nacional en Burgos. En octubre, Franco fue nombrado Generalísimo y Jefe del Estado. Se formó la Junta Técnica del Estado, que desmanteló las reformas republicanas. Franco adoptó el mensaje falangista, creando en abril de 1937 la Falange Española Tradicionalista y de las JONS (FET y de las JONS). Todos los oficiales del ejército se convirtieron en miembros del partido. Franco contó con el apoyo de la Iglesia, expresado en la Carta Colectiva del Episcopado Español de julio de 1937. En enero de 1938, Franco formó su primer gobierno en Burgos, con Serrano Suñer como ministro de Gobernación. El régimen era personalista y nacional-sindicalista, basado en los 27 puntos de la Falange y el Fuero del Trabajo.

Dimensión Internacional

Francia y Gran Bretaña promovieron el Comité de No Intervención, con sede en Londres, que resultó ineficaz. El bando nacional recibió armamento, aviones y tropas de Hitler y Mussolini. También contó con la colaboración portuguesa y de capitalistas americanos e ingleses. La República recibió ayuda de Francia bajo el gobierno del Frente Popular y, sobre todo, de la Unión Soviética, que proporcionó técnicos, víveres y armamento, financiado en parte con el oro del Banco de España. También contó con las Brigadas Internacionales, voluntarios extranjeros que luchaban contra el fascismo. México envió pertrechos militares. El Pacto de Múnich (1938) alejó la posibilidad de más ayudas a la República.

Consecuencias de la Guerra

Costes Materiales

La guerra causó grandes destrucciones: carreteras, ferrocarriles, puentes, edificios, etc. La producción agraria disminuyó un 20% y la industrial un 30%. La renta per cápita cayó un 30% y no se recuperó hasta 1952. A esto se suma el coste de la ayuda militar extranjera.

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