Análisis de la Poesía y Teatro de Lorca y la Narrativa Española del Siglo XX


Poesía y Teatro de Federico García Lorca

Influencia de las Vanguardias

Las vanguardias influyeron en los poetas que, a la vez que desarrollaban el verso libre, rescataban estrofas clásicas. Compartían el sentimiento de desolación y agotamiento propio del arte deshumanizado a través del tema de la ciudad, que representa su idea de progreso. Otros temas recurrentes son la naturaleza cercana, el amor humano e individual, el compromiso con su tiempo y la resignación ante la muerte. Destacamos, además, la riqueza y originalidad de sus metáforas.

La Poesía de Lorca

La muerte y el amor frustrado son una presencia constante en la poesía de García Lorca, junto a la tradición y la Andalucía trágica en sus primeras obras: Poema del cante jondo y Romancero gitano. Poeta en Nueva York, fruto de su estancia en esa ciudad y de la influencia del surrealismo, nos muestra su conciencia social representada por el hombre incomprendido en conflicto con su propia existencia. Su simbología, su erotismo y la fuerza de sus imágenes continúan en sus siguientes obras: Canciones, El diván de Tamarit y Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías.

El Teatro de Lorca

El teatro de Lorca, a la altura de su poesía, constituye una de las cumbres del teatro español y universal. Tras comenzar con obras de apariencia infantil como La zapatera prodigiosa, y sus coqueteos con el drama histórico en Mariana Pineda, a su regreso de Nueva York compone piezas renovadoras de corte experimental y surrealista que forman el ciclo de las comedias imposibles: Así que pasen cinco años y El público, que fueron tan renovadoras que no se estrenaron hasta los años 80 del siglo pasado. Lo verdaderamente perdurable de su teatro es el ciclo formado por las dos tragedias, Yerma y Bodas de sangre, y los dramas Doña Rosita la soltera y La casa de Bernarda Alba; obras que tratan los mismos temas que su poesía: la frustración y el deseo imposible, que se manifiestan en un doble plano: el metafísico, donde las fuerzas enemigas son la muerte y el paso del tiempo; y el social, donde los prejuicios y las convenciones impiden la realización personal.

Narrativa Española del Siglo XX

La Narrativa Antes de la Guerra Civil

Los mejores autores que estaban publicando antes de 1936 tuvieron que exiliarse y es en el exilio donde continúan su importante labor narrativa, que no fue publicada hasta años más tarde.

La Narrativa de los 40

En los años 40 predomina un tipo de narrativa que, aunque utiliza los procedimientos del realismo, sustituye la realidad que se vive en el país por una visión triunfalista conforme a los valores del régimen. En 1942 surge una serie de obras que expresan cierto malestar, con personajes perdidos, sin ilusión ni futuro, en un mundo que los trata con crueldad e indiferencia. Novelas existenciales como La familia de Pascual Duarte, de Cela, inician la forma extrema de novela existencial llamada tremendismo, que refleja situaciones y escenarios particularmente violentos y desagradables, con un estilo que recuerda al del pícaro.

En este periodo también se publica Nada, de Carmen Laforet.

La Narrativa de los 50 y 60

En los años 50 surge una nueva tendencia narrativa: el realismo social, cuyos autores creían que la novela era un arma de denuncia de los males de la sociedad, un instrumento de concienciación y una forma de crítica social. En los años 60 se produce una renovación de temas y formas con la novela experimental, impulsada por el boom de la narrativa hispanoamericana. El comienzo de esta renovación se sitúa en 1962 con Tiempo de silencio, de Luis Martín-Santos, que sigue el modelo de Ulises, de James Joyce, utilizando distintos procedimientos narrativos, como la corriente de conciencia, que refleja el discurrir libre del pensamiento, la profundidad psicológica de los personajes y la reflexión sobre los conflictos morales que implica la toma de decisiones.

La Narrativa de los 70

En los años 70 se habla de la «muerte de la novela», pero surgen novedades y juegos de estructura cada vez más complejos, con mezcla de narradores y perspectivas, inmersión psicológica, incorporación de materiales previos y uso de sistemas de puntuación contrarios a la norma, además de procedimientos tipográficos que dan un componente plástico a la obra. Hubo una especial profusión y riesgo en la creación experimental, con obras que exigían la participación de los lectores para desentrañar textos voluntariamente oscuros. El experimentalismo se mantuvo después de la muerte de Franco en 1975. La publicación de La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza, anuncia el retorno a una narrativa de lectura más fácil, dando importancia a la trama argumental.

Funciones del Lenguaje y Análisis Morfosintáctico y Léxico-Semántico

En cuanto a las funciones del lenguaje, destacan la función expresiva, porque emplea un punto de vista subjetivo, y la función apelativa, por el uso de recursos estilísticos que demuestran la voluntad de estilo del autor. El nivel de la lengua es estándar debido a su carácter divulgativo, es decir, fácil de entender.

A nivel morfosintáctico se destaca el uso de la primera persona del singular, también la segunda persona del singular para sensibilizar al lector. Se utilizan tiempos verbales en pretérito y presente para comparar, así como el presente atemporal para hablar de la actualidad («es»). La modalidad del texto es principalmente enunciativa. La sintaxis es compleja, ya que tiende a la subordinación y es necesaria para desarrollar ampliamente las ideas.

A nivel léxico-semántico predominan los sustantivos concretos, ya que el texto está apegado a la realidad, y se utilizan adjetivos relativos.

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