Análisis de Relatos de Terror de Edgar Allan Poe


La máscara de la muerte roja

La muerte roja era una enfermedad que estaba acabando con toda la población del país. El Príncipe Próspero, atemorizado, llama a todos sus amigos a una de sus abadías, la cual contaba con siete salones distintos. El séptimo y último era aterrador, contaba con un reloj que marcaba la hora y dejaba a todos estupefactos. El Príncipe, una noche, decidió dar una fiesta de máscaras. En esta fiesta se presentó una persona disfrazada de la muerte roja, encontrándolo un gran insulto.

Resulta que no era un disfraz ni máscara, sino que era la muerte roja, la cual acabó con la vida de todos en la abadía, incluida la del Príncipe Próspero.

El entierro prematuro

En este cuento se dan a conocer diferentes casos de personas que presentan una enfermedad que consiste en que el cuerpo no da ninguna señal de vida. Esto puede durar horas o incluso meses. Habla del horror que tiene esta gente de ser enterrada viva, de la difícil vida que llevan al no querer salir de casa, las medidas que toman en el caso de ser enterrados con vida y las innumerables pesadillas.

En este capítulo se relatan diferentes historias de este tipo de enfermedad llamada catalepsia. Algunas de estas personas han sido enterradas vivas sin que nadie lo sepa; otras han sido enterradas, pero luego, por una serie de acontecimientos secundarios, descubren que están vivas y son rescatadas. En cambio, otras, las que tienen más suerte, no han sido nunca enterradas vivas.

El protagonista de este cuento, quien sufre de catalepsia, en una ocasión cree haber sido enterrado vivo, pero despierta y se da cuenta de que está durmiendo en un barco. Por esta experiencia, él decide cambiar su vida y nunca más sufrió otro ataque de catalepsia.

El corazón delator

Tema: El asesinato de un hombre, el cual fue matado por su mirada, que era muy penetrante.

Argumento: Se encontraban hablando un psicólogo y un hombre al que se le determinaba si estaba loco. El hombre presentaba actitudes de locura, pero le empezó a hablar al psicólogo de un asesinato que él mismo había realizado.

Comentó que todas las tardes que salía de su casa había un anciano que poseía un ojo de buitre y que cada vez que lo miraba sentía un escalofrío. Desde la primera vez que lo vio, esa misma noche, lo empezó a espiar. A la medianoche, entró a la casa y siempre prendía una linterna con una luz muy fina para poder apuntar a los ojos, pero siempre estaba dormido. Hasta que, a la octava noche, tratando de abrir la ventana, se le resbaló la mano y produjo un gran ruido, quedando el anciano sentado y pegando un grito. El hombre no hacía ninguna clase de ruido y durante una hora fue así; el anciano no se acostaba. Entonces, el hombre apagó la linterna y, al encenderla, le estaba apuntando a los ojos. Inmediatamente, el anciano se lanzó sobre él, lo botó al piso y la cama se le volteó para ahogarlo. Pero de todas maneras, el corazón seguía latiendo. El hombre lo ahogó por su propia cuenta. Para deshacerse del cuerpo, quitó tres metros de arena y al cuerpo lo despedazó: la cabeza por un lado, los brazos por otro y las piernas, lo enterró disimulando la realización del hueco en el terreno.

Cuando al otro día llegó la policía, diciendo que habían escuchado un grito en esta parte, el hombre empezó a negar todo. Estaba muy calmado, pero al final, ya que los policías se iban a ir, el hombre se puso pálido, nervioso, le empezó a salir espuma por la boca, hasta que confesó el lugar donde lo había enterrado.

La conclusión de este capítulo se basa en que, por más que uno quiera ocultar las cosas, esas cosas se terminan sabiendo por sí solas, sin querer uno expresarlas, más los nervios de esconder un cadáver.

La caída de la casa Usher

El protagonista es invitado por Roderick Usher a su mansión, estando este muy enfermo física y mentalmente. Roderick tenía alteraciones en su personalidad y una gran sensibilidad por los sentidos. La mansión tenía un aspecto tenebroso y una grieta con forma de zig-zag que iba desde el techo hasta casi el estanque. Roderick le tenía temor a la mansión. La parecida hermana de Roderick, Lady Madeline, había muerto hace pocos días. La muerta fue llevada a una cripta familiar por Roderick y el protagonista.

Una noche, Roderick, estremecido, fue por la compañía de su amigo, el cual le leyó un libro. Mientras el protagonista contaba la historia del joven Ethelred, los sonidos de la novela eran acordes con los sonidos de la mansión. Se abre la puerta de la habitación donde se encontraban los viejos amigos, los cuales quedan espantados al ver a Madeline frente a ellos. Ella muere ensangrentada encima de su hermano, tras la lucha por liberarse de la tumba, y Roderick muere de miedo. El protagonista escapa de la mansión mientras esta se derrumba.

Ligeia

El protagonista comienza por describir a su difunta esposa, Ligeia, una mujer perfecta en todos los sentidos: era bella, inteligente y apasionada, y entre todo destacaban sus extraños y expresivos ojos. Triste y desconsolado, se casa con Lady Rowena, una mujer a la que no ama, y que acaba muriendo de una enfermedad. La noche de su defunción, el cadáver de Lady Rowena se queda descansando en la habitación de su esposo, pero repetidas veces durante la noche comienza a dar señales de vida que cada vez se hacen más fuertes, hasta que esa mañana revive convertida en Ligeia, a la que su amado reconoce por sus ojos. En este relato aparece una poesía escrita por Poe y publicada en 1843 en la revista Graham’s Magazine, llamada El Gusano Vencedor (en inglés, The Conqueror Worm), la cual fue añadida a una versión revisada en 1845.

El gato negro

El gato negro trata sobre un hombre que tenía un gato negro al que quería mucho; siempre andaban juntos. Hasta que un día llegó un señor borracho y empezó a maltratar al gato. Después se encontró otro gato negro con una mancha blanca; el señor no quería tanto a este gato. Cuando la mancha blanca tomó forma de la muerte y como el gato lo seguía, él pensaba que la muerte lo perseguía. Un día, al tratar de matar al gato, mató a su esposa y, al esconder el cadáver en una pared, llegó la policía y la pared se cayó, y allí estaba el cuerpo de la mujer y encima el gato negro con ojos rojos que parecía diabólico.

El terror psicológico es un subgénero de la ficción terrorífica, ya sea literaria o cinematográfica, que centra su atención en los temores de los personajes, sus culpas, creencias y supersticiones. En este tipo de narración se busca la sutileza de efecto y la sugerencia más que el mero susto. Ejemplo: Silent Hill.

La narrativa gótica o de terror es un género literario relacionado estrechamente con el de terror y subsumido en este, al punto de que es difícil diferenciar uno del otro.

Una reseña literaria es una presentación oral o escrita de la opinión de un crítico sobre una obra, justificada con hechos o incidentes específicos (pasajes) de la pieza en cuestión. Su propósito principal es dejar saber si vale la pena leer el libro que está en discusión.

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