El Discurso Científico-Técnico
El discurso científico-técnico es propio de las disciplinas científicas y constituye un lenguaje profesional. La ciencia intenta explicar las leyes que rigen los fenómenos que integran nuestra realidad. Sus características generales son:
- Universalidad
- Verificabilidad
- Objetividad
- Claridad y rigor
Los textos científico-técnicos suelen mantener una estructura expositiva, pero pueden ocasionalmente fusionarse con la descripción objetiva y, en menor grado, con la argumentación y la narración (en los relatos de ciencia ficción). Existen dos categorías de textos científicos en función del nivel de conocimientos que tenga el receptor sobre la materia tratada:
Divulgativos
Destinados a un público con formación básica y noción previa al tema tratado; están integrados por artículos periodísticos y textos incluidos en enciclopedias o diccionarios especializados.
Especializados
El receptor es un profundo conocedor de la materia, probablemente un profesional.
Los textos científico-técnicos suelen adoptar una estructura expositiva. El contenido puede abordarse de dos maneras:
- Inductiva: Esta forma expone las etapas por las que ha pasado la investigación.
- Deductiva: Se parte de una hipótesis general que se aplica finalmente a un fenómeno concreto.
El Lenguaje en los Textos Científico-Técnicos
En función de la necesidad de información, precisión, claridad y universalidad, el discurso científico-técnico tiene las siguientes características:
a) Nivel pragmático: Predominio de la función referencial del lenguaje.
b) Nivel fónico: Entonación enunciativa; a veces hay oscilaciones e incorrecciones en la pronunciación de términos extranjeros.
c) Nivel morfosintáctico:
- Abundancia del artículo generalizador.
- Uso del plural de modestia.
- Utilización de estructuras nominales.
- Adjetivos especificativos, generalmente pospuestos al nombre; este puede sustituirse por complementos preposicionales.
- Uso preferente de: modo indicativo, presente gnómico (que aporta atemporalidad), imperativo, perífrasis verbales.
- Ordenación lógica del discurso, hay oraciones pasivas, tradicionales y reflejas; oraciones impersonales con «se»; construcciones coordinadas y yuxtapuestas, todo tipo de oraciones clarificadoras.
d) Nivel léxico-semántico:
Uso de la denotación y la monosemia, recurrencia al nivel estándar de la lengua y necesidad permanente de crear términos mediante tecnicismos y neologismos.
Todo discurso científico hace referencia a un fenómeno determinado; se elabora una hipótesis y esta se verifica mediante pruebas empíricas.
La Creación de Términos Científico-Técnicos
El rápido avance de la ciencia y de la técnica necesita crear terminología. De esta manera surgen los neologismos y los tecnicismos. Las formas habituales de crear terminología científico-técnica son estas:
a) Recurriendo a cultismos grecolatinos. A veces, términos híbridos, ya que funden un vocablo griego y latino. También pueden formarse con prefijos y sufijos cultistas.
b) Por procedimientos propios de la lengua patrimonial:
- Sufijación.
- Composición.
c) Mediante la adquisición de:
- Préstamos lingüísticos: tomados del inglés, son habituales palabras como software, CD-ROM.
- Calcos semánticos: se toma el significado de una palabra extranjera, aunque no el significante, ya que ese contenido se adapta a un término patrimonial que ya existía.
d) A través de la aparición de siglas y acrónimos.
El Discurso Jurídico-Administrativo
El discurso jurídico-administrativo es el utilizado por la Administración del Estado para regular las relaciones con los organismos internos de la propia Administración o con los ciudadanos. El Estado moderno y democrático adopta la separación de los poderes (legislativo, ejecutivo y judicial). Cada uno de estos poderes crea sus propios tipos de textos, aunque comparten las siguientes características generales:
- La influencia latina procedente del Derecho romano.
- El conservadurismo lingüístico.
- El afán de precisión, objetividad y claridad en la exposición.
- La monotonía y la rigidez formularia.
La comunicación en el texto jurídico-administrativo es unilateral, puesto que no se espera respuesta por parte del receptor. Esta condiciona los diferentes elementos pragmáticos:
- El emisor: Su superioridad jerárquica sobre el ciudadano mediante la utilización de fórmulas, así como mediante el uso del modo verbal imperativo.
- El receptor: Es colectivo; se alude a él genéricamente.
- El mensaje: Aparecen en él las funciones del lenguaje referencial (en el afán de claridad y objetividad), apelativa (cuando se insta al ciudadano a actuar de determinada manera) y metalingüística (al explicar la terminología que no ha quedado clara).
- El canal: Está representado por documentos escritos.
- El código: Se recurre al nivel culto de la lengua en el discurso jurídico-administrativo.
Tipos de Textos Jurídico-Administrativos
Podemos dividir estos en dos grupos:
- Los que la Administración dirige a los ciudadanos o a los órganos internos dentro de la propia Administración: resoluciones, circulares, etc.
- Los que el ciudadano dirige a la Administración.
Tres modelos de escritos jurídico-administrativos frecuentes en la vida cotidiana: la instancia, la denuncia y la sentencia judicial.
a) La instancia: Sirve para pedir una gestión concreta a la Administración. Su estructura es la siguiente: Título de la autoridad a la que se dirige la instancia, datos personales del solicitante, exposición de los hechos en los que se basa la solicitud, solicitud propiamente dicha, saludo formulario, fecha y firma del solicitante y cargo de la autoridad a la que se dirige el documento.
b) La denuncia: Se pide la intervención de la Administración en un conflicto. Consta de un encabezamiento, el cuerpo del escrito y una fórmula que indica el lugar y la fecha seguida de la firma del demandante.
c) La sentencia judicial: Supone la finalización del conflicto mediante la resolución del juez. Su estructura incluye un encabezamiento, los resultandos o hechos que se han tenido en cuenta, los considerandos o bases legales en las que se sostiene la sentencia, y el fallo judicial.
Características del Discurso Jurídico-Administrativo
El discurso jurídico-administrativo tiene las siguientes características:
- Plano textual: Uso de la intertextualidad; se citan continuamente otros textos administrativos. La estructura fija y expositiva facilita el reconocimiento de lo esencial en este tipo de textos.
- Plano morfosintáctico: Uso de fórmulas que sustituyen al pronombre de primera persona y de adjetivos especificativos, abundancia de sintagmas preposicionales. Respecto al sintagma verbal, hay preferencia por los modos indicativo e imperativo. Las oraciones suelen ser largas y compuestas; predominan las subordinadas de tipo exclamativo.
- Plano léxico-semántico: Se busca la precisión, por lo que se utiliza un léxico unívoco. Abundan fórmulas hechas, que no tienen sentido fuera del contexto jurídico y los tecnicismos.