RUBÉN DARÍO En la literatura española e hispanoamericana, Rubén Darío es, la máxima figura del modernismo, en los últimos años del siglo 20, contribuyó con más decisión a renovar la lírica en lengua española, primero en Hispanoamérica y, más tarde, en España. Su obra poética es la expresión de una personalidad compleja, oscilante contradictoria. La poesía es para él una forma de vida.
A los catorce años ya publicaba sus versos en los diarios y revistas de su país. En 98 viaja a España como corresponsal de La Nación. Rubén aparecía como cabeza de un nuevo movimiento que iba a desarrollarse en torno a él. Conoce en Ávila a, Francisca Sánchez, que le acompañará ya siempre. Viaja a París, enviado por La Nación, cuando regresa publica Cantos de vida y esperanza. En España ya se ha dado paso a una nueva generación, llamada la del 98, que siente devoción por Rubén. Muere en Nicaragua enfermo de cirrosis. Obras: Azul. Es su primer libro importante. Se componía de un puñado de cuentos y poesías que podrían calificarse de parnasianas. La innovación está en el verso (dodecasílabos, alejandrinos…), sin duda, pero sobre todo en la prosa. Los versos son renovadores en el estilo, pero conservan !a estructura tradicional. El azul para Rubén era color de ensueño, de arte, de espíritu helénico y antiguo, de inmensidades oceánicas y firmamentales. Prosas profanas. Rubén pasa algún tiempo en San Salvador, donde se casa con Rafaela Contreras, la Stela de sus poesías, que moriría al poco tiempo. En este libro publica el poema “El poeta pregunta por Stela» en el que la recuerda. Es un libro con coherencia interna, cosmopolita y de cultura plural, y con visión estética de la historia y de la mitología. Trata los temas desde una perspectiva en la que la vida es realzada por la belleza; buscando el secreto recóndito de las cosas y su belleza perenne. Cantos de vida y esperanza. Sigue la línea iniciada en Prosas profanas pero es más humano e intimista. El mismo Rubén dice: “Azul simboliza el comienzo de mi primavera, Prosas profanas, mi primavera y Cantos de vida y esperanza encierra las esencias y savias de mi otoño. Canias es, un libro de madurez vital y artística, un libro sobrio y profundo. Poemas más conocidos de este libro son “Yo soy aquel que ayer no más decía”, “Los cisnes” o “Lo fatal”. El canto errante. Algunos críticos consideran este libro como inferior a los anteriores suyos, aun así contiene una serie de poemas magistrales los que destacamos “La canción de los pinos”. Los temas son abundantes y variados: la naturaleza, la política, el tema erótico, etc. El canto a la Argentina. Es el más extenso de sus poemas; tiene reminiscencias históricas, literarias y artísticas. ANTONIO MACHADO. Nació en Sevilla y murió en Colliure. Su padre fue miembro de la ILE. Se traslada a Madrid y estudia en la ILE, continúa el bachillerato en el instituto de San Isidro. Se traslada a París y trabaja de traductor. Allí entra en contacto con la vida literaria parisiense, en una segunda estancia en París conoce a Rubén Darío. En 1903 publica Soledades. Obtiene la cátedra de francés en el Instituto de Enseñanza Media de Soria. Allí pasará una etapa fundamental en su vida. Se casa con Leonor Izquierdo, muchacha de 15 años (el poeta 34). Se va con ella va a pasar un año a París, pero Leonor enferma y regresan a Soria. Muere de tuberculosis y Antonio, abandona la ciudad y se traslada a Baeza. Cambia a Segovia, donde desarrolla una intensa actividad de fomento de la cultura. Es elegido miembro de la Real Academia en 27. Conoce a Pilar Valderrama, la Guiomar de sus últimos poemas amorosos. Se traslada a Madrid donde le sorprendió la guerra. Firme partidario de la República, se traslada a Valencia, Barcelona, para terminar en Colliure, junto con su madre, ambos muy enfermos. Allí murió y a los tres días, su madre. Obras: Soledad. Aparece en pleno apogeo del movimiento modernista. Predomina el tono melancólico y los temas son los característicos del intimismo posromántico: el amor, el paso del tiempo, la soledad…Pretender captar lo que él denomina “los universales del pensamiento». En la segunda edición se suprimen los poemas más modernistas y se añaden otros nuevos. Es muy característico el empleo de los símbolos: el camino, el cristal, el laberinto, el mar, el jardín, etc. Sus significados son muy diversos y cambiantes según los textos. Dios aparece también en algunos poemas. En este libro puede advertirse una obsesión por: la búsqueda del “yo’. Campos De Castilla. Consta de 56 poemas. Este libro, es ya de inspiración más objetiva. En el conviven poemas muy diversos. Abundan los que describen los paisajes y las gentes de Castilla. Se da cuenta del contraste entre el pasado glorioso de esas tierras y su andrajoso presente. Después de la muerte de Leonor, su visión de las tierras castellanas es más lírica y emotiva, el paisaje aparece otra vez teñido de subjetividad. El periodo de Baeza son los poemas en los que Machado presenta una dura visión de la España tradicional, religiosa y conservadora. Una poesía aparece en Campus de Castilla, poesía de tipo filosófico y moral que integra la serie “Proverbios y Cantares” en los que; Machado aúna el problema del conocimiento, la verdad, Dios, el sueño y la realidad, etc. Este libro se cierra con la sección titulada “Elogios”. Nuevas canciones de un Cancionero apócrifo. Poesías de guerra. En este libro incluye otro centenar de “Proverbios y cantares”, en los cuales reitera sus preocupaciones filosóficas. Crea una serie de escritores apócrifos a través de los cuales expone sus ideas, en el fondo son distintas voces del propio Antonio Machado. Entre los últimos de Machado, destacan; la “Canciones a Guiomar , en las que expresa su amor por Pilar Valderrama, y las poesías escritas durante la Guerra Civil, donde muestra su compromiso cívico y político.
A los catorce años ya publicaba sus versos en los diarios y revistas de su país. En 98 viaja a España como corresponsal de La Nación. Rubén aparecía como cabeza de un nuevo movimiento que iba a desarrollarse en torno a él. Conoce en Ávila a, Francisca Sánchez, que le acompañará ya siempre. Viaja a París, enviado por La Nación, cuando regresa publica Cantos de vida y esperanza. En España ya se ha dado paso a una nueva generación, llamada la del 98, que siente devoción por Rubén. Muere en Nicaragua enfermo de cirrosis. Obras: Azul. Es su primer libro importante. Se componía de un puñado de cuentos y poesías que podrían calificarse de parnasianas. La innovación está en el verso (dodecasílabos, alejandrinos…), sin duda, pero sobre todo en la prosa. Los versos son renovadores en el estilo, pero conservan !a estructura tradicional. El azul para Rubén era color de ensueño, de arte, de espíritu helénico y antiguo, de inmensidades oceánicas y firmamentales. Prosas profanas. Rubén pasa algún tiempo en San Salvador, donde se casa con Rafaela Contreras, la Stela de sus poesías, que moriría al poco tiempo. En este libro publica el poema “El poeta pregunta por Stela» en el que la recuerda. Es un libro con coherencia interna, cosmopolita y de cultura plural, y con visión estética de la historia y de la mitología. Trata los temas desde una perspectiva en la que la vida es realzada por la belleza; buscando el secreto recóndito de las cosas y su belleza perenne. Cantos de vida y esperanza. Sigue la línea iniciada en Prosas profanas pero es más humano e intimista. El mismo Rubén dice: “Azul simboliza el comienzo de mi primavera, Prosas profanas, mi primavera y Cantos de vida y esperanza encierra las esencias y savias de mi otoño. Canias es, un libro de madurez vital y artística, un libro sobrio y profundo. Poemas más conocidos de este libro son “Yo soy aquel que ayer no más decía”, “Los cisnes” o “Lo fatal”. El canto errante. Algunos críticos consideran este libro como inferior a los anteriores suyos, aun así contiene una serie de poemas magistrales los que destacamos “La canción de los pinos”. Los temas son abundantes y variados: la naturaleza, la política, el tema erótico, etc. El canto a la Argentina. Es el más extenso de sus poemas; tiene reminiscencias históricas, literarias y artísticas. ANTONIO MACHADO. Nació en Sevilla y murió en Colliure. Su padre fue miembro de la ILE. Se traslada a Madrid y estudia en la ILE, continúa el bachillerato en el instituto de San Isidro. Se traslada a París y trabaja de traductor. Allí entra en contacto con la vida literaria parisiense, en una segunda estancia en París conoce a Rubén Darío. En 1903 publica Soledades. Obtiene la cátedra de francés en el Instituto de Enseñanza Media de Soria. Allí pasará una etapa fundamental en su vida. Se casa con Leonor Izquierdo, muchacha de 15 años (el poeta 34). Se va con ella va a pasar un año a París, pero Leonor enferma y regresan a Soria. Muere de tuberculosis y Antonio, abandona la ciudad y se traslada a Baeza. Cambia a Segovia, donde desarrolla una intensa actividad de fomento de la cultura. Es elegido miembro de la Real Academia en 27. Conoce a Pilar Valderrama, la Guiomar de sus últimos poemas amorosos. Se traslada a Madrid donde le sorprendió la guerra. Firme partidario de la República, se traslada a Valencia, Barcelona, para terminar en Colliure, junto con su madre, ambos muy enfermos. Allí murió y a los tres días, su madre. Obras: Soledad. Aparece en pleno apogeo del movimiento modernista. Predomina el tono melancólico y los temas son los característicos del intimismo posromántico: el amor, el paso del tiempo, la soledad…Pretender captar lo que él denomina “los universales del pensamiento». En la segunda edición se suprimen los poemas más modernistas y se añaden otros nuevos. Es muy característico el empleo de los símbolos: el camino, el cristal, el laberinto, el mar, el jardín, etc. Sus significados son muy diversos y cambiantes según los textos. Dios aparece también en algunos poemas. En este libro puede advertirse una obsesión por: la búsqueda del “yo’. Campos De Castilla. Consta de 56 poemas. Este libro, es ya de inspiración más objetiva. En el conviven poemas muy diversos. Abundan los que describen los paisajes y las gentes de Castilla. Se da cuenta del contraste entre el pasado glorioso de esas tierras y su andrajoso presente. Después de la muerte de Leonor, su visión de las tierras castellanas es más lírica y emotiva, el paisaje aparece otra vez teñido de subjetividad. El periodo de Baeza son los poemas en los que Machado presenta una dura visión de la España tradicional, religiosa y conservadora. Una poesía aparece en Campus de Castilla, poesía de tipo filosófico y moral que integra la serie “Proverbios y Cantares” en los que; Machado aúna el problema del conocimiento, la verdad, Dios, el sueño y la realidad, etc. Este libro se cierra con la sección titulada “Elogios”. Nuevas canciones de un Cancionero apócrifo. Poesías de guerra. En este libro incluye otro centenar de “Proverbios y cantares”, en los cuales reitera sus preocupaciones filosóficas. Crea una serie de escritores apócrifos a través de los cuales expone sus ideas, en el fondo son distintas voces del propio Antonio Machado. Entre los últimos de Machado, destacan; la “Canciones a Guiomar , en las que expresa su amor por Pilar Valderrama, y las poesías escritas durante la Guerra Civil, donde muestra su compromiso cívico y político.