EL TEATRO HASTA 1939
El teatro es un género literario que necesita ser representado por unos actores y ante un público. Para ello es necesaria la disposición de locales apropiados.
El teatro comercial (triunfante)
Se orientó hacia el público burgués, de ideología conservadora en lo político, y continuó la tradición realista en lo artístico. Buscaba el entretenimiento, entre sus diversas modalidades:
- La comedia burguesa: Escenografía realista, cuestiones de la vida cotidiana. Destaca Jacinto Benavente con Los intereses creados y La malquerida, que critica los pequeños vicios.
- El teatro en verso: Imitaba las formas y asuntos del teatro clásico español del siglo XVII: dramas de honor, recreación de episodios de la historia española, lenguaje arcaizante. Destaca Eduardo Marquina con En Flandes se ha puesto el sol.
- La comedia de costumbres: Sobre conflictos amorosos con final feliz en ambientes populares idealizados. Uso de un lenguaje coloquial y vulgar aspirando a la comicidad. Entre sus características: la agudeza, el ingenio y la frescura. Se usaban recursos como: equívocos, juegos de palabras, ironía, exageraciones. Destacan los hermanos Álvarez Quintero con El genio alegre o La malvaloca.
El teatro innovador
Pretendía dirigirse a un espectador no específicamente burgués, a quien ofreció un nuevo tipo de obras por su contenido social y existencial y por sus nuevas propuestas técnicas y formales. Fuerte crítica, normalmente antiburguesa. Destacan Unamuno y Lorca.
Valle-Inclán
La novela y el teatro son las modalidades que lo sitúan en la primera línea de la literatura española del siglo XX. Su obra atraviesa tres etapas respondiendo a un proceso que va del esteticismo inicial y de una posición política conservadora hasta el creciente compromiso ideológico y la innovación técnica de sus últimas obras. Su época final se define por la denuncia de un mundo dominado por la brutalidad y lo absurdo. El objetivo de los «esperpentos» es deformar y degradar la imagen que se tiene de la realidad mostrando su verdadero rostro: lo grotesco y absurdo de la vida española contemporánea.
Federico García Lorca
Teatro esencialmente poético. Los temas giran en torno al conflicto entre los impulsos de libertad y realización personal, casi siempre eróticos, frente a las fuerzas externas que intentan ahogarlos. El resultado es siempre la frustración, que recae sobre la mujer-protagonista en la mayoría de los dramas. Su teatro puede dividirse en tres grandes ciclos: teatro menor, teatro de ensayo y teatro mayor.
El ciclo de Teatro mayor está compuesto de dramas y comedias, de tres actos, iniciados con Mariana Pineda (1923) y finalizados con sus tragedias más destacadas:
- Bodas de Sangre (1932): Atmósfera de tragedia y violencia inunda la escena. El conflicto entre los impulsos y las normas. El simbolismo de la obra es clave.
- Yerma (1934): Imagen de la fecundidad castigada a la esterilidad. Las normas sociales y la propia honra impiden a la protagonista entregarse a otro hombre.
- La Casa de Bernarda Alba (1936): La máxima depuración de los elementos líricos en beneficio de la acción dramática. Bernarda, la madre que trata de impedir la satisfacción de los deseos de sus hijas, representando la autoridad y la opresión.
EL TEATRO POSTERIOR A 1939
Al fin de la guerra civil, surgen graves problemas: los más poderosos son los que pueden asistir a las representaciones, la censura impide todo contenido político crítico y hay un corte profundo respecto al teatro anterior debido a la muerte o exilio de algunos maestros. No quedan grandes autores españoles, los empresarios recurren a traducciones de obras de autores extranjeros. El cine se convierte en el gran espectáculo de masas y desplaza al teatro en los gustos del público.
El teatro de posguerra (1939-1955)
- Teatro de “continuidad sin ruptura”: Continúa la comedia de salón, defensa de los valores tradicionales: Dios, patria y familia, crítica de costumbres, escenografía realista, uso de la regla de las tres unidades y búsqueda de la perfección formal.
- Teatro de humor: Busca renovar la risa, provocándola mediante situaciones, personajes, argumentos y lenguaje inverosímil, casi absurdo. Destaca Miguel Mihura.
- Teatro existencialista: Pretenden representar los conflictos existenciales del ser humano (soledad, melancolía, etc.). Aparecerán las preocupaciones sociales, no será fácil exponer la crítica y la denuncia social. Existen dos posturas: el Teatro posibilista, representado por Antonio Buero Vallejo e iniciado con Historia de una escalera, introduce la denuncia social de una forma indirecta; y el Teatro radical, que ejerce la denuncia política directamente, destaca Alfonso Sastre con Escuadra hacia la muerte.
El teatro de protesta y denuncia (1955-1965)
A partir del año 1955 aparece el teatro social en España. Surge la necesidad de expresar los problemas del momento a través del teatro. Aparece un nuevo tipo de público joven y universitario pidiendo un nuevo concepto de teatro y surge a la vez cierta relajación de la censura.
Teatro renovador (1965-1975)
Los autores españoles se cansan de un teatro técnicamente sencillo, comienzan a aplicar en sus obras las tendencias vanguardistas europeas y americanas. Surge el abandono del realismo. Los temas son los mismos del período anterior. Destacan Fernando Arrabal y los grupos de teatro independientes.
Últimas tendencias teatrales (desde 1975)
Paulatina desaparición de los autores teatrales en España. Debido a que los empresarios privados no se arriesgan con las obras de los autores jóvenes y los teatros públicos prefieren representar obras de autores clásicos protegiendo y difundiendo nuestra cultura literaria.
- Obras de técnica vanguardista, continúan las experimentaciones del período anterior. Destacan Fernando Arrabal y los Grupos de Teatro Independientes.
- Obras de técnica y orientación realista, destacando ¡Ay, Carmela! de José Sanchís Sinisterra.
- Surge una renovación de la comedia de costumbres de principios de siglo, ambientada en la ciudad moderna con los problemas que en ella se encuentran: paro, delincuencia, droga. Destaca Bajarse al moro, de José Luis Alonso de Santos.
- Y seguimos contando con las nuevas obras de autores ya consagrados como Buero Vallejo que se han ido adaptando a la sociedad.
ANÁLISIS DE EL CUARTO DE ATRÁS DE CARMEN MARTÍN GAITE
Se trata de un fragmento de El Cuarto de atrás (1978) de Carmen Martín Gaite (autora-narradora-personaje). Corresponde al cuerpo central de la obra. Es una parte dialogada con una estructura externa conformada por intervenciones de dos personajes y un párrafo narrativo último en primera persona. Este fragmento corresponde al plano del presente de la narración (recordemos la superposición de planos temporales en la obra).
No coinciden estructuras externa e interna, y a partir de estas ideas, el texto presenta una tipología de diálogo con una sucesión de intervenciones que se dan de forma cronológica y lineal y se trataría de una estructura narratológica clásica pues muestra un problema inicial que tiene C. sobre un libro de recuerdos que no ha podido escribir y, tras la conversación con su interlocutor, unida a sus recuerdos, encuentra la solución para dar salida al proyecto como se muestra al final:»Se me acaba de ocurrir una idea. ¿Y si mezclara las dos promesas en una».
- La intención es mostrar la dificultad que supone la creación literaria: C. quisiera destacar en la publicación de un libro de memorias, pero debido a la gran cantidad de títulos publicados, la solución sería innovar (función emotiva).
Se trata de un texto adecuado, coherente y cohesionado, los mecanismos lingüísticos de cohesión que refuerzan la coherencia textual son:
- Nivel léxico-semántico, mecanismos semántico-textuales: recurrencia léxica.
- Nivel gramatical, mecanismos sintáctico-textuales: anáforas, elipsis.
ANÁLISIS DE UN FRAGMENTO DE LA CASA DE BERNARDA ALBA
El fragmento propuesto pertenece a La casa de Bernarda Alba, obra escrita en 1936 por Federico García Lorca pero no publicada ni estrenada hasta 1945. En concreto corresponde al acto … de la obra, cuando se establecen las normas dentro de la casa, así como la descripción y presentación de los personajes a raíz de la muerte del segundo marido de Bernarda.
En lo referente a la estructura externa, el texto se compone de un total de veintitrés intervenciones de Mujer 4.ª, Poncia, Bernarda, Muchacha, Amelia, Adela, Martirio y Magdalena. El texto se compone de un total de nueve acotaciones.
Podríamos decir que el fragmento tiene una estructura narratológica clásica, pues hay una introducción (marco espacial en el que se desarrolla la acción), desarrollo (consecuencias de la muerte del marido de Bernarda en las hijas) y conclusión (no queda más remedio que acatar las normas de la madre por el hecho de ser mujeres y ser ese su papel en la sociedad del momento).
- La intención de Lorca en este fragmento a través de estos personajes es mostrar la actitud déspota de Bernarda hacia el pueblo y autoritaria hacia sus hijas imponiendo un luto riguroso de ocho años en los que prácticamente solo iban a poder bordar, pues así lo imponía la sociedad del momento por el hecho de ser mujeres (función apelativa). También podemos ver las reacciones de las hijas (función emotiva).
Se trata de un texto adecuado, coherente y cohesionado; los mecanismos de cohesión son elementos lingüísticos usados para unir las diferentes partes e ideas del texto con la intención de dotarlo de coherencia y reforzarla. Encontramos los siguientes: