9.2.- LA INTERVENCIÓN EN Marruecos. REPERCUSIONES DE LA PRIMERA Guerra Mundial EN ESPAÑA. LA CRISIS DE 1917 Y EL TRIENIO BOLCHEVIQUE
Tras el desastre del 98 España intentó recuperar el prestigio nacional y poner fin al aislamiento exterior, por ello la cuestión de Marruecos se convirtió en algo de vital interés para los mandos del ejército y fue el eje de la política exterior en el primer tercio del s XX.España y Francia se reparten las zonas de influencia en Marruecos, correspondíéndole a España la zona norte, con el Rift como pieza esencial. La población rifeña, dividida en tribus o cabilas, era reacia a renunciar a su independencia y algunas siguieron al líder Abd-el- Krim, organizador de una ofensiva de guerrillas contra los españoles. Esto obligó al gobierno español a desarrollar campañas militares que permitieran someter el territorio para asegurar la explotación de las minas y la construcción del ferrocarril hasta Melilla.Hasta 1909 la ocupación fue «pacifica», pero ese año enfrentamientos con los rifeños obligaron al gobierno a enviar refuerzos peninsulares por lo que llamó a los reservistas,en su mayoría hombres casados y con hijos, lo que desencadeno movimientos de protesta. La emboscada que sufrieron las tropas españolas en el Barranco del Lobo ocasiónó un elevado número de victimas y conmociónó a la opinión pública española,acentuando las movilizaciones populares que derivaron en la Semana Trágica de Barcelona. Esta derrota puso de manifiesto que era una guerra impopular, de extrema dureza y con un ejército poco preparado para este tipo de conflictos, aunque con ella se logró una cierta calma en Melilla. En el verano de 1921 el gobierno, decidido a someter su protectorado y encarga al general
Dámaso Berenguer que ocupe el sector occidental e inicia una expedición suicida que puso en peligro todo el protectorado.Por otro lado, el general Silvestre, comandante general de Melilla, recibíó el encargo de detener la ofensiva en el Rif, pero intentó conquista la bahía de Alhucemas cruzando un territorio extenso y de difícil orografía lo que facilitó la emboscada y la terrible derrota del desastre de Annual, donde más de 12.000 hombres fueron masacrados por los rifeños.En Madrid el parlamento exigíó responsabilidades forzando al gobierno a nombrar una comisión presidida por el general Picasso para delimitar las culpabilidades militares. En 1922 se abre en las cortes el debate de las responsabilidades políticas fomentado por los socialistas de Indalecio Prieto quien atribuyó al rey toda la responsabilidad del desastre 2 y el gobierno de concentración liberal, en un intentó de salvar el régimen constitucional permitíó la formación de una comisión de responsabilidades civiles. Ante el estallido de la Primera Guerra Mundial el gobierno español y todos los partidos políticos, se declararon neutrales, aunque esto no impidió se que se tomara partido por uno y otro bando dividiendo a los partidos políticos y a la sociedad, únicamente los anarcosindicalistas calificaron la guerra como un enfrentamiento entre imperialismos y no se decantaron por ningún bando.Esta neutralidad derivó en importantes beneficios económicos para España al convertirse en la abastecedora de Europa. Con el final de la Guerra en 1917 se pusieron de manifiesto las graves dificultades de la economía española provocando una crisis de subsistencia que afectó a las clases populares. La crisis militar es fruto del descontento de los oficiales «peninsulares» por el rápido ascenso de los «africanistas» y los bajos salarios. En Junio de 1917 presentaron un ultimátum al gobierno conocido como el manifiesto de las Juntas, en el que exigían el reconocimiento de sus exigencias.Con el apoyo del rey las Juntas lograron imponer sus demandas, que van en contra de la subordinación del poder militar al civil. La crisis política es fruto de, por un lado, las ideas de algunos grupos que creían que el regeneracionismo era la oportunidad de realizar una reforma que diera paso a una revolución democrática. Sólo acudieron 70, de 760, pero se acordó la formación de un gobierno provisional y la celebración de cortes constituyentes que reformaran la constitución con un sentido descentralizador y aprobasen la autonomía de Cataluña. El temor a que esta protesta derivara en acciones revolucionarias 3 frenó los propósitos reformistas de la clase política e hizo que el ejército colaborara activamente en la represión del movimiento.La huelga se saldó con 71 muertos y 2000 detenidos, entre ellos todos los miembros del comité de huelga que fueron condenados a cadena perpetua, aunque no la cumplieron al salir elegidos diputados en las elecciones del año siguiente. En 1918 la CNT celebra un congreso en Sant en el que acuerda una nueva estructura unitaria dando paso a un sindicato único que reafirma su postura política y su lucha sindicalista con la huelga como principal medio de acción. El panorama sindical se completa con los sindicatos libres que colaboran con los empresarios para luchar contra un enemigo común, la CNT. El momento más álgido de la conflictividad social se vivíó en Barcelona, en 1919, con la huelga en la Canadiense, una compañía de suministro eléctrico, que duró cuarenta y cuatro días, dejo prácticamente paralizada a la ciudad y se convirtió en un problema de alcance nacional.
A este panorama de tensión social y política se une en el verano de 1921 la noticia del desastre de cuando en 1922 se envió del Expediente Picasso a las cortes se puso de manifiesto la incapacidad e improvisación de los mandos militares y la desidia del gobierno. Los socialistas exigieron también el debate sobre las responsabilidades políticas, atribuyendo al rey todas las responsabilidades del desastre y forzando al gobierno, de concentración liberal de García Priet,o a formar una comisión de responsabilidades políticas. Pero antes de que esto ocurriera, el Capitán General de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, proclamó en Septiembre de 1923 el estado de guerra. El gobierno protesto, pero el rey se negó a destituir a los sublevados provocando la dimisión del gobierno.Alfonso XIII entregó el poder a Primo de Rivera, que formó gobierno sin contar con el Parlamento, consumando así el Golpe de Estado.