Arquitectura de Finales del Siglo XX y Principios del Siglo XXI
Movimiento Moderno
El Movimiento Moderno se extendió por el mundo impulsado por arquitectos como Walter Gropius, Mies van der Rohe y Le Corbusier. Se caracterizó por su énfasis en la ortogonalidad, el empleo de superficies lisas con aspecto visual de ligereza que permitía la construcción en voladizo.
El éxito del estilo internacional se debió a la necesidad de nuevos tipos de edificaciones: el edificio de oficinas, el bloque de apartamentos o las nuevas fábricas preparadas para albergar maquinarias y obreros. Fue posible gracias a los avances técnicos en la ciencia de los materiales y la construcción. Todo esto conlleva a edificios más altos, más resistentes y más espaciosos, un ejemplo de ello es el Edificio Seagram construido en Nueva York por Mies Van der Rohe.
Tras el Movimiento Moderno destacan dos corrientes: el movimiento posmoderno, que se opone al movimiento moderno y el movimiento tardomoderno, que lo sigue considerando vigente. A mediados de los años 90, se impone como tendencia dominante el tardomoderno.
Posmodernismo
La arquitectura posmoderna comienza a ser un movimiento a partir de los años 1970. El posmodernismo se dice que está anunciado por el regreso, el ingenio, el ornamento y la referencia.
Robert Venturi alcanzó prestigio cuando en la década de 1960 inició la crítica a la ortodoxia del movimiento moderno que desembocó en el posmodernismo de la década de 1970. Los arquitectos redescubrieron el valor expresivo y simbólico de los elementos arquitectónicos que se habían desarrollado a través de siglos de construcción y que habían sido abandonados por el estilo moderno. Ejemplos de la arquitectura posmoderna: Edificio Humana en Louisville de Michael Graves y el Edificio Sony de Philip Johnson en Nueva York, vuelven a introducir el color y el simbolismo de la arquitectura.
La arquitectura posmoderna es definida como neoecléctica, donde la referencia y el ornamento han vuelto a la fachada.
Las construcciones más destacadas son la Nueva Galería Estatal en Stuttgart de James Stirling, y la Plaza de Italia de Charles WIllard Moore en Nueva Orleans.
Tardomodernismo
No reniega del modernismo como lo hace la arquitectura posmoderna, y reclama una arquitectura más humana. Desde los 70 y 80, los arquitectos estrella fueron contratados en la producción y el consumo de una demanda intensificada de arquitectura. Su capacidad de crear un estilo auténtico satisfacía al mercado debido. Este énfasis en la arquitectura le acercó a las estrategias del marketing. Uno de los requisitos para ser un verdadero arquitecto estrella es la recogida del Premio Pritzker, inaugurado en 1982 y otorgado a arquitectos vivos cuyo trabajo demuestra la combinación de talento, visión y compromiso.
Características de la arquitectura estrella:
– Se trata de arquitecturas iconográficas, reconocibles, en algunos casos escultóricas. Arquetipos de marketing que generan una imagen identificadora de una ciudad o de una marca. – Sus presupuestos son elevados dado que sus clientes suelen ser ayuntamientos en grandes proyectos urbanos, grandes marcas o individuos muy adinerados. – Las innovaciones que plantean van dirigidas a resultados de gran espectacularidad, como producto de consumo basado en la imagen buscan la diferenciación. – Son objetos descontextualizados globalizados y globalizadores, en el caso de las ciudades, la posesión de uno de estos ejemplares sirve para situarla a nivel global. – Deben estar construidas por un miembro del Star System, a los que podríamos definir como arquitectos reconocidos internacionalmente.
A partir de los años 80, dentro de la arquitectura tardomoderna surgen dos estilos: el High Tech y el Deconstructivismo.
High Tech
El estilo High Tech busca exhibir los componentes tecnológicos del edificio en forma expresiva.
La idea es potenciar el aspecto brillante y agresivo propio de la alta tecnología, arquitectos que se adhieren a esta visión: Richard Rogers, Norman Foster… La Terminal 4 del aeropuerto de Barajas en Madrid a cargo de Richard Rogers recibe una alta tecnología en todo el diseño.
Norman Foster es un arquitecto británico galardonado con el Premio Pritzker en 1999 y el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2009. Sus proyectos iniciales se caracterizan por un estilo High Tech muy pronunciado. Los proyectos de Foster y sus socios llevan un marcado sello industrial, emplean elementos que se repiten multitud de veces, por lo que son fabricados en lugares alejados de la obra.
Santiago Calatrava, arquitecto, ingeniero civil y escultor español, se le considera especializado en grandes estructuras. Entre sus obras destacan La Estación de Lyon-Saint-Exupéry TGV. Dos años después creó su tercer despacho donde trabajaba en un proyecto de grandes dimensiones, la Ciudad de las Artes y de las Ciencias. En 1992, Calatrava firma la torre de comunicaciones de Montjuic y el Puente del Alamillo. En el año 2003, concluyó el edificio del Auditorio de Tenerife en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife.
Deconstructivismo
El Deconstructivismo empezó en 1980 y viene del Constructivismo ruso de 1920. Las características principales: falta de simetría, armonía y continuidad, huye de la geometría euclídea. La apariencia visual que da es un caos controlado. El referente del deconstructivismo es Frank Gerhy, el Museo Guggenheim de Bilbao es obra suya, al igual que La casa danzante en Praga.
Frank Gehry, sus obras arquitectónicas son puro arte, pero el secreto de su éxito es que sus esculturas son totalmente funcionales. Edificios como la Sala de Conciertos Walt Disney han dejado una huella imborrable. En el año 1989 fue galardonado con el Premio Pritzker y a pesar del paso del tiempo, su arquitectura sigue teniendo mucho éxito en la crítica. El Museo Guggenheim fue lo que le dio fama mundial, este fue inaugurado el 18 de octubre de 1997 y se destaca por las formas curvilíneas en forma de barco varado en la ría, recubiertas de planchas de titanio, cortinas de cristal y piedra caliza.