La Arquitectura de la Antigua Roma
Origen
La arquitectura romana abarca el período comprendido entre el establecimiento de la República romana en el año 509 a. C. hasta aproximadamente el siglo IV d. C., después de lo cual hace presencia la arquitectura tardía antigua o bizantina. Casi ningún ejemplo sustancial sobrevive desde antes del año 100 a. C., y la mayoría de las supervivencias más importantes provienen del Imperio posterior, después de aproximadamente 100 d. C. El estilo arquitectónico romano siguió influyendo en la construcción durante muchos siglos, y el estilo utilizado en Europa occidental a partir del año 1000 se llama arquitectura románica en referencia a la dependencia de las formas romanas básicas.
Características Principales
Monumentalidad: La arquitectura romana se caracteriza por su grandeza y magnificencia, buscando transmitir la idea de poderío e inmortalidad del Imperio.
Funcionalidad: Las construcciones romanas se caracterizaban por su sentido práctico y utilitario, respondiendo a las necesidades del Estado y la vida cotidiana. Ejemplos de ello son las basílicas, termas y acueductos.
Dinamismo: El uso de elementos constructivos como el arco y la bóveda otorgó un carácter dinámico a la arquitectura romana.
Materiales: Se empleaba una variedad de materiales, incluyendo piedra cortada, hormigón, ladrillo, madera y mármol. Los revestimientos con estuco, mosaicos y pinturas eran comunes.
Órdenes Arquitectónicos: Se utilizaron los órdenes toscano, jónico, corintio y el compuesto, a menudo superpuestos en edificios de gran altura.
Decoración: Guirnaldas, bucranios y la superposición de arco y dintel en un mismo vano son elementos decorativos característicos.
Urbanismo y Casa Romana
El urbanismo romano se basaba en un diseño ordenado y funcional, con calles rectas que se cruzaban en ángulo recto, formando una cuadrícula. La ciudad se dividía en módulos iguales, delimitados por calles y rodeados por una muralla con torres de vigilancia.
Diseño Urbano
Dos calles principales, el kardo maximus (norte-sur) y el decumanus (este-oeste), eran más anchas y conducían a las cuatro puertas de la ciudad. En su intersección se ubicaban el foro y el mercado.
Tipos de Vivienda
- Domus: Casa unifamiliar de las clases altas.
- Insula: Edificio de viviendas de varios pisos, habitado por las clases medias y bajas.
- Villa: Casa de campo de lujo.
Además de las viviendas, las ciudades romanas contaban con edificios públicos como basílicas, termas y foros.
Tipos de Edificios Públicos
Foro Romano
El Foro Romano era el centro neurálgico de la ciudad, donde se concentraban las instituciones de gobierno, el mercado, los templos y las actividades sociales. Era un espacio dinámico que reflejaba la vida pública romana.
Basílica Romana
Las basílicas eran grandes edificios multifuncionales que se utilizaban como mercados, tribunales de justicia, lugares de reunión y centros administrativos. Su estructura consistía en una gran sala rectangular con una o varias naves, siendo la central la más alta e iluminada por ventanas superiores.
Teatros, Anfiteatros y Circos Romanos
Estos edificios, destinados al ocio y entretenimiento, eran comunes en todo el Imperio Romano. Aunque compartían similitudes en su construcción y finalidad, cada uno tenía características propias:
- Circo: Destinado a carreras de carros, con forma alargada y una pista central.
- Anfiteatro: Escenario de combates de gladiadores y espectáculos con fieras, de planta circular u ovalada.
- Teatro: Destinado a representaciones teatrales, con forma semicircular y un escenario frente a las gradas.
La construcción de estos edificios a lo largo del Imperio Romano fue fundamental para la difusión de la cultura y el estilo de vida romanos.