Arquitectura Románica: La Iglesia y la Peregrinación


El Arte Románico: La Arquitectura del Siglo X al XII

El concepto de arte románico fue acuñado en el siglo XIX para referirse al arte desarrollado en Europa, cuyas formas derivaban del arte romano de la antigüedad. El románico representa la unidad y el predominio de las iglesias y los monasterios.

1.1 La Iglesia Románica

Las principales características de los templos románicos son:

  • Material de construcción: Piedra, con la que se levantan gruesos muros.
  • Planta: Cruz latina (planta basilical con transepto), con la nave central más ancha que las laterales y uno o más ábsides en la cabecera.
  • Bóvedas: Cañón en la nave central y arista en las laterales.
  • Pilares: Cruciformes o compuestos, que recogen los arcos fajones y las columnas de apoyo de las bóvedas de arista.
  • Contrafuertes: Grandes contrafuertes en el exterior para soportar el peso de las bóvedas.
  • Ábsides: Cubiertos con bóvedas de cuarto de esfera.
  • Crucero: Espacio cuadrado que surge del cruce de la nave con el transepto, cubierto con cúpula y resaltado en el exterior por un cimborrio.
  • Iluminación: Escasa, con vanos abocinados.
  • Decoración: Pinturas murales en la cabecera, relieves en los capiteles y las líneas de imposta.
  • Portadas: Grandes portadas esculpidas, que concentran la ornamentación.

La Iglesia de Peregrinación

La costumbre de peregrinar a los lugares donde se conservaban las reliquias de Jesucristo dio lugar a la aparición de las iglesias de peregrinación. El modelo que respondía a las necesidades de acoger a una multitud de peregrinos y facilitar su tránsito era la planta de cruz latina con número impar de naves.

  • Cripta: Subterránea, situada generalmente bajo el altar, donde se exponían las reliquias.
  • Girola: Pasillo que rodea el ábside principal, permitiendo a los peregrinos deambular fácilmente.
  • Absidiolos: Pequeñas capillas o ábsides construidos en la girola y en la parte contigua del transepto.
  • Tribuna: Situada sobre las naves laterales, con vanos abiertos hacia la nave central, para alojar a los peregrinos y permitir la apertura de ventanas al exterior.

Ejemplos de iglesias de peregrinación son San Sernín de Toulouse y Santa Fe de Conques, ambas en Francia.

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