Avance Alemán y Juicios de Guerra: Europa 1939-1940


La Guerra Relámpago: 1939-1940

La primera fase de la Segunda Guerra Mundial se caracterizó por un avance ininterrumpido de los ejércitos alemanes, en función de una táctica concebida como acción rápida, la Blitzkrieg o “guerra relámpago”. Se basaba en el empleo de unidades motorizadas de vanguardia, las Panzerdivisionen, destinadas a romper el frente enemigo y destruir sus principales puntos de defensa. La táctica se aplicó con éxito en cuatro ofensivas:

  1. Septiembre de 1939: Invasión de Polonia. A finales de septiembre, los alemanes entraron en Varsovia.
  2. Abril de 1940: Ocupación de Noruega y Dinamarca.
  3. Mayo de 1940: Invasión de Holanda, Bélgica y Luxemburgo.
  4. Junio de 1940: Comienzo de la invasión de Francia.

La invasión de Polonia no fue total, ya que los rusos se apresuraron a ocuparla por el Este y hubo que llegar a un acuerdo ruso-alemán para repartirse el territorio polaco. Cuando Alemania invadió Polonia, Gran Bretaña y Francia, aliados de esta última, declararon la guerra a Alemania. En los días siguientes, la URSS invadió la parte oriental de Polonia y Finlandia.

Posteriormente, en abril de 1940, Alemania ocupó Dinamarca y Noruega, asegurándose el suministro del hierro sueco, y en el mes siguiente, mayo, Holanda, Bélgica y el norte de Francia. Los británicos pudieron evacuar a unos 350.000 hombres en Dunkerque. Francia, que había construido una gran barrera defensiva estática en su frontera con Alemania, la línea Maginot, nada pudo hacer ante el potencial bélico alemán y fue vencida en menos de un mes. La línea Maginot fue una defensa construida por los franceses en la frontera con Alemania, en el río Rin, y que no les sirvió prácticamente de nada al ocupar los alemanes Francia por el norte y no por el este, lugar éste por donde habían previsto los militares franceses el ataque.

Francia, tras la ocupación alemana, quedó dividida en dos zonas:

  • El norte y oeste, ocupados por los alemanes.
  • El resto del país, con capital en Vichy, que quedó bajo el mando del gobierno del general Pétain. Esta última zona fue considerada colaboracionista de Alemania: el régimen pronazi de Vichy.

El 10 de junio de 1940, Italia entró en la guerra, tras asistir a los éxitos de Hitler. En este mes de junio, el Eje Roma-Berlín dominaba la mayor parte de Europa, y Gran Bretaña se quedaba sola frente a Hitler. Tuvo lugar entonces la Batalla de Inglaterra, en la que la aviación alemana, la Luftwaffe, lanzó oleadas de ataques contra objetivos militares y económicos británicos desde el verano de 1940 hasta principios de 1941 para forzar la rendición de los británicos, pero no consiguieron su objetivo.

Consecuencias de la Guerra: Nuremberg y Tokio

Durante las sucesivas conferencias de paz, se acordó establecer las responsabilidades personales de los crímenes cometidos durante la guerra, lo que se llevó a cabo en dos procesos célebres: el de Nuremberg y el de Tokio.

Los Juicios de Nuremberg

En Potsdam, los aliados habían alcanzado un acuerdo para someter a juicio a los líderes nazis que quedaban vivos y acusarlos de crímenes contra la humanidad. Era un cargo sin precedentes y un juicio único en la historia, que terminó acusando a la mayoría de los encausados como culpables del delito de genocidio por el exterminio de judíos y otras minorías, como gitanos o eslavos. Las razones que avalaron la decisión fueron las siguientes:

  • Existió un plan nazi para exterminar a todos los judíos que se encontraran en territorio controlado por Alemania o por sus aliados.
  • El plan de exterminio fue diseñado por el propio Hitler y sus colaboradores.
  • Estos fueron informados puntualmente del desarrollo del proceso.
  • El exterminio de los judíos se realizó, entre otros medios, a través de maltratos, agotamiento extremo y malnutrición, trabajos forzados, experimentos médicos y técnicas de aniquilamiento masivo.
  • La mayoría de los judíos asesinados eran civiles.

El tribunal militar de Nuremberg condenó a morir en la horca a diez altos mandos nazis, todos ellos directamente implicados en el Holocausto, pero desoyó la petición de los soviéticos de fusilar a todos los encausados y se absolvió a los jefes de la Wehrmacht, el ejército alemán, aduciendo que cumplían órdenes.

El Proceso de Tokio

Para juzgar los delitos de los líderes japoneses, se formó el Tribunal Penal Internacional para el Lejano Oriente, con sede en Tokio. Los cargos fueron idénticos a los formulados en Nuremberg y se impusieron siete penas de muerte. El emperador Hirohito fue absuelto de cualquier responsabilidad y muchas de las atrocidades de las tropas japonesas en China o Corea quedaron impunes, lo que ha provocado un resentimiento que aún hoy perdura.

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