Barreras y Estrategias para la Inclusión en Educación Física


Actitud del grupo clase: Si no existe un trabajo previo de sensibilización mediante el cual los alumnos y alumnas puedan llegar a comprender los efectos de las limitaciones, puede favorecerse la aparición de actitudes irrespetuosas y segregadoras, de tal forma que no facilite la tarea del educador o educadora en su esfuerzo por dar respuestas a las diferentes necesidades educativas del alumnado. Como consecuencia puede darse el “rechazo inclusor” por parte del grupo clase o de algún compañero: no aceptar determinadas adaptaciones que diseña el profesor para facilitar la participación activa y efectiva en la sesión de educación Física.

El diagnóstico y los informes médicos: Respecto al diagnóstico se puede convertir en una barrera para la participación y el aprendizaje cuando no disponemos de él, debido a que el proceso se puede dilatar en el tiempo, a la espera de que llegue. Respecto a la información médica básica, nos llega frecuentemente de manera muy sintética y mayoritariamente sin contraindicaciones.

La opinión de los fisioterapeutas: El trabajo interdisciplinar con los fisioterapeutas es a menudo complicado ya que, en general, tienden a equiparar la sesión de Educación Física con una sesión de alto rendimiento. Su actuación a menudo se limita a realizar un trabajo individualizado en el centro, sin plantearse la posible colaboración con el profesorado de Educación Física.

Ausencia de especialista en Actividad Física Adaptada en los Equipos de Asesoramiento Psicopedagógico o Equipos Multiprofesionales: Con la presencia regular de un especialista en este ámbito, la actitud inclusiva de los docentes se vería reforzada y, por tanto, aumentaría tanto la calidad docente como la seguridad del educador y educadora.

La Inclusión en el Área de Educación Física

La inclusión no es tarea fácil y sigue siendo un reto en nuestro sistema educativo y en la realidad escolar, recordemos la necesidad de que la escuela adopte medidas organizativas y curriculares que van más allá de la intervención docente.

Estrategias para la Inclusión

La educación en actitudes y valores: Centrándonos en la inclusión de los alumnos con discapacidad en la sesión de Educación Física, la educación en actitudes y valores será la base para que todo el alumnado respete la diversidad y pueda así interiorizar la inclusión como un valor que enriquece a toda la comunidad. Debemos conseguir que todo el alumnado se sienta acogido, aceptado, seguro y por tanto, valorado.

El aprendizaje cooperativo y las actividades cooperativas: El aprendizaje cooperativo se presenta como una metodología inherente al movimiento de la escuela inclusiva, con el fin de maximizar el aprendizaje de todos y todas y promover una educación en actitudes y valores desde nuestra área de intervención. Deberíamos repensar cuáles son las prácticas habituales en la Educación Física escolar para adaptarlas a este marco. El abuso en la utilización de actividades competitivas puede ir en detrimento de la cooperación, pudiendo llegar a ser una fuente de exclusión El juego cooperativo fomentaba la aparición de conductas prosociales en comparación con las actividades individuales o competitivas.

La enseñanza multinivel: facilita que el profesorado diseñe una sesión para todo el alumnado posibilitando la introducción de objetivos individuales en el contenido y en las estrategias educativas del aula. Los objetivos estarán definidos de forma detallada para cada alumno y alumna, sin obviar los estilos de aprendizaje y evaluando al alumnado partiendo de sus diferencias individuales. La elección de una tarea por parte del alumno o alumna debe reflejar un equilibrio razonable entre la necesidad de tener éxito y la necesidad de aprender nuevos contenidos.

Adaptación de las Tareas

3 Fases

1.- La información como punto de partida.

  • La importancia del contexto socioeducativo y familiar.
  • El nivel de independencia, de seguridad y de autoconfianza.
  • La actitud ante el déficit y la autoaceptación.
  • La capacidad de integración en el grupo y de establecer relaciones sociales.
  • El grado y el tipo de la discapacidad.
  • El momento de la aparición del déficit.
  • Presencia o no de un déficit asociado (plurideficiencia).
  • El ritmo de la patología (si es o no es progresivo).
  • El nivel de alteración del desarrollo motor y perceptivo-motor.
  • La presencia o ausencia de la estimulación precoz.
  • Las ayudas técnicas y adecuaciones protéticas.

2.- Análisis de la tarea

Una vez detectadas y analizadas las necesidades educativas, el siguiente paso consiste en hacer una propuesta de tareas adecuadas a dichas necesidades. Para ello deberemos analizar la tarea en estrecha relación con las características de cada individuo.

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