10. LOS ESTUDIANTES Y LA RESISTENCIA
La resistencia hace referencia al reconocimiento de un contra poder colectivo, ejercido por los oprimidos para objetivar sus intereses de clase y, contrarrestar el ejercicio del poder de la clase dominante. La resistencia es una postura emancipadora de la pedagogía radical que reconoce al individuo como sujeto activo, el cual conforma sus visiones sobre el mundo a través de la reelaboración y construcción de los diferentes mensajes ideológicas los que está expuesto en sus experiencias.
Cabe destacar algunas de las implicaciones teóricas de la resistencia. En primer lugar, se reconoce que la relación entre estudiantes y profesores dentro del espacio escolar, no es una relación mecánica de opresor-oprimido, donde el ejercicio del poder es unilateral y en donde los actores de esta relación juegan un papel totalmente pasivo: resistencia reconoce el papel activo, de lucha, que llegan a desplegar contra el ejercicio del poder tanto maestros como estudiantes.
En segundo lugar, se reconoce que no todas las resistencias que se presentan en el aula tienen carácter emancipador y liberatorio, se va más allá de una relación mecánica de subordinado-insubordinado.
No todas las conductas de oposición son actos de resistencia.
En cuanto a loas conductas de oposición, debemos de
distinguir cuáles son conductas de oposición y cuáles actos de resistencia.
En
primer lugar, las conductas de oposición se refieren a las conductas
individuales de rechazo que muestran los estudiantes a las reglas establecidas
institucionalmente. Por otra parte, los actos de resistencia son acciones
colectivas que enfrentan al ejercicio del poder, y que proponen dar forma a una
realidad mejor.
Las conductas de oposición son principalmente individuales e individualistas; se inscriben en la lógica mercantilista del capitalismo y en una moralidad basada en la sobrevivencia del más fuerte. En estas conductas, se pueden observar cómo los estudiantes desafían a la cultura impuesta por el maestro dentro del aula, se observa también, la esencia del modo de producción capitalista basado en la división de clases y en la explotación del hombre por el hombre, es utilizado de forma acrítica por los estudiantes para evidenciar públicamente a sus compañeros ante el grupo y como estas conductas de oposición observadas, más que desafiar a la autoridad del maestro consolidan el orden social dominante.
Otras conductas de oposición son las actitudes exageradas de sexualidad, que los niños exhiben dentro del aula.
Existen conductas de oposición explícitas, en donde los estudiantes enfrentan de manera directa y frontal al autoritarismo del maestro. Estos casos se enmarca dentro de las conductas de oposición porque son individuales, pero son también el preludio de los actos colectivos de repitencia.
De estas consideraciones se puede decir que no pueden
existir actos de resistencia sin presentación previa de conductas políticas de
oposición. Pero sí pueden existir conductas de oposición que no lleven
necesariamente actos de resistencia. Siendo los actos de resistencia:
tácticas sutiles o abiertas que desafían el
ejercicio del poder; son acciones colectivas y solidarias que enfrentan a la
cultura oficial; son un ejercicio manifiesto o latente para desplegar una
fuerza subversiva y emancipadora ante el ejercicio del poder, para poner en
peligros las mismas condiciones que lo hacen posible. Los actos de resistencia
atentan contra el orden establecido; se mofan de él, lo ridiculizan y lo
trastocan simbólicamente, como medio para vislumbrar una realidad más justa y
humana.
Hay tres tipos de resistencia:
La resistencia pública y directa al ejercicio del poder: donde los estudiantes se enfrentan al autoritarismo del maestro de forma abierta, directa y frontal, rompiendo con el ambiente rígido de la normatividad escolar y rehuyendo de la realización de la actividad indicada por la maestra.
La resistencia indirecta al ejercicio del poder: menos directos, menos manifiestos, podría decirse en estado latente, que no entran de manera directa al autoritarismo del maestro, pero que demuestran públicamente su rechazo a la invasión cultural realizada por la escuela a través del ejercicio del poder.
La resistencia
oculta a la mirada del poder
Estos actos son organizados a manera de conspiración colectiva y a espaldas del maestro. Estos actos, ilustran cómo el espacio escolar es un campo de lucha política en donde la clase económicamente dominante despliega su poder con el propósito de conservar el orden social establecido. Estos son incluso más peligrosos que los anteriores, ya que al no dar la cara no pueden ser medidos y calculadas las fuerzas de éste, hecho como hurtar las preguntas del examen, copiarse del compañero…
Los actos de resistencia ubican a los estudiantes como sujetos activos, hacen ver a los estudiantes como sujetos producto y productores de las estructuras sociales con posibilidades y obligación de transformarlas.