Características de la novela hispanoamericana


La narrativa española anterior a la Guerra Civil


El Siglo XX es una época de constantes transformaciones en todos los ámbitos de la vida: científico, tecnológico, ideológico. En España se inicia con el reinado de Alfonso XIII. Su sistema político alternará a grupos  conservadores y liberales pero, ante problemas sociales, el general Primo de Rivera, implanta una Dictadura desde 1923 hasta 1930, año en el que dimite.El 14 de Abril de 1931 se proclama la 2ª República. Desde este año hasta 1936 es un periodo de gran agitación política pero de enorme enriquecimiento cultural. La situación política estalla el 18 de Julio de 1936 con la Guerra Civil (1936-1939). Se enfrentan dos bloques sociales antagónicos: nacionales, que alcanzan la victoria, y republicanos. Se instaura, tras la contienda, un régimen conservador de la mano del General Franco provocando el exilio masivo de los partidarios del bando republicano.En literatura y en concreto en el género narrativo, si el Siglo XIX fue el nacimiento y desarrollo de la novela como género burgués, el Siglo XX ha sido el de la crisis del Realismo y la búsqueda de nuevos caminos novelísticos. Arranca con la publicación de importantes novelas y ensayos de autores pertenecientes a la llamada generación de fin de siglo que aglutina a modernistas y  noventayochistas. Comparten todas ellas ciertos rasgos temáticos y estructurales pero sobre todo el rechazo a la estética realista.-Son obras subjetivistas en la medida en que la realidad es expuesta a través de la visión de un personaje.-En el plano temático, la crisis de los valores burgueses y el fracaso vital son los temas recurrentes.-En cuanto a la estructura, se rompe la división tradicional (presentación, nudo y desenlace) aproximando la novela a otros géneros como la poesía o el ensayo, género que cultivan con frecuencia.-Se pretende depurar el estilo a través de la sencillez y la precisión lingüística.Los mejores representantes son: Pío Baroja, Miguel de Unamuno, Ramón María del Valle-Inclán y José Martínez Ruíz “Azorín”.La producción de Baroja se agrupa en trilogías en las que incluye sus obras más significativas: Camino de perfección, El árbol de la ciencia y Zalacaín el aventurero. La narrativa de Unamuno posee un sentido temático unitario basado en su preocupación por España y en su reflexión sobre la existencia humana que aparece en novelas como Amor y pedagogía, Niebla y San Manuel Bueno, Mártir.
Azorín recrea el paso del tiempo y la creación literaria, ejes temáticos de su producción en sus dos obras más significativas: La voluntad y Antonio Azorín.
Valle-Inclán comienza su carrera con una estética modernista que plasma en Sonatas, formada por cuatro novelas en las que recrea la biografía amorosa del marqués de Brandomín. Posteriormente, evoluciona hacia la creación de los esperpentos, visión demoledora y grotesca del mundo contemporáneo en obras como Tirano Banderas y El ruedo ibérico.La narrativa novecentista reúne a un conjunto de novelistas que rechazan la visión subjetiva de los noventayochistas para presentar una visión intelectual, por un lado y un formalismo lírico, por otro. A la primera tendencia pertenece Pérez de Ayala autor de novelas ensayísticas con un estilo clasicista que plasma en Belarmino y Apolunio y Tigre Juan. A la poematización de la novela pertenece Gabriel Miró con Nuestro Padre San Daniel y El obispo leproso. La más drástica ruptura con la novela del Siglo XIX se produjo en los años veinte con la obra vanguardista de Ramón Gómez de la Serna. Su producción narrativa huye del compromiso socio-político, rechazan el subjetivismo y su unidad no radica en su estructura argumental sino en la repetición de motivos. En cuanto al estilo, busca un lirismo concretado en el lenguaje figurado y en el uso de la greguería definida como una metáfora humorística. Entre sus títulos destacan Cinelandia y El novelista.Significativos seguidores de esta estética son Jardiel Poncela con Amor se escribe sin hache y Benjamín Jarnés con El profesor inútil.Los años treinta reaccionan contra la narración formalista anterior y postulan una novela neorrealista en la técnica y provista de un mensaje sociopolítico contra las injusticias y la explotación de los humildes. Los novelistas más destacados son César Muñoz Arconada con La turbina pero sobre todo Ramón J. Sender con Imán.En conclusión, la narrativa española anterior a 1936 viene condicionada por la crisis de fin de siglo y por acontecimientos políticos, históricos y sociales de este que han dejado múltiples movimientos literarios e insignes figuras.


El teatro del Siglo XX hasta 1939


El Siglo XX es una época de constantes transformaciones en todos los ámbitos de la vida: científico, tecnológico, ideológico. En España se inicia con el reinado de Alfonso XIII. Su sistema político alternará a grupos  conservadores y a liberales pero, ante problemas sociales, el general Primo de Rivera, implanta una Dictadura desde 1923 hasta 1930, año en el que dimite.El 14 de Abril de 1931 se proclama la 2ª República. Desde este año hasta 1936 es un periodo de gran agitación política pero de enorme enriquecimiento cultural. La situación política estalla el 18 de Julio de 1936 con la Guerra Civil (1936-1939). Se enfrentan dos bloques sociales antagónicos: nacionales, que alcanzan la victoria, y republicanos. Se instaura, tras la contienda, un régimen conservador de la mano del General Franco que provoca el exilio masivo de los partidarios del bando republicano.La dramaturgia del Siglo XX se escinde en dos tendencias: el teatro conservador que se adaptan a los gustos del público de clasemedia y el innovador que buscan nuevos cauces temáticos y estilísticos. La primera tendencia se ramifica en las siguientes vertientes:-Teatro Poético: teatro en verso, influido por el Modernismo y caracterizado por dramas históricos impregnados de una fuerte ideología conservadora. Destaca En Flandes se ha puesto el sol de Eduardo Marquina. –Teatro del Humor o cómico: Sin pretensiones literarias, su finalidad es conseguir la risa del espectador. En esta tendencia destacan los hermanos Álvarez

Quintero (1)


quienes cultivan la comedia de costumbres andaluza construida sobre una imagen esteriotipada de Andalucía como plasma en Malvaloca, Puebla de las mujeres, Mariquilla. Pertenece también a este teatro Pedro Muñoz Seca creador del astracán, género que busca la risa mediante las situaciones disparatadas como  se observa en La venganza de don Mendo.

Por último, sobresale Carlos Arniches que inicia su producción con sainetes, piezas costumbristas ambientadas en Madrid, con personajes típicos (chulos y chulapas) y con un lenguaje humorístico como se advierte en El santo de la Isidra, La chica del gato. Evoluciona hacia tragicomedias grotescas con una leve crítica social como refleja en La señorita de Trevélez (3), Es mi hombre.-Comedia Tradicional  caracterizada por la presentación de conflictos burgueses con un estilo cuidado. Destaca Jacinto Benavente con Los intereses creados.Junto a este teatro comercial, existíó un teatro inspirado por las corrientes innovadoras europeas entre los que destacan: Ramón María de Valle-Inclán y Federico García Lorca. Contemporáneos a éstos, también experimentaron con el lenguaje dramático: Jacinto Grau que cultiva un teatro simbólico en el que destaca El señor de Pigmalión, farsa en torno al poder y a los peligros de la creación y Unamuno creador de un teatro de honda significación moral y sin apenas escenografía en la sobresalen títulos como Fedra, El otro y El hermano Juan. La producción dramática de Valle-Inclán experimentó una evolución desde la estética modernista hasta el esperpento por lo que podemos hablar de dos grandes fases.Hasta 1920, Valle ensaya simultáneamente diversas vías estéticas: la modernista en La marquesa Rosalinda, la mítica en la trilogía titulada Las Comedias Bárbaras y en la obra Divinas palabras. Éstas últimas se enmarcan en una Galicia mítica en la que imperan fuerzas primarias (el poder, el sexo, la avaricia) que zarandean a los personajes. También cultiva la farsa en Farsa y licencia de la reina castiza caricatura de la corte de Isabel II en la que aparecen ya rasgos del tratamiento degradante de la realidad española carácterísticos del esperpento. A partir de 1920 consolida la estética del esperpento por primera vez en Luces de bohemia. Su intención es deformar la realidad que presenta para desenmascarar las apariencias y dejar al descubierto su verdadera naturaleza. La intención del autor es obligar a reflexionar al espectador sobre los conflictos que se presentan con una técnica distante que impide cualquier identificación emocional.Sigue esta estética las tres piezas teatrales reunidas bajo el título Martes de carnaval.El conjunto de la obra de Lorca se caracteriza por la diversidad de formas y géneros. Inicia su producción con dos farsas para muñecos (Tragicomedia de don Cristóbal y la señá Rosita y el Retablillo de don Cristóbal) y dos para actores (La zapatera prodigiosa y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín). La influencia vanguardista se observa en sus dramas surrealistas: Así que pasen cinco años y El público en el que defiende la plena realización del deseo individual. La cumbre de su producción la forman las tragedias: Bodas de sangre, Yerma,  La casa de Bernarda Alba y el drama Doña Rosita la soltera.Comparten todas ellas el protagonismo de la mujer y el tema de la frustración amorosa o sexual por la moral establecida.  En ellas, Lorca se propone conmover al público y poner en tela de juicio sus convicciones. En la década de los treinta surge, por una parte, un teatro del humor cultivado por Jardiel Poncela en Eloísa está debajo de un almendro y por otra, se da a conocer el teatro clásico español gracias a la aparición de compañías

La novela y el cuento hispanoamericanos en la segunda mitad del Siglo XX


El éxito del género narrativo hispanoamericano en la segunda mitad del Siglo XX viene marcado por dos momentos: el surgimiento del Realismo mágico y su consolidación a través de los autores del boom.A partir de la década de los cuarenta, hay una renovación en la narrativa: se abandona la estética realista y se percibe la influencia de los movimientos de vanguardia europeos, en especial, del Surrealismo.Entre las carácterísticas más destacadas se encuentran:En el aspecto temático, domina la combinación de los problemas existenciales con los sociales. Irrumpe el Realismo mágico, término introducido en América por Alejo Carpentier, quien, en el prólogo a su novela titulada El reino de este mundo, reconoce que la naturaleza y la historia hispanoamericana resultan tan sorprendentes que no pueden ser representadas mediante una estética realista. Es necesario una estética de lo real maravilloso, fundada en la inserción del mito en el contexto de la realidad ordinaria.-En el plano estético, se tiende a una prosa muy cuidada, con variedad estilística y al desarrollo de unas formas innovadoras.Los autores más significativos de esta renovación son: Alejo Carpentier  y Miguel Ángel Asturias. El primero compone Los pasos perdidos, su mejor obra, en la que plasma el choque entre la civilización degradante y la naturaleza regeneradora. Otra obra magistral es El siglo de las luces donde analiza las consecuencias de la Revolución Francesa en las colonias antillanas. Miguel Ángel Asturias escribe El señor presidente, novela de dictador escrita en un estilo Barroco que eleva a los personajes al rango de arquetipos con el fin de universalizar la condena de las dictaduras.Otras tendencias narrativas importantes son: la metafísica cuyo autor más destacado es Jorge Luis Borges. Creador polifacético destaca por sus colecciones de cuentos: Ficciones y El Aleph. En Ficciones plantea la irrealidad del mundo que percibimos, su condición de sueño o espejismo, la falsedad de nuestras apariencias y la posibilidad de que la vida sea una apariencia. El Aleph es una serie de cuentos fantásticos de temática filosófica: la insoportable inmortalidad, la infinitud, etc…La narrativa existencial es cultivada por Juan Carlos Onetti en Juntacadáveres y por Ernesto Sábato quien publica sus dos obras maestras Sobre héroes y tumbas y Abaddón el exterminador.Juan Rulfo presenta una creación novelística integrada por una colección de cuentos titulada El llano en llamas en la que sigue los presupuestos realistas y por una novela Pedro Páramo, modelo de Realismo mágico. En ella narra como Juan Preciado viaja al pueblo de Cómala para buscar a su padre, Pedro Páramo, al que no conoce. Cómala es la metáfora espacial del más allá, un lugar habitado por espíritus que recuerdan su vida, de modo que la llegada del protagonista supone el ingreso en la muerte, aunque ni él ni el lector lo saben hasta la mitad de la novela. El tiempo en que Cómala fue un pueblo vivo sometido a la tiranía de Pedro Páramo se convierte en una parábola de la identidad mexicana.La década de los sesenta supone para la novela hispanoamericana una etapa de máximo esplendor, ya que se publican un gran número de obras de calidad que tuvieron gran éxito editorial y una gran difusión internacional. Por estos motivos, se conoce este fenómeno literario como el boom de la novela hispanoamericana. Se inicia en 1963 con la publicación de la obra Rayuela de Julio Cortázar. Los nuevos autores continuaron el cultivo del Realismo mágico y del género fantástico, alternando los espacios urbanos y los ambientes rurales o selváticos. Permanece la crítica político-social, sobre todo en la denuncia de las dictaduras e incorpora la angustia vital. No obstante, la brillantez de la nueva novela estriba en dos aspectos: la novedad en la técnica narrativa (ruptura de la linealidad temporal, empleo del perspectivismo y de los monólogos interiores como medio para presentar la subjetividad de los personajes, ruptura de la presentación convencional del texto, proponiendo una lectura a saltos) y en el uso de un lenguaje Barroco que se aleja del castellano parco y seco de la novela realista.Por su fam  internacional destacan de forma significativa: Julio Cortázar, Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa.La obra narrativa de Julio Cortázar se compone de relatos breves como Bestiario y Octaedro, cuentos de sucesos extraños en un marco realista en los que se previene de objetos cotidianos puesto que pueden ser fuente de terror o sorpresa. En su producción novelística destaca Rayuela en donde se burla del Realismo y reclama la presencia de un lector activo. Obra organizada como un rompecabezas, presenta una lectura lineal y una lectura desordenada, a


saltos entre capítulos.Gabriel García Márquez es un autor consagrado tras la publicación de Cien años de soledad en la que narra la historia de un pueblo, Macondo y de la familia que lo fundó, los Buendía. Con El otoño del patriarca aborda la novela de dictador. Obra magistral es Crónica de una muerte anunciada en donde reconstruye la historia de un asesinato que se anticipa desde la primera línea. Otras obras significativas son: El amor en los tiempos del cólera, Doce cuentos peregrinos, Vivir para contarla y la más reciente Memorias de mis putas tristes.Mario Vargas Llosa conjuga la realidad peruana y sus experiencias vitales en sus obras más destacadas: La ciudad y los perros que narra la brutal existencia cotidiana de unos cadetes (“perros”) en una academia militar y Conversaciones en la catedral, análisis de un proceso de corrupción política. La inquietud política del autor está presente en La fiesta del chivo. Otra obra reciente es Travesuras de una niña mala.Otras voces del boom significativas son: Carlos Fuentes y Roa Bastos. El primero es autor de La muerte de Artemio Cruz, de la antología de cuentos La Frontera de cristal  y de su reciente novela Todas las familias felices. Augusto Roa Bastos es un prestigioso escritor de la obra Yo, el supremo en la que aborda el enfrentamiento entre un dictador y la libertad de expresión.El éxito de la novela estimula en los años setenta el surgimiento de jóvenes creadores que van a tener en común la plasmación de los referentes de la cultura de masas en sus obras. Destacaremos a: Bryce Echenique con Un mundo para Julius y un destacado nutrido grupo de nuevas narradoras como Isabel Allende autora de La casa de los espíritus, Laura Esquivel en Como agua para chocolate y Zoe Valdés con La nada cotidiana.Si hasta bien entrado el Siglo XX la narrativa hispanoamericana no había sido significativa, a partir de la década de los cuarenta comienza una renovación del género consolidada por los autores del boom y que pervivirá hasta la actualidad constituyendo una literatura de transcendencia mundial.


La narrativa desde los años 70 a nuestros día


La crítica considera la fecha de 1975 como el inicio de una nueva etapa de la narrativa española. La nuevas condiciones sociopolíticas (la reinstauración de la monarquía en la figura de Juan Carlos I, la implantación de un sistema democrático que garantiza la pluralidad política, la integración de España en los principales organismos internacionales: OTAN (1982), Comunidad Económica Europea (1986), etc…) se reflejarán en la producción literaria.
Desde 1975, la novela española, sin renunciar a las técnicas innovadoras de la novela experimental, recupera el interés por los elementos tradicionales del relato, sobre todo, por el argumento y por la configuración del personaje.Si algo define la narrativa actual es su eclecticismo estético. El crítico Santos Alonso distingue las siguientes tendencias dominantes:

-Novela experimentalista y discursiva

Prosigue la novela centrada en el discurso: complejidad lingüística y estructural, heterogeneidad estilística y de contenidos. Ejemplos son: Makbara de Juan Goytisolo y la tetralogía Antagonía de Luis Goytisolo.-

Metanovela

Alcanza su madurez en los ochenta; aborda la creación literaria, la propia construcción de la novela y de los personajes como concibe García Hortelano en Gramática parda y Juan José Millás en El desorden de tu nombre.-
Novela histórica en la que sobresalen títulos como La isla de los jacintos cortados de Gonzalo Torrente Ballester, Extramuros de Jesús Fernández Santos, Soldados de Salamina de Javier Cercas.-

Novela erótica

La novia judía del sevillano Leopoldo Azancot, Las edades de Lulú de Almudena Grandes.-
Novela detectivesca o policíaca, en la que la investigación de un delito o la solución de un misterio permite realizar un análisis de la sociedad española de la transición. La verdad sobre el caso Savolta y El misterio de la cripta embrujada de Eduardo Mendoza, El invierno en Lisboa de Antonio Muñoz Molina, Corazón tan blanco de Javier Marías son ejemplos de ello. –

Novela crónica

Se trata de relatos que asumen la forma de crónicas de hechos del presente o del pasado: La noche que llegué al café Gijón y Los helechos arborescentes de Francisco Umbral.-Auge del cuento y de la novela corta por razones sociológicas y de consumo. Destaca Manuel Rivas ¿Qué me quieres, amor?, El lápiz del carpintero o José María Merino, entre otros.Paralelo al deseo de recuperar la narratividad, se produce un resurgimiento del Realismo, con una estética renovada, que incorpora otras parcelas de la realidad: elementos fantásticos, oníricos, míticos. El Realismo de esta etapa se manifiesta en distintas orientaciones novelísticas:

Novela del Realismo crítico y social

Plasma el conflicto entre los personajes y el mundo, en espacios urbanos y rurales, y ofrece una visión crítica y comprometida con la realidad histórica de la época. Además de los autores que habían cultivado la novela social en sus primeras obras y que ahora retoman, Miguel Delibes en Los santos inocentes y Juan Marsé en El embrujo de Sanghai y Rabos de lagartija, destaca el jerezano Caballero Bonald en Campo de Agramante. En esta tendencia se puede enmarcar la serie de relatos de Alberto Méndez titulada Los girasoles ciegos.-

Novela de la memoria

Presenta un fuerte componente de subjetividad y autobiografía, que evoca el pasado para recuperar las vivencias y la identidad de los personajes: Historia de una maestra de Josefina Aldecoa, La edad de hierro de Antonio Martínez Menchén, El jinete polaco de Antonio Muñoz Molina.

-Novela neorrealista costumbrista

Describe los ambientes y la vida cotidiana de personajes arquetípicos de un sector de los jóvenes como plasma José Ángel Mañas en Historias del Kronen, Pedro Mestre en Matando dinosaurios con tirachinas, o de períodos históricos concretos, mezclados con la aventura y con la intriga tal y como se observa en las novelas El maestro de esgrima y La tabla de Flandes de Arturo Pérez Reverté.

-Novela psicológica

Al recuerdo se une el análisis interior de los personajes, de sus relaciones y de su evolución psicológicacomo plasma Álvaro Pombo en El héroe de las mansardas de Mansard.

Novela alegórica, mítica y fantástica

Incorpora la fantasía Luis Landero en Juegos de la edad tardía, la mitificación de la memoria y la cultura rural Julio Llamazares en La lluvia amarilla.

Novela expresionista

Surge en la década de los ochenta y continúa en la siguiente. Incorpora elementos deformadores y grotescos, cercanos al esperpento como se plasma es Amado monstruo de Javier Tomeo.-
Alter pop o generación Nocilla, grupo de narradores nacidos en torno a los setenta que ha encabezado un giro novelístico. Se percibe en ellos el influjo de la estética híbrida y fragmentaria de las nuevas tecnologías (blogs, youtube, Factbook, chats).

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