PRINCIPALES Características DEL LENGUAJE Periodístico 1. El rasgo distintivo del lenguaje periodístico es su heterogeneidad en un doble sentido: a) mezcla en un mismo “acto” comunicativo de elementos de naturaleza diversa; y b) los rasgos lingüísticos que lo caracterizan surgen de “contagios” de otros lenguajes específicos. Junto a la heterogeneidad, el lenguaje periodístico se caracteriza también por unos rasgos de estilo: objetividad, claridad, concisión, corrección y amenidad. Tales principios se oponen a la vaguedad, a la abstracción excesiva o a la alteración (voluntaria o no) de la veracidad de la información, en cuyo caso entramos en el terreno de la manipulación y de la propaganda, y a cierto descuido en los usos lingüísticos, tendencias demasiado frecuentes en el periodismo actual. 2. Heterogeneidad de funciones comunicativas, códigos, contenidos y registros. A) funciones comunicativas: las tres finalidades del lenguaje periodístico son informar, opinar y entretener. La información veraz está ligada a la función referencial y la opinión a las funciones expresiva y conativa. La información recurre casi siempre a textos narrativos y descriptivos (ej. Un reportaje), y la opinión a textos expositivos y argumentativos (ej. Un artículo). Los rasgos morfosintácticos más destacados de los textos de informativos son: el predominio de la modalidad oracional enunciativa y de la 3ª persona verbal; del presente y del pretérito perfecto simple; de sintagmas nominales con abundantes adyacentes y solo con adjetivación especificativa descriptiva; la preferencia por los enunciados nominales (sin verbo) en los titulares; y por una sintaxis sencilla donde abundan el estilo directo (para citas literales de las declaraciones), así como las construcciones de valor impersonal y pasivo. Por su parte, los textos de opinión se caracterizan por usar (junto a las enunciativas), oraciones dubitativas, interrogativas y exhortativas, y por recurrir a la primera persona verbal, y a los conectores y marcadores de subjetivización; por la abundancia de la adjetivación (especificativa y explicativa) y las comparaciones, por el uso del presente intemporal, pret. Imperfecto de subjuntivo y condicional y por una sintaxis compleja acorde con la
intención argumentativa de los textos. En el nivel léxico, los textos informativos exigen un vocabulario denotativo, mientras que los de opinión se cargan de significados connotativos. En ambos niveles, y por el contacto con la cambiante realidad, se imponen los tecnicismos y los neologismos. Ejs de tecnicismos: abdicación, derogación, fiscal (ámbito político o jurídico); escenografía, “performance”, intertextualidad… (ámbito cultural), trivote, “hat-trick” (deportes). Ej de neologismos: antiglobalización, decretazo, macrobotellón, ugetista (formados por derivación y composición); “friki”, “yuyu”, “petar”, “rayar”, kedada (formados por influencia de jergas callejeras); y “selfie”, “wassap” (por introducción de extranjerismos) La heterogeneidad del lenguaje periodístico también afecta a la adaptación de este a los distintos medios de comunicación (prensa, radio, TV, Internet), lo cual exige integrar equilibradamente tres códigos comunicativos diferentes: 1) el verbal (oral o escrito), 2) el sonoro (sonidos y música); y 3) el icónico (desde los diseños tipográficos a las imágenes, en movimiento y fijas). Igualmente, los contenidos periodísticos son muy variados: temas políticos, económicos, bélicos, culturales, religiosos, jurídicos, deportivos, etc, lo cual impone un vocabulario cada vez más cambiante, propio de cada actividad humana. Por último, el tratamiento de tales contenidos trae consigo diferentes registros de lengua, desde el más culto y formalizado (un editorial de periódico, por ej.) al más coloquial e informal (los tertulianos de los programas futbolísticos de la radio).3. Heterogeneidad por contagio, a veces incorrecto, de otros lenguajes específicos:- Por influencia del lenguaje administrativo y de la política: a) creación o alargamiento incorrecto e innecesario de palabras: ej, concretizar- – concretar, problemática–problema; recepcionar–recibir; b) circunloquios innecesarios: ej. Dar por finalizado-finalizar; c) abundancia inmoderada de siglas, acrónimos y de neologismos formados a partir de ellos: ONG, PP, PSOE, UGT, pesoístas, pepero, ugetista, etc. D) adopción de significados incorrectos: ej, aparcar (por retrasar o abandonar la realización de un asunto pendiente); puentear (pasar por encima de un cargo)… E) tendencia exagerada al eufemismo (larga enfermedad-cáncer; ataque preventivo–ataque no justificado; capas sociales vulnerables–pobres; centro de confinamiento–cárcel; medio acuático—agua, limpieza étnica –genocidio).
e) tendencia exagerada al eufemismo (larga enfermedad-cáncer; ataque preventivo–ataque no justificado; capas sociales vulnerables–pobres; centro de confinamiento–cárcel; medio acuático—agua, limpieza étnica –genocidio). – Por penetración de extranjerismos, a veces innecesarios o adaptados incorrectamente: a) Empleo muchas veces gratuito de anglicismos: ej, merchandising, stage, cash flow, prime time, trending topic, share… b) Uso inadecuado de extranjerismos morfosintácticos y semánticos: ejs, de origen francés: locuciones prepositivas como en base a, a nivel de; la construcción a+infinitivo como CN (tareas a cumplir-tareas para/que cumplir); o el ‘condicional de rumor’ (los ministros se habrían reunido esta mañana-se dice que los ministros se han reunido esta mañana). Y de origen inglés: la perífrasis estar siendo+participio (Está siendo valorado por el gobierno-el gobierno lo está valorando) o la traducción incorrecta de palabras (doméstico por nacional o interior; patético por ridículo; remover por eliminar) – Por influencia de la lengua oral y coloquial: a) Uso de frases hechas: ej, salvarse de la quema, brillar por su ausencia, etc b) Uso incorrecto del infinitivo con valor fático (ej. Como conclusión, añadir que… C) Vocabulario jergal y de argot (culto o vulgar) derivado de la delincuencia, juventud, ciencia, economía, etc, y que se ha generalizado en la lengua estándar: chute, movida, finde, mogollón; genoma, paranoia, web, blog, burbuja inmobiliaria, boom económico, gay, patera, etc. – Por influencia de la lengua literaria: a) Uso de nombres y verbos con significación bélica o de esfuerzo: ej, movilización, frente, acribillar, combate, tregua, percutir, etc. B) Diversidad de figuras literarias (hipérboles, metáforas, metonimias, juegos palabras, paráfrasis…) ej. Una nube de fotógrafos, Que vuelvan los cerebros Los errores del lenguaje periodístico se deben a razones variadas: a veces es la aspiración (escasamente meditada) a un registro culto de lengua, a veces, el simple desconocimiento de las normas gramaticales del idioma (responsabilidad de cualquier periodista), otras se produce por la rapidez informativa con que se escriben los textos periodísticos o también por las traducciones apresuradas de noticias de agencias extranjeras.