En la historia de España llamamos Restauración al periodo de vuelta de los Borbones, con Alfonso XII, tras el golpe de Martínez Campos en 1874 que se institucionalizó con la Constitución de 1876. Un régimen del que Antonio Cánovas del Castillo, líder del partido Alfonsino durante el Sexenio, fue el artífice e ideólogo lo cual nos permitirá hablar del «Sistema Canovista».La caída de Isabel II, tras la Revolución de 1868, inició un periodo de experimentos políticos. Durante esos años se sucedieron diferentes regíMenes y gobiernos: un proceso revolucionario; una Regencia; una Monarquía; República con dos concepciones del Estado, unitaria y federal, y cuatro presidentes.El año 1874 supuso el fin de la experiencia «democrática» representada por el Sexenio. El tres de Enero, el general Pavía entró en las Cortes y las disolvíó. El poder pasó transitoriamente a manos del general Serrano, como presidente del Gobierno: gobernó sin Constitución y sin parlamento. Formalmente la República seguía viva pero se hacía necesario buscar otra salida política.Mientras tanto, Cánovas buscaba apoyos para la causa alfonsina y preparaba el regreso de los Borbones. El príncipe Alfonso firmaba el Manifiesto de Sandhurst, documento en el que, siguiendo el consejo de Cánovas, garantizaba que su monarquía sería dialogante y constitucional, aceptaba parte de los avances políticos y garantizaba que no habría represalias para los integrantes de la Gloriosa.Cánovas formó un gabinete de regencia el día 31 y comunicó al príncipe Alfonso, entonces en París, su proclamación como rey. El 14 de Enero de 1875 el nuevo monarca entró en Madrid, se producía así la Restauración monárquica en la persona de Alfonso XII (1875-1885).Este político malagueño al que ya vimos redactando el «Manifiesto de Manzanares» fue el ideólogo fundamental de un nuevo régimen que se intentó que fuera lo más estable posible. Un régimen basado en unas IDEAS MADRE: – la nacíón. Admirador del tradicionalismo francés y alemán veía a la nacíón como una creación histórica con tintes providencialistas. -la monarquía, la forma de gobierno histórica en España y por lo tanto debía seguir siéndolo. -la legitimidad dinástica: debía basarse en el origen y la historia. -la soberanía, que para Cánovas debía ser compartida entre el Rey y las Cortes. -la libertad como patrimonio inalienable del hombre. De estas verdades inmutables emanaba para Cánovas, lo que él llamaba su constitución interna (ojo no confundir con la “constitución”). Para Cánovas estas ideas eran la base de la convergencia y el pacto. A partir de aquí Cánovas introdujo un sistema de gobierno basado en el bipartidismo y en la alternancia en el poder de los dos grandes partidos liberales leales a la corona, denominados partidos dinásticos, el conservador y el liberal, que renunciaban a los pronunciamientos para acceder al gobierno. La oposición es buena y deseable, quien tiene mayoría gobernará, mientras que el otro partido en la oposición se opondrá al gobierno pero nunca al régimen. Se aceptaba, porque habría un turno pacífico de partidos que aseguraba la estabilidad institucional al eliminar la preponderancia del partido conservador.Estos dos partidos están de acuerdo en no elaborar leyes que uno de los dos pueda derogar cuando llegue al poder, y al mismo tiempo en respetar las leyes que el otro haya creado.En este punto surge el problema de cómo funcionaría este turno. La alternancia o turno entre partidos debía hacerse mediante las elecciones. Por ello, el turno se lograría mediante la manipulación electoral con unas reglas de juego aceptadas por los partidos dinásticos. Con estos principios (pacto, bipartidismo, turnismo, …) se consiguió dotar al sistema de estabilidad y tranquilidad, aunque para conseguirlo hubiera que recurrir al caciquismo.El partido en minoría no podía aspirar al poder por la fuerza y el partido que vuelve al poder no podía destruir la obra realizada por el adversario.Los personajes fundamentales en el inicio del régimen fueron el rey Alfonso XII; el propio Cánovas que se convirtió en el jefe del PARTIDO CONSERVADOR, y Sagasta, que aceptó las reglas del juego y formó el gran PARTIDO LIBERAL.Para sentar las bases del nuevo régimen, Cánovas puso en marcha, durante el año 1875, una serie de medidas con el fin de atraer a su proyecto a los sectores sociales y económicos más poderosos del país. Para lograr el apoyo de la Iglesia restablecíó el Concordato de 1851. También buscó el apoyo del ejército. El periodo de la Restauración han sido los únicos en la historia contemporánea de España donde el protagonismo civil ha estado por encima del militar. El ejército, que constituía uno de los grandes pilares del régimen liberal, quedó subordinado al poder civil. Una Real Orden de 1875 establecíó que la misión del ejército era defender la independencia nacional y que no debía intervenir en las contiendas de los partidos. Como contrapartida se otorgaba a los militares autonomía para sus asuntos internos y se dotaba al ejército de un elevado presupuesto. Además, se potenció la identificación del ejército con la Corona, convirtiéndose el rey, en su jefe supremo. La causa canovista a la burguésía de negocios, a terratenientes, a amplios sectores de profesionales urbanos y a cuadros de la Administración.Era imprescindible convocar Cortes Constituyentes, que elaboraran una Constitución que fijara las bases del sistema político de la Restauración. En Diciembre de 1875 se convocaron elecciones por sufragio universal. El partido conservador de Cánovas manipuló el proceso electoral lo que le permitíó obtener una amplia mayoría. De este modo, Cánovas pudo poner marcha, sin apenas oposición, un sistema político conservador asentado en un sistema parlamentario de tipo liberal, pero escasamente democrático, pero legitimado por la CONSTITUCIÓN DE 1876 que será una mezcla de la constitución del 45 y de la declaración de derechos del 69. En ella destacamos, la soberanía compartida entre Rey y Cortes; el rey mantiene poder ejecutivo, sanciona y promulga leyes, puede nombrar y separar a los ministros, es inviolable. La iniciativa legislativa es del rey y de ambas cámaras. Corte: son convocadas o disueltas por el rey que tiene obligación de convocar nuevas elecciones 3 meses después de la disolución. Contempla una declaración de derechos parecida al 69 pero con derechos limitados y posibilidad de suspensión en circunstancias especiales. Cánovas pretendíó que en esta constitución se encuadrasen el máximo de partidos para terminar con la costumbre de que cada partido fabricase su propia constitución y provocase el retraimiento del otro y el consiguiente recurso al golpismo para acceder al poder. Así se convirtió en la constitución más duradera, vigente desde 1876 hasta 1931.La política de Cánovas fue restrictiva en el terreno de las libertades y en el campo de lo social. Cánovas nombra nuevos alcaldes y gobernadores afectos a la monarquía y decretó unas medidas represivas contra la oposición nuevo régimen.Las actividades de partidos de la oposición quedaron prohibidas y sus periódicos cerrados.La estabilidad del régimen de la Restauración se vio favorecida por el fin de la III Guerra Carlista. El general Martínez Campos acabó con la resistencia carlista en la zona catalana y en Marzo de 1876 el ejército de Carlos VII se rindió definitivamente. Esto permitíó enviar tropas a Cuba para poner fin al largo conflicto, que se cerraría en falso en 1878, con la firma de la Paz de Zanjón.Cronológicamente la primera parte de la Restauración se extiende desde 1875 hasta 1902, aunque la pervivencia de la monarquía parlamentaria se mantiene hasta 1923, año en que se produce el golpe militar de Primo de Rivera. Hay que distinguir dos etapas: – 1875-1885: Reinado de Alfonso XII. – 1885-1902: Regencia de M. Cristina de Habsburgo.En 1881, tras el debate sobre la esclavitud en Cuba, y una vez que Sagasta estuvo fortalecido recibíó el encargo de gobierno, y actuó de acuerdo a las ideas más liberales: amplió la libertad de prensa, concedíó amnistía, rehabilitó a los republicanos y promulgó una ley de asociaciones (permitíó legalización PSOE) hasta 1884.Cánovas a fines del 1885 murió el rey abríéndose una larga Regencia. Fue el Pacto del Pardo que inició el parlamento largo liberal, en el que se planteó la vuelta al sufragio universal. Las primeras elecciones de nuevo por sufragio universal fueron en 1890. Se siguieron alternando los gobiernos hasta el 1897 en que Cánovas fue asesinado.Las causas de la caída del sistema fueron el distanciamiento entre las llamadas España Oficial y la España Real. La ESPAÑA OFICIAL estaba basada en: El olvido del pueblo. Existía una desconfianza a la capacidad del pueblo para gobernarse. Se celebraron multitud de elecciones falsificando los resultados.En segundo lugar nos encontramos con la corrupción electoral como un hecho conocido. En vez de ser las elecciones las que hacían los gobiernos era al revés. La justificación de este sistema venía de que era preferible para el bien público, antes el entendimiento directo que la lotería de las elecciones. Por último nos encontramos con la práctica del caciquismo. El cacique era un ser rural en contacto con sus zonas de influencia y se convirtió en un intermediario. Supuso la degradación de la administración del estado en el medio rural. Frente a lo anterior que se ha llamado la España oficial empieza a surgir una ESPAÑA REAL de movimientos y acontecimientos que sobrepasan a un sistema político viciado, destacando por un lado el movimiento obrero. Hasta a fines del Siglo XIX la trayectoria sindical y política de los trabajadores pasó por las etapas de reconstrucción. El sector anarquista, mayoritario en nuestro país, se mantuvo como sección de la I Internacional hasta 1881. El pequeño núcleo marxista de Madrid formó un Partido Socialista, que en el 1888 formaron la UGT. El programa del PSOE pedía la abolición de impuestos impopulares, establecimiento de salario mínimo, jornada laboral de ocho horas y reformas municipales. A partir del inicio del S. XX estas organizaciones aumentaron el número de seguidores e iniciaron una alianza con republicanos.Surgiendo movimientos que intentan reformar el país: el laicismo y el regionalismo. El primero encabezado por la Institución Libre de Enseñanza intentaba abrirse a las corrientes culturales de la Europa de la época. El segundo, sobre todo en Cataluña, que ponía de manifiesto el diferente nivel de desarrollo de Cataluña con respecto al resto del Estado. A partir de 1882, con las Bases de Manresa se convierte en un movimiento de masas.Por último cabe destacar en la realidad española del momento los problemas exteriores: la política exterior española tendría un problema de base: Cuba. Tras el fracaso de Maura por intentar una autonomía real para la isla, se inició el levantamiento revolucionario en Cuba. Dirigido por Martí y tras el “Grito de Beire” en 1895 se inició de nuevo la Guerra en Cuba. En USA los intervencionistas ganaron poder y tras el fracaso de un intento de compra de la isla, la explosión del Maine hizo la guerra inevitable. Tras las batallas de Cavite y Santiago se llegó al tratado de París y la pérdida de nuestras colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas.A partir de aquí entramos en otro momento histórico. Asistiremos a dos intentos fracasados para reformar desde dentro el sistema a partir de las ideas del Regeneracionismo, el de Maura desde el partido conservador y el de Canalejas desde el partido liberal, que murió en atentado. La crisis del 17 destrozó la dinámica del «turnismo» y puso de manifiesto las diferencias entre la España oficial y la real. La dictadura de Primo de Rivera pondría fin a la Constitución y tras el fracaso de la misma se abriría el camino a la II República.