2.LACRISISDE1917
Será un momento difícil y complejo, en el que el turnismo será seriamente cuestionado. Tras el asesinato de Canalejas seguirán gobernando miembros del Partido Liberal como el Conde de Romanones o García Prieto, pero cuando se agote la situación liberal
Alfonso XIII llama al gobierno al Partido Conservador, dirigido por Maura. Maura en 1909 lanza un manifiesto en el que exige que la condición necesaria para su vuelta era que el rey cambiase las bases políticas. El monarca no se atreve por lo que llama a Eduardo Dato, también conservador. – Era un político inteligente y honrado, no enemigo de las reformas. A partir de su nombramiento se producirá una división en el partido y se formará un movimiento, el Maurismo, en el cual pueden rastrearse aspectos prefaccistas, siendo significativo que Maura nunca lo dirigiría. – Hasta 1923, 1. tendrá lugar una conflictividad social por parte de los sindicatos, especialmente en Cataluña donde habrá numerosas huelgas e incidentes. 2. crecería la fuerza extrarrégimen, en la que se destacaban tres partidos: a) socialistas, cuyo fundador, Pablo Iglesias, se moderaría y haría uso de un intenso activismo y destacaría también Fernando de los Ríos; b) partido reformista o liberal cuyo fundador, Melquíades Álvarez, defendería una reforma de la Constitución y era partidario de un régimen republicano. También cabe destacar a Santiago Alba que pertenecía a la izquierda del Partido Liberal. Éste defendería una mayor intervención del Estado en asuntos públicos, unos planes de desarrollo económico (reforma agrícola, mejora de carreteras y protección de la industria) y se preocuparía por la educación y la legislación social. – Se tuvo la esperanza de una solución por parte de la izquierda pero eso no fue posible debido al no entendimiento por parte de Álvarez, Santiago Alba y Fernando de los Ríos. Fernando de los Ríos coincide con los demás partidos y pensaba que lo ideal sería la colaboración del PSOE en la construcción del régimen con la condición de que éste mejorara en los avances sociales. Sin embargo, no llegarían a una solución ya que Alba no consigue orientar a los liberales hacia el reformismo y Fernando de los Ríos tampoco consiguen que los socialistas adoptasen una actitud de colaboración. – A todo esto influiría la crisis de 1917 y la 1º Guerra Mundial que tuvo lugar durante el gobierno de los conservadores por parte de Dato, que declararía a España neutral, opinión no compartida por el resto de partidos. Sin embargo, la guerra favoreció económicamente al país produciéndose una época de grandes beneficios, aunque no se tradujo en la creación de infraestructuras. Se iría registrando un fuerte proceso de inflación que generará una inquietud social y que estallará en 1917. – En la crisis de 1917 convergen tres vectores fundamentales, y el encargado de desactivar esta crisis será Eduardo Dato: a) Ámbito militar, una parte descontenta ya que tenían más privilegios los africanistas y los cercanos al rey. De esta manera, se organizarían juntas militares dirigidas por el coronel Márquez que se irían extendiendo por la península. Estas reclamarían: un sistema de ascensos a escala cerrada, el cese del favoritismo y mejoras de las condiciones económicas y profesionales. El gobierno liberal intenta disolverlas teniendo como consecuencia el incidente ocurrido al ministro de la Guerra en Zaragoza. Éste producirá la caída del Gobierno Liberal de García Prieto, quien dimite en junio de 1917. El gobierno conservador reconoce y nombra al ministro de guerra presidente de ellas pero el coronel Márquez pide una serie de reivindicaciones políticas (convocatoria de Cortes, renovación de clases dirigentes y desaparición del caciquismo), por lo que parecía estar cerca de un pronunciamiento militar. b) Otro sería la convocatoria de una asamblea parlamentaria en Barcelona a iniciativa de Cambó y Álvarez ya que el gobierno mantenía cerradas las Cortes pero al no contar con el apoyo de las juntas militares y Maura acabarían en fracaso, disolviéndose la asamblea. c) Por último, la huelga revolucionaria de agosto de 1917 dirigida por el socialista Francisco Largo Caballero que contactaría con los sindicatos anarquistas para organizar una Huelga General que tuviera como meta aspiraciones políticas (salida del rey y proclamación de la 2º República). El gobierno recurre al ejército y contaría además con los mauristas, de modo que la intentona fracasaría y se volvería a la normalidad. Las consecuencias serían 71 muertos y la inexistencia de paz social lo que ocasionaría en los años siguientes un aumento de huelgas parciales y del terrorismo.