Causas y efectos del hambre


BLOQUE TEMATICO, 5: EL HAMBRE EN EL MUNDO



IDEOLOGIA Y TECNOLOGIA AGRICOLA A PRINCIPIOS DEL SIGLO XXI.
5.1. El Hambre y la Malnutrición en el Mundo.
Los problemas relacionados con la alimentación, y en particular con la alimentación insuficiente, son tan antiguos como la humanidad, y a la vez se cuentan entre los que de forma más acuciante se plantean en este mundo de principios del siglo XXI. Este problema antiguo y endémico se manifiesta en la actualidad bajo formas nuevas, y en lugares muy distintos de aquellos donde hace tan sólo pocas décadas se registraba con particular gravedad: el continente asiático, por ejemplo, ya ha dejado de ser la referencia obligada de todos los estudios sobre alimentación y hambre, como sucedía en los años cincuenta y sesenta del pasado siglo XX. La referencia ha pasado a ser ahora el continente africano, y en particular el Sahel y el Cuerno de África.
No hay que creer, sin embargo, que se trata de un problema de alcance meramente regional. Tras doscientos años de industrialización, la política agrícola y alimentaria continúa siendo básica para todas las regiones del mundo y para la economía mundial en su conjunto. Las políticas alimentarias reflejan tensiones entre países, conflictos entre organismos financieros hegemónicos y poblaciones que dependen de alimentos subvencionados y de las contradicciones entre las estrategias de acumulación y la determinación del propio futuro de las poblaciones afectadas. No debe olvidarse, en efecto, que los problemas relacionados con la alimentación no son más que los problemas de una sociedad y un mundo divididos por intereses en conflicto de clases y de naciones, incluso cuando se manifiestan a través de la política internacional.

El hambre en el mundo actual: una visión panorámica


La desnutrición crónica o esporádica ha sido una constante de la historia de las sociedades humanas, que solamente en el siglo XVII empezó a considerarse como algo que podía superarse. Tanto las propuestas de explicación de las causas de esta lacra como los posibles remedios a la misma tuvieron durante largo tiempo como referencia casi exclusiva las poblaciones europeas. Una notable excepción a esta visión eurocentrica es la del geógrafo Eliseo Reclus, quien en 1875, en su “Nueva Geografía Universal”, se detuvo a examinar el caso de la India, para denunciar que en los tres decenios anteriores habían muerto de hambre en el subcontinente más de treinta millones de personas. Todavía cuando en 1928 la Sociedad de Naciones denunció en un informe de tres volúmenes que los dos tercios de la población mundial padecían desnutrición, casi exclusivamente comentó con cierto detalle lo referente a Europa. Hubo que esperar a la Segunda Guerra Mundial para que los países desarrollados empezaran a preocuparse por el problema mundial del hambre, que entonces adquirió gran relieve entre la problemática tratada en diferentes ciencias sociales.
Diversas razones, explican este generalizado interés. En primer lugar, la fundación de la ONU. Y, dentro de su sistema, de la FAO, consagrada a fomentar el incremento de la producción agraria y a la resolución de los problemas del hambre a escala mundial. En segundo lugar, la importancia creciente de los medios de comunicación de masas y las mayores posibilidades de viaje difundieron entre las poblaciones de los países desarrollados una imagen de los países del Tercer Mundo en la que los problemas como el hambre tenían un acusado relieve, precisamente por contraste con la situación en Europa y Norteamérica. En tercer lugar, el estudio de los
problemas de la nutrición ha recibido una atención creciente en el mundo académico, que en este periodo ha desplegado un interés cada vez mayor por los problemas de desarrollo y subdesarrollo. En cuarto lugar, el problema del hambre se ha situado en el centro del debate ideológico que ponía en juego cuestiones conflictivas como el control del crecimiento de la población y su relación con la geografía del hambre.
Dentro de la misma inspiración de la temática de Malthus, aunque mucho más matizado, el famoso informe del Club de Roma “Los Límites del Crecimiento“
( Dennis y Donella Meadows et al., 1972) insistía en el deterioro del medio ambiente bajo una agobiante presión demográfica, el mismo tema del informe norteamericano “Global 2000 Report” (Council,1981) presentado al presidente carter en 1981.
Entre los geógrafos, fue decisiva, la publicación en francés de “Geografía del Hambre”(1949), quien partiendo de la experiencia de Brasil denunciaba el hambre, y sobre todo, el “hambre oculta”. El eco de este libro traspasó los muros académicos y de la geografía, y su autor llegó a ser elegido presidente de la FAO en 1951. Por entonces, el tema del hambre había dejado de ser un tabú y se había convertido en sujeto de un debate general y asunto respetable en círculos académicos.
Es difícil estimar el número de personas malnutridas en el mundo, porque hay varias maneras de evaluar la malnutrición. Se calcula a menudo a través de las estadísticas sobre afectados por síntomas de enfermedades carenciales, o bien estimando la cantidad de alimentos disponibles por persona en un espacio determinado.

La amenaza más grave: el hambre en África


El espectro del hambre es, pues, todavía a principios del tercer milenio una amenaza real que se manifiesta de forma particularmente aguda en buena parte del continente africano, donde el Sahel ha adquirido desde 1973 una triste notoriedad al respecto, que en los años ochenta se ha ampliado hacia Etiopía, Sudán y en general a todo el cuerno de África. Efectivamente, las altas densidades de población agraria con respecto a las tierras cultivables, su desigual distribución, un medio físico con limitaciones ciertas, tasas muy altas de crecimiento de la población desde 1950, unas pautas de comercio exterior muy moldeadas por el reciente pasado colonial hacen que, en la actualidad, los problemas de la malnutrición se planteen en África con mucha mayor virulencia que en otras partes del mundo.
En 1945 toda el África tropical (con la excepción de Etiopía y de Liberia) estaban colonizadas por países europeos. En pocos años, la emancipación poítica alteró aquella situación, desde 1957 en que Ghana obtuvo la independencia hasta que la consiguieron las colonias portuguesas en 1974. a la emancipación política no le correspondió una similar liberación en el plano económico ni una mejora en el bienestar de las poblaciones africanas. Desde 1970 la producción de alimentos por habitante ha bajado en casi sus todos los países de África, que, al mismo tiempo, vieron en general empeorar desde 1960 sus condiciones de acceso a los mercados europeos donde vendían materias primas agrícolas y mineras.
Por último, hay que mencionar que el producto por hectárea en África es uno de los más bajos del mundo en casi todos los cultivos, ya sea en los productos básicos como el maíz, mandioca y sorgo como en los de exportación como el café, cacao o cacahuete. Las técnicas son atrasadas y el empleo de maquinaria y de fertilizantes se limita a una parte de las tierras dedicadas a cultivos de exportación. En relación con estos últimos, no deja de sorprender que los países que tanto dependen de las importaciones de alimentos se hayan especializado en la exportación de productos agrícolas como el cacao, el café, el cacahuete o el aceite de palma. Hace ya más de treinta años que René dumont denunciaba el absurdo de que países cuya población padecía déficit de proteínas en su alimentación exportasen, en cambiko, cacahuetes
destinados a la fabricación de piensos para la cabala europea. Se ha afirmado con frecuencia que las tierras dedicadas a cultivos de exportación, que suponen entre el 10 y el 15 % de la superficie cultivada, seguramente las de mejor calidad, deberían destinarse a cultivos de alimentos para la población local. Pero debe de tenerse en cuenta que dicha opción plantearía también problemas muy serios ya que, con la excepción de unos pocos países exportadores de materias primas mineras, para la mayoría de las naciones africanas la exportación de productos agrícolas es casi la única fuente de divisas.

5.2. La Revolución Verde y la Botecnología



¿ El Final del Problema del Hambre ?


Orígenes de la Revolución Verde



La R. V. es producto de la investigación científica del siglo XX. El término fue acuñado en 1.968 por el Dr. William Gaud, entonces director de la Agencia de EEUU. para el Desarrollo Internacional. La Revolución Verde ha llegado a significar muchas cosas: más rendimientos, más efectos en los insumos, un proceso de cambio científico continuo, o incluso dependencia e insostenibilidad
La Revolución Verde en el Trigo, arranca de los años 50 a través del CIMMYT
( Ciudad de México ) y de las investigaciones de Norman Borlaug sobre la resistencia a la roya del tallo en el trigo, sin embargo subsistía el problema del encame y Borlaug buscó en las fuentes del gen del enanismo una solución al problema. Ya en 1.962 México lanzó los primeros trigos enanos ( Variedades Pitic 62 y Pénjamo 62 ). A partir de 1.963, Norman Borlaug se traslada a la India y al Pakistán donde trabaja en el tema de las variedades enanas.

La Revolución Verde en el Arroz


Se inicia en el IRRI. – Instituto Internacional de Investigación sobre el Arroz – ( Los Baños, Filipinas ), donde a partir de la experiencia de Borlaug se intentan conseguir variedades enanas de arroz, el mejor de estos cruces es el obtenido entre Peta una variedad indonesia alta que se cultiva intensamente en Filipinas y “Dee – geo – woo – gen”, una variedad enana de la isla de Taiwán que se suponía había sido traída desde el Sur de China hacía varios siglos. De este linaje mixto surgió una variedad que claramente superaba a las demás, y que fue lanzada por el IRRI en 1.966 con el nombre de IR8, que a partir de su consecución constituyó la otra parte de la R. V. en el mundo en desarrollo por su rápida difusión, un “arroz milagroso “ para acompañar al “ trigo milagroso “.
Desde mediados de los años 70 se empiezan a experimentar nuevas variedades para medios áridos, para suelos ácidos, ambientes muy cálidos ( adaptación a una mayor variedad de ambientes )
Y resistentes a enfermedades e insectos:
El manejo de estos “insumos de segunda generación” a veces incluye la aplicación de fertilizantes de potasa y varios micronutrientes, correctores del suelo, tratamientos de semillas para combatir las enfermedades, mejor manejo de agua a nivel de fincas y métodos de siembra más precisos, al tiempo que variedades de maduración más temprana. Pero se piensa que la información y las capacidades más complejas y variadas que requieren los insumos de segunda generación se difundirán de manera mucho más lenta. Es posible lograr más con las tecnologías, pero ello requerirá una mayor inversión en la investigación sobre el manejo del cultivo, y en la producción, almacenamiento y distribución de los productos agrícolas. ¿ Constituye todo esto un reto abrumador o una increíble oportunidad ?.
La penetración de estas nuevas técnicas fue desigual y se dio sobretodo en América Latina ( México ) y en Asia ( La India, Pakistán, Filipinas ). La adopción de estas variedades híbridas no se produjo de manera uniforme en todo el mundo. Por ejemplo apenas penetró en los países cuya dieta básica no se funda en los cereales
( Africa Subsahariana, Países Andinos ). Tampoco ha penetrado apenas en zonas donde la irrigación es difícil e imposible ( Próximo Oriente ). Pero son numerosos los países donde realmente se produjo una Revolución Verde ( México, La India ).

Con todo no les falta razón a quienes hacen un balance menos optimista de los logros de la Revolución Verde


En primer lugar las nuevas variedades a) requieren gran cantidad de abonos nitrogenados. Ello ha supuesto para muchos países una dependencia grande de las importaciones de abonos químicos del extranjero que ha habido que pagar con divisas. Por otra parte, b) las simientes de estas variedades híbridas degeneran con el tiempo. Asimismo c) las nuevas variedades son más exigentes en cuanto a la cantidad de agua, – las nuevas tecnologías funcionaban mejor donde la tierra era buena, con cantidades adecuadas de agua y fertilizantes -y d) también se han revelado vulnerables a las plagas y parásitos, lo que ha hecho necesario el aumento del consumo de pesticidas ( derivados del petróleo ), e) la generalización de un solo tipo de simientes ha agravado los efectos de una mala cosecha con respecto al pasado f) las nuevas variedades requieren infraestructuras importantes, g) efectos negativos en el medio ambiente ( monocultivo, contaminación, pérdida de resistencia del ecosistema…). Han existido, pues, grandes diferencias en cuanto a las posibilidades de las distintas regiones y de los distintos tipos de campesinos para aprovechar las oportunidades ofrecidas por las nuevas variedades.
Todo ello ha entrañado en numerosos países del Tercer Mundo un reforzamiento de las desigualdades, tanto desde una perspectiva espacial como social. Entre las áreas más favorecidas se encuentran el Punjab y el Norte de México, y en el terreno social han resultado favorecidos los grandes empresarios agrícolas. Además ha atraído a capitales externos y ha acentuado el interés de los grandes propietarios por la explotación directa y la mecanización.
La Revolución Verde sin una paralela revolución o reforma de los parámetros económicos y sociales del sector agrario – en particular la estructura de propiedad de la tierra y los mecanismos de comercialización y financiación, lo que ha hecho es acentuar las tensiones sociales y la marginación, aunque estas tensiones se manifiesten muchas veces bajo el ropaje de conflictos confesionales o étnicos.

Las Repercusiones de la Revolución Verde



Entre las repercusiones positivas hay que citar: a) aumentos considerables en los ingresos a nivel de agricultor, b) gran extensión de la producción y los rendimientos, c) la mayor parte de los beneficios de la revolución verde fueron para los consumidores
( precios más bajos de los alimentos básicos ), y sobretodo para los consumidores de escasos recursos, d) incremento en las tasas de empleo en la población rural de pocos recursos ( repercusiones positivas en el mercado de trabajo ), e) potenciación de la investigación agrícola ( cooperación internacional ) y f) importancia fundamental de la agricultura como máquina impulsora del desarrollo y del crecimiento económico.
Una vez considerada seriamente la experiencia de la Revolución Verde, es preciso afrontar seguidamente el panorama que dibujan los adelantos científicos y técnicos relacionados con una nueva “revolución “, la biotecnológica.
La biotecnología, nombre con el que se engloba al conjunto de técnicas asociadas con el cultivo de tejidos y las técnicas recombinantes del DNA ( ingeniería genética ), permite a partir del aislamiento del material genético de las plantas, germoplasma, y con su añadido, obtener nuevas variedades de cultivo más resistentes.

La Revolución Biotecnológica



En los últimos años las grandes empresas multinacionales, básicamente del sector químico y farmacéutico, han orientado progresivamente sus inversiones hacia la compra de semillas, por lo que la importancia de éstas no solamente es real sino que, además
tiene carácter estratégico, máxime si se tiene en cuenta que el conocimiento y las técnicas que acompañan a la biotecnología obran en poder de los países más desarrollados. No obstante no hay que olvidar que la mitad de las especies de plantas y animales del mundo se encuentran en los bosques húmedos y tropicales. Es decir, los centros geográficos de mayor diversidad genética se encuentran en países del Tercer Mundo. Diversidad genética que, por otra parte, está siendo esquilmada por las prácticas de deforestación a que están sometidos los bosques tropicales. Los conocimientos adquiridos durante siglos sobre las plantas también pueden correr el mismo peligro si no existe un intento de preservación de las culturas populares.

La Disputa por los Recursos Fitogenéticos



El tema de los recursos fitogenéticos, su origen e importancia para la agricultura y la alimentación, se estudió desde principios del siglo XX, destacando en esta tarea Vavilov
(1.927). Paralelamente, los problemas de la biodiversidad y de la ecología fueron desarrollados por autores como Allard, R. y Bayliss Smith:

Sin embargo, el tema de la propiedad intelectual relacionada con variedades vegetales y/o biotecnología, es mucho más reciente

No fue hasta los años ochenta cuando a la par que el desarrollo científico-tecnológico se requiere del análisis de los marcos jurídicos vigentes, ya que en los años setenta se produjeron los primeros resultados positivos en la transferencia genética, y a partir de 1.982 la transferencia interespecie es una realidad. Esto abre la discusión jurídica sobre los mecanismos y formas de propiedad intelectual tratándose de material vivo, originando un amplio debate internacional.
La contradicción que se plantea en torno a este problema es la de que al tiempo que se protege a las variedades vegetales generadas, el soporte natural de todos los desarrollos genéticos que es la biodiversidad, permanece como un bien natural y en ese sentido disponible para la humanidad, esto es accesible a cualquiera sin más trabas. Así pues, en los años ochenta se concretan y sistematizan nociones que tienden al replanteamiento de la contradicción habida entre países con tecnología y sin riqueza genética y, países con riqueza fitogenética y escasa tecnología.

La Fao


, en sucesivas conferencias se planteó la discusión de los recursos genéticos, desde 1.983 como foro permanente, y en ese mismo año se originó el Compromiso Internacional sobre Recursos Fitogenéticos. El compromiso contiene elementos significativos, como el aspecto del acceso y la disponibilidad a los recursos fitogenéticos, La Red Internacional de Bancos, la cooperación técnica y el Fondo Internacional de Recursos Fitogenéticos. Estos elementos han sido modificados por dos resoluciones posteriores de la Fao. Estas señalan que los derechos de los obtentores son
compatibles con el Compromiso Internacional, se reconocen también los derechos de los agricultores.

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