Clara trueba la casa de los espíritus


2.-El Realismo mágico, el boom de la novela hispanoamericana:


Los dos grandes iniciadores de esta tendencia son Juan Rulfo con Pedro Páramo (1955) y Gabriel García Márquez con Cien años de soledad (1967), en ambas novelas aparecen dos pueblos de ambiente fantasmagórico, Cómala y Macondo, en los que se producen hechos extraños, más allá de lo perceptible por los sentidos o lo racional.
Otros autores importantes del Realismo mágico son Julio Cortázar, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa.

El Realismo mágico fue un intento de renovación literaria que nacíó del deseo de descubrir la peculiaridad americana desde la síntesis de la realidad y la fantasía, pues sus autores pensaban que el Realismo de lo perceptible no podía dar cuenta por si solo de la variadísima riqueza y asombrosa realidad del mundo hispanoamericano.
Vargas Llosa afirma que la realidad no tiene límites, a la realidad pertenecen tanto los objetos visibles como los sueños, los hechos científicos y las realidades sobrenaturales, la historia y las supersticiones populares. Dice que la novela debe incorporar también lo insólito y lo sobrenatural. No se trata de presentar la magia como si fuera real, sino la realidad como si fuera mágica, pues así es percibida en Latinoamérica, debido a las profundas raíces indígenas de estos pueblos.
Los rasgos más destacados del Realismo mágico son los siguientes:
1.-
Lo real maravilloso, lo fantástico, la magia, no es algo extraño a la realidad, sino un componente básico que la enriquece y la hace más comprensible. La magia permite también escapar de una realidad vulgar y corrupta, dominada por las diferentes dictaduras latinoamericanas de la época. En La casa de los espíritus se vislumbra ya un ambiente especial desde el principio en la casa de los Del Valle y sus hijas, Rosa, de tez blanca y largo pele verde, y Clara, clarividente, sonámbula, con poderes extraños, conversa con los espíritus, confunde pasado y presente y en su mundo no funcionaban siempre las leyes de la física o de la lógica.
Vargas Llosa distingue 4 tipos de hechos en el Realismo mágico que también aparecen, pero de forma atenuada, en La casa de los espíritus:
1- Lo mágico: premoniciones y maldiciones que se cumplen, etc.
2- Lo fantástico: Los recuerdos se borran y hasta el nombre de las cosas: Trueba olvida a Pancha y a su hijo bastardo; Blanca al conde y casi a Pedro tercero. Aparición de muertos para anunciar su propia muerte (Férula) y espíritus varios que circulan por la casa.
3- Lo milagroso: levitaciones, telequinesia, tocar un piano cerrado, sanaciones milagrosas como la de los huesos de Trueba por el curandero Pedro García.
4- Lo mítico-legendario: el viejo Pedro García acaba con la plaga de hormigas como un héroe bíblico, un niño quiere sacar los ojos a su abuelo, aparece un perro monstruoso medio can medio yegua, etc.
Isabel Allende dice que a ella no le interesa la fantasía propia de los cuentos de hadas, sino incluir en el relato toda la riqueza que aporta a la vida la imaginación, lo esotérico y lo trascendente. Por otra parte hechos absolutamente racionales o cotidianos son vistos por otros como extraordinarios. La guerra, los inventos de la ciencia, el progreso de la industria…Eran cuentos de hadas para los campesinos.
2.-

Multiplicidad de narradores

Se combinan la 1ª y la 3ª persona narrativa. Hay en la novela 2 narradores en 1ª persona, Alba y Esteban Trueba, y hay también un narrador omnisciente en 3ª persona.
3.-

Polifonía

Distintos puntos de vista inquietantes y ambiguos nos ofrecen simultáneamente una realidad compleja, el lector se ve inmerso en una realidad que se analiza desde las distintas voces que aparecen en el relato. Así Alba y Trueba reconstruirán la historia a partir de fuentes y documentos muy diversos: los cuadernos de Clara, la correspondencia entre Clara y Blanca, la carta de Nícolás a su sobrina Alba, documentos administrativos de Las Tres Marías, fotos y papeles guardados en armarios, testimonio de las mujeres torturadas, la memoria de los diferentes personajes, etc., hay a veces voces que el lector no sabe de dónde proceden, son los espíritus de la casa que bullen por toda la novela, se dirigen al lector y enriquecen el texto literario.
4.-

Estructuras narrativas no lineales con frecuentes saltos temporales

La distorsión del tiempo es una de las principales carácterísticas de La casa de los espíritus, con abundantes regresiones y anticipaciones del futuro. Hay un tiempo externo, con referencias históricas que abarcan todo el Siglo XX, y un tiempo interno, que examina la realidad de manera subjetiva, según la perspectiva de los diferentes miembros de la familia.
5.-

Escenarios predominantemente duros y crudos de pobreza o marginalidad

Espacios con frecuencia rurales donde la concepción mágica y mítica, lejos del Racionalismo académico al que no tienen acceso, forma parte de la vida cotidiana de las gentes. (En la novela la población indígena que vive y trabaja en Las Tres Marías).
6.-
La muerte está muy presente en la vida de los personajes, a veces no sabemos si están muertos o vivos, o, una vez muertos, se materializan para comunicarse con los vivos, aconsejarlos, atormentarlos o ayudarlos a vivir.

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