2.1.- Diversas formas de gobierno
La mayoría de las ciudades-Estado helénicas siguieron un esquema parecido a lo largo de su historia: comenzaron siendo gobernadas por reyes que acaparaban el poder militar. Luego pasaron a ser regidas por oligarquías aristocráticas, en las que el poder se repartía entre las familias mas ricas e influyentes. Progresivamente, otras clases sociales adquirieron importancia: comerciantes, artesanos, pequeños propietarios de tierras de los ejércitos ciudadanos. Así surgieron las primeras constituciones y leyes escritas que garantizaban los derechos de los restantes elementos sociales. Aparecíó la figura del tirano, un aristócrata que se aliaba con el pueblo llano prometíéndole mejoras en sus condiciones, se hacia con todo el poder. A menudo la tiranía degeneraba en un régimen autoritario.
2.2- Atenas frente a Esparta
Tras la fijación por escrito de las leyes y el derrocamiento de las tiranías, en Atenas un número cada vez mayor de ciudadanos participaba en la asamblea, podía ser elegido para las magistraturas o actuaba como juez y jurado en los litigios. En el siglo V a.C. Se establecíó un régimen político denominado democracia, en el que el conjunto del pueblo (excluidos los extranjeros, lo esclavos y las mujeres) participaba en todos los aspectos de la vida pública. Se llego, a retribuir los distintos cargos para asegurar que todo ciudadano, pudiera tener acceso ellos.
En Esparta se dio el proceso opuesto. La monarquía se mantuvo transformada en una diarquía, con dos reyes que se apoyaban en un consejo de ancianos y unas magistraturas monopolizadas por la aristocracia. Esparta fue, en la época clásica y posteriormente, una especie de anacronismo político, con una mezcla de elementos de los diferentes regíMenes de las polis griegas. Los espartanos procuraron establecer oligarquías en todas as polis bajo su hegemonía.
2.3.- Magistrados romanos
El nuevo Estado se gobernaba por magistrados, entre los que podemos distinguir:
1. Cónsules: era el cargo principal y tenía grandes prerrogativas, aunque su mandato solo duraba un año y era ejercido siempre por dos personas.
2. Censores: establecían el censo de ciudadanos y sus posesiones, aspecto fundamental para la recaudación de impuestos
3. Pretores: presidían los tribunales.
4. Ediles: se encargaban del orden público y la organización de las festividades y juegos.
5. Cuestores: controlaban los fondos públicos, tanto civiles como militares
6. Tribunos de la plebe: intercedían por los plebeyos ante posibles injusticias
Las magistraturas se nutrieron principalmente de miembros del Senado. En los comitia el pueblo votaba por centurias, por nivel de riqueza. Las centurias llegaron a ser 373; sin embargo, votaban en primer lugar las clases más adineradas, y una vez que se llegaba a una mayoría de 187 votos, no se continuaba la votación. Las demás centurias, nunca tuvieron peso en las votaciones, Y por este motivo la República romana, más que a una democracia al estilo ateniense, se parecía a una oligarquía.
2.5.- Todos los caminos llevan a Roma:
El proceso de romanización habría sido imposible sin una buena red varia. Una vez construidas, las calzadas adquirieron también importancia económica, pues facilitaban el comercio y las comunicaciones
Además el emperador Augusto establecíó un servicio postal de gran eficacia: un mensajero solía recorrer unos 80 kilómetros al día, así que una carta podía ir de Emérita Augusta a Asturica Augusta en seis jornadas. Los mensajes urgentes se mandaban con relevos a caballo que hacían más de 300 kilómetros en un día y una noche: una orden podía llegar de Roma a Augusta Treverorum en unos cuatro días.
Las calzadas no eran todas del mismo tipo. Las viae podían ser:
• Principales (viae publicae) enlazaban las ciudades principales, estaban a cargo del Estado y en su mayoría tenían un origen militar.
• Secundarias: comunicaban las poblaciones menos importantes con las ciudades grandes. Podían estar a cargo de la administración municipal o local.
• Pequeños caminos privados: comunican las villae de ámbito rural. Estaban a cargo de los dueños de las villas, los domini.
2.6.- La construcción de las calzadas
La construcción de las calzadas era cometido de las legiones, con ayuda de las poblaciones locales. Las calzadas tenían entre cuatro V cinco metros de ancho lo que permitía que dos legiones pudieran circular a la vez en sentidos opuestos.
Vitruvio, ingeniero romano cuya obra conservamos, explica cómo se construían Aunque a veces el terrene obligaba a dar rodeos, siempre se intentaba que recorrido fuera lo más recto posible, para lo que se construían puentes o terraplenes y se excavaban las laderas de las elevaciones hasta conseguir que la inclinación fuese la correcta. Es sorprendente la exactitud con la que los ingenieros trazaban las viae, ya que en su época no tenían mapas fiables a escala brújulas o instrumentos precisos para mediciones topográficas.
El primer paso en la construcción de las viae era cavar una zanja profunda, sobre la que se distribuían varias capas de diferentes materiales:
• Statumen: compuesta por grandes bloques de piedra que constituían una base sólida
• Rudus: formada por capas de guijarros
• Nucleus: hecha de arcilla y piedra machacada, sólida y flexible al mismo tiempo.
• Sumus crustae: el pavimentum o las losas de la superficie.
2.7.- La construcción de las calzadas:
Los desplazamientos de largo recorrido se realizaban a caballo y en carruaje. Con los que los viajes se hacían pesados y lentos; era imprescindible realizar paradas y cambiar las monturas. Había bastantes puestos de descanso, separados por una distancia de 20.000 pasos. Eran de dos tipos:
• Mutationes
: pequeñas y simples. Los viajeros podían comer, descansar un poco y cambiar los caballos. Los clientes más habituales eran los oficiales del servicio postal
• Mansiones:
más grandes y con más instalaciones, en ellas se alojaban los oficiales del ejército, los funcionarios importantes y personas de alto rango. Además de prestar los servicios de las mutationes, en las mansiones era posible pasar la noche con comodidad. Solían estar en los cruces de las vías principales.
En las viae había unas señales, los miliarii, que indicaban cada milla (1481 metros). Solían tener una inscripción con el nombre de quien había pagado su construcción o la reparación del camino.
2.8.- Las ciudades romanas de Hispania:
Roma establece en Hispania un sistema de relaciones similar al que había desarrollado en Italia, funda colonias de ciudadanos romanos; en otros concede la ciudadanía romana a determinadas ciudades, se convierten en municipia, otras obtienen el derecho latino, una especie de ciudadanía restringida; a otras las convierte en aliadas, en otras ciudades exige tributos, y a unas pocas las deja libres o inmunes.
Tras la conquista de la totalidad de Hispania, se establece una división en provincias que son administradas de modo semejante a las de otros territorios del Estado romano: con magistrados venidos desde Roma durante la República, y con magistrados senatoriales oprocuradores y prefectos del emperador durante el Imperio Los grandes contingentes de población latina que se instalaron en la Península y la administración romana dejaron una importantísima y profunda impronta cultural. Hay zonas en Hispania donde además del latín, se hablan los antiguos idiomas peninsulares, con el tiempo solo los idiomas romances y el vasco sobrevivirán