Clases populares como fuerza de choque


LA REVOLUCIÓN DE 1905

LA REVOLUCIÓN DE 1905 EL DOMINGO SANGRIENTO

En 1905, el Imperio de los zares sufríó su primera sacudida revolucionaria grave, como resultado de varios factores combinados. Ante todo, la derrota militar ante Japón en la disputa por la delimitación fronteriza en el Extremo Oriente, supuso una humillación para el zar y su ejército y  una demostración del creciente atraso de Rusia ante sus vecinos más modernizados. Ello generó el descontento de los sectores burgueses y de los núcleos obreros. Además, los campesinos también aprovecharon la derrota para exigir mejoras en sus condiciones de vida y mayores posibilidades de acceso a la propiedad de la tierra. El detonante de la revolución fue una masiva manifestación obrera, que, un domingo de Enero de 1905, se dirigíó al Palacio de Invierno en San Petersburgo para presentar sus reivindicaciones al zar: jornada laboral de ocho horas, subidas salariales, democratización del Estado, entre otras. El ejército disparó contra los manifestantes, causando trescientas muertes y más de mil heridos El conocido como Domingo Sangriento fue la señal para: una serie de huelgas y levantamientos revolucionarios por todo el país. Las huelgas y manifestaciones se extendieron a otras ciudades y al campo. También, parte del ejército se sumó a la protesta; así, los marineros del acorazado Potemkin en el puerto de Odessa (mar Negro) y los de la base naval de Kronstadt (golfo de Finlandia: mar Báltico). A su vez, empezaron a constituirse soviets (o agrupación de los trabajadores en diversas ciudades y distritos rurales) con el objeto de controlar las huelgas y darles un contenido revolucionario. En Octubre se formó el soviet de San Petersburgo, organizado por Trotski. Los soviets disueltos tras la Revolución de 1905, renacieron con más fuerza en 1917.


3.2. LA REVOLUCIÓN DE Febrero


El primer golpe revolucionario se produjo en la capital, Petrogrado (antes San Petersburgo), en Febrero de 1917 (Marzo en el calendario occidental). Ante una manifestación espontánea de mujeres y obreros que exigían alimentos, el Gobierno envió al ejército para reprimirla. Muchos soldados y oficiales se negaron a utilizar la fuerza contra los manifestantes. El día 27 de Febrero (12 de Marzo en el calendario occidental), la mayoría de las tropas de la ciudad se unieron a las protestas y forzaron la dimisión del Gobierno y de los mandos militares fieles al zar. El vacío de poder lo intentaron cubrir un grupo de diputados liberales de la Duma, estableciendo un Gobierno provisional, presidido por el príncipe Lvov, y que estaba en manos del partido Kadet, pero con apoyo parlamentario de los mencheviques. La escasa fortaleza del Gobierno provisional era, de cualquier modo, evidente. Se puso de manifiesto en particular cuando le hizo sombra otra institución, el Soviet de Petrogrado, que en los meses siguientes permitiría que obreros, soldados e intelectuales radicales ejerciesen una poderosa influencia. El proceso revolucionario se extendíó rápidamente a las grandes ciudades y a los centros industriales, para alcanzar después las guarniciones militares y núcleos de población más pequeños. La forma que adoptaba en todos esos lugares era de nuevo la del soviet. Nícolás II, abandonado por todos sus seguidores, abdicó en su hermano, el gran duque Miguel, quien renunció inmediatamente al trono llamando al sometimiento al Gobierno provisional y a la elección de una Asamblea Constituyente. Pero ya era demasiado tarde. El colapso del Estado había forzado la caída del zar y su reemplazo por una república liberal democrática. Pero el cambio no conllevó la estabilidad de la situación porque la adversa marcha de la guerra y las crecientes tensiones internas crearon en Rusia una dualidad de poderes efectivos muy inestable:  Por un lado, estaba el Gobierno constitucional, que pasó a estar dirigido, desde mediados de 1917, por Kerenski, del ala moderada del Partido Social Revolucionario, que gobernaba en coalición con los cadetes y mencheviques. Estos partidos representaban a los sectores burgueses e intelectuales urbanos y occidentalizados que dominaban la Duma y pretendían constituir un nuevo Estado sobre moldes liberal-democráticos.  Por otro, actuaban los organismos administrativos municipales (soviets) constituidos por las masas obreras de las ciudades, los campesinos en las comarcas y los soldados combatientes refugiados tras las líneas del frente. Los soviets eran especialmente fuertes en Moscú y, sobre todo, en Petrogrado, donde el revolucionario León Trotski presidía el soviet de la ciudad. Todos los soviets estaban coordinados por un comité ejecutivo central. Aunque sus integrantes pertenecían a diversas organizaciones de izquierda, pronto fueron controlados por el partido bolchevique. Lenin regresó a Rusia de su exilio en Abril de 1917, después de que Alemania le permitiera atravesar su territorio, confiada en que su llegada fomentaría los desórdenes y acentuaría la crisis política existente. Lenin, desde su primera intervención, anunció la voluntad de tomar el poder e 5 LA REVOLUCIÓN RUSA Y LA UníÓN SOVIÉTICA instaurar la «dictadura del proletariado» como etapa transitoria desde el socialismo hasta el ideal comunista: una sociedad sin clases ni Estado. Aunque los bolcheviques eran todavía muy pocos en Petrogrado (15000 militantes), y todavía menos en relación con la población de la inmensa Rusia (unos 80000), Lenin consiguió articular un programa de tres exigencias que aunaba los deseos de amplios sectores de la población: paz, pan y tierra. Paz para poner fin a la guerra con la firma de un tratado con Alemania, rompiendo los acuerdos con los aliados. Pan para poner remedio a la crisis de abastecimientos alimenticios regulando el mercado y estatalizando las fábricas y la distribución comercial. Tierra para dar la propiedad plena a los campesinos arrebatándosela a la corona, a la nobleza y a la Iglesia ortodoxa. Lenin también consiguió ofrecer una alternativa que superara la parálisis generada por la dualidad de poderes vigente desde Febrero. Su consigna «¡Todo el poder a los soviets!» supónía acabar con la burocracia imperial y el Gobierno de Kerenski, convirtiendo a los soviets en legítimos organismos administrativos locales, comarcales, regionales y nacionales, cuyos delegados ya formaban el «Congreso General de los Soviets de todas las Rusias». En él, los bolcheviques contaban con unos 105 delegados sobre un total de 802, en su mayoría miembros del Partido Social Revolucionario y mencheviques.

3.3. LA REVOLUCIÓN DE Octubre


En el verano de 1917, Kerenski confió la dirección del ejército al general Kornilov, quien en Septiembre intentó dar un Golpe de Estado, que fracasó. Ante la persistencia del hambre y el desprestigio del Gobierno de Kerenski, se produjo un segundo golpe revolucionario el 25 de Octubre (7 de Noviembre en el calendario occidental). Las milicias armadas bolcheviques, con apoyo de los marinos de la fortaleza naval de Krondstadt, asaltaron el Palacio de Invierno de Petrogrado. Al mismo tiempo, patrullas bolcheviques ocupaban todos los puntos estratégicos de la ciudad (correos, teléfonos, fábricas de electricidad, bancos, estaciones). El comunismo acababa de nacer. El nuevo gobierno, denominado Consejo de Comisarios del Pueblo, estaba presidido por Lenin e integrado por bolcheviques que, a partir de ahora, se llamarán comunistas. En él también figuraban Trotski, como Comisario de Asuntos Exteriores, y Stalin, como Comisario de Nacionalidades. Apenas instituido el poder bolchevique, Lenin tuvo que afrontar graves y variados desafíos. A pesar de su éxito en la capital, los bolcheviques tenían muy pocos seguidores en un país tan inmenso. Eran fuertes en las grandes ciudades y en las áreas industrializadas, así como entre los soldados movilizados, que soñaban con la paz anunciada, pero eran muy débiles en las provincias y entre el campesinado. El gobierno de Kerenski había convocado elecciones para la Asamblea Constituyente para su celebración en Noviembre. Lenin no se atrevíó a anularlas. En Enero de 1918 se produce la apertura de la Asamblea Constituyente. Los resultados dieron la mayoría a los socialrevolucionarios, el partido en el que había militado Kerenski; los bolcheviques solo obtuvieron 1/5 de los diputados. Sin embargo, Lenin no estuvo dispuesto a compartir el poder logrado por la fuerza o a negociar una redistribución de competencias con los vencedores en las urnas. Apenas inaugurada la Asamblea Constituyente, ordenó su disolución (Enero de 1918) y confirmó que el único poder en Rusia era el Gobierno bolchevique bautizado como «Consejo de Comisarios del Pueblo; que presidía él mismo. Según el decreto de disolución redactado por Lenin, no había lugar en la nueva Rusia para «el viejo parlamentarismo burgués, que es absolutamente incompatible con las tareas de la realización del socialismo. Y añadía la advertencia, frente a los ideales democráticos, que se inauguraba una dura represión contra los enemigos del régimen. Los bolcheviques constituirían «la dictadura del


LA N.E.P. (NUEVA POLÍTICA ECONÓMICA (1921-1928)


El retorno provisional al capitalismo. Como consecuencia de la Guerra Civil y del comunismo de guerra, la economía soviética se hundíó y las ciudades quedaron desabastecidas. 1921 es un año trágico para Rusia. Una serie de cifras hablan por sí solas: la producción agrícola es una tercera parte de la del año 1913; la producción industrial corresponde al 13% de su nivel en 1913 y el tráfico ferroviario al 12%. En 1921 mueren de hambre cinco millones de personas. Las revueltas campesinas volvían en 1920-1921; también la marinería del puerto de Kronstadt (Marzo de 1921), que tanto había contribuido al triunfo de la revolución de Octubre de 1917, ahora pedía elecciones libres, libertad de prensa, de reuníón y asociación y la liberación de los prisioneros políticos. La rebelión de Kronstadt fue aplastada, pero Lenin comprendíó que era necesario darle un giro a la política económica, adaptarla a los tiempos de paz una vez que se había superado el peligro de la Guerra Civil y la intervención exterior. Entre el capitalismo (propiedad privada) y el socialismo (colectivismo o estatalización de la economía) debía pasarse por una etapa intermedia, el «Capitalismo de Estado». Así nacía la Nueva Política Económica (NEP). Consistía en una vuelta parcial a la economía de mercado capitalista, una economía mixta con medidas capitalistas y socialistas. Una medida importante fue suprimir las requisas de productos agrarios y reemplazarlas por un impuesto en especie. Los campesinos entregaban un 10% de la cosecha al Estado y el resto podían venderlo a los particulares o al Estado. Desde 1923 el impuesto en especie es sustituido por otro en metálico. En la industria se desnacionalizaron las industrias con menos de 21 obreros y se permitíó la entrada de capital y empresas extranjeras. También se liberalizó el comercio interior. El Estado siguió reservándose sectores clave de la economía: ferrocarriles, grandes empresas, bancos y comercio exterior. Lenin murió en Enero de 1924, pero la NEP se mantuvo hasta 1928. El balance de la NEP fue muy positivo, la producción aumentó en la agricultura y en la industria. Pero la NEP trajo también el enriquecimiento de determinados grupos sociales. Así, los propietarios agrícolas acomodados (los kulaks) o los pequeños empresarios o comerciantes (los nepmen) enriquecidos por el comercio libre. Estaban apareciendo en Rusia una nueva burguésía, lo cual venía a destruir la idea marxista de una sociedad sin clases. Con todo esto acabará Stalin aplicando un sistema económico basado en la planificación, donde el Estado, de modo centralizado, marcaba los objetivos de toda la actividad económica a través de planes quinquenales.

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *