La sensación es la detección de la energía física a través de los órganos sensoriales, es decir, ojos, oídos, piel, nariz y lengua, que posteriormente envían informaciones al cerebro y la percepción es la interpretación que el cerebro hace de esta información sensorial. La sensación permite la captación de las señales de nuestro entorno, y la percepción, su combinación para crear algo con sentido.
Psicofísica
Una de las primeras áreas de investigación psicológica fue la psicofísica, que consiste en el estudio de la percepción de los estímulos sensoriales en función de sus carácterísticas físicas.
Umbral absoluto
Los psicofísicos estudian fenómenos como el umbral absoluto de los estímulos, que se define como el nivel mínimo de un estímulo que se puede detectar en el 50% de las pruebas cuando aparece aisladamente. Los umbrales absolutos demuestran lo extraordinariamente sensibles que son nuestros sistemas sensoriales. En una noche clara, nuestros sistemas visuales pueden percibir una única vela a casi 50 km de distancia. También podemos percibir un olor a partir de tan sólo cincuenta moléculas odoríferas transportadas por el aire; aunque las salamandras lo logran con una sola molécula.
Umbral diferencial
Es el cambio menor de intensidad de un estímulo que se puede detectar. El umbral diferencial hace referencia a la capacidad de distinguir entre estímulos de distinta intensidad como, por ejemplo, un ruido débil frente a uno ligeramente más fuerte.La ley de Weber determina que existe una relación proporcional constante entre el umbral diferencial y la intensidad del estímulo original (véase la figura izquierda); es decir, cuanto más intenso es un estímulo, más tiene que variar su intensidad para percibir el cambio. Como ejemplo, pensemos en la cantidad de luz que habría que añadir en una cocina muy iluminada para percibir un aumento de iluminación en comparación con la cantidad de luz que habría que añadir a un dormitorio oscuro para percibir un cambio de iluminación. Obviamente, se necesitaría mucha luz en el primer caso y solamente un incremento mínimo de luz en el segundo.
Atención selectiva: cómo nos centramos en determinadas informaciones
La atención selectiva permite seleccionar un canal y apagar los demás o, por lo menos, bajar su volumen. La teoría del filtro atencional de Donald Broadbent (1957) considera la atención como un cuello de botella por el que pasa la información. Este acceso estrecho permite el paso de la información más relevante (y sólo en cantidades que permitan su procesamiento en serie), filtrando los estímulos menos importantes y dejándolos al margen de la atención. Sin embargo, Anne Treisman (1960) presentó una explicación alternativa que sugería que la información descartada con el filtro no se elimina por completo, sino que se procesa de alguna manera, aunque no de forma consciente.
El problema del aglutinamiento: uníón de todas las piezas
El problema del aglutinamiento es uno de los grandes misterios de la psicología y aborda la combinación que realiza el cerebro de informaciones diversas para representar algo concreto, como una manzana. Una manzana es roja, redonda, tersa, dulce y ácida. Cualquiera de sus carácterísticas por separado no conforma una manzana ni una parte de ella. ¿Cómo une el cerebro toda la información para reconocer un objeto a partir de sus distintos aspectos integrantes? No se sabe con seguridad, pero una explicación plausible es que se lleve a cabo mediante una actividad rápida y coordinada de varias zonas corticales. El aglutinamiento puede explicar muchos aspectos de la percepción y de la atención. Al ver el mundo, lo hacemos sobre la base de formas, movimientos, colores y claves de profundidad, cada una de las cuales exige tiempos distintos de detección y procesamiento. Así, la mente combina a la percepción estas señales visuales para crear una única percepción coherente, y esto es el aglutinamiento.
Cómo se perciben formas y contornos
En la década de los años 1960, David Hubel y Torsten Wiesel intentaron desvelar los secretos de la percepción de contornos y formas, lo cual les condujo finalmente a la obtención del Premio Nobel. Utilizaron gatos como sujetos porque sus respuestas visuales son muy parecidas a la de los seres humanos. Hubel y Wiesel registraron la actividad eléctrica en la corteza visual de gatos mientras les presentaba estímulos visuales en la pantalla (Ilustración 11). Así descubrieron que muchas células de la zona V1 responden, por ejemplo, a franjas de luz con una determinada orientación, líneas o bordes verticales u oblicuos.
Detección de rasgos
Las neuronas que se estimulan en respuesta a determinadas formas se denominan detectores de rasgos porque detectan líneas y bordes, pero existen otras neuronas que actúan como detectores de rasgos para otros tipos de información perceptiva, como líneas de determinadas longitudes, formas complejas e incluso objetos en movimiento.
Ceguera cortical
La ceguera cortical es un trastorno que demuestra la implicación de las zonas de asociación secundaria en el proceso de visión. Las personas cuya ceguera cortical proviene de lesiones en la zona V1, a veces, pueden adivinar la presencia de objetos en el entorno, a pesar de no poder verlos. Explicación: las personas con ceguera cortical que han sufrido lesiones en la zona V1 tienen bloqueado el acceso a las zonas de asociación visual. No obstante, es probable que parte de la información visual, aunque distorsionada, logre alcanzar la corteza de asociación sin pasar por la zona V1, lo cual explicaría los fenómenos que se observan en la ceguera cortical.
Gestalt: rellenar los huecos
El cerebro proporciona la información que falta para dar sentido a los estímulos, fenómenos denominados contornos subjetivos. Gaetano Kaniza se interésó por este fenómeno en 1955. Los principios de la Gestalt son reglas que rigen la percepción de los objetos como conjuntos dentro de un contexto general.Los principios de percepción de la Gestalt ayudan a explicar la percepción coherente del mundo, con figuras y formas globales, en lugar de un conjunto inconexo de líneas y curvas. Estos principios proporcionan unas directrices acerca de cómo se organiza la percepción para lograr comprender el significado de la realidad. Los psicólogos de la Gestalt identificaron un conjunto de principios que creían explicaban la imposición de orden sobre las experiencias perceptivas. Por ejemplo, los objetos que están próximos físicamente tienden a percibirse como un todo unificado.
Cómo se percibe el movimiento
El cerebro evalúa los cambios constantes del entorno mediante la comparación de marcos visuales, como si se tratara de los fotogramas de una película. Percibimos el movimiento de un coche que se acerca mediante este mecanismo de detección de movimiento, sin el cual no podríamos cruzar la calle, ni mucho menos conducir. También se nos puede hacer creer que hay movimiento cuando es inexistente. El acercamiento y alejamiento de determinadas imágenes genera la ilusión del movimiento, como se muestra en la Ilustración 13. El fenómeno fi, descubierto por el psicólogo de la Gestalt Max Wertheimer, es la percepción ilusoria del movimiento generado por la proyección de imágenes sucesivas, como las luces intermitentes que parecen rodeas las marquesinas de los cines. Estas luces, en realidad, saltan de un punto a otro de la marquesina, pero parecen continuas. El fenómeno fi y otras ilusiones muestran que la percepción de lo que se mueve y de lo que no lo hace se basa únicamente en información parcial y que el cerebro rellena los huecos con la mejor alternativa disponible. Afortunadamente, muchas de estas opciones son correctas o lo suficientemente correctas como para permitirnos funcionar en la vida cotidiana.
Cómo se perciben los colores
Hay diferentes teorías sobre la percepción cromática que explican distintos aspectos de la capacidad de detección de los colores:
-A principios del Siglo XIX, el fisiólogo alemán Hermann von Helmholtz razónó que si el ojo contiene algunos conos que son sensibles al rojo, otros al verde y otros responden con más fuerza al azul-violeta, la experiencia del color proviene de mezclar las señales de los tres receptores. Por ejemplo, lo que percibimos como luz amarilla sería una onda electromagnética que estimula con suficiente fuerza los conos rojos y verdes y de manera mínima los conos azules. Esta teoría es conocida como teoría tricromática (o de tres colores).
La teoría tricromática explica cómo combinar los colores primarios para producir cualquier otro color. También explica algunos tipos de ceguera al color. Las personas con visión de color normal se llaman tricrómatas. Los tricrómatas perciben todos los matices combinando los tres colores primarios. Sin embargo, aproximadamente el 10% de los hombres y el 1% de las mujeres muestran alguna forma de ceguera al color.
Los dicrómatas son ciegos al rojo-verde o al azul amarillo. Entre los seres humanos, los monocrómatas, que no ven ningún color y sólo responden a la sombras de luz y oscuridad, son muy raros.
-A finales del Siglo XIX, Edward Hering, otro científico, alemán, propuso una teoría alternativa de la visión cromática que explica esos fenómenos. Hering planteó la existencia de tres pares de receptores de color: un par amarillo-azul y un par rojo-verde, que determinan el color que uno ve; y un par negro-blanco que determina la brillantez del color que uno ve. El par amarillo-azul transmite mensajes acerca del amarillo o el azul, pero no mensajes acerca de la luz amarilla o azul al mismo tiempo; lo mismo sucede con los receptores rojo-verdes. De esta forma, los miembros de cada par trabajan en oposición entre sí, lo cual explica por qué nunca vemos un azul amarillento o un verde rojizo. Es la teoría del proceso oponente.
Cómo se percibe la profundidad
La percepción de la profundidad es la capacidad de ver relaciones espaciales en tres dimensiones y así, por ejemplo, alcanzar un vaso y agarrarlo sin volcarlo ni derramar su contenido. Hay que tener cierta idea de lo cerca o lejos que se está de los objetos para orientarse en el entorno. Se utilizan dos tipos de claves para medir la profundidad:
claves monoculares de profundidad, que se basan en un solo ojo, y claves binoculares de profundidad, que necesitan ambos ojos.
Claves monoculares
Es posible percibir tres dimensiones con un ojo. Cada ojo proporciona claves independientes de profundidad como, por ejemplo:
- Tamaño relativo: los objetos más distantes parecen más pequeños que los más cercanos.
- Gradiente de textura: la textura de los objetos es menos clara a medida que se alejan.
- Interposición: un objeto más cercano bloquea la visión del objeto detrás de él. Así sabemos qué objeto está más cerca y cuál más alejado.
- Perspectiva lineal: los contornos de las habitaciones o edificios convergen a medida que aumenta la distancia. En realidad, las líneas paralelas nunca convergen, pero parece que lo hagan a grandes distancias.
- Luz y sombra: los objetos proyectan sombras que dan idea de su forma tridimensional.
- Paralaje de movimiento: los objetos más cercanos parecen moverse más rápidamente que los alejados que se desplazan a la misma velocidad porque los primeros se desplazan con más rapidez por la retina.
Claves binoculares
El sistema visual está dispuesto de modo que la mitad de los axones del nervio óptico de cada ojo cruza al otro lado, mientras que la otra mitad se queda en el mismo lado antes de entrar en el cerebro. El cerebro compara la información visual de ambos ojos y estas comparaciones conforman la base de la percepción binocular de la profundidad.
- Disparidad binocular: al igual que un par de lentes de prismáticos, el ojo derecho e izquierdo transmiten informaciones ligeramente distintas sobre los objetos cercanos, pero ven los objetos lejanos de forma similar. Esta clave de profundidad es fácil de poner a prueba: cierra uno de los ojos y aguanta el bolígrafo a unos 30 cm de la cara, alineando la parte superior de éste con u punto lejano de la pared (como un pomo de la puerta o una esquina del marco de un cuadro). A continuación mantenga firme el bolígrafo a la vez que alterna el ojo que tienes abierto y verás que, a pesar de que el bolígrafo está alineado con un ojo, deja de estarlo al cambiar al otro ojo, mientras que el objeto distante sigue alienado. Cada ojo ve el mundo de un modo ligeramente distinto y el cerebro aprovecha esta disparidad en la información para calcular la profundidad.
- Convergencia binocular: cuando se miran objetos cercanos, se enfocan de manera refleja mediante los músculos del ojo que mueven los ojos hacia dentro, fenómeno denominado convergencia. El cerebro calcula cuánto convergen los ojos y utiliza esta información para estimar la distancia.
Constancia perceptiva
La constancia perceptiva permite la percepción estable de los estímulos a pesar de que aparezcan bajo distintas condiciones. Existen varios tipos de constancia: de forma, de tamaño y de color. Si pensamos en una puerta que puede verse desde distintas perceptivas, debido a la constancia en la percepción de la forma veremos que se trata siempre de la misma puerta, tanto si está totalmente cerrada, como si está entreabierta o abierta, a pesar de que estas formas difieren considerablemente entre sí.
La constancia en la percepción del color es la capacidad de percibir sistemáticamente colores con distintos grados de iluminación. Si pensamos en un grupo de bomberos con chaquetas de color amarillo fuerte, éstas seguirán parecíéndonos de color amarillo fuerte incluso con poca luz ambiental, y esto se debe a que el sistema perceptivo evalúa el color de un objeto teniendo en cuenta el contexto de luz de fondo y colores que le rodean.
La constancia de la percepción del tamaño es la capacidad para percibir que los objetos conservan el mismo tamaño independientemente de lo alejados o próximos que estén. Cuando una amiga se aleja, su imagen empequeñece, pero casi nunca somos conscientes de ello ni llegamos a la conclusión de que está encogíéndose misteriosamente. Al margen del procesamiento consciente, el cerebro amplía mentalmente las figuras lejanas de modo que se parecen más a otros objetos similares de la escena.