El proyecto de inició en 1527, tuvo que pararse por falta de dinero, y fue consagrada finalmente en 1685 por Andrea Pozzo, y todavía sin terminar. Andrea Pozzo pintaría sobre tela una cúpula, siendo el techo plano.
La fachada es prácticamente idéntica a la del Gesú. El cuerpo bajo tiene la misma articulación, columnas destacando la entrada de ingreso. Hay un juego de entradas y salientes, la verticalidad, de todos modos esta ya más acentuada y hay una decoración de placas con ángulos. Estas placas se convertirán en la estrella del Barroco. En el segundo cuerpo, hay columnas frente a las pilastras del Gesú. En el frontón introduce un elemento decorativo. Ya no es el perfil limpio el que se recorta en el cielo. Son los candelabros los que acentúan la verticalidad. El enlace entre estos dos cuerpos es distinto al del Gesú, aquí es un sencillo arco de medio punto rebajado, y elimina la pesadez del doble frontón del Gesú.
Es proyectado por Andrea Pozzo en los frescos. Sigue la estructura del Gesú: capillas laterales comunicadas entre sí, más arcos laterales marcados por unos pilares transparentes.
Paulo V, en cuanto es nombrado Papa, encarga a Maderno el cerramiento de la basílica de San Pedro.
Se estaba terminando la cúpula proyectada por Miguel Ángel y que fue concluida por della Porta y por Maderno.
Lo que más respetan los nuevos constructores son las reliquias, y la tendencia a la planta centralizada por ese carácter funerario. Se hace una planta de cruz griega con una cúpula qué destacaría la zona más transcendente, la de las reliquias.
Bramante, proyecta cuatro capillas angulares en torno a la cúpula central. Capillas con cúpula, y a partir de ahí una zonas angulares, a modo de planta de cruz griega inscrita en un cuadrado. Más tarde, Raffael, acepta el proyecto de Bramante, pero transforma en cruz latina la planta, pensando más en los fieles que en las reliquias, retoma la idea del edifico original con sus cinco naves. Naves profundas y grandes mal iluminadas.
Eterusi retoma la idea de Bramante, manteniendo los brazos de cruz griega y las cúpulas.
Antonio de Sangallo mantiene el proyecto de Eterusi, dando importancia a una fachada occidental, de importancia y monumentalidad a los pies. Así, poco a poco, se va construyendo el núcleo principal.
Busca la idea de los fieles, que puedan estar en la iglesia para adorar las reliquias, por ello amplia los pies con unas naves, pero manteniendo la idea del Martyrium; ahora es una especie de simbiosis entre dos plantas: la centralizada y la longitudinal. Pretende respetar al máximo lo ideado por Miguel Ángel, pero para que le gustara al Papa, añade en la zona de uníón tres naves transversales y tres longitudinales, ampliando así los pies con casi un cuadrado. El efecto que produce es una cabecera mucho mayor, con la sensación de pórtico abierto, naves con una inmensa perspectiva del fondo que nos conduce hacia el Martyrium con el espacio muy compartimentado, guiándote hacía allí, además de la monumental cúpula.
Lo que hizo Bernini fue posterior, pero aquí se busca la direccionalidad hacia el fondo.
En cuanto a la fachada, tiene una gran cuerpo inferior subdividido en dos, como si fuera un palacio ( la planta baja y la noble) unidas por pilastras pareadas de orden gigante. Es la composición manierista de los palacios manieristas. Estas pilastras pareadas con un pequeño espacio entre ellas, con unos vanos abiertos en forma de hornacina.
Las ventanas están rematadas por unos frontones triangulares y frontones curvos. En el piso noble, las ventanas tienen un balconcillo. En el ático, tenemos ventanas hornacinas y ventanas achatadas decoradas en su parte superior sobre el dintel. La fachada principal es excesivamente renacentista, es muy horizontal.
Tenemos una serliana (tramo recto, tramo curvo, tramo recto, tramo curvo; además de pares de columnas que sujetan los rectos). La serliana de San Pedro sólo se llagó a hacer hasta la altura de la fachada, porque Maderno no quería que le quitara protagonismo a la cúpula de San Pedro. Además, estos extremos con pilastras que enmarcan o hubieran enmarcado, enlazan con el proyecto de Miguel Ángel, todo a base de pilastras. La parte central de la fachada es cómo un templo tetrástilo. Maderno hizo, además, el balcón de las bendiciones. Es como la estructura de un palacio.
La fachada es prácticamente idéntica a la del Gesú. El cuerpo bajo tiene la misma articulación, columnas destacando la entrada de ingreso. Hay un juego de entradas y salientes, la verticalidad, de todos modos esta ya más acentuada y hay una decoración de placas con ángulos. Estas placas se convertirán en la estrella del Barroco. En el segundo cuerpo, hay columnas frente a las pilastras del Gesú. En el frontón introduce un elemento decorativo. Ya no es el perfil limpio el que se recorta en el cielo. Son los candelabros los que acentúan la verticalidad. El enlace entre estos dos cuerpos es distinto al del Gesú, aquí es un sencillo arco de medio punto rebajado, y elimina la pesadez del doble frontón del Gesú.
El interior
Es proyectado por Andrea Pozzo en los frescos. Sigue la estructura del Gesú: capillas laterales comunicadas entre sí, más arcos laterales marcados por unos pilares transparentes.
Basílica de San Pedro (Roma)
Paulo V, en cuanto es nombrado Papa, encarga a Maderno el cerramiento de la basílica de San Pedro.
Se estaba terminando la cúpula proyectada por Miguel Ángel y que fue concluida por della Porta y por Maderno.
Lo que más respetan los nuevos constructores son las reliquias, y la tendencia a la planta centralizada por ese carácter funerario. Se hace una planta de cruz griega con una cúpula qué destacaría la zona más transcendente, la de las reliquias.
Bramante, proyecta cuatro capillas angulares en torno a la cúpula central. Capillas con cúpula, y a partir de ahí una zonas angulares, a modo de planta de cruz griega inscrita en un cuadrado. Más tarde, Raffael, acepta el proyecto de Bramante, pero transforma en cruz latina la planta, pensando más en los fieles que en las reliquias, retoma la idea del edifico original con sus cinco naves. Naves profundas y grandes mal iluminadas.
Eterusi retoma la idea de Bramante, manteniendo los brazos de cruz griega y las cúpulas.
Antonio de Sangallo mantiene el proyecto de Eterusi, dando importancia a una fachada occidental, de importancia y monumentalidad a los pies. Así, poco a poco, se va construyendo el núcleo principal.
Miguel Ángel:
Quita las zonas angulares. Aunque sigue con la idea de Bramante. Ahora hay un rombo, y amplia el espacio central para destacar la cúpula y la idea del Martyrium, pero mantiene ya la idea moderna de destacar la puerta principal con un pórtico y una escalinata.Carló Maderno:
Busca la idea de los fieles, que puedan estar en la iglesia para adorar las reliquias, por ello amplia los pies con unas naves, pero manteniendo la idea del Martyrium; ahora es una especie de simbiosis entre dos plantas: la centralizada y la longitudinal. Pretende respetar al máximo lo ideado por Miguel Ángel, pero para que le gustara al Papa, añade en la zona de uníón tres naves transversales y tres longitudinales, ampliando así los pies con casi un cuadrado. El efecto que produce es una cabecera mucho mayor, con la sensación de pórtico abierto, naves con una inmensa perspectiva del fondo que nos conduce hacia el Martyrium con el espacio muy compartimentado, guiándote hacía allí, además de la monumental cúpula.
Lo que hizo Bernini fue posterior, pero aquí se busca la direccionalidad hacia el fondo.
En cuanto a la fachada, tiene una gran cuerpo inferior subdividido en dos, como si fuera un palacio ( la planta baja y la noble) unidas por pilastras pareadas de orden gigante. Es la composición manierista de los palacios manieristas. Estas pilastras pareadas con un pequeño espacio entre ellas, con unos vanos abiertos en forma de hornacina.
Las ventanas están rematadas por unos frontones triangulares y frontones curvos. En el piso noble, las ventanas tienen un balconcillo. En el ático, tenemos ventanas hornacinas y ventanas achatadas decoradas en su parte superior sobre el dintel. La fachada principal es excesivamente renacentista, es muy horizontal.
Tenemos una serliana (tramo recto, tramo curvo, tramo recto, tramo curvo; además de pares de columnas que sujetan los rectos). La serliana de San Pedro sólo se llagó a hacer hasta la altura de la fachada, porque Maderno no quería que le quitara protagonismo a la cúpula de San Pedro. Además, estos extremos con pilastras que enmarcan o hubieran enmarcado, enlazan con el proyecto de Miguel Ángel, todo a base de pilastras. La parte central de la fachada es cómo un templo tetrástilo. Maderno hizo, además, el balcón de las bendiciones. Es como la estructura de un palacio.