– La Corriente Peruana, también llamada Corriente de Humboldttiene temperaturas templadas inferiores a las de los mares de iguales latitudes en el globo con 5°C a 7°C de diferencia. Este factor establece un régimen climático de temperaturas templadas y un mar de aguas frías en plena zona tropical, dando lugar a características químicas y físicas que permiten la existencia de abundantes recursos ictiológicos (Romero 1968: 11). El afloramiento de aguas frías que se da en nuestro mar, favorece la vida de la anchoveta (Engraulis rigens) de gran valor económico por ser la materia prima principal de la harina de pescado. Si las condiciones del mar fueran diferentes, la actividad pesquera tendría otras características y las especies extraídas serían también diferentes.
En líneas generales, ya es bien sabido que el Perú, por su localización geográfica, debería tener un clima cálido y lluvioso. Esto no ocurre por la presencia de la cordillera de los Andes, que constituye el sistema de montañas tropicales más alto del mundo, extendiéndose desde Venezuela hasta el extremo sur de Chile y Argentina casi paralelo al litoral Pacífico. En el Perú, los Andes forman una especie de columna vertebral del territorio desde los 3o 20’S hasta los 18° 21 ‘S y junto con la Corriente Peruana, que domina el lado oriental del Océano Pacífico en dirección Sur- Nor Oeste, modifican completamente las condiciones vitales. La cordillera de los Andes forma una gigantesca barrera que determina la existencia de una costa occidental muy árida así como una serranía semiárida, dejando al este de la cordillera, una extensa zona de selvas tropicales que son las únicas partes del territorio que tienen las condiciones comunes de los trópicos (Romero. 1968:11). Esta cadena montañosa es también la responsable de la existencia de una distribución climática en niveles altitudinales que a su vez generan una gran variedad microclimática que favorece el hábitat de una gran diversidad de especies.
El relieve influye tanto por medio de la altitud como por el grado de inclinación del terreno, es decir, la pendiente (Rovira 1985: 9). Las características del terreno permiten establecer el tipo de actividades a desarrollar. Siempre se busca un espacio poco accidentado para la localización de fábricas u otra infraestructura, ya que eso representa un costo de construcción menor en comparación a sí la fábrica estuviera en una zona cuyo relieve se caracteriza por presentar fuertes pendientes. De la misma manera, el relieve influye en el grado de conexión y comunicación a través de carreteras, que puede existir entre los centros poblados; así como la accesibilidad a éstos, a los recursos (materia prima) y mercados existentes.
– El suelo, es la capa superficial de la corteza terrestre y está formado por cuerpos naturales (minerales, agua, aire, microorganismos) que resultan de la acción conjunta del clima, organismos, roca subyacente, y topografía, en periodos de tiempo muy largos. La importancia del suelo radica en que sobre él descansa la vida vegetal y la actividad agrícola del mundo, que permite la producción de alimentos que aseguran nuestra existencia.
– El agua, es un recurso indispensable, no sólo para el desarrollo de las actividades económicas sino también para la existencia de la vida misma, y en gran medida determina la localización de algunas actividades. Por ejemplo, el emplazamiento de una actividad minera está determinado, no sólo por la existencia de los yacimientos mineros, sino también por el agua, que es indispensable en el procesamiento de los minerales. Si no hay agua, no se instala la mina por más materia prima que exista. Sin embargo, esto puede corregirse con aplicaciones tecnológicas en el aprovisionamiento de agua mediante acueductos, embalses, etc.. Tal es el caso de la costa norte del Perú en donde se ha construido el gran complejo hidrológico Chira – Piura, que permite el aprovechamiento de los suelos de la costa piurana, ricos para el desarrollo de la agricultura.
– La litología, se refiere al conjunto de rocas de origen sedimentario, metamórfico o magmático, que se distribuyen a lo largo y ancho del territorio y a diferentes niveles altitudinales. La litología determina la aptitud de los sitios para la construcción de infraestructura, disponibilidad de agua superficial y subterránea, así como la extracción de recursos minerales. Una roca suficientemente porosa permite la recarga de los acuíferos haciendo más aprovechable el recurso. Igualmente, en Arequipa se aprovechan los sillares, provenientes de la sedimentación de las cenizas volcánicas para la elaboración de materiales de construcción de viviendas.
La litología influye enormemente en la morfología de! terreno, y en regiones montañosas como Los Andes es un factor importante en la distribución de las redes hidrográficas de la Vertiente del Pacífico ubicada al oeste, de la vertiente del Titicaca al sureste y la vertiente Amazónica al este. El conjunto de ríos de cada vertiente, presenta varias características similares, tales como la longitud, caudal, orientación, etc; que los diferencia entre vertientes. Los ríos de la vertiente del Pacífico se caracterizan por ser los más torrentosos, debido a la fuerte pendiente en el curso medio de estos, y por la formación de amplios valles triangulares, con suelos fértiles en su curso bajo. De esta manera, sus aguas son aprovechadas para alimentar las grandes centrales hidroeléctricas que abastecen de energía a los grandes centros de producción y de consumo. Así también el agua es canalizada para formar los grandes sistemas de irrigación en aquellas zonas en donde el recurso no es abundante.
Los ríos de la vertiente amazónica son los más caudalosos y navegables. El exceso de agua en esta región impide la construcción de carreteras por lo que los ríos constituyen la principal vía de comunicación en la selva peruana. Así también, albergan una gran variedad de peces que abastecen de proteínas a las poblaciones ribereñas.