**Comunicación Oral Efectiva: Claves para un Discurso Claro y Comprensible**
**La Importancia del Lenguaje Oral en la Era Digital**
En el siglo XX, el cine, la radio y, sobre todo, la televisión han revalorizado la comunicación oral y la imagen. Hoy en día, las personas influyentes otorgan la misma importancia al lenguaje escrito que al oral, que ya no se limita al ámbito familiar o coloquial. Las diferencias entre el lenguaje escrito y el oral se han hecho más evidentes.
**El Abismo entre el Lenguaje Escrito y el Oral**
Quien decide hablar en público debe ser consciente del abismo que separa el lenguaje escrito del oral y apostar por este último. El profesor Tubau explica que el lenguaje escrito y el hablado exigen una elaboración diferente porque uno está destinado a lectores y otro a oyentes: «No se puede escribir para quien oye como para quien lee. Por eso, escribir para quien lee como si se hablara es escribir para quien oye hablar. No para quien oye llover».
En el lenguaje oral no hay vuelta atrás: si no se comprende a la primera, el mensaje se pierde. El oyente no puede repasar lo escuchado, a diferencia del lector. Por ello, el comunicador debe esforzarse por lograr la máxima claridad. El lenguaje oral no es reversible, sino extremadamente fugaz, ya que se caracteriza por una radical dimensión temporal.
El lenguaje oral no solo está dominado por el tiempo, sino que también se acompaña de gestos y tonos de voz, ausentes en el lenguaje escrito. «La escritura es una herramienta de traducción bastante pobre de la casi infinitamente rica lengua oral, es decir, de la verdadera lengua». Además, las reglas gramaticales son menos numerosas y menos rígidas en la lengua hablada. Existen, por supuesto, para que podamos entendernos, pero las pautas ofrecen un ámbito mucho más amplio para la libertad del hablante. Esto no significa que debamos olvidar las normas al hablar en público; existe un estándar culto oral, muy diferente al escrito.
**Principios Básicos para Elaborar Mensajes para Audiencias que Escuchan**
La mayor parte de estas recomendaciones están dedicadas a mejorar la claridad de los discursos:
**1. Frases Cortas**
Para ser claro, es preferible usar frases cortas. No se trata de adoptar un estilo lacónico, pero sí de ser prudente con la subordinación de las proposiciones. En frases largas con varias subordinadas, se puede perder la referencia del sujeto y el verbo principal, lo que genera faltas de concordancia y ambigüedades que dificultan la comprensión del mensaje. Una regla de Armando de Miguel es pertinente aquí: «Una regla de buen cubero estilístico consiste en reducir el número de palabras de una frase, entre punto y punto, hasta un máximo de veinticinco». Esta última frase entrecomillada tiene justamente veinticinco palabras.
**2. Orden Gramatical Lógico**
En la comunicación oral, las frases deben ser cortas y, sobre todo, mantener el orden lógico fundamental: sujeto + verbo + complementos. El hipérbaton no suele funcionar bien en los discursos orales. Veamos un ejemplo donde no se respeta el orden natural:
«Los detenidos, una vez trasladados a la comisaría por los policías, telefonearon a sus abogados».
Este enunciado tiene varios problemas: falta de orden lógico, voz pasiva, rima interna cacofónica (trasladados-abogados / policías-comisaría), inicio con complemento y ambigüedad: ¿quién telefoneó, los policías o los detenidos?
Se pueden evitar estos inconvenientes reformulando el enunciado, por ejemplo, con dos frases cortas en voz activa, colocando los complementos después del verbo y reiterando el sujeto para evitar ambigüedades. Así queda mucho mejor:
«Los policías trasladaron a los detenidos a la comisaría. Una vez allí, los detenidos telefonearon a sus abogados».
**3. Repetir, Reiterar, Redundar**
Para ser claros, especialmente en la comunicación oral, es preciso repetir. Que nosotros sepamos lo que queremos decir no garantiza que el público capte nuestras ideas a la primera. Por eso, debemos reiterar las ideas más importantes. Eso sí, al redundar en los conceptos, debemos usar palabras y enunciados diferentes para que el público no tenga la impresión de que nos estamos repitiendo.
**4. Traducir**
Es conveniente explicar las palabras técnicas, neologismos y extranjerismos desconocidos para la mayoría del público. Quien habla ante un auditorio está aún más obligado a clarificar, ya que un término que el oyente no entiende tiene el mismo efecto que un borrón en la escritura. Por la misma razón, se deben traducir las siglas que no sean de uso frecuente.
También por razones de claridad, conviene redondear las cifras al hablar en público. Puede haber excepciones (no se redondean los números de la lotería o las matrículas de los coches), pero, por regla general, es preferible renunciar a un rigor absoluto a cambio de conseguir la perfecta comprensión y memorización de las cifras.
**5. Usar Tiempos Psicológicamente Cercanos al Presente**
En el lenguaje oral, es mejor usar el presente y las formas continuas que los tiempos pasado y futuro. Por razones de actualización, también son preferibles los tiempos compuestos para referirse al pasado (he cantado mejor que canté) y los tiempos simples para acercar psicológicamente el futuro (cantaré mejor que habré cantado). Las locuciones y perífrasis adverbiales y de tiempo también ayudan a actualizar la acción principal aproximándola al presente que comparten emisor y receptor en la comunicación oral (esta misma semana, hace apenas media hora…).
**6. Preferir el Estilo Verbal al Nominal**
Para expresar una misma idea, se puede recurrir a diferentes procedimientos gramaticales: estilo personal o impersonal, voz activa o pasiva, verbos o nombres, verbos simples o compuestos, estilo indirecto o directo, locuciones prepositivas y circunloquios…
En el lenguaje oral, es más aconsejable elaborar construcciones de base verbal por varias razones: se acercan más al estilo personal, suelen usar la voz activa, dan fuerza a los verbos, adverbios y adjetivos, no utilizan verbos complejos, prefieren el estilo indirecto, huyen de los giros eufemísticos y evitan la acumulación de complementos.
Las ventajas de las construcciones verbales son: a) permiten oraciones más cortas y sencillas de entender; b) evitan términos y períodos largos (los nombres técnicos suelen ser más largos que los verbos de los que derivan: modelo / remodelar / remodelación); c) introducen variedad, mientras que el estilo nominal resulta más monótono; d) la base verbal es más creativa, expresiva y cercana al lenguaje coloquial que la base nominal.
**7. Crear Imágenes Gráficas**
En el lenguaje oral, los símiles y las metáforas son especialmente útiles, ya que ayudan al oyente a formarse una representación mental de la realidad que se quiere transmitir. Veamos algunos ejemplos:
- a) Comparaciones: Para hablar de algo silencioso, se puede recurrir a una imagen y decir, por ejemplo, silencioso como una sombra. Algo suave y frágil como una amapola… El silencio, la suavidad y la fragilidad se perciben mejor a través de las comparaciones. A veces hay que pensar, buscar en la imaginación y encontrar esa imagen que expresa lo que realmente se quiere comunicar. Esto exige creatividad y, sobre todo, tiempo de preparación, imprescindible para quien quiera tener éxito en sus discursos.
- b) Metáforas: Para crear imágenes, también se puede recurrir a la metáfora. («…se puede llamar toro a un hombre bravo, cristal a la superficie del agua o pájaro de níquel a un avión… La metáfora no oscurece. Al contrario, una vez entendida, arroja luz, refuerza la comprensión, esculpe en la imaginación el significado más pleno de lo metaforizado», decía Ayllón).
- c) Refranes y Dichos Populares: El lenguaje popular aporta muchas comparaciones gráficas que, con prudencia y sin abusos, pueden utilizarse con buenos resultados: hablar mucho y sin parar es hablar como una cotorra; hacerlo murmurando es hablar como una portera; si se habla repitiendo lo mismo, se dice que se habla como un disco rayado… Pero este tipo de expresiones, además de ser injustas, están tan manidas que demuestran poca creatividad. Ante todo, se debe buscar la originalidad.
- d) Máximas y Aforismos: Las máximas tienen la propiedad de condensar acertadamente y en pocas palabras un pensamiento sabio.
- e) Ironía: La ironía puede recuperar la atención del público y transmitir una imagen certera de lo que se quiere comunicar.
En resumen, la comunicación oral efectiva requiere claridad, brevedad, un orden lógico, la repetición estratégica de ideas clave y el uso de imágenes verbales que faciliten la comprensión del mensaje por parte de la audiencia.