METAFÍSICA. TEORÍA DE LA SUSTANCIA
La metafísica de Aristóteles está formada por pequeños tratados o «cursos» que Aristóteles elaboró en los últimos períodos de su pensamiento. Tratan acerca de lo que Aristóteles llamó «sabiduría» o «filosofía primera». Aclaremos, antes de nada, que Aristóteles nunca utilizó el término «metafísica». Esta denominación procede de Andrónico de Rodas (s. I a. C.) décimo director de la escuela aristotélica. Ordenando los escritos del estagirita se encontró con una serie de tratados diversos y pertenecientes a diferentes momentos del desarrollo intelectual del autor y, como se ocupaban de temas que estaban más allá del ámbito físico, los situó detrás de la física designándolos con el término «metafísica». En realidad bajo esta denominación se esconden dos proyectos distintos: a) El proyecto de una teología. Hay apartados de la Metafísica en los que Aristóteles afirma que «la ciencia por excelencia debe tener por objeto el ser por excelencia». Este ser por excelencia es Dios. En este sentido, la filosofía primera sería una teología, es decir, una ciencia particular, que tiene por objeto «el género más eminente», el ser divino. B) El proyecto de una ontología; según el cual la filosofía primera sería entendida como una ciencia del ser en cuanto a ser (hoy diríamos ontología); es decir del ser considerado en aquello que es ser y únicamente ser, sus principios y sus causas. Esta ciencia del ser en cuanto a ser (la ontología o, como la denomina Aristóteles, “ciencia buscada”) no es una ciencia particular. Las ciencias particulares estudian una esfera determinada del ser, o, dicho de otro modo, una determinada clase de seres: son ciencias particulares, por ejemplo, la física, que se ocupa de los seres reales en movimiento; la matemática, que tiene por objeto los seres inmutables no separables de la materia;
La astronomía, etc. La ontología, no investiga zonas particulares del ser, sino el ser en cuanto que es ser y trata de determinar las causas y los principios primeros o supremos del ser en cuanto a ser, que constituyen el fundamento de las cosas. Por lo tanto, la pregunta por el ser es la pregunta fundamental de la ontología y de ahí le viene la supremacía sobre las demás ciencias particulares
-EL SER Y LA SUSTANCIA
Ahora bien, según nos dice Aristóteles “ser” se dice en muchos sentidos, no es un término unívoco como lo era para Parménides, que predicaba el ser de manera radicalmente unívoca al concebirlo como algo pleno, sin alternativa lógica posible; ni equívoco, como para Platón, que no concedía al mundo sensible más que apariencia de ser; sino que, para Aristóteles, “ser” se enuncia de varias maneras, tiene muchos sentidos, es análogo. Por ejemplo, cada uno de nosotros somos, es decir, tenemos ser, existimos. Algunos somos perezosos y otros son estudiosos. Muchos son morenos; otros muchos son castaños Cada cierto tiempo son las nueve y media o es primavera. Algunas cosas son cálidas y otras son amarillas. Unos somos de izquierdas y otros son de derechas. Todos estos sentidos del ser o tipos de predicación son denominadas por Aristóteles categorías, que según Aristóteles son diez: La de sustancia o entidad (Sócrates, hombre, caballo); cantidad (de dos metros de largo); cualidad (blanco); relación (doble, mitad); lugar (en el instituto); el tiempo, (durante la noche) posición (sentado); estado (está armado); acción (quema); y pasión (es cortado). Pero además de las significaciones correspondientes a las distintas categorías, Aristóteles menciona y distingue otros usos y significaciones del verbo ‘ser’:
a) A veces, dice Aristóteles, utilizamos el verbo ‘ser’ para expresar que algo ocurre casualmente, accidentalmente (katá symbebekós), como cuando decimos que el matemático es músico, o que el músico es matemático.
c) En tercer lugar como, ‘es’ se usa en el sentido de «es verdadero», «es verdad», y ‘no es’ en el sentido de «es falso».
d) ‘Ser’ y ‘lo que es’ significan, en fin, bien lo que es en potencia, bien lo que es ya plenamente realizado, en acto. Sin embargo, pese a la pluralidad de maneras de nombrar lo que existe, todas se refieren a un mismo término, al «ser» propiamente dicho: la substancia o entidad (ousía). Los accidentes se dan en un sujeto que los soporta, que es la sustancia, la cosa concreta de la que decimos sus carácterísticas. Por lo tanto, la substancia es el sujeto de toda predicación al que se refieren los demás modos de nombrar la realidad . Por ello la investigación ontológica que aborda la pregunta por el ser en cuanto a ser (la pregunta acerca de «lo que es») viene a reducirse a la pregunta «¿qué es la entidad o sustancia?
-SUSTANCIA PRIMERA Y SUSTANCIAS SEGUNDAS
Aristóteles distingue dos tipos de sustancias: sustancias primeras (los individuos concretos, como Sócrates, la farola o el tenedor) y sustancias segundas (la especie y el género: «humano», «animal», «vegetal»…). La sustancia primera es el individuo concreto, un conjunto (sýnolon) compuesto de materia y forma (hile-mórfico). Sustancia primera es la entidad realmente existente, no abstracta ni fruto de una operación de la imaginación y el entendimiento; y La sustancia segunda es la forma esencial de un ser, su estructura carácterística, esto es, lo que responde a la pregunta por el quid de la cosa (quid est?), o sea: géneros y especies: su esencia (essentia). En sentido estricto, sólo los individuos concretos deben ser considerados sustancias. Pero, puesto que las especies y los géneros, de los cuales se ocupa la ciencia, son también algo real, no meros conceptos, también deben ser consideradas sustancias, aunque no existen separadas de la sustancia primera (de los individuos), sino en ella (en los individuos concretos). Por lo tanto, la sustancia primera es lo verdaderamente real, la sustancia en sentido estricto: es el sujeto último o sustrato en el que tienen su existencia la especie y el género, la esencia y la forma. Por eso la sustancia primera «subyace a todas las cosas». Por su parte, la sustancia segunda refiere a la cosa en cuanto está determinada por ciertas propiedades que son comunes a otras cosas. Por ejemplo, «este bicho es un insecto», «insecto» se dice de este bicho y de muchísimos otros. Es la forma genérica (género) en la que puedo incluir moscas, escarabajos, etc. Géneros estos que a su vezpuedo dividir dialécticamente en distintas especies de insectos. La sustancia segunda, lo que la cosa es para la ciencia, suele traducirse por esencia (lat. Essentia) y es la determinación formal de la cosa, abstraído (sustraído o restado) el sustrato material, concreto e individual, del que también está hecha y sin el cual no existiría, es decir, no podría ser en acto.
-LA SUSTANCIA Y LOS ACCIDENTES
La sustancia tiene entidad por sí misma, es el soporte real sobre el que descansan todas las demás cualidades cambiantes de las cosas. Estas cualidades cambiantes son los accidentes (el color, la dureza de un material, su forma, su temperatura, etc.). Los accidentes existen sobre una base proporcionada por la sustancia: no existe el color blanco en abstracto, sino mesas blancas, papel blanco, pintura blanca, etc. Tampoco existe el frío por sí mismo, sino nieve fría, cuerpos fríos, metal frío, etc. Mientras la sustancia es un ser por sí mismo (ens in se), el accidente es un ser que necesita de otro para existir (ens in alío).
-TEORÍA HILEMÓRFICA: LA MATERIA Y LA FORMA
La sustancia individual sensible está compuesta: es un compuesto de materia y forma. Puesto que la materia es indeterminada de suyo ¿qué es lo que «saca» a la materia de su indeterminación haciendo que venga a ser, por ejemplo, un hombre, y no cualquier otra entidad o ousía? La forma, señala Aristóteles.
ºMateria es, por ejemplo, el bronce o la madera. A estas cosas le llama Aristóteles materia próxima o segunda, perceptible por los sentidos. Pero habla también de una materia primera absolutamente indeterminada, carente de forma, cualidades o extensión, incapaz de existir independientemente. Esta noción recuerda al àpeiron de Anaximandro, o a la materia primordial del Timeo platónico. Sería algo así como el sustrato último de toda materia, del cual el bronce ya sería una esencia o forma determinada. Dicha materia primera también sería eterna, pero imperceptible por los sentidos, sólo por la inteligencia. Forma es la esencia de la cosa, la sustancia segunda, la especie, y es eterna. Pero sólo existe en la materia.
ºLa forma es el elemento más universal de las cosas, algo intrínseco a ellas.
Aristóteles concede prioridad a la forma a porque es, al mismo tiempo:
1) La esencia de cada cosa; es lo que hace que algo sea lo que es. La forma debe entenderse como la esencia. La interpretación de la sustancia como forma / esencia sitúa la indagación aristotélica pareja a la de su maestro Platón. Las Ideas / Esencias platónicas son los objetos de verdadero conocimiento. En ellas hallaba Platón las «entidades estables» capaces de soportar el conocimiento firme y la definición consistente. También Aristóteles busca, dentro de un universo cambiante e inestable, ciertos elementos sólidos y firmes para el conocimiento y para el discurso acerca de lo real. Y los halla en la Forma/ esencia por referencia a la cual y acerca de la cual se articulan nuestro conocimiento y nuestro discurso. Por tanto, lo universal es la forma, pero esta no está, como las Ideas platónicas, separada de las cosas, sino presente en ellas, informándolas. Por ello se dice que Aristóteles «bajó las Formas platónicas de los cielos a la tierra», eliminando su transcendencia y proclamando su inmanencia.
2) La forma o esencia, es la actividad o actividades que ejecuta una cosa de suyo y a través de las cuales se realiza en su ser. Así, si el hombre se define como «viviente animal racional», ser hombre efectivamente consiste en estar actuando como tal, consiste en ejecutar el conjunto de actividades que lo definen: ser hombre es alimentarse y reproducirse («viviente»), es ver, sentir y desear («animal») y es, además, recordar, pensar y querer («racional»). La forma es, pues, acto o actividad que, no posee ningún fin distinto, más allá de sí misma, sino que ella misma es el fin. Las formas específicas o, si se prefiere, las especies en tanto que formas, no poseen otro fin que su propia actualización, su propia realización plena y permanente.
-JERARQUÍA DE SER Y MODOS DE SER
El desvelamiento por parte de Aristóteles de la forma como la naturaleza propia de la sustancia abre la posibilidad de que haya sustancias distintas de las sensibles, que sean forma pura, separada de la materia, en cuanto que la forma es por sí más sustancia que la materia y el compuesto. Según la Metafísica, no existe un solo tipo de sustancia, sino tres géneros distintos de ellas, de los que dos son sensibles y el tercero, no. Así lo expone en el capítulo 1 del libro A de la Metafísica:
A) La sustancia sensible corruptible. Como los animales, las plantas. Etc. Su estudio es competencia dc la física, pues implica movimiento.
B) La sustancia sensible eterna, incorruptible (los cielos, los astros). Su estudio corresponde a una parte de la física, la astronomía, porque también implica movimiento.