Glosario de Términos Filosóficos
Términos de Ortega y Gasset
Arquetipo: Tipo ejemplar y modélico. Modelo perfecto que se toma de ejemplo o sirve de imitación.
Auténtico: Se dice de algo que es auténtico, cuando se establece definitivamente lo que se supone que es. Un ser humano es auténtico, cuando es lo que verdadera y radicalmente es. La autenticidad en Ortega es una característica ontológica de la realidad humana. El yo auténtico es el «yo insobornable», que no puede dejar de ser lo que es.
Candor: Sencillez, sinceridad, inocencia.
Cedazo: Instrumento compuesto de un aro y una tela, más o menos tupida, que sirve para separar en algunas cosas las partes más finas de las más gruesas, que son las que se quedan en el cedazo.
Congruo: Conveniente, conforme, adecuado, proporcionado. Aquello que le corresponde. Una congrua porción de verdad es la parte de verdad que le corresponde a un individuo, a un pueblo o a una época.
Conocimiento: Proceso mediante el cual un sujeto «aprehende» un objeto, se apodera de él, aunque no de forma física, sino sólo mental. Para el racionalismo el sujeto puede conocer la realidad tal como es en sí misma. Para Ortega eso no es posible, porque el sujeto, que es concreto e histórico, está dotado a su vez de unas capacidades que también son concretas e históricas. Puede conocer la parte de realidad que le permiten sus capacidades, pero no toda la realidad.
Contorno: Conjunto de líneas que limitan una figura o composición.
Contradicción: Afirmar una cosa y lo contrario. Dos enunciados son contradictorios, cuando lo que en uno se afirma en el otro se niega.
Cultura: La idea de cultura hace referencia al cultivo de las capacidades humanas y al resultado de ese cultivo. Este resultado es un conjunto de conocimientos, técnicas y expresiones artísticas, elaboradas por el hombre y de validez universal. Cuando se contrapone a vida, «cultura» designa lo universal e inmutable y «vida» lo particular y cambiante.
Culturalismo: Postura extrema consistente en defender la cultura de forma excluyente, por encima y en contra de la naturaleza y de la vida. Considera que la cultura es lo auténticamente humano, porque es lo que ha hecho el hombre, mientras que la naturaleza o la vida son algo recibido.
Dimensión vital: Se refiere al carácter concreto, histórico y perspectivista que tiene todo conocimiento. Como la vida, el conocimiento es propio de un sujeto individual, inserto dentro de una circunstancia histórica determinada y referido a esa parte de la realidad que sólo ese sujeto puede captar. No hay vida en general, sino vida concreta, la de cada uno, que se desarrolla en un lugar y un tiempo determinado. Lo que se dice del conocimiento también puede aplicarse a la verdad y a la filosofía. No es posible una verdad inmutable ni una filosofía inmutable, porque eso sería abstraerse de la vida, confundir lo que sólo es una perspectiva con la totalidad de lo real.
Divergencia: Diferencia de opinión o parecer. Acción de divergir, discordar o discrepar. Divergir es la acción de separarse progresivamente una opinión de otra, o de apartarse, en geometría, una línea o una superficie de otra.
Ente abstracto: Se refiere a un ser separado de la realidad. Sólo tiene entidad separada de la realidad concreta o universal. Un ente abstracto es un ente separado de su circunstancia vital e histórica.
Ente racional: Se dice de aquel ser que sólo existe en el entendimiento, en la razón. El ente de razón sólo está en el entendimiento, nunca en la realidad (es lo que los escolásticos llamaban estar «objetivamente» en el entendimiento).
Faz: Rostro, cara. Vista o lado de una cosa.
Fenómeno: Significa lo que aparece, lo que se manifiesta en la experiencia, lo que se muestra al sujeto, en tanto en cuanto se muestra. Con frecuencia se opone fenómeno a realidad, en el sentido de que el fenómeno es lo que se manifiesta y la realidad es lo que da entidad al fenómeno. Todo fenómeno es fenómeno de algo.
Ficción, ficticio: Ficción se opone a suposición y a apariencia. Con el significado de suposición, una cosa ficticia es una cosa inventada, una conjetura o una hipótesis. Con el significado de apariencia, una cosa ficticia es una cosa engañosa, que parece real, pero no lo es.
Generación: Es un periodo de aproximadamente 15 años, en el que está vigente una forma de vida. Es ella la unidad concreta con la que se mide la auténtica cronología histórica. Cada generación está constituida por una fecha central y siete años atrás y siete delante. Los que pertenecen a ella se llaman contemporáneos, frente a los coetáneos, que son los que tienen la misma edad pero no viven el mismo tiempo. Existen dos clases de generaciones: las decisivas y las no decisivas. Las generaciones decisivas son las que hacen cambiar las épocas históricas o que viven el cambio entre las épocas históricas. Las no decisivas constituyen el resto.
Hecho: Etimológicamente el hecho es el resultado de algo llevado a cabo. En un sentido más técnico, «hecho» se contrapone a «cosa» y a veces también a «fenómeno». Se puede considerar el hecho como un «estado de cosas», una «combinación de entidades o cosas», que se puede expresar a través de un enunciado contingente. La metafísica tradicional tendió a hablar de cosas, mientras que a partir del positivismo se habla más bien de hechos. La fenomenología ha contrapuesto «hecho» a «esencia», en el sentido de que los hechos son contingentes y la esencia no. Más difícil es establecer la diferencia con «fenómeno», con el que frecuentemente se le equipara. En cierto sentido el fenómeno es manifestación de algo y, por tanto, de una cosa. El hecho no necesita del fenómeno, porque él es su manifestación.
Historia: La vida humana no es algo meramente vegetativo o sensitivo. La vida humana es algo que no está hecho, que hacer, tarea, acontecimiento, o sea, algo que nos sucede y se está desarrollando; por tanto, algo esencialmente histórico. Dice Ortega que «el hombre no tiene naturaleza sino que tiene historia». El hombre es básicamente un proyecto que se dirige hacia el futuro, pero que parte de un pasado. El hombre nunca es definitivamente, sino que va siendo. El carácter histórico de la vida humana implica responsabilidad y autenticidad. Como ser en proyecto que es, está forzado a elegir desde su circunstancia. Él es el responsable de su elección. Asimismo, ese proyecto vital debe ser conforme a lo que es él.
Horizonte: Es la línea que limita la superficie terrestre que puede alcanzar la vista del observador, donde parece unirse el cielo con la tierra. En un sentido filosóficamente más riguroso, se entiende por horizonte la adecuación de «la magnitud del conocimiento con las capacidades y fines del sujeto». La filosofía del siglo XX de carácter fenomenológico o cercana a la fenomenología ha desarrollado ampliamente el término «horizonte» para referirse al yo y al mundo alrededor. El horizonte sería el conjunto de posibilidades que se le ofrecen al yo. El horizonte es el límite de la totalidad de las cosas, reales o imaginarias, que componen el mundo, pero, a diferencia del mundo, el horizonte es abierto y móvil, no cerrado y fijo.
Ilusorio: Ficticio, carente de realidad, inventado por el sujeto.
Individuo: Se dice de aquello que es indiviso e indivisible.
Inmanente: Se opone a trascendente. Se dice de toda actividad que permanece dentro del agente que la realiza. Se aplica a todo aquello que se queda dentro de sí mismo. Ortega aplica el término «inmanente» al campo de lo biológico, porque la existencia biológica de cada uno (su desarrollo corporal) empieza y acaba en el individuo, no va más allá de él.
Insaculación: Acción de poner en un saco, cántaro o urna cédulas o papeletas con números o nombres de personas o cosas, para sacar luego una o más a suerte.
Inveterado: Antiguo, arraigado.
Litigante, litigar: Pleitear, disputar en juicio sobre una cosa.
Malebranche: Filósofo cartesiano (1638-1715), nacido en París, que lleva a cabo una síntesis entre cartesianismo y agustinismo. Es el defensor de dos teorías que han sido muy discutidas: el ontologismo y el ocasionalismo. Por lo que se refiere al ocasionalismo, Malebranche dice que la relación entre el alma y el cuerpo, que son dos sustancias completamente distintas, se realiza a través de la intervención divina. No es el alma la que mueve directamente al cuerpo, sino Dios con ocasión del deseo del alma; y viceversa, no es el cuerpo el que transmite una percepción al alma, sino Dios con ocasión de la afección correspondiente del cuerpo. Los movimientos del cuerpo y las modificaciones del alma son sólo ocasiones de la acción divina. Por lo que se refiere al ontologismo, Malebranche dice que el alma conoce las ideas de las cosas, no a partir de éstas, sino directamente en Dios. Las ideas son modificaciones del alma, y como las modificaciones del alma son causas ocasionales de la acción divina, vemos las ideas de las cosas en Dios.
Mundo: En sentido amplio significa el conjunto de todas las cosas. En un sentido filosóficamente más riguroso, se entiende por mundo el conjunto de cosas que rodean al yo y tienen sentido para él. En cierta manera cada sujeto, cada época, cada cultura tienen su propio mundo. Como se trata de un conjunto dotado de cierta organización, el mundo se nos presenta cerrado y fijo, aunque de hecho puede cambiar, si cambian las intenciones del sujeto.
Obnubilación: Oscurecimiento, ver algo como a través de una nube.
Omnímodo: Se refiere a algo que lo comprende todo.
Orbe: Es el límite extremo del mundo. Se diferencia de horizonte en que el orbe designa un límite cerrado y concluso, mientras que el horizonte es abierto y móvil.
Perspectiva: Punto de vista desde el que observamos o entendemos algo. El punto de vista depende de la capacidad e intención del sujeto que observa y comprende. Como los sujetos somos muchos y peculiares, las perspectivas son múltiples y diversas.
Porción de verdad: No hay una verdad absoluta y total que el individuo pueda conocer, como cree el racionalismo. Sólo podemos conocer un trozo, una parte de la verdad, que es la que nos corresponde desde nuestra perspectiva. A cada época, cultura o individuo le pertenece su propia porción de verdad, que sólo cada uno de ellos puede conocer, porque su perspectiva es insustituible.
Punto de vista: Lugar desde el que contemplamos o divisamos algo. Según sea el lugar que ocupemos, así será la visión que tengamos del objeto. El lugar determina y limita lo que vemos del objeto. En filosofía la expresión «punto de vista» se ha intelectualizado para referirla al conocimiento y a la realidad captada a través de él. En Ortega la doctrina del punto de vista es una doctrina fundamental, que tiene un doble carácter epistemológico y ontológico. No es posible un conocimiento absoluto, porque todo conocimiento es un conocimiento de un sujeto, que se halla situado en un lugar y en un momento determinado, o sea, en una circunstancia. Pero no sólo varía el conocimiento según sea el punto de vista. También es diferente la porción de realidad que el punto de vista nos permite conocer.
Punto de vista abstracto: Se trata de una expresión contradictoria. Un punto de vista abstracto es un punto de vista separado del lugar y del momento en que todo conocimiento se efectúa, con el fin de convertirse en universal. Pero eso es imposible. La abstracción y la universalidad que pretende la abstracción niegan la noción de punto de vista. La obtención de un punto de vista abstracto por parte del racionalismo es una pretensión engañosa y ficticia, que le condena a desconocer lo real. Lo mismo se puede decir de un punto de vista ubicuo o absoluto. Es imposible un punto de vista ubicuo, que esté en todas partes. También lo es un punto de vista absoluto. En el primer caso, porque un punto de vista está siempre localizado en una sola parte, no en todas. En el segundo caso, porque un punto de vista no puede reflejar todos los puntos de vista.
Quattrocento: Nombre con el que se designa el movimiento literario y italiano del siglo XV.
Racionalismo: Doctrina filosófica que afirma que el órgano adecuado o completo de conocimiento es la razón, de tal manera que todo conocimiento verdadero es de origen racional. Esto es lo que afirmaron los filósofos racionalistas del siglo XVII.
Razón absoluta: Se trata de una razón que se basta a sí misma para conocer toda la verdad, que es universal e inmutable.
Razón pura: Se trata de una razón cuyos conceptos carecen de contenido empírico, o sea, que no obtiene sus conceptos de la experiencia. Es una razón abstracta y a priori, independiente de la experiencia.
Razón vital: Concepto fundamental de Ortega con el que indica que la razón no es un simple agregado a la vida, sino uno de sus constitutivos, sin la cual ésta no puede entenderse. La vida consiste, en una de sus dimensiones esenciales, en saber, o más bien, en «saber a qué atenerse». La razón vital no es una razón abstracta y universal, sino concreta, referida al contenido de la vida de cada uno. Tiene tres características: es histórica, narrativa y a posteriori. Es histórica, porque no acepta nada como definitivamente terminado, sino que capta las cosas en su hacerse, en su devenir. Es narrativa, porque entiende la vida como relato, como conjunto de cosas que nos suceden. Y es a posteriori, porque no se acerca a la realidad con esquemas preestablecidos, sino que usa categorías «ocasionales», cuyo sentido depende de la circunstancia.
Realidad: En el pensamiento de Ortega hay dos conceptos de realidad: lo que es real para nosotros y la auténtica realidad. La realidad, en el sentido de «lo que es real para nosotros», es aquello con que contamos al vivir, queramos o no, aquello con que topamos. Por otra parte, la «auténtica y primaria realidad» es un incierto repertorio de facilidades y dificultades para nuestra vida. Es una realidad desnuda de toda interpretación, que se presenta ante el hombre como un enigma que produce pavor. En el texto Ortega usa el primer concepto.
Relativismo: Ha tenido influencia en la filosofía en dos esferas fundamentalmente, en la teoría del conocimiento y en la ética. Como tesis epistemológica el relativismo afirma que no hay verdades absolutas, que todas las verdades son relativas, o sea, que la verdad de un juicio depende de las condiciones, circunstancias o momento en que se formula. Como teoría ética afirma que nada es bueno o malo absolutamente, que la verdad o maldad de una acción depende igualmente de las condiciones, circunstancias o momento en que esa acción se realiza.
Contexto Histórico
El contexto histórico en el que surge el pensamiento de José Ortega y Gasset, a nivel internacional, viene marcado por las dos guerras mundiales (1914 y 1939). No podemos olvidarnos de la revolución rusa, el ascenso del fascismo con Mussolini, el nacional-socialismo de Hitler y el estalinismo, así como del colapso de la bolsa en Nueva York (1929). Estos acontecimientos históricos son muestra de un mundo convulso, controvertido y falto de una guía con valores humanos que nos hagan recordar cuáles son la naturaleza y las necesidades de las personas.
A nivel nacional, en España, tiene lugar el caciquismo de la restauración borbónica de 1874 con Alfonso XII, la regencia de María Cristina hasta 1902, con la pérdida de las colonias de Cuba y Filipinas (1898).
Alfonso XIII inicia su reinado en 1902 seguido de la dictadura de Primo de Rivera, la proclamación de la II República, la Guerra Civil de 1936 y la dictadura de Franco, hasta la restauración de la democracia en 1975, marcando el desarrollo histórico del siglo XX.
Contexto Cultural
España sufre un retraso cultural frente a Europa, un elevado analfabetismo, se extienden las ideas de regeneración. El surgimiento de una serie de generaciones de intelectuales de enorme prestigio y proyección a nivel nacional e internacional.
- El krausismo y la Institución Libre de Enseñanza, recordamos que es una institución basada en una enseñanza creativa, de calidad y en libertad y que en ella se educaron Buñuel, Lorca…
- La generación del 98, con autores como Azorín, Pío Baroja, Antonio Machado, Unamuno…
- La generación del 14, con autores como Azaña, D’Ors, Jiménez, Madariaga, Ortega…
- La generación del 27, con autores como Aleixandre, Alberti, Lorca…
Las propuestas de estos pensadores, literatos e ideólogos se realizan en tres espacios culturales concretos: el Ateneo de Madrid, la Residencia de Estudiantes y la Revista de Occidente.
Contexto Filosófico
Conviene citar determinadas corrientes de pensamiento y autores cuya influencia fue notable en Ortega:
- La fenomenología de Husserl, quien pretende hacer del saber filosófico ciencia estricta.
- El existencialismo de Heidegger y Sartre. Filosofía que describe la angustia, la náusea y el absurdo de la existencia humana.
- El vitalismo de Nietzsche, recordamos que para el vitalismo lo más importante no es la razón pura sino la vida.
- El historicismo de Dilthey, para el historicismo, la historia es la realidad esencial, y en ella los seres humanos y la sociedad se van constituyendo.
- El neopositivismo, pretende encontrar una manera segura, exacta y precisa para tratar los asuntos que el hombre puede dilucidar con su mente pensante, y encuentran la racionalidad científica.
- La filosofía analítica de Wittgenstein y Russell. El problema del conocimiento debe plantearse en el marco de las relaciones entre el lenguaje y el mundo.
Así Ortega hace una síntesis de estas corrientes en la que primen los valores de la vida.
Tema Completo
A lo largo de su vida, Ortega tendrá tres propuestas sobre la manera de conocer, complementarias entre sí:
Perspectivismo: Siguiendo las ideas de Nietzsche, defendía que, al ser la realidad cambiante, el hombre solo puede conocerla desde un punto de vista y, por tanto, el conocimiento no es objetivo y válido, sino subjetivo. Pero al contrario que Nietzsche, Ortega afirmó que no todas las distintas perspectivas son iguales, sino que la propia circunstancia nos va a decir cuál es más válida. Por ello, para conocer más fielmente la realidad de las cosas, debemos reunir la mayor cantidad posible de perspectivas mediante el asedio filosófico. Sin embargo, en la práctica, el conocimiento absoluto es imposible de alcanzar.
Raciovitalismo: Aunque su propuesta sea en un principio vitalista, ya que se basa en la vida como realidad radical, Ortega afirma que ésta debe ser también racional (contradiciendo así a Nietzsche), porque la vida es proyecto, y los proyectos para llevarse a cabo necesitan la razón.
Historicismo: Siguiendo las teorías de Dilthey, plantea que solamente es posible conocer la realidad conociendo su contexto, su historia. Por ello, Ortega afirma que lo que realmente define al hombre es su parte cultural, histórica, y no su naturaleza, ya que según su circunstancia cada hombre tendrá distintos prejuicios (creencias) en los que se base su pensamiento y actuación.
Creencias e Ideas
Las creencias surgen de nuestra cultura adquirida, que nos hace ver el mundo de una manera en concreto. Estas creencias son aceptadas y no dudamos de ellas porque nos sirven para ver y comprender el mundo, sin embargo, cuando no estamos de acuerdo con ellas, surge la necesidad de pensar conscientemente y así nacen las ideas. Cuando uno piensa conscientemente es porque se produce una crisis. Cuando las ideas comienzan a tener éxito llegan a ser creencias de generaciones futuras, hasta que vuelven a entrar en crisis. («En las creencias se está, las ideas se tienen»). Ortega piensa que la idea del ser surge cuando se produce una crisis en las creencias de los dioses y la idea del ser comienza a rellenar el hueco que dejan los dioses.
Actualidad
El perspectivismo de Ortega me parece muy actual porque la mayoría de la gente habla hoy de «mi verdad» o «tu verdad» y reclama el derecho de las dos a existir como si fueran complementarias lo cual es perspectivismo. No obstante también hoy estamos viendo los inconvenientes porque si lo que yo digo vale lo mismo que lo que tú dices, ¿qué necesidad hay de discutir o incluso hasta de estudiar? En este caso lo que dijera un alumno valdría lo mismo que las explicaciones del profesor por eso es posible que en el futuro se supere el perspectivismo simple tal como lo supone Ortega y se llegue a un punto de vista humano en el que entren todos los puntos de vista pero sabiendo que unos son más sólidos o verdaderos que otros.
Comparación con otro autor
Voy a relacionar la filosofía de Ortega con la de Marx.
Mientras que Ortega se limita a entender las modalidades de nuestro conocimiento de la realidad, ya sabemos que Marx da un paso más y pretende transformar la realidad.
Es cierto que Ortega supone que sus aportaciones son revolucionarias, pero no dejan de ser los detalles que puede observar un hombre acomodado como él a quien la realidad le parece básicamente aceptable. Ortega de hecho fue calificado incluso como filósofo mundano y daba sus conferencias a públicos burgueses, lo que desde el punto de vista de Marx sería revelador de una actitud conservadora.
Cree hablar de conocimientos concretos, vivos, con perspectivas fundadas en la realidad del ser humano, pero lo deja todo en una gnosceología teórica, sin darse cuenta de que está hablando de lo mismo que habla Marx pero con mucha mayor profundidad.
Lo que Ortega llama «perspectiva» es lo que Marx llama «ideología de clases», puesto que un conservador no verá la realidad lo mismo que un revolucionario, pero el perspectivismo se quedaba convertido, por tanto, en una mera ideología conservadora burguesa, que no llega a ver ni a comprometerse con la acción política.