Conceptos Fundamentales de la Metafísica: Ser, Esencia y Existencia


Conceptos Fundamentales de la Metafísica

El Ser según Aristóteles

Según Aristóteles, el concepto de «ser» no tiene un significado único, pero entre sus diferentes acepciones existe una relación de analogía, refiriéndose todas ellas al concepto de sustancia. Por otra parte, las únicas realidades existentes son los sujetos individuales, que cambian pero mantienen una estabilidad en su esencia. El ser no se encuentra en un mundo aparte de lo sensible, sino en lo individual concreto como esencia. Las categorías son las características o propiedades más elementales del ser, términos aislados o sin combinar (hombre, caballo, blanco, etc.).

Esencia y Existencia

  • Esencia: Conjunto de propiedades fundamentales (esenciales) que definen a un sujeto o cualquier cosa. Sin la esencia, algo no podría seguir siendo lo que es; es imprescindible para su existencia. Sin embargo, la esencia no basta para garantizar la realidad. Podemos enumerar esencias que no están presentes en ningún sujeto o individuo, como las sirenas (que no existen) o los dinosaurios (de los que solo hay restos arqueológicos).
  • Existencia: La existencia equivale a «estar en el mundo». Se produce cuando un individuo sale de la realidad interior de su esencia y se muestra al exterior, entrando en contacto con otros. La existencia real está en el mundo real de forma independiente (aunque necesite de otros), mientras que la idea se encuentra en el ámbito mental (ideas o esencias).

Corrientes Filosóficas: Esencialismo y Existencialismo

  • Esencialismo: Realismo exagerado que defiende que las esencias existen como realidades separadas e independientes de sus individuos. Son entidades universales con un mayor grado de realidad que los individuos y objetos, que son considerados copias particulares de aquellas. Sus principales exponentes son Platón y Agustín de Hipona.
  • Existencialismo: Corriente del siglo XX iniciada por Jean-Paul Sartre. Defiende que la existencia precede a la esencia, lo cual no es aplicable a los seres humanos. Somos libres y, al ejercer esa libertad, nos hacemos a nosotros mismos, estando en constante construcción mientras vivimos. Solo al final de la vida queda definida nuestra esencia por completo. Llegamos a la existencia con la esencia «puesta a cero», que se irá definiendo con nuestras elecciones. Lo que hayamos llegado a hacer será la esencia que nos habremos dado a nosotros mismos.

Ser Contingente y Ser Necesario

  • Ser contingente: Ser cuya esencia no incluye la existencia como una de sus propiedades. Puede existir o no, dependiendo de otro ser. Acuñado por Santo Tomás de Aquino.
  • Ser necesario: Ser cuya esencia incluye la existencia como una de sus propiedades. No puede no existir, porque la existencia está incluida en su esencia. Acuñado por Santo Tomás de Aquino.

Pruebas de la Existencia de Dios: A Priori y A Posteriori

  • Prueba a priori: Pruebas que, sin datos de la experiencia ni de los efectos de la acción divina, realizan un razonamiento lógico. Parten de la noción de Dios como ser necesario, concluyendo que su esencia implica su existencia, ya que puede ser pensado y la existencia es un componente de su esencia. Un ejemplo es el argumento ontológico de San Anselmo de Canterbury, que adopta una posición deísta.
  • Prueba a posteriori: Pruebas que determinan que la realidad natural es el efecto de la causa de Dios. Parten de la afirmación de la existencia de seres contingentes, cuya existencia ha sido otorgada por otro ser, puesto que no está incluida en su esencia. Un ejemplo son las cinco vías de Santo Tomás de Aquino, que adopta una posición teísta.

Dualismo Ontológico y Materialismo

  • Dualismo ontológico: Postura que afirma la existencia de dos mundos: el material, donde se encuentran los seres físicos, los cuerpos que cambian, nacen y mueren; y el inmaterial o sobrenatural, donde existen de modo independiente seres como Dios, el alma, los valores morales, etc. Es difícil aceptar su existencia, ya que no se pueden captar por los sentidos y, sin experiencia sensible, no hay motivo de objeción. Tras la muerte del ser humano, el alma no se ve afectada, a diferencia del cuerpo que se deteriora. Se considera al alma eterna e inmutable, y causa de nuestras emociones.
  • Materialismo mecanicista: Dentro de la ciencia moderna (siglos XVII-XIX), defiende que la realidad está formada por corpúsculos (átomos) que interactúan según leyes mecánicas (expresiones matemáticas).
  • Materialismo histórico: Dentro del marxismo, Karl Marx, en el siglo XIX, reconoce únicamente el ámbito social y el desarrollo histórico del ser humano, y de la naturaleza (afectada por el desarrollo humano). El ser humano es un ser material cuya esencia se basa en producir socialmente las condiciones para desarrollar su vida. Transforma la realidad natural por medio del trabajo para obtener productos que satisfagan sus propósitos.

Cuestiones sobre Metafísica

1. Definición, Propiedades y Tipos de Sustancia

La sustancia es aquello que subyace, lo que aporta sus propiedades. En el lenguaje, es la representación de lo real en el pensamiento, donde la sustancia actúa como sujeto del que se predican las propiedades. La sustancia existe de modo independiente, mientras que una propiedad no puede existir separada de su sustancia. Ambas son reales, pero la sustancia lo es de modo prioritario y fundamental.

Los diferentes tipos de sustancias se atribuyen a los diferentes ámbitos de la realidad:

  • Sustancias materiales: Poseen dimensión espacial y son captadas por los sentidos (ej. silla, mesa).
  • Sustancias espirituales: Existen con independencia de la materia (ej. alma).
  • Sustancias absolutas: No necesitan nada para existir (ej. Dios).

Cabe destacar que esto no implica la aceptación de la existencia real de todas ellas; hay quienes han negado la existencia de algunos de estos ámbitos.

Existen dos tipos de propiedades:

  • Esenciales: Aquellas que hacen que una sustancia sea lo que es. Si una sustancia perdiera sus propiedades esenciales, se convertiría en una sustancia diferente, en una sustancia secundaria (ej. José, al ser un caballo, es un animal).
  • Accidentales: Pueden ser sustituidas sin cambiar la sustancia (ej. José es médico y mide 1.84).

2. La Postura de Aristóteles: Pluralismo Moderado y Realidad Dinámica

Aristóteles defiende una postura pluralista y un pensamiento de carácter moderado. Sus características son: la existencia de varias realidades diferentes; la razón puede encontrar similitudes entre las realidades individuales (creando unidad dentro de la diversidad); su ser se opone al monismo radical.

Aristóteles sostiene que la verdadera realidad son las sustancias individuales, captadas por los sentidos. Según él, las ideas de Platón no existen separadas en un mundo intangible, sino que están incorporadas en los seres sensibles individuales, indicando el tipo de ser que son a través de sus propiedades. Además, defiende una realidad dinámica, ya que los seres vivos tienen la capacidad de cambiar, evolucionar y transformarse. Quien rechaza la existencia del cambio, niega la propia naturaleza. Sin embargo, siempre existe algo que permanece inalterado; si todo cambiara, no podríamos percibir el cambio (propiedades esenciales).

3. La Postura de Platón: Monismo Radical y Realidad Estática

Platón defiende una postura monista de carácter radical. Su pensamiento se basa en negar la pluralidad, afirmando que la realidad es unitaria: una única sustancia constituye lo real. Esta realidad no es apreciable desde la experiencia sensible, y la pluralidad es solo la apariencia que nos muestran nuestros sentidos. Hay que mostrar la verdad que hay detrás, características propias del racionalismo.

Platón sostiene que la verdadera realidad son las ideas, inmutables, eternas y perfectas, que solo pueden ser captadas por el entendimiento o la razón. Las percepciones sensibles son meras apariencias. Los objetos sensibles son copias imperfectas de las ideas, y por los sentidos solo captamos apariencias.

El monismo radical defiende una realidad estática. Lo que permanece es lo que define a los seres reales, lo que los hace ser lo que son: las propiedades esenciales no cambian. Las propiedades accidentales son secundarias, irrelevantes y cambiantes. La verdadera realidad está integrada por las ideas.

4. El Problema de la Metafísica según Kant y su Solución

Según Kant, el problema de la metafísica radica en que, mientras la ciencia progresaba, la metafísica se había estancado en las mismas cuestiones sin resolverlas. En el siglo XVIII, Kant aborda el problema con la intención de resolverlo, comparando la metafísica con la física y las matemáticas. Afirma que la metafísica no podrá ser jamás un saber riguroso, ya que no posee nociones ciertas y seguras sobre su objeto de estudio: el ser y la sustancia.

Existen dos razones para esto: primero, cuando recibimos datos de la experiencia sensible, les aplicamos conceptos, leyes o teorías para entenderlos. La metafísica no puede funcionar como el conocimiento científico, ya que surge la pregunta de cómo obtener experiencia de los objetos metafísicos (Dios, el alma, el mundo en su totalidad). Segundo, cuando aplicamos conceptos como «causa» a los objetos metafísicos como si estuviéramos en la experiencia sensible, obtenemos una apariencia de conocimiento, pretendiendo dar realidad física a lo que no la tiene. Por lo tanto, la metafísica no puede progresar como conocimiento científico.

En conclusión, Kant niega la posibilidad de la metafísica como conocimiento científico, ya que en el ámbito teórico no puede avanzar al no poder obtenerse una experiencia del sujeto de estudio. Como solución, afirma que no rechaza totalmente el conocimiento de Dios o del alma, pues en el ámbito de la acción humana, la razón práctica, sirve como orientación adecuada de las acciones. La moralidad de la conducta implica la existencia de Dios, así como la libertad e inmortalidad del alma. El mundo moral no es empírico sino trascendente, no está sometido al control de la experiencia. No podemos determinar dónde está la libertad, ya que no tenemos experiencia sensible de ella, pero no negamos su existencia. Los valores son como ideales, constituidos por la libertad de la voluntad; hemos querido construir la idea de libertad sin coacciones. Por lo tanto, los conceptos metafísicos inmorales para orientar nuestras acciones tienen existencia y serán estudiados desde una metafísica moral (a priori de los fundamentos de la moral).

Para explicar su solución, Kant afirma que más allá de la experiencia sensible se encuentra el mundo de la ética y los valores, al igual que la metafísica. Los conceptos son noúmenos (ideas de la razón que no se pueden demostrar, no pertenecen a los fenómenos).

5. La Radicalización del Ataque contra la Metafísica: Compte, Carnap y Wittgenstein

En el siglo XVIII, Kant defendió la rehabilitación de los objetos de la metafísica dentro del ámbito de la filosofía práctica moral, pero el ataque continuó.

Aguste Compte, en el siglo XIX, determinó tres etapas del desarrollo intelectual del ser humano:

  • Religiosa: Las respuestas al porqué de las cosas se encuentran tras la personificación de las fuerzas de la naturaleza.
  • Metafísica: Las respuestas no dependen de algo sobrenatural, y se crean conceptos abstractos, como el ser, para entender mejor las cosas.
  • Científica: Se pasa del porqué al cómo. Se muestra interés por los procesos y regularidades en la naturaleza. Se plantean preguntas acerca de cómo se producen, y las respuestas se encuentran en las leyes y teorías científicas.

Compte define la metafísica como algo del pasado que ya cumplió su función en el proceso de desarrollo intelectual del ser humano, considerando esta etapa superada.

El neopositivismo, en el siglo XX, afirmaba que las proposiciones de la metafísica carecen de sentido. Rudolf Carnap defendía la postura verificacionista, según la cual un enunciado tiene sentido si es verificable en la experiencia. Por lo tanto, como los enunciados metafísicos no se pueden verificar, no tienen sentido. Por otra parte, Ludwig Wittgenstein afirmaba que el mundo está compuesto de hechos y el lenguaje los describe. No hay hechos metafísicos y, por tanto, no tiene sentido lo que se diga de la metafísica.

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