Este texto informativo es un fragmento de la “Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) sobre las relaciones con España”. Es un acuerdo y declaración solemne de política internacional aprobada en la sesión del día 12 de diciembre de 1945 y que fue publicado en Nueva York, donde se encuentra la principal sede de esta organización. Pero no tiene valor jurídico, pues los preceptos de esta organización no tienen fuerza de obligar a los estados miembros. En ella se condena a la España de Franco por ser un régimen fascista y colaborar con el Eje durante la Segunda Guerra Mundial. Además también hace unas recomendaciones a los países miembros de la ONU para forzar un cambio político democratizador en España.
La ONU es una institución internacional, heredera de la Sociedad de Naciones, creada en San Francisco (EEUU) en 1945, después de la II Guerra Mundial. Surgió con la finalidad de implantar la paz en el mundo, promover la amistad entre las naciones y apoyar el progreso económico de los países en vías de desarrollo. En sus inicios formaban parte de esta institución 51 países y hoy son 192 miembros. La sede europea (y segunda sede mundial) de la Organización de las Naciones Unidas se encuentra en Ginebra (Suiza).
Este documento es de carácter político, que es una fuente histórica de primer orden, está destinado al gobierno de Franco y a los estados miembros de la ONU.
Este texto se encuadra en la etapa de la posguerra española, en los difíciles “años de hierro”. Después de una cruenta y terrible guerra civil que abatió a España entre los años 1936-39, nuestro país se convirtió en una dictadura de extrema derecha capitaneada por el militar vencedor de la guerra, Francisco Franco, autodenominado el Caudillo y considerado Generalísimo de todos los Ejércitos. La etapa de posguerra se caracterizó por ser una época de represión política, propaganda franquista y miseria económica extrema. Paralelamente, la dieta insuficiente, y la falta de recursos sanitarios entre otros factores, propiciaron el desarrollo de enfermedades como el tifus y la tuberculosis que se cebaron sobre todo en los niños. Económicamente en esta etapa de hambrunas y pobreza, el gobierno de Franco apostó por una política autárquica y estatalista, estableciéndose desde el año 1939 hasta 1951 las cartillas de racionamiento. El mercado negro de víveres floreció espectacularmente, fue el famoso estraperlo. Desde el punto de vista político, España era un país aislado internacionalmente. Por lo demás, la ONU condenó el régimen de Franco por antidemocrático y prohibió en 1946 que nuestro país ingresara en esta organización.
Este documento nos da las claves para analizar los motivos que llevaron a las Naciones Unidas a negar el ingreso de España en esta institución.
En primer lugar, la ONU define al régimen político de Franco como “fascista” señalando que accedió al poder en gran parte por la ayuda de la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini. Efectivamente, se sabe que Franco contó con la ayuda de esos países así como de Portugal e Irlanda, del mismo modo que el bando republicano tuvo el apoyo de Rusia y de las Brigadas Internacionales, aunque esto último no se cita en el texto.
En segundo lugar, considera que Franco, recíprocamente ayudó a los dictadores antes mencionados a pesar de las quejas de los aliados. A este respecto, recordemos que Franco se mantuvo neutral en la II Guerra Mundial, a pesar de que Hitler y Mussolini deseaban que España participara en esta guerra, formando parte del Eje. Sin embargo, Franco, que no ocultó su simpatía por el bando italo-alemán propició que miles de voluntarios españoles, la llamada División Azul (que estaba formada por falangistas veteranos de la Guerra Civil y estudiantes universitarios anticomunistas y pronazis 1941-1943), lucharan contra el comunismo en Rusia codo a codo con el ejército alemán.
A continuación, en este documento la ONU prohíbe que España ingrese en esta organización y en todos los organismos internacionales que colaboran con ella hasta que España cambie de régimen político y se transforme en una democracia. Incluso lanza una velada amenaza al gobierno de Franco para que celebre elecciones puesto que de no ser así el Consejo de Estado de la ONU tomará medidas. No especifica cuáles.
Por último, la ONU recomienda a sus Estados miembros, como medida de presión al régimen franquista, que retiren sus embajadas de nuestro país, como así hicieron uno tras otro.
En efecto, al analizar este documento constatamos que de forma inequívoca la ONU se manifestó en contra del régimen franquista al que denomina “fascista” y al que niega su entrada en esta institución. Fruto de este hecho, España se convirtió en un país aislado en una época durísima, la posguerra. Durante esos años Francia cerró sus fronteras con España y numerosos embajadores se marcharon de España.
Sin embargo, a finales de 1947, tras la aplicación de la doctrina
Truman, se empezó a advertir algunos cambios de actitud de las Naciones Unidas hacia España. Esto se debió al comienzo de la “Guerra Fría” entre EEUU y la URSS. La ONU decidió admitir a España en su seno, aunque Franco seguía en el poder con una férrea dictadura. Pero en ese mismo año, se aprueba por referéndum la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (una de las denominadas Leyes fundamentales) por la que España se constituye en “Reino”.
.A partir de 1848 se abre la frontera francesa y se produce el reconocimiento internacional entre 1951 y 1959 con los acuerdos con Estados Unidos. Las naciones democráticas acogen el régimen autoritario gracias al apoyo del Vaticano y de Estados Unidos, aunque sin mucha convicción. Los acuerdos con Estados Unidos establecían una política de defensa y ayuda económica a cambio de autorizar a los americanos a instalar bases militares en Rota, Torrejón…, que podrían utilizarse en caso de ataque de la URSS a Occidente.
Este cambio radical de actitud, que no puede dejar de sorprendernos, tiene que ver con el deseo de que el bloque occidental capitalista, capitaneado por Estados Unidos, quisiera contar con aliados en Europa frente al auge imparable del bloque comunista, liderado por la URSS, expandido por toda la Europa oriental y otros países.
En conclusión, este texto político nos permite vislumbrar los motivos que en 1945 llevaron a la ONU a rechazar la entrada de España en dicha organización. Pero el prestigio y la coherencia de esta institución internacional quedó gravemente en entredicho al desdecirse y admitir en su seno a la dictadura franquista años después.