Condicionamiento Operante e Instrumental: Aprendizaje por Refuerzo y Castigo


Condicionamiento Operante o Instrumental

El condicionamiento operante o instrumental es un tipo de aprendizaje en el que el sujeto actúa para obtener un resultado. Se lo denomina también «instrumental» ya que la respuesta del sujeto es un medio para alcanzar un objetivo.

Uno de los pioneros en el estudio del condicionamiento operante fue el psicólogo norteamericano Edward L. Thorndike (1874 – 1949). Experimentó con gatos en las denominadas «cajas – problema», pues la caja estaba cerrada y para comer tenían que salir presionando un pestillo. A partir de los resultados obtenidos en estos experimentos, Thorndike enunció la llamada «ley del efecto»: una respuesta se hace más o menos probable dependiendo de sus consecuencias.

Otro psicólogo que estudió los procesos de aprendizaje por condicionamiento operante ha sido el psicólogo norteamericano Burrhus F. Skinner (1904 – 1990). Para sus estudios diseñó la llamada «caja de Skinner». Se trata de unas cámaras diseñadas para la realización de experimentos con animales, y constaban de palancas, trampilla, etc. En ellas se introducía a un animal para observar su comportamiento y tratar de condicionar algunas de sus respuestas.

Hay tres tipos principales de condicionamiento instrumental, que son:

  • Condicionamiento operante mediante refuerzo positivo. Es un tipo de aprendizaje muy efectivo tanto en los animales como en el ser humano. El concepto clave es el concepto de «refuerzo positivo», concepto que hace referencia al estímulo que incrementa la frecuencia de una determinada respuesta. Esto hizo que, según Skinner, haya que diferenciar entre dos refuerzos que son:
    • Refuerzos primarios: son estímulos muy importantes desde el punto de vista biológico, ya que están relacionados con necesidades básicas e innatas.
    • Refuerzos secundarios: son estímulos asociados con los refuerzos primarios.
  • Condicionamiento operante mediante refuerzo negativo. Este tipo de condicionamiento se produce cuando la realización de una determinada acción permite eliminar un estímulo aversivo y desagradable.
  • Castigo. Es «el precio» que se paga por una conducta no deseada y provoca la disminución de esa conducta, ya que el suceso que la sigue es un estímulo aversivo.

Los factores que influyen en la aplicación del castigo son:

  • Intensidad. Cuanto más intenso sea el castigo, mayor es la supresión de la conducta merecedora del castigo.
  • Aplicación inmediata. El castigo ha de ser aplicado después de ocurrir la conducta que se quiere eliminar.
  • Constancia. Castigar una conducta unas veces y otras no produce el efecto contrario al que se desea.

Aprendizaje Observacional o por Imitación

El aprendizaje observacional tiene lugar cuando un sujeto observa la conducta de un modelo y la repite. Este aprendizaje consta de los siguientes procesos:

  • Atención: el sujeto observa atentamente una conducta y reconoce sus características.
  • Retención: las conductas del modelo se almacenan en la memoria del observador.
  • Ejecución: si el sujeto considera oportuno repetir la conducta observada porque tiene consecuencias positivas para él, la ejecutará.
  • Consecuencias: imitando el modelo, el individuo puede ser reforzado por la aprobación de otras personas.

Sobre el aprendizaje observacional conviene hacer las siguientes observaciones:

  • La imitación de un modelo es mayor cuanto más atractivo, exitoso y poderoso sea el modelo.
  • Los modelos son más eficaces si las palabras y las acciones son consecuentes.

Indefensión Aprendida

La indefensión aprendida consiste en aprender a creer que no tenemos ningún control sobre el ambiente en el que se desenvuelve nuestra vida. Este aprendizaje lleva al individuo a una ausencia o déficit motivacional para actuar, y a experimentar reacciones afectivas de miedo. El resultado de este aprendizaje es un comportamiento pasivo, sin respuesta de ningún tipo, un comportamiento de «resignación».

El norteamericano Martin Seligman fue uno de los psicólogos pioneros en estudiar este tipo de aprendizaje. Realizó experimentos con dos perros en una jaula, a los que se les daba descargas eléctricas. Uno de los perros tenía la posibilidad de cortar la corriente eléctrica con el hocico; el otro perro no tenía esa posibilidad. El primer perro mantuvo la alerta y la energía, mientras que el otro vivió asustado y cayó en una depresión; su actitud fue de completa indefensión, aun cuando cambiaron las condiciones y ya tenía la posibilidad de cambiar la situación.

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