QUE ES EL SER HUMANO?
Las múltiples y variadísimas respuestas que se han dado, es compleja y que incluye muchísimas dimensiones. La concepción del ser humano ha ido adaptándose a los diferentes tipos de saber predominantes. La persona para la inteligencia humana se presenta como un misterio porque los aspectos fundamentales son complejidad, riqueza, profundidad y belleza que trascienden a lo que la razón humana puede alcanzar.
EL SER HUMANO SEGÚN EL GÉNESIS
En el libro del Génesis con unos relatos de la Creación de excepcional belleza y originalidad. Las líneas generales sobre Adán y Eva son conocidas, pero las interpretaciones habituales suelen ser bastante parciales y superficiales. TRADICIÓN YAHVISTA: presenta un Dios antropomórfico, con formas de comportarse humanas, en el marco de un relato muy vivo. TRADICIÓN SACERDOTAL: textos de carácter más abstracto. En el caso del relato de la Creación, se centra más en la creación del cosmos que en la del ser humano. Un relato mítico que requiere una interpretación. Un texto escrito desde la fe en Dios y cuyos destinatarios tenían una concepción del mundo y del hombre acorde con sus creencias religiosas. CRIATURA: el hombre ha sido creado por Dios. Del mismo modo que el resto de los seres de la naturaleza, es una criatura que procede de Dios y depende de Él. IMAGEN DE Dios: ser imagen de Dios significa depender de Dios, del creador, pero también poseer una dignidad especial que ningún otro ser creado posee. VARÓN Y MUJER: cuando Dios crea al hombre, lo crea como hombre y mujer. Como un ser que en soledad no está bien, porque necesita una compañía adecuada. Se presentan a hombre y mujer como complementarios. Cuando se encuentran y se reconocen, la creación del ser humano puede ser por fin celebrada. SEÑOR DE TODO LO CREADO: ser <<imagen de Dios>>, es lo que le confiere a la humanidad, el señorío sobre el resto de la Creación. Como muestra de responsabilidad, se le concede el poder simbólico de poner nombre a cada uno de los seres vivos. LLAMADO A LA FELICIDAD Y A LA VIDA PLENA: el árbol de la vida feliz, plena y eterna que Dios quiere para el ser humano. No está sujeto a ningún tipo de prohibición, sino que está a disposición del ser humano: la felicidad está al alcance de las personas. LIBRE Y RESPONSABLE: Dios plantea un mandato: no le está permitido comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. Dios está reconociendo en las personas la capacidad de obedecerle, también de no hacerlo. El hombre es capaz de responder a Dios no verbalmente sino también vitalmente. El hombre pone en juego la promesa de vida y felicidad que Dios le ha hecho. PECADOR: la desobediencia al mandato de Dios convierte al ser humano en pecador y provoca una ruptura del diálogo y de la relación que había entre ambos. El pecado aparece como una posibilidad en la libertad, como una inclinación del ser humano a querer ser quien no es. Conlleva la ruptura no solo con Dios sino también con las demás personas y el resto de lo creado hasta llegar a la expulsión del Paraíso, al alejamiento de esa felicidad prevista por Dios para el ser humano.
2.2. Jesucristo, LA RESPUESTA DE Dios AL..
Jesús, la verdadera
La historia de la Creación y la humanidad es para el cristiano historia de salvación. Por tanto, la Biblia se orienta a la figura de Jesucristo. Afirmas que Jesús es imagen del Dios invisible es situarlo por encima de Adán, el simbólico primer hombre según el Génesis. Él revela quién es Dios y nos revela a qué estamos llamados todos nosotros como imagen de Dios que somos.
ABIERTOS A ACEPTAR A Dios POR LA FE: un aspecto de Jesús que invita a las personas a seguirle, aceptarle, acogerle es decir, por la fe, sí a Jesús y, sí al Padre. La fe consiste en creer y confiar en la persona que es digna de fe, entregarse y adherirse a ella y a su propuesta para la propia vida. LA FE NOS HACE LIBRES: hemos sido hechos por Cristo y es eso lo que nos hace libres. Esa confianza la que nos hace personas maduras, capaces de tomar buenas decisiones para nuestra vida. Poner nuestra confianza en Dios nos hace liberarnos de los ídolos que nos esclavizan y nos permite ponernos al servicio de los valores que nos ayudan a realizarnos como personas. Dios DA SENTIDO A NUESTRA EXISTENCIA: la vida de Jesús está orientada a hacer la voluntad del Padre. Su referencia constante es Dios: en oración, predicación y acción. Cuando tenemos un objetivo claro no nos importa trabajar, esperarnos y sacrificarnos para conseguirlo. Cuando ponemos a Dios en el centro de nuestra existencia, vemos que todo tiene un motivo y un objetivo. Muchos se han sentido amados por Dios y orientan todas sus acciones, actitudes y decisiones a hacer la voluntad de Dios, sabiendo que es Él quien guía la propia vida y tiene la última palabra sobre ella. CONOCEDORES Y CULTIVADORES DE NUESTRO INTERIOR: Jesús necesitó momentos de soledad para conocerse, meditar sobre su vida y sus decisiones y, para encontrar a Dios en ese silencio. Dos de los momentos más significativos son los días que pasó retirado en el desierto; y la oración en el huerto de los Olivos. Cuando personalmente necesitamos escucharnos, saber qué es lo que quiere nuestro corazón, conocer nuestros deseos profundos, debemos buscar el silencio y la soledad. Es ahí donde descubrimos a Dios, acogíéndonos como somos e invitándonos a construir nuestro mejor yo. LLAMADOS A VENCER EL DOLOR, EL MAL Y LA MUERTE: los Evangelios recogen los signos que realiza para devolver la salud a los enfermos o la vida a los muertos y mostrar que, con Él, el Reino de Dios ya está presente en nosotros. El acontecimiento más significativo es su resurrección. Jesús vence a la muerte. Dios Padre lo resucita y nos recuerda de nuevo que el mal y loa muerte no tienen poder sobre el Dios de la Vida. COMPROMETIDOS CON LOS DEMÁS, ESPECIALMENTE CON LOS MÁS POBRES: Jesús no se entrega solo en la cruz, sino que lo hace a lo largo de su vida, mostrando compasión y amor por todos, es misericordioso, vuelca su corazón en los pobres, marginados, enfermos; en los que necesitan una palabra o un gesto que les devuelva la dignidad, consuele y les haga sentirse queridos, perdonados y sanados. A esa solidaridad y entrega estamos llamados todos.