1. Aspectos del Desarrollo Curricular y Mecanismos de Socialización en la Escuela
La escuela, entre sus objetivos principales, tiene la preparación del alumnado para su futura incorporación al trabajo y su formación como ciudadano para la vida pública. Pero además de estas, existen otras funciones que a simple vista pueden ser más difíciles de apreciar:
- Asegurar la continuidad social: La sociedad trata de reproducirse y perpetuarse a lo largo del tiempo, y esto lo hace transmitiendo a las nuevas generaciones el patrimonio cultural acumulado. La educación es un medio para formar ciudadanos que encajen con los moldes socialmente preestablecidos.
- Promover el cambio social: La educación contribuye a fomentar el espíritu crítico y la creatividad, promoviendo y preparando así un cambio social, ya que la sociedad necesita introducir nuevas variantes y perspectivas para asegurar su supervivencia y progreso.
- Adaptar a los individuos al grupo: La función tradicional de la educación es facilitar la inserción del individuo en el mundo social, ya que si el cambio social fuese demasiado rápido o intenso, la sociedad viviría una crisis de inseguridad y desconcierto.
- Ejercer un control social: Gracias a la educación se consigue la cohesión, unidad de grupo y se establecen las condiciones de su identidad y fuerza.
- Servir a los fines políticos: El alumnado es la sociedad actual y del futuro, por lo que sin ellos no habría cuestiones políticas que tratar.
- Realizar una selección social: A través de procedimientos selectivos se establecen diferencias entre individuos, dándoles diferentes roles sociales. Esto puede ser negativo, ya que fomenta las desigualdades sociales.
- Disminuir las diferencias sociales: La educación debe mirar tanto los intereses de cada individuo como las conveniencias de la sociedad, promocionando a las capas inferiores de ella, favoreciendo la igualación de los diversos sectores sociales.
- Promover el desarrollo de la sociedad: El nivel económico de un país depende del nivel educativo y cultural, por ello, la escuela, al elevar el nivel cultural de los individuos, aumenta también sus capacidades.
Para llevar a cabo todas estas funciones, según el modelo ecológico de Doyle, la escuela tiene en cuenta y sigue los siguientes apartados: selección y organización de contenidos, modo y sentido de la organización de las tareas académicas, ordenación del espacio y del tiempo en el aula y en el centro, formas y estrategias de valoración de la actividad de los alumnos, mecanismos de distribución de recompensas como motivadores, modos de organizar la participación del alumnado y el clima de las relaciones sociales.
2. Ámbitos de Participación en las Organizaciones Educativas
Los dos grandes ámbitos existentes para la participación en las organizaciones educativas son:
Ámbitos de participación interna:
- La colaboración de madres y padres: El objetivo de lograr la colaboración de las familias en la educación de sus hijos y en la gestión de la organización escolar es una responsabilidad de cada centro, que lo debe hacer mediante iniciativas y planes concretos.
- El compromiso institucional de los docentes: La innovación y mejora de la escuela tiene que tener metas compartidas, y cumplirlas mediante una planificación conjunta y apoyo e intercambio profesional, fomentado con políticas de gestión de la calidad basadas en la autoevaluación como enfoque metodológico.
- La implicación del alumnado: El alumnado puede y debe participar en las decisiones de la institución educativa, colaborando en función de su edad y posición.
Ámbitos de participación externa o comunitaria:
- La relación del centro con el sistema escolar: Es de vital importancia crear sistemas de coparticipación entre centros y administración para tomar decisiones de política educativa.
- La relación con la comunidad próxima: Colaborar con ayuntamientos, entidades locales, asociaciones, etc., potencia la relación con la comunidad.
- La colaboración con el sistema social más amplio: Esto posibilita participar en otros proyectos con otros centros situados en contextos geográficos alejados, potenciando el intercambio de personas, recursos y experiencias educativas.
3. Estrategias para la Participación de las Familias en los Centros Educativos
Las diferentes estrategias para la participación de las familias en los centros educativos pueden ser:
Legislativas
Tanto la Constitución como las distintas leyes educativas (LODE, LOGSE, LOPEG) avalan la incorporación formal de los padres a la comunidad escolar, lo que ha constituido un paso importante en la democratización de nuestro sistema educativo. Esto supone el reconocimiento expreso, por parte del Estado, de los derechos fundamentales de la familia en materia de educación institucionalizada.
Organizativas
Estrategias institucionales de participación grupal
El Consejo Escolar: Este órgano hace posible la participación activa y directa de las familias, pero además les proporciona, por la simple pertenencia al mismo, la posibilidad indirecta de participar en otra serie de órganos que son propios y exclusivos de los profesores y en los que ellos no tienen capacidad de inferir.
Estrategias institucionales de participación personal
Tutoría: Es la estrategia que alcanza mayor importancia. Se entiende como labor esencial de la acción educativa y como vehículo imprescindible en la relación escuela-familia.
Estrategias de participación para-institucionales
AMPA: A través de la participación en una AMPA, los padres pueden promover actividades, participar en el Proyecto Educativo de Centro, en la Programación General, en la Confección del Reglamento de Régimen Interno, mediar en la resolución de conflictos y tener una mejor visión de la realidad de los centros, así como disponer de mayor información sobre las cuestiones pedagógicas y educativas, etc.
Escuela de Familias: Es un espacio lleno de información, formación y reflexión dirigido a padres y madres, sobre aspectos relacionados con las funciones parentales. Es un recurso de apoyo a las familias con menores para que puedan desarrollar adecuadamente sus funciones educativas y socializadoras, y superar situaciones de necesidad y riesgo social.
4. Principios y Propuestas para Potenciar la Participación en los Centros Escolares
Algunos de los principios y propuestas para desarrollar una cultura participativa en los centros escolares son:
- Dinamizar los sistemas de participación cotidianos (delegados de alumnos, vocales de padres, etc.).
- Potenciar la participación directa en tomas de decisiones (ej. creando una asamblea).
- Aplicar una pedagogía participativa (ej. negociar con el alumnado sus normas y sanciones).
- Dar protagonismo a la experiencia del alumnado (atendiendo a sus problemas, necesidades, preocupaciones e intereses).
- Desarrollar iniciativas para mejorar las relaciones y crear un clima de convivencia (ej. programas de acogida).
- Potenciar el trabajo conjunto de familias y profesorado (ej. organizando seminarios conjuntos).
- Proponer actuaciones para dinamizar el consejo escolar (ej. considerar y analizar todas las propuestas).
- Un requisito básico para la participación debe ser la formación de todos los colectivos para combatir el analfabetismo democrático.
- Fomentar la colaboración entre escuelas para equilibrar desigualdades entre centros y zonas.
- Ampliar la participación al ámbito comunitario (ej. estableciendo relación con otros agentes y recursos de la comunidad).
- Necesidad de una normativa que fije mínimos, pero no máximos de participación, permitiendo a los centros crear modelos complementarios.