Corrientes Éticas y Filosóficas: Desde la Antigüedad hasta el Siglo XX


Cínicos

El término «cínico» proviene del griego y significa «perruno». Antístenes fue el fundador de esta escuela, caracterizada por un estilo de vida extravagante y austero, llegando incluso a la mendicidad. Rechazaban las convenciones sociales, usos y costumbres. Diógenes, el más famoso de los cínicos, vivía en un tonel y buscaba «un hombre honesto» con un farol encendido a plena luz del día. Satisfacía sus necesidades donde le apetecía. Crates abandonó su riqueza para vivir de la mendicidad, e Hiparquía, considerada la primera mujer filósofa, también perteneció a esta secta. Para los cínicos, la vida debía seguir los dictados de la naturaleza, de forma sencilla, como la de los animales. La meta del sabio era la autosuficiencia y se consideraban cosmopolitas, ciudadanos del mundo.

Epicuro de Samos

Epicuro se instaló en Atenas con un grupo de amigos y fundó una escuela llamada «El Jardín», que para algunos era un huerto, para otros un lugar de orgías continuas y para otros un modo de vida. Epicuro proponía cuatro remedios para librarse del dolor:

  • No temer a los dioses, ya que existen pero no se ocupan de los asuntos humanos.
  • No temer a la muerte, porque mientras vivimos, la muerte no existe para nosotros.
  • No temer al azar o al destino, porque son indeterminados.
  • No sufrir por las necesidades naturales y los males, porque son fáciles de satisfacer y evitar.

El sabio epicúreo es aquel que practica la imperturbabilidad de la mente y la tranquilidad del cuerpo.

Ética de Aristóteles

Aristóteles, junto con Platón, es uno de los filósofos más influyentes de la cultura occidental. Su ética es finalista, pues busca alcanzar la felicidad. La felicidad se consigue por medio de la virtud, que Aristóteles define como el hábito bueno, en contraposición al vicio, que es el hábito malo. La felicidad consiste en el ejercicio de la razón, y la virtud es el término medio entre dos extremos. Aristóteles escribió tres obras sobre ética: Ética a Eudemo, Ética a Nicómaco y Gran Moral o Gran Ética.

Ética Estoica

El estoicismo es un movimiento filosófico que surgió en Grecia en la época helenística (siglo III a.C.). Los filósofos estoicos explicaban sus doctrinas en la estoá (pórtico). El fundador de la escuela fue Zenón de Citio, quien llegó a Atenas poco después de que Epicuro fundara El Jardín. La escuela se divide en tres etapas:

  • Estoicismo antiguo: Zenón, Cleantes y Crisipo.
  • Estoicismo medio: Panecio y Posidonio. Con ellos, el estoicismo llega a Roma y se enfoca más en la ética.
  • Estoicismo tardío o romano: Séneca, Epicteto (un esclavo liberto) y Marco Aurelio (emperador).

El lema de la escuela era «Abstine et sustine» («Domínate y aguanta»). Los estoicos creían que el universo está regido por una razón universal que lo domina todo, y la virtud del hombre consiste en vivir de acuerdo con esta razón. El hombre sabio actúa de acuerdo con su razón, mientras que el ignorante es esclavo de las pasiones y desconoce la razón universal.

Ética Kantiana

Immanuel Kant (1724-1804) es uno de los filósofos más importantes de la historia. Sus dos grandes preocupaciones intelectuales fueron: la posibilidad de la ciencia (abordada en su obra Crítica de la razón pura, donde critica la metafísica) y la justificación del hecho moral (en Crítica de la razón práctica y Metafísica de las costumbres). Kant distingue dos tipos de imperativos (mandatos) que determinan la voluntad: los hipotéticos (que imponen una condición) y los categóricos (que no imponen condiciones). Por ejemplo, «Vengo a clase porque es mi deber» es un imperativo categórico. La ética kantiana se basa en imperativos categóricos. El imperativo categórico kantiano establece que hay que cumplir el deber por el deber mismo. La ética kantiana es autónoma, a diferencia de otras morales heterónomas (donde las órdenes provienen de otro). Las éticas se dividen en:

  • Éticas materiales: Se basan en imperativos hipotéticos y son heterónomas.
  • Éticas formales: Se basan en imperativos categóricos y son autónomas.

La moral kantiana se fundamenta en tres postulados:

  1. La libertad es necesaria, porque sin libertad no hay moralidad.
  2. El alma debe ser inmortal, para recibir el premio o castigo en otra vida si no se recibe en esta.
  3. Dios debe existir, como garante del premio o castigo futuro.

Rawls y la Teoría de la Justicia

John Rawls, filósofo estadounidense del siglo XX, intentó establecer las bases para la convivencia social y política, inspirándose en Kant. Partió de la premisa de que las sociedades democráticas son plurales, con individuos que tienen deseos y objetivos propios, y recursos limitados. Por lo tanto, es necesario buscar principios que faciliten la convivencia y minimicen los conflictos. Rawls introduce el concepto del «velo de la ignorancia»: imaginemos que los miembros de una sociedad se reúnen para establecer las normas que la regirán, sin saber qué posición ocuparán en ella. Esta ignorancia les llevaría a elegir opciones que favorezcan a los más desfavorecidos, ya que podrían ser ellos mismos. Rawls propone el «principio de la justicia», según el cual los bienes primarios (aquellos que satisfacen necesidades básicas) deben distribuirse de tal manera que, si se beneficia a alguien, se beneficie al más necesitado. Este sistema político promueve la igualdad de oportunidades y garantiza un mínimo vital para todos los sectores sociales.

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