Crisis del Antiguo Régimen en España (1808-1814): Guerra de la Independencia, Cortes de Cádiz y Constitución de 1812


Crisis del Antiguo Régimen en España (1808-1814)

1. El reinado de Carlos IV y las repercusiones de la Revolución Francesa

Durante el reinado de Carlos IV, la Revolución Francesa de 1789 generó en España un miedo al contagio revolucionario. La monarquía absoluta y las autoridades adoptaron medidas para frenar la difusión de ideas liberales:

  • Censura de prensa y otros escritos.
  • Aislamiento físico e informativo.
  • Represión de los grupos ilustrados.

Manuel de Godoy, figura clave en el gobierno, aunque inicialmente mantuvo una política antirrevolucionaria, impulsó algunas reformas ilustradas en educación y economía. Sin embargo, la alianza con Francia y las guerras contra Gran Bretaña resultaron desastrosas para España:

  • Derrotas navales y destrucción de la flota.
  • Crisis económica y fiscal: crisis de subsistencia, paralización de manufacturas, déficit del Estado y subida de impuestos.
  • Primera desamortización, que supuso un golpe al Antiguo Régimen al anular privilegios de la Iglesia y poner sus bienes en el mercado.

El expansionismo napoleónico y la impopularidad de Godoy llevaron al Motín de Aranjuez (1808), liderado por el futuro Fernando VII, que desestabilizó la monarquía y precipitó la intervención francesa.

2. La Guerra de la Independencia (1808-1814)

El levantamiento popular en Madrid contra las tropas francesas marcó el inicio de una guerra desigual y popular. Características de la Guerra de la Independencia:

  • Nacional y patriótica: frente a un ejército invasor y un gobierno extranjero.
  • Importancia de la guerrilla.
  • Contexto internacional: una más de las Guerras Napoleónicas.
  • Predominio ideológico absolutista y ultracatólico, defendido por clero y nobleza.

Fases de la guerra:

  • Mayo-Octubre 1808: Primeros enfrentamientos y resistencia popular.
  • Octubre 1808-Julio 1812: Hegemonía militar francesa con la llegada de Napoleón.
  • Julio 1812-1814: Desgaste francés y ofensiva aliada. Fin de la guerra con el Tratado de Valencay, que supuso la renuncia francesa a sus conquistas y la restauración de Fernando VII.

Consecuencias de la guerra:

  • Demográficas: más de 300.000 muertos, heridos y desaparecidos.
  • Económicas: ruina de agricultura, ganadería, industria y comercio.
  • Sociales: persecución de los afrancesados.
  • Culturales: expolio artístico y destrucción de patrimonio.
  • Políticas: debilidad de Fernando VII y su gobierno, lo que facilitó la emancipación de las colonias americanas y la supresión de derechos feudales.

3. Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812

3.1. Fragmento de la Constitución de 1812

Identificación del texto: Fuente primaria de naturaleza jurídica y contenido político. Documento público destinado a todos los ciudadanos españoles de ambos hemisferios. Autor colectivo. Lugar: Cádiz, única ciudad española no ocupada por los franceses. Fecha: 19 de marzo de 1812, día de su promulgación durante la Guerra de la Independencia.

Contexto histórico: Tras el Tratado de Fontainebleau, la invasión francesa, el Motín de Aranjuez y las abdicaciones de Bayona, se produce un vacío de poder. Surgen juntas locales y provinciales que asumen la soberanía, formándose posteriormente una Junta Suprema Central. El avance francés obliga a la Junta a trasladarse a Cádiz, donde se disuelve y traspasa sus poderes a un Consejo de Regencia, convocando Cortes. En 1810, las Cortes se reúnen en Cádiz como Asamblea Constituyente, representando a la nación y depositando en ellas la soberanía nacional. Durante los debates, se observan dos grupos ideológicos: absolutistas y liberales.

3.2. Manifiesto de los Persas

Identificación del texto: Fuente primaria de naturaleza histórica y contenido político. Documento público destinado a justificar un cambio político. Autor colectivo. Destinatario: el rey. Lugar: Madrid. Fecha: 12 de julio de 1814, entregado a Fernando VII el 14 de julio.

Contexto histórico: El documento se sitúa en la Restauración Europea, tras la derrota napoleónica y el retorno al absolutismo. En abril de 1814, Fernando VII es aclamado por la población y recibe el apoyo de sectores absolutistas, incluyendo diputados de las Cortes de Cádiz. El Manifiesto de los Persas solicita la restauración de la monarquía absoluta. Fernando VII acepta, declara ilegal la convocatoria de las Cortes de 1810, anula su obra legislativa y la Constitución de 1812, restableciendo la monarquía de derecho divino. Este cambio se produce sin resistencia popular significativa, lo que indica el escaso apoyo social a las ideas liberales. El decreto y la posterior represión de los liberales provocan el exilio de numerosos liberales e ilustrados, dando inicio al Sexenio Absolutista (1814-1820), que finalizará con el pronunciamiento liberal de Rafael Riego.

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