Crisis del Sistema de la Restauración (1909-1917)
La Crisis del Bipartidismo
El sistema bipartidista o turnismo, vigente hasta 1917, enfrentó problemas debido a las dificultades de los partidos liberal y conservador para encontrar líderes que mantuvieran la unidad. Tras la dimisión de Maura y la muerte de Canalejas, la situación se agravó. La inestabilidad política, con gobiernos de corta duración, impidió la renovación del sistema y la solución de los graves problemas del país. La intervención excesiva del rey en la formación y caída de gobiernos, junto con su «espíritu castrense», obstaculizó la democratización.
Desarrollo de la Oposición
Diversos grupos se opusieron al sistema, debilitando la hegemonía de los partidos dinásticos en ciertas zonas, como las grandes ciudades y Cataluña, especialmente cuando estos colaboraban entre sí.
- El republicanismo: Principal fuerza opositora con gran implantación urbana. Defendía una democracia más amplia con reformas sociales y la reducción de la influencia de la Iglesia. Se dividía entre el radicalismo de Lerroux (antimonárquico, antinacionalista catalán y fundador del Partido Republicano Radical) y el reformismo de Melquiades Álvarez.
- El nacionalismo catalán: Representado por la Lliga, grupo conservador que defendía el autonomismo. Ante el enfrentamiento entre el ejército y el nacionalismo, el gobierno promulgó la Ley de Jurisdicciones. En respuesta, se formó Solidaridad Catalana, coalición que ganó las elecciones de 1907. Desde 1917, la Lliga colaboró con gobiernos de concentración. En 1922 surgió un nacionalismo de izquierda: Estat Català.
- El nacionalismo vasco: Evolucionó hacia posturas moderadas y autonomistas.
- El PSOE: Aumentó su influencia con tácticas moderadas de participación electoral. La revolución rusa y el Komintern provocaron la escisión del PCE en 1921.
- El movimiento obrero: Dividido en dos corrientes, el anarquismo (mayoritario en Barcelona y Andalucía) creó Solidaridad Obrera y la CNT (1910). La UGT, de crecimiento más lento, organizó huelgas a nivel nacional.
Crisis de la Restauración
La Semana Trágica de Barcelona (1909)
Resultado de la situación social y política en Barcelona (antimilitarismo y anticlericalismo) y la movilización de reservistas para la guerra de Marruecos. Una huelga derivó en una semana de violencia y represión. El Desastre del Barranco del Lobo agravó la situación. La huelga general en Barcelona, convocada por Solidaridad Obrera y la UGT, desencadenó protestas, quemas de conventos y enfrentamientos. La represión fue brutal, culminando con la ejecución de Francisco Ferrer Guardia. La Semana Trágica puso fin al programa reformista de Maura.
Mientras el PSOE lograba la elección de Pablo Iglesias como diputado en 1910, José Canalejas intentó una regeneración del sistema con reformas como el servicio militar obligatorio, la ley del «candado» y la Ley de Mancomunidades (frustrada en el Senado). Su asesinato en 1912 marcó el inicio de una crisis permanente en los partidos del turno.
La Crisis de 1917
El mal reparto de los beneficios económicos y la creciente inflación provocaron una profunda crisis en 1917 con varias dimensiones:
- Crisis militar: El descontento entre oficiales «peninsulares» por los ascensos de los «africanistas» llevó a la creación de las Juntas de Defensa. El gobierno de Eduardo Dato cedió ante la presión militar.
- Crisis parlamentaria: Diputados y senadores de diversos partidos formaron la Asamblea Nacional de Parlamentarios en Barcelona, exigiendo un cambio de gobierno y Cortes Constituyentes.
- Crisis social: La huelga general convocada por CNT y UGT tuvo un amplio seguimiento y se saldó con numerosos muertos y detenidos.