España atlántica o húmeda:
Comprende El norte y el noroeste peninsular, que posee un medio físico caracterizado por Un relieve Accidentado, con pocas llanuras y clima atlántico. Presenta Una estructura agraria caracterizada por una población muy envejecida debido a La emigración. Posee un poblamiento disperso intercalar a partir de aldeas, parroquias y Pueblos.
Los
Campesinos son propietarios de pequeñas propiedades, muy parceladas, cercadas
Por setos y alejadas entre sí (paisaje
De bocage
), lo que disminuye la mecanización y por lo
Tanto la rentabilidad.
Los usos del suelo son primordialmente ganaderos a base de ganado vacuno
Orientado a la producción de leche y en segundo término a carne. En Galicia son
Explotaciones de tipo familiar, mientras que en el resto de la cornisa
Cantábrica se han modernizado más gracias a la PAC.
España mediterránea interior:
Comprende ambas mesetas y la depresión del Ebro, con un medio físico a base de llanuras elevadas y clima mediterráneo continentalizado.
Su estructura agraria se caracteriza por una población escasa y envejecida, debido sobre todo a la emigración. Posee un poblamiento concentrado, a base de pueblos pequeños y cercanos en la submeseta norte y valle del Ebro, mientras que en el sur son más grandes y están más separados.
El sistema de propiedad es variado: minifundio en el valle del Duero y en los regadíos del Ebro; latifundio en Salamanca, Burgos, Castilla-La Mancha y en los secanos de Aragón y Extremadura.
En cuanto a los usos del suelo, la agricultura ocupa el 44% y presenta dos áreas bien diferenciadas:
-Los páramos: Dominan los cultivos extensivos de secano, el trigo rotando con leguminosas y barbecho, asociado a una ganadería ovina extensiva con una baja rentabilidad. Este tipo de cultivo está cambiando por cultivos más rentables como la cebada o el girasol. En algunas zonas el viñedo (La Rioja, Ribera del Duero y La Mancha)y el olivar cobran importancia.
-Las vegas: Son el lugar de los regadíos que ofrecen mayores rentabilidades con una variada gama de cultivos. Plantas industriales, forrajeras, frutales y hortalizas, muchas veces orientadas hacia una pujante industria conservera.
España mediterránea:
Comprende el litoral y prelitoral mediterráneo, valle del Guadalquivir, partes del valle del Ebro y Baleares. Su medio físico se caracteriza por un relieve accidentado y un clima mediterráneo fundamentalmente marítimo o costero. La estructura agraria se caracteriza por una población numerosa, tradicionalmente dispersa en la zona de Andalucía oriental y Levante, mientras que en el valle del Guadalquivir aparecen grandes pueblos, que llegan a recibir el nombre de agrociudades. La propiedad de la tierra está generalmente muy dividida en las zonas regadas. En el secano las propiedades son pequeñas o medianas en Valencia, Murcia, Cataluña y Andalucía oriental, y grandes en la occidental.
Los usos del suelo son:
La agricultura presenta muy claramente la dicotomía entre regadío (vegas y huertas) con una agricultura intensiva y de gran rentabilidad (arroz, flores, hortalizas, frutales, cultivos subtropicales) y el secano donde domina el cereal, el almendro, la vid y el olivo. La ganadería predominante es la bovina y la porcina, aunque la caprina todavía ocupa un lugar importante en el sur.
Los problemas agrarios
Los problemas demográficos
La disminución, el envejecimiento y la masculinización de la población rural es el resultado de la emigración de la población joven y las mujeres.
Ocasiona despoblamiento y falta de relevo generacional ante los gastos que comporta la nueva instalación agraria, el bajo nivel de renta obtenido en comparación con otros sectores, y la falta de alicientes de la vida en el medio rural. Frente a este problema se conceden ayudas para la instalación de jóvenes agricultores (menores de 40 años) y de mujeres y se promueven actividades rurales de su interés. Su formación agraria se basa mayoritariamente en la experiencia, dificultando la innovación. Por eso, se fomentan la formación profesional especifica y la formación continua.
Los problemas económicos
La modernización y la competitividad agraria son insuficientes para asegurar una renta adecuada y afrontar la creciente competencia de país emergentes en el mercado mundial. Las medidas respecto a este problema son: La reestructuración y la mejora de las explotaciones apoyando la concentración parcelaria la renovación de maquinaria, la mejora del regadío y de las infraestructuras (caminos) y el acceso al crédito
La transferencia de tecnología, conocimiento e innovación a las explotaciones agrarias. Se trata de incrementar el valor añadido introduciendo productos diferenciados dirigidos a nuevos segmentos del mercado y productos de calidad. La disminución de los costes de producción mediante un mejor aprovechamiento de los recursos, como el agua y la energía. Y mediante la redependencia de la industria en las comprad y de los mercados de venta de producción, (de industrias agroalimentarias o cadenas de distribución) que marcan peso y producción ello se requiere mayor participación de los productores de asociaciones y cooperativas con capacidad negociadora, es decir, la venta de los productos a los consumidores o a un único intermediario,la venta online o la venta en mercados de productores locales incrementó la internacionalización mediante la promoción en mercados emergentes y exteriores.
Los problemas sociales
a La calidad de vida de muchos núcleos rurales se encuentra mermada por la deficiente accesibilidad; las carencias de infraestructuras, servicios (comercios, recogida de basuras, electrificación, telefonía), servicios avanzados (TIC y nuevas tecnologías) y equipamientos colectivos (educativo, sanitario, deportivo, cultural) Esta situación se explica en parte por las bajas densidades demográficas y en algunos casos se agrava por la lejanía respecto a núcleos urbanos que puedan proporcionar estos servicios.