II. Las Cuencas y Vertientes Hidrográficas
2.1. La Cuenca Hidrográfica
La cuenca hidrográfica es el territorio cuyas aguas vierten a un río principal y a sus afluentes. Se encuentran separadas por divisorias de aguas, formadas por las cumbres de los relieves montañosos que las delimitan. En ellas, los ríos circulan por un cauce o lecho y forman una red organizada jerárquicamente desde los subafluentes y afluentes hasta llegar al río principal.
2.2. La Vertiente Hidrográfica
La vertiente hidrográfica es el conjunto de cuencas cuyas aguas vierten en el mismo mar. En las vertientes cantábrica y atlántica desembocan el 69 % de los ríos peninsulares y en la vertiente mediterránea el 31%.
2.3. La Vertiente Cantábrica
Los ríos de la vertiente cantábrica son cortos, pues nacen en montañas cercanas a la costa. Tienen gran fuerza erosiva debido al gran desnivel. Son caudalosos y de régimen bastante regular, por la abundancia y frecuencia de las precipitaciones. Aprovechando la topografía se han construido pantanos destinados a la producción eléctrica.
2.4. La Vertiente Atlántica
Los ríos de la vertiente atlántica son largos, pues nacen cerca del Mediterráneo y desembocan en el Atlántico. Tienen escasa fuerza erosiva porque discurren por llanuras que apenas se hunden, pero forman barrancos en los desniveles. Son caudalosos, por sus muchos afluentes, y de régimen bastante irregular. Presentan estiaje en verano por la falta de precipitaciones y crecidas con las lluvias de otoño.
2.5. La Vertiente Mediterránea
Los ríos de la vertiente mediterránea son cortos, excepto el Ebro, pues nacen en las montañas cercanas al mar Mediterráneo. Tienen gran fuerza erosiva en las laderas deforestadas, por ser ríos embarrancados. Son poco caudalosos, por sus escasas precipitaciones, y de régimen bastante irregular. Presentan acusado estiaje en verano por la falta de precipitaciones y crecidas catastróficas con las lluvias de otoño.
Por ello, ha sido necesario construir embalses para regularizar el caudal y abastecer de agua los pueblos y ciudades, a la agricultura y a la industria. En esta vertiente son también frecuentes los torrentes (cursos intermitentes que sólo llevan agua cuando llueve). Gran parte del año, sus cauces o ramblas se encuentran secos.
III. Los Lagos y Humedales Españoles
3.1. Los Lagos y Lagunas
Los lagos son masas naturales de agua, dulce o salobre, acumuladas en zonas deprimidas, que alcanzan cierta profundidad. Las lagunas tienen menor tamaño y profundidad que los lagos, aunque la diferencia entre ellos no es muy precisa.
En España hay catalogados 2474 lagos, la mayoría de escasa dimensión y de carácter estacional. Según su origen se distinguen dos tipos de lagos: endógenos y exógenos. Pero también hay lagos mixtos.
A. Lagos Endógenos
- Los lagos tectónicos se forman en terrenos hundidos por pliegues o fallas.
- Los lagos volcánicos se forman en el cráter de un volcán.
B. Lagos Exógenos
- Los lagos glaciares se forman en cubetas excavadas por el hielo en el circo glaciar (lagos de circo) o en el valle (lagos de valle), como en los Pirineos.
- Los lagos kársticos se alojan en cubetas creadas por la disolución de la rocas calizas o del yeso.
- Los lagos endorreicos, el tipo más extendido en España, se forman en las zonas áridas o semiáridas y se acumula en zonas deprimidas, con aguas salobres y de escasa profundidad. Se dan en las depresiones interiores y en la Meseta.
- Los lagos eólicos ocupan depresiones excavadas por la acción del viento sobre materiales blandos, como en el Ampurdán.
- Los lagos litorales o albuferas son lagos salados, que están separados del mar por un cordón de arena, como las albuferas del Mar Menor y de Valencia.
3.2. Los Humedales
Los humedales son extensiones de terreno cubiertas por aguas poco profundas, muchas veces de manera intermitente. Comprenden lagunas, marismas, deltas, albuferas y turberas.
Hay en España 2559 humedales, con gran interés biológico, por albergar especies de transición entre el agua y la tierra y por ser lugar de parada de aves migratorias. Destacan los de las Tablas de Daimiel (Ciudad Real), las lagunas de Toledo, Ciudad Real, Albacete y el valle del Ebro, las marismas de Guadalquivir, el delta del Ebro y las albuferas de Valencia y del Mar Menor.
3.3. Los Acuíferos
Los acuíferos son embolsamientos de agua subterránea. Se forman al infiltrarse las aguas de precipitación y encontrar un estrato impermeable, acumulándose en él. Pueden descargar el agua a través de ríos y manantiales o directamente en el mar. Son aguas más limpias que las superficiales. Hay unos 400, situados en las depresiones terciarias (Duero, Tajo, Guadiana), en las cabeceras montañosas de los ríos, etc. En Baleares y Canarias, la mayoría de los recursos hídricos procede de los acuíferos.